
Capítulo 14
Butch se subió primero a la yegua. Le extendió la mano una vez se acomodó en la montura. Bellota aceptó la ayuda sin protestar, algo que podría llamar la atención teniendo en cuenta que nunca se comería su orgullo por ayuda. Ella apoyó levemente sus manos en la cintura de Butch. Al contacto, él asomó su mirada hacia ella. No hizo ningún comentario al respecto, no quería perder a una de las personas que no le importaba su condición de bastardo. Tiró de las riendas para avanzar con el caballo. Bellota apoyó su cabeza en la espalda del muchacho. El movimiento tranquilo de la cabalgata hacía que todos sus problemas desaparecieran. Al cabo de unos minutos Butch frenó de repente llamando la atención de Bellota.
—¿Todo va bien? —preguntó ella antes de asomarse y ver su casa rodeada de guardias. Se bajó rápidamente pidiendo una explicación. —Se puede saber ¿qué hacen ustedes aquí? —le preguntó sin rodeos a los guardias. Ellos empezaron a balbucear al ver a Bellota.
Butch bajó de su caballo también, y se acercó a Bellota.
—¿Quién los envió? —preguntó Butch con su típico tono frío.
Las preguntas de ambos fueron respondidas cuando de la mansión de Bellota salieron Brick y Boomer con el ceño fruncido. Apenas vieron a su hermano lo abrazaron con alivio.
—¿Dónde estabas? Estábamos muy preocupados, hasta papá. —dijo Boomer asegurándose de que Butch estaba ahí.
—Quería estar solo... —murmuró Butch tratando de evadir lo más posible el tema.
—¿Con.... Bellota? —preguntó Brick arqueando una ceja. Bellota por un momento se sintió incómoda y vulnerable. ¡No podía decirle la verdad del porqué estaba con Butch! Si se enteraban la tratarían de loca, y así nunca encontraría a Ramiro.
—Sí, nos encontramos de camino y le ofrecí traerla. —se excusó Butch sabiendo que Bellota no sabía qué decir. Bellota miró de reojo a Butch quien estaba seguro de lo que decía.
—De todas formas debemos volver, padre está muy preocupado por tu repentina desaparición. —dijo esta vez Boomer yendo hacia el caballo de Brick. Su hermano mayor lo siguió.
Bellota miró a Butch sonriéndole levemente. Tomó una de sus manos diciéndole:
—Tú puedes guerrero.
Butch le contestó con una pequeña sonrisa y asintiendo con su cabeza. Luego de esa pequeña despedida, los príncipes desaparecieron junto con los guardias. Apenas Bellota pudo entrar, las mucamas empezaron a acosarla.
—Señorita, ¿dónde ha estado? Estábamos muy preocupadas. —dijo una de ellas revisando de que ella estuviera bien.
—¡¿Señorita pero qué lleva puesto?! —preguntó otra empleada al ver los pantalones de cuero.
—¿Mi padre ha llegado? —preguntó Bellota ignorando a sus sirvientas.
—No, señorita. Aún no ha llegado. —murmuraron las dos mucamas en coro.
—Bien, entonces ni una palabra de lo de hoy, ¿me oyeron? —dijo en tono amenazador. Sabía que sus sirvientas eran muy fieles a su padre. Y si algo de lo que habían visto llegaba a oídos de Francisco, ella estaría en grandes problemas. Ambas mujeres asintieron. —Ahora, pueden ir a preparar un baño para mí por favor. —ellas asintieron de nuevo yéndose para el cuarto de baño.
Después de aquella conversación, Bellota fue a su habitación. Allí suspiró de alivio y se acarició las mejillas. Se las sentía calientes. Después de su entrenamiento y charla con Butch, todo estaba tan confuso. La manera en la que vio a Butch tan vulnerable le dio una empatía que nunca había sentido con él. Tal vez él era más que un príncipe gruñón que seguía las reglas.
•••
Los soldados se llevaron a los caballos al establo, una vez los príncipes llegaron al castillo. Brick ordenó que avisaran a su padre de que Butch había vuelto. Por suerte el rumor de la desaparición del segundo príncipe no se había propagado.
—¿Por qué desapareciste así? —preguntó Boomer una vez habían entrado al castillo. Se estaban dirigiendo al despacho de su padre. Butch, incómodo, se rascó la nuca tratando de evadir esa pregunta.
—Necesitaba estar solo... —volvió a repetir lo mismo que había dicho en la mansión de los Wilson.
—Pero, ¿por qué? —volvió a interrogar Boomer. —¿Peleaste con padre?
