☆~Capítulo 5~☆
Jeongyeon desde el amanecer esta despierta, mientras que su madre prepara un buen desayuno ya que su hija va a extrañar su cocina. El enviado Real dijo que no necesitaba llevar nada porque ya todo estaba en el palacio pero aún así Jeongyeon decidió llevar algo de su ropa, zapatos y bolsos.
- Jeongyeon por favor compórtate cuando este allí - le aconsejó su padre.
El Sr Yoo siempre se preocupa mucho por el carácter de su hija ya que a veces ella se va en contra de las cosas que las demás personas le dicen.
- Dependiendo de como me traten allí, pelearé si es necesario - respondió su hija mientras ponía ropa en su mochila.
- Pero son de la realeza, no seas imprudente. No quiero que te pase algo malo.
- ¿Entonces quieres que me quede callada si me faltan al respeto? - dijo Jeongyeon molesta.
En realidad a veces se le ha pasado por su mente hacer un desastre cuando llegue al palacio para que cancelen todo esto pero ella tiene miedo de que su familia carguen con las consecuencias.
- Si, así que se una buena y obediente chica - dijo su padre.
Jeongyeon no respondió, su padre tomó su mano y la miró profundamente.
- Prométeme que darás lo mejor de ti cuando llegues al palacio - dijo su padre aún mirándola fijamente.
- Lo prometo - Jeongyeon finalmente renuncia a su ego.
Luego salió de la habitación junto con su padre y vio que su madre estaba afuera de esta, la última mencionada la abrazó fuertemente mientras volvía a llorar. Por lo general Jungkook siempre se burla y la molesta mucho y Jeongyeon siempre se venga de su pequeño hermano, pero hoy Jungkook parecía realmente triste y tenia la cabeza inclinada.
Jeongyeon trata de contener sus lágrimas, porque si llega a llorar puede llagar fácilmente llenar un río entero. Ella es una persona fuerte y valiente, pero al mismo tiempo es muy sensible y melancólica.
- Cuidate mucho noona - dijo Jungkook mientras la abrazaba fuertemente.
- Tu también Kookie... - respondió Jeongyeon diciéndole aquel apodo que le puso cuando el apenas era un bebé.
Todos llevaron a Jeongyeon al frente de la limusina Real esperando que el enviado Real terminara de colocar sus pertenencias en el maletero de este. El sol hasta a punto de salir por lo que deben apurarse para evitar que los vecinos los vean.
Jeongyeon se subió a la limusina y este comenzó a salir de su complejo de apartamentos, por última vez miró hacia atrás y vio que su familia aún estaba allí viendo como el aunto avanzaba con lágrimas en sus ojos.
(....)
Jeongyeon entró en el palacio, sus ojos miraban con asombro este hermoso lugar ya que era la primera vez que lo veía en persona ya que anteriormente solo lo había apreciando por fotografías que se encontraban en los libros de historia. Aunque sean tiempos modernos el palacio aún conserva su estilo tradicional, muchas cosas no han cambiado a pesar de que el palacio ha sido rehabilitado unas cuantas veces.
Después de que ella y los guardias entraran al palacio tres hermosas mujeres se le acercaron, parecían que eran de su misma edad e incluso podía jurar que eran menores que ella.
- Aquí estamos princesa - dijo una mujer de cabello corto con ojos grandes y redondos, luego las tres se inclinaron ante ella lo que hizo que Jeongyeon repitiera su misma acción.
- Somos las damas que la reina ha elegido para cuidar a la princesa, mi nombre es Park Jihyo y ellas son Kim Dahyun y Son Chaeyoung - dijo la mujer que anteriormente había hablado y volvió a inclinarse.
- Yo soy Son Chaeyoung - dijo la mujer más pequeña con un lunar cerca de sus labios inclinándose.
- Y yo soy Kim Dahyun - dijo la última mujer de piel blanca que transmitía una energía tan alegre.
Jeongyeon respondió inclinándose ante ellas nuevamente.
- Princesa usted no tiene que inclinarse ante nosotras - dijo Chaeyoung.
- Es que estoy acostumbrada - respondió Jeongyeon.
- Lo siento pero es una regla del palacio - dijo Jihyo.
- Oh bueno... está bien.
- Vamos princesa, primero que nada debemos llevarla a que la arreglen un poco - dijo Dahyun.
- ¿Son damas de la corte? ¿Por que son tan agradables? ¡Aish! Me veo tan descuidada al lado de ellas. ¿Como esperan que sea una princesa ejemplar? - dijo Jeongyeon en su mente.
Siguió a las tres damas de la corte hasta una hermosa habitación que resultó ser la suya. Luego comenzaron a vestirla, tenia en su cabello castaño un moño, en sus orejas tenía unos pendientes muy pesados, apenas podía respirar ya que estaba utilizando un corsés para marcar su cintura, luego tenía una blusa azul claro y en la parte inferior una larga falda. A pesar de todo Jeongyeon le hizo caso a su papá, no protesto y dejo que le pusieran todo eso.
¿Tengo que arreglarme así todos los días? ¿No puedo mejor morir? - se preguntó Jeongyeon en su mente.
Cuando las tres damas terminaron la llevaron hacia el gran espejo que estaba en la habitación. Jeongyeon se sorprendió al ver su reflejo en este, la chica normal que se vestía con jeans y camisetas en colores oscuros ya no estaba.
- Estoy.... ¿linda? - dijo Jeongyeon con incredulidad viéndose en el espejo.
- Si princesa, está muy bonita - dijo Dahyun.
Las tres damas estaban sonriendo porque estaban muy complcacidas por el gran trabajo que han hecho.
- Vamos ahora a la sala de reuniones de la familia Real que nos están esperando - dijo Jihyo cortésmente.
