Mientras caminaba por las calles de Konoha he visto a Gai escondido detrás de un buzón, él miraba a un hombre que estaba siendo arañado por un gato y por la curiosidad me acerqué a él, causando que pegara un brinco.

—Lo siento. No era mi intensión asustarte. —dije apenada mientras lo ayudaba a levantarse. Él se me quedó viendo unos segundos con la boca abierta para luego tomar mi mano y así levantarse. —¿Te encuentras bien?

—Sí. —decía con una gran sonrisa. —¿Qué haces por aquí, ____-chan?

—Bueno. Me dio curiosidad el cómo mirabas al hombre que estaba siendo arañado por el gato. —comenté con una pequeña risa. —¿Lo conoces?

—Eh...Sí... —Gai no sonaba muy contento al confirmar que conocía a aquel hombre y eso me causó algo de confusión. —Era gracioso como lo arañaba el gato, ¿verdad? Alguien así no es genial, ¿verdad?

—Sí me pareció un poco gracioso, pero también me preocupó un poco. Los arañazos de los gatos no son para nada agradables. —le comenté a Gai mientras recordaba todas las veces que vi a Obito con su cara y manos rasguñadas por un gato. —Y sobre si es genial... —fingí que me encontraba pensando sobre la respuesta, solo para ver que expresión ponía Gai y al verlo tan ansioso no he podido evitar sonreír. —Él es genial.

—¿De verdad piensas que es genial? —preguntó algo dudoso, pero yo le afirmé que ese hombre me parecía genial. —Eres sorprendente, ____-chan.

—¿Sorprendente? ¿Por qué?

—Tú no piensas igual a como los demás de la aldea. —comentaba con algo de tristeza. —Los de la aldea piensan que ese hombre es patético.

—La gente de la aldea no sabe lo que es genial o no. —dije fastidiada. En verdad había muchas personas en la aldea con un pensamiento muy fastidioso. —Ellos juzgan a las personas sin antes conocerlas. Si una persona no es como ellos desean, los tratan como lo peor y eso es algo que nunca me ha gustado.

—Me agradas mucho, ____-chan. —decía Gai un poco más animado e inesperadamente me abrazó, pero ese abrazo solo duró unos pocos segundos. —Definitivamente me volveré un gran ninja y te protegeré.

Gai me había dicho eso con una gran sonrisa y su dedo pulgar alzado, yo simplemente le he sonreído.

✴✴✴

—¿Qué te tiene tan mal, Obito?

Pregunté al ver a mi amigo tan entristecido sentado en una banca, él al verme comenzó a contarme todo lo que le había sucedido. Que pensó que Rin lo había citado solo a él para hablar y por eso había llevado un ramo de flores especialmente para ella, pero cuando vio llegar a todos los demás lo hizo parecer un estúpido.

—Incluso gasté todo mi dinero en ese ramo. —decía desanimado mientras terminaba de contar su historia. —Rin nunca me mirará. Ella solo tiene ojos para Kakashi.

—No te desanimes tan rápido. —le animé mientras palmeaba su hombro. —Estoy segura de que tarde o temprano Rin se dará cuenta del gran chico que eres.

—Gracias por animarme, ____-chan. —decía un poco más animado mientras se levantaba y tomaba una gran bocanada de aire. —Me he decidido. Después de mi misión de mañana me confesaré a Rin.

—Es cierto. Oí que ustedes tendrían una misión fuera de la aldea. —recordé cuando oí al Hokage en cuanto fue a hablar con mi padre. —Espero que tengan mucho cuidado. Ustedes son mis amigos y no me gustaría que nada malo les sucediera.

—No te preocupes. No dejaré que nada malo les suceda a mis compañeros. —decía decidido mientras formaba una sonrisa y luego apuntaba a las caras de los Hokages. —Además, a mí no me sucederá nada...no mientras no me convierta en Hokage.

—Y como siempre estaré ahí para apoyarte. —dije con una cálida sonrisa y esta vez fui yo la que lo abrazó, haciéndolo sorprender.

Con Obito permanecimos abrazados un buen rato, hasta que la voz de Kakashi nos separó y cuando lo he mirado no se le veía muy contento.

—Espero que mañana no llegues tarde, Obito. —le dijo Kakashi con un ligero tono de enfado. Sus palabras causaron la molestia del Uchiha, pero no le respondió, él simplemente se despidió de mí con un beso en mi mejilla y salió corriendo.

