La información sobre el secuestro de la princesa llegó rápidamente a Konoha, el padre de la muchacha me culpó completamente a mí y yo he pedido perdón, pero sabía que mi perdón no servía de nada en estos momentos.

La princesa fue secuestrada debido a que no logré llegar a tiempo, ella fue secuestrada frente a mis ojos y no he podido hacer nada. Nunca debí llevarla con nosotros, si hubiera insistido en que no debía ir, ella estaría aquí en Konoha sana y salva, pero la dejé ir.

Mi error fue dejar que ella fuera...ese fue mi maldito error.

El día en que me intentaron nombrar Hokage el padre de ____ se interpuso diciendo que era mi culpa que la princesa fuera secuestrada y que debido a mi incompetencia no debía ser nombrado Hokage. En ese momento me sentí tan mal con el solo oír que fue mi culpa, de verdad yo me sentía culpable, mi trabajo era protegerla y no pude cumplirlo.

Ese mismo día iban a nombrar al líder del clan Hyuuga Hokage, pero no se pudo concretar aquello debido a que la quinta había despertado de su coma. El padre de ____ se sentía muy frustrado debido a que no sería nombrado Hokage, he podido notarlo.

—Hatake Kakashi. ¿Estás escuchando?

—¿Eh?

Koharu se golpeó levemente la frente debido a que yo no le estaba prestando atención.

—¿Sigues culpándote? —ella soltó un severo suspiro para luego colocar sus manos en mi rostro haciendo que la mirara fijamente. Su rostro serio no causó que cambiara mi expresión de soledad. —No es culpa tuya. —iba a replicar, sin embargo, ella se me adelantó. —Si ese fuera el caso...entonces todos tendríamos la culpa.

—¿De qué hablas?

—Nuestro trabajo era cuidar de la princesa, sin embargo, no lo hicimos. —comenzó hablando con algo de frustración en sus palabras. —Todos estábamos tan metidos en la reconstrucción de Konoha que dejamos de preocuparnos de la princesa...si no hubiéramos hecho eso, ella no hubiera sido llevada por Madara.

—Yo estaba frente a ella, Koharu. —hablé con la voz apagada mientras recordaba como Madara se la había llevado. —Estaba a pocos centímetros...

—Ya deja de culparte. —ella golpeó un poco mi mejilla intentando hacerme entrar en razón. —En vez de estar lamentándote por no poder impedir que la secuestrarán...deberías estar buscando una manera de rescatarla.

Ella comenzó a irse dejándome aquí pensante, la verdad ella tenía razón, no debería de estar aquí parado lamentándome por no impedir que la secuestraran. Debo buscarla y así salvarla de Madara, solo esperaba esta vez no llegar tarde.

✴✴✴

Una semana pasó aproximadamente desde el secuestro de la princesa y también sobre la declaración de la cuarta guerra ninja. En estos momentos todas las aldeas se encontraban unidas con un simple objetivo, vencer a Uchiha Madara y rescatar a la princesa perdida.

Yo había sido nombrado como líder general de la tercera división, pero después de nuestro enfrentamiento contra los revividos de los antiguos espadachines de la niebla he tenido que irme en ayuda de Naruto y Killer Bee. Afortunadamente llegué a tiempo junto a Gai a salvar a mi alumno, el cual estuvo a punto de ser capturado por el enemigo principal.

Los cuatro comenzamos una batalla contra aquel enemigo y los antiguos Jinchuriki. Peleamos arduamente hasta que finalmente logramos inmovilizarlos y luego empezamos una pelea contra el Uchiha, pero él intentó liberar a los Jinchuriki, sin embargo, no logró hacer nada debido a que el Edo Tensei había sido liberado.

El que el Edo Tensei haya sido liberado nos dio la ventaja de que las divisiones que se encontraban dispersas pudieran venir hasta aquí. Nosotros mientras esperábamos a que las divisiones se reunieran nos enfrentábamos al Uchiha, el cual al verse acorralado por nosotros invocó a la estatua demoníaca.

Nuestro objetivo cambió a deshacernos de aquella estatua demoníaca, pero lamentablemente el Uchiha había creado una barrera a su alrededor impidiendo que nuestros ataques le causaran algún daño.