(....)
Jeongyeon ya se encontraba en una fe las habitaciones reales, en esta también se encuentran la Reina Viuda, la Reina Madre y el Rey y el Príncipe Heredero Jimin.
- Te gustan tus damas de la corte - le pregunto la reina viuda sonriendo.
- Si.... me gustan mucho, son muy agradables reina viuda - respondió Jeongyeon utilizando un lenguaje formal.
- Afortunadamente elegí a alguien de su edad para que no se sintiera sola - dijo la reina viuda nuevamente.
- Gracias reina viuda - dijo Jeongyeon inclinando su cabeza.
Luego su majestades comenzaron a hablar con ella sobre su matrimonio y las clases que deberá tomar para ser una princesa heredera ejemplar. Pero para ser sincera Jeongyeon no estaba prestando mucha atención, estaba ocupada analizando en su mente a todas las personas que se encontraban en la habitación.
La Reina Viuda es tan amable que de alguna manera le recuerda a mi propia abuela, así que se sintió mal por querer hacer una escena aquí ya que ella es una buena persona.
Luego dirigió su mirada al Rey.
El Rey es muy agradable, al principio pensó que era una persona desagradable, que dnaa miedo pero justo cuando lo vio sonriéndole cariñosamente se dio cuenta que era una persona muy cálida.
Luego se volvió hacia la Reina Madre.
La Reina es tan hermosa, se ve tan tranquila ya que no habla mucho pero sus ojos irradian elegancia y amabilidad, todos son buenas personas.
Y por último sus ojos callaron sobre el Príncipe Jimin, su futuro esposo.
Espera un minuto, ¿por que se ve tan frío y me mira así? Parece me quiere apuñalar con un agran espada, no sonríe en absoluto, se ve tan feo y molesto. ¿Es porque también se vio obligado a casarse conmigo? - piensa Jeongyeon.
- En que piensa princesa? - pregunto el Rey después de dar su explicación.
- Eh?? - pregunta Jeongyeon cuando es sacada de sus pensamientos - Emm.... si claro lo entiendo - dijo fingiendo que estaba atendiendo a la explicación que los mayores le habían dado.
Por Dios, ¿que dijeron? - se preguntó Jeongyeon.
- Entonces dejaremos a la princesa y al príncipe solo para que se conozcan un poco - dijo la reina viuda.
Entonces todos salieron de la habitación excepto el príncipe y la futura princesa. Después de que se fueran ellos se quedaron callados, parecía que Jimin no tenia intención de hablar.
- Parece que tu también fuiste forzado a este matrimonio, ¿verdad? - dijo Jeongyeon para romper el hielo.
- ¿Tu? Soy el príncipe, no hables informalmente conmigo - dijo Jimin con frialdad.
- Pero estamos solos? Además tenemos la misma edad - respondió Jeongyeon.
- Son las leyes del palacio, así que llámame príncipe.
Realmente apesta, ¿de verdad tengo que casarme con este pedazo de mierd*? Pero debo ser paciente. Mi padre me dijo que no cause problemas.
- Lo siento príncipe, pero me parece muy infeliz. ¿Qué tal si usted rechaza este plan de matrimonio? Si lo digo yo no lo tomarán enserio - dijo Jeongyeon tratando de contener su ira.
- ¿Qué quieres decir con que ayude a cancelar esta boda?.
- Debido a que una orden de detención me obligó a casarme, no puedo hacer nada, pero si el príncipe heredero se niega todavía hay esperanza. Así usted podría conseguir a una persona que sea digna nada usted - obviamente Jeongyeon dijo eso en tono de sarcasmo.
La cara del príncipe Jimin de repente se endureció, lo que de alguna manera hizo que sus ojos brillarán de ira.
- ¿Quieres decir que una persona común como usted se niega a casarse con el príncipe? - preguntó Jimin.
- Si... - respondió ella brevemente.
De repente el príncipe Jimin sintió que su orgullo dolía. ¿Quien se cree esta mujer arrogante a rechazar al príncipe? Incluso se separó de Myuoi Mina solo para esta mujer desagradecida sea su esposa, a pesar de que ella sea de una familia común, cualquiera puede decir que tuvo suerte, pero para ella no era así.
Jimin se levantó de su asiento para acercarse a Jeongyeon que estaba todavía sentada, ambas manos agarraron sus hombros fuertemente, se inclinó hacia ella y la empezó a mirar fijamente.
- No me importa quien sea mi esposa, de verdad que esos lo que menos me importa, todo lo que necesito es alguien que sea una muñeca de por vida.
El corazón de Jeongyeon comenzó a latir rápidamente y no precisamente por amor.
- Así que no te creas demasiado, conociendo tu posición solo tienes que estar callada y ser un títere - continúa el príncipe.
Jimin siente que tiene que mostrar su poder a esta mujer que está tratando de herir su orgullo, quiere que ella se vuelva ignorante para poder manipularla. Jeongyeon solamente guardó silencio solo para contener su ira ya que le prometió a su padre que sería amable con todos en el palacio, pero a quien iba a engañar, le está faltando el respeto y ella no lo permitirá.
Lo siento mucho papá por mi cumplir mi promesa - pensó Jeongyeon.
De repente Jeongyeon se levantó de la silla y empujó al príncipe heredero el cual se sorprendió por su acción. La mujer lo agarró bruscamente por su camisa y lo miró furiosamente.
- Bueno si eso es lo que quieres, seré una marioneta en este palacio...
Sus ojos miraban los ojos de Jimin sin medio.
- ¡¡Voy a ser una maldita muñeca para que sufras por el resto de tu vida!!
Holis 👋👋💖💖
Perdón por tan aburrido capítulo 😣😔😔
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