—¿Por qué siempre se están peleando? —le pregunté al Hatake el cual me miraba fijamente y admito que el que me estuviera mirando tan fijamente me estaba incomodando. —Son un equipo. Deberían llevarse bien.

—Yo no me llevaré bien con alguien que siempre llega tarde. —decía fastidiado mientras se acercaba y tomaba mi mano. Acto que me dejó desconcertada. —El Hokage me solicitó que te llevara con él.

—Sabes, no es necesario que me tomes de la mano. —le dije con naturalidad, pero él no me prestó atención y por alguna extraña razón no me molestó que me sostuviera de la mano.

Kakashi en ningún momento me soltó la mano e incluso cuando llegamos con el Hokage no la soltó. Yo esperaba atentamente a saber lo que quería el Hokage de mí, pero su silencio me estaba dando una idea de que no era nada bueno.

—He hablado con su padre, princesa. —comenzó hablando el Hokage. —Él aceptó inmediatamente la propuesta que le hemos hecho.

—¿De qué propuesta habla, Hokage-sama? —pregunté intrigada. De seguro se trataba de algo que beneficiaría al clan y por eso mi padre aceptó, de lo contrario jamás en la vida aceptaría.

—Usted será llevada a un lugar apartado de Konoha para su protección el día de mañana. —comentó el Hokage con seriedad. —Quizá no esté enterada, pero en estos momentos estamos en una guerra. —cuando el Hokage ha dicho lo de la guerra me he sorprendido. —Y tenemos información de que Kirigakure aprovechará de raptarla.

En ese momento recordé cuando Shen me dijo que en Kirigakure había varios ninjas que matarían por poseer mis ojos.

—¿Quiénes me llevarán a ese lugar?

—Un ninja de su mismo clan la llevará a ese lugar. —me explicó con seriedad. —Su padre no aceptó que alguien más la acompañara. Posiblemente piense que nuestros ninjas lo traicionarían.

—Entiendo...

—Quería informarle personalmente de la situación y para que tenga en cuenta que nosotros nunca la traicionaríamos.

—Yo nunca dudaría de usted, Hokage-sama. —dije de manera educada. —Gracias por la información.

El Hokage nos ha dicho que podríamos retirarnos, con Kakashi hemos salido de aquella oficina e íbamos de camino a mi clan, mientras caminábamos no podía quitarme de la cabeza todo lo que me había dicho el Hokage y he detenido mis pasos haciendo que Kakashi también se detuviera.

—¿Sucede algo?

A pesar que me preocupaba mi bienestar, me preocupaba aún más el bienestar de mis amigos.

—Mañana ustedes tienen una misión. —comencé hablando. Mis palabras comenzaban a sonar preocupantes y era algo que Kakashi estaba notando. —Por favor...cuídense.

—Todo estará bien.

—Kakashi... —le llamé entristecida mientras me acercaba a él. Ante mi cercanía repentina, él se me quedó viendo confundido; yo he tomado una de sus manos con delicadeza. —Prométeme que cuidarás de Obito y Rin...también que los tres volverán sanos y a salvo.

—Siendo realista eso es algo difícil de prometer al estar en una guerra. En una guerra donde todos podemos perder la vida en cualquier momento. —comentaba Kakashi de manera sincera y sus palabras simplemente hacían apretujar mi corazón. —Pero...lo haré. Nosotros volveremos.

Miré a Kakashi directamente a los ojos y él inesperadamente me abrazó causando así mi sorpresa, pero su abrazo repentino no me molestó, es más, me encantó. Sentía que a su lado estaría segura y no dudaba de su promesa, él volvería con Obito y Rin a Konoha una vez cumplan su misión.

Kakashi, Obito y Rin son las primeras personas que se volvieron mis amigos, con cada uno de ellos pasé buenos momentos y en especial con Obito y Kakashi, a pesar que ambos no se llevaban bien, por alguna razón cuando se encontraban ambos conmigo, actuaban de manera tranquila. Con Rin formamos una amistad bastante buena, a pesar que al principio no le agradé, ella cambió y ahora nos llevábamos mucho mejor que antes. 

Yo solo esperaba que nada les sucediera. 

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🌟¡Hola! ¿Me extrañaron? 

He vuelto y también han vuelto las actualizaciones de la historia de Kakashi, así que esperen con ansias que desde mañana publicaré dos capítulos por días. <3 

P.D: Cambié la portada, miren que bella quedó. <3