Mientras peleaba con el Uchiha me di cuenta que su Sharingan estaba conectado al mío, le pregunté donde había conseguido aquel ojo y él me respondió sin titubear que lo sacó del puente kannabi. Eso me hizo dudar e incluso llegué a pensar que la persona a la cual me estoy enfrentando era mi antiguo compañero de equipo, pero eso debía de ser imposible.

Él había muerto salvando la vida de su mejor amiga.

Obito no le haría daño a su mejor amiga...él no le haría daño a ____.

—¡Kakashi! —el grito de Gai hizo que me sobresaltara. —¿Me estás escuchando? ¡Tenemos que atacarlo para servir de distracción! ¡Debemos de pelear!

—Gai...

—Me imagino qué es lo que puedes estar pensando, yo también lo pienso... ¡pero olvídalo! —Gai dejó de mirarme para ver al enemigo. —¡No es momento para ponerse nostálgicos! ¡Tu estudiante, Naruto, se ha lanzado delante de tus narices!

Gai tenía razón, no era el momento para estar pensando en eso. Debía de ayudar a Naruto para así atrapar al Uchiha.

—Vamos, Gai.

—¡Así me gusta, rival mío!

Como último recurso usé mi Kamui para hacer desaparecer al clon de Naruto, el Uchiha se burló por desperdiciar mi Kamui, pero en cuanto Naruto envió una Bijudama y este obligadamente utilizó el Kamui para desaparecer, sabía que no desperdicié mi Kamui.

Cuando el Uchiha nuevamente volvió, ya no traía su máscara y al ver a la persona detrás de aquella máscara me dejó perplejo. No creía lo que mis ojos estaban viendo, esto no podía ser posible... ¿Por qué Obito estaba aquí?

—Uchiha Obito...

—Si quieres llamarme por ese nombre, adelante. —habló Obito de manera desinteresada. —Eso para mí no tiene importancia alguna.

—¡¿Quién es él?! —preguntó Naruto muy confundido con la situación.

—Un Shinobi de Konoha de nuestra generación, un Uchiha. —respondió Gai. —pero se suponía que murió en la anterior guerra.

—Si estabas vivo... ¿por qué hasta ahora...?

—Que viviera o no, no es algo que tenga importancia...y si preguntas el por qué... —me miró con una expresión muy fría. —Es porque dejaste morir a Rin.

Bajé la mirada ante esa respuesta, él estaba haciendo todo esto porque dejé morir a nuestra compañera de equipo. Sin embargo, hay algo que me dejaba preocupado y era el hecho del secuestro de ____.

—La princesa... —alcé mi mirada para ver directamente a Obito. Él seguía viendo con aquella expresión de frialdad. —¿Por qué secuestraste a la princesa? Es tu mejor amiga, ¿verdad?

—¿Por qué? Eso lo entenderás después. —soltó una pequeña risa sarcástica. —Y sobre la relación que mantenía con ella...eso es parte del pasado.

—¡____ derramó lágrimas por ti! ¡Ella creía que su mejor amigo estaba muerto! —grité exaltado intentando hacerlo cambiar de parecer, pero mis palabras no tenían ningún significado en él. —Ella sufrió demasiado cuando te perdió...

—Eso no tiene importancia para mí. —decía desinteresado mientras miraba el cielo. —No siento interés por nada en este mundo que está a punto de desaparecer.

Nuevamente he bajado la mirada sintiendo una gran frustración y dolor en mi interior.

—¡Kakashi-sensei! ¡No tengo idea de qué habrá pasado entre ustedes, pero este no es el momento para que se deprima! —exclamaba Naruto muy seriamente. —¡Ahora debemos de detener a esta persona y rescatar a la princesa!

—¡Kakashi! ¡Naruto tiene razón! —le apoyó Gai. —¡Debemos de salvar este mundo y a la princesa!

Yo seguía decaído por todo lo que Obito me había dicho, pero Gai y Naruto tenían razón. En este momento el mundo y la princesa dependían de nosotros.

Obito intentó atacarnos, pero su ataque fue repelido por las colas del Kyuubi. En ese mismo momento un fuerte estruendo se provocó y todo eso se debió a la aparición repentina del auténtico Uchiha Madara.

No entendíamos que hacía él aquí, él debió desaparecer junto a todos los revividos.