—Boomer, —lo interrumpió Brick, el hermano mayor. —las preguntas se responderán después. —murmuró después. Boomer aún seguía con la intriga de lo que estaba sucediendo. No era normal que su padre se preocupase tanto por sus hijos.
Apenas llegaron al despacho, tocaron la puerta para verificar que su padre estuviera allí. Cuando no oyeron ninguna voz, entraron sin cuidado. Seguramente el rey no tardaría. Se acomodaron en los sillones y sillas que había al rededor de la biblioteca y el escritorio. Los sirvientes le llevaron tazas de té para que la espera fuera más llevadera.
De repente, la puerta se abrió dando un fuerte estruendo. La silueta de Thomas se pudo divisar a través del umbral. Se dirigió hacia Butch apenas lo vio. Sorprendiendo a los demás hijos, lo abrazó fuertemente como si hubiese sentido el miedo de perderlo anteriormente. Butch, incómodo, correspondió el abrazo sin saber lo que iba a pasar a continuación. Boomer y Brick miraron el abrazo con sorpresa y un rastro de incomodidad. No estaban acostumbrados a ese tipo de trato tan cálido. Al terminar aquel encuentro Thomas los invitó a sentarte. El ambiente estaba demasiado tenso.
—Tengo que hablar algo como ustedes... —empezó hablando mientras se sentaba al frente de su escritorio. —no como príncipes, sino con mis hijos. —Butch se tensó de repente. Las manos le temblaban sobre el apoyabrazos. —Nos compete a todos, y más a Butch que es la principal... víctima. —Boomer y Brick se miraron confundidos. ¿Qué estaba pasando con Butch?
—Padre... no creo que es necesario hablar sobre... —murmuró Butch cómo si fuera un gato asustadizo. Su padre automáticamente lo interrumpió.
—Cuando me casé con su madre, estaba completamente enamorado. Habían sido los años más hermosos de mi vida. —dijo respirando pausadamente mientras recordaba aquellos momentos. —Mi felicidad parecía que estaba en su límite, hasta que Isabella me dio mi primer hijo. —le sonrió a Brick mientras lo recordaba como un bebé. —El nacimiento de Brick había sido evento de celebración en todo el reino. Y con tu madre estábamos más que felices. —Brick inesperadamente sonrió mientras recordaba a su madre. Su infancia había sido muy buena hasta la muerte de Isabella. La melancolía llegó a la garganta del príncipe mayor. —Aquellos tiempos parecen muy lejanos. Los pueblos del norte habían empezado a ser invadidos, y algunos reinos recibían con brazos abiertos a aquellas personas que lo habían perdido todo. Nuestro reino fue hogar de aquellas personas, —Thomas dirigió su mirada a Butch con tristeza. —Con Isabella las cosas empezaron a turnarse diferentes. Las cosas no estaban yendo bien. Las disputas estaban siendo cada vez más fuertes. —Brick y Boomer oían con atención. Esa parte de la historia nunca la habían escuchado. Era como si le hubiesen borrado las memorias y ahora mágicamente él decidía devolvérselas. —El problema se agravó más con la bienvenida de los pueblerinos sacados de sus tierras. El amor se cruzó en mi camino una vez más. —Boomer frunció el ceño al oír eso. No le gustaba por dónde iba el relato.
—¡¿Dejaste a nuestra madre por una cualquiera?! —le gritó Boomer con la sangre hirviendo.
—¡No era una cualquiera! —le respondió Thomas también molesto. —A ella también la quería. —suspiró frustrado por dar toda la explicación.
—¿Qué pasó con mamá entonces? Dijiste que había muerto luego de dar a luz a Boomer y Butch. —habló esta vez Brick que había estado callado toda la charla. —¿Acaso la desterraste?
—¡Por supuesto que no! —Thomas gritó una vez más. —Giuliana se convirtió en mi amante real.
—¡La convertiste en tu amante mientras aún seguías casado con mamá! —gritó Brick sin poder creer lo que su padre decía. —¡No la amabas!
—¡Claro que lo hice! La amé, la amé tanto que tuvimos un segundo hijo... —tanto Boomer cómo Brick estaban sin habla. Siempre habían pensado que Boomer y Butch habían nacido juntos, en el mismo parto. Thomas también había mentido sobre eso. —Y mi tercer hijo fue con Giuliana, quien quedó embarazada al mismo tiempo que Isabella.
—Claro. Amabas a mi madre pero estabas en la recámara de tu amante mientras ella estaba embrazada. —dijo con sarcasmo Brick mientras se levantaba frustrado. Toda su vida su padre les había mentido.
—En el nacimiento de mi segundo hijo también nació el tercero, ambos el mismo día en diferentes partos. —El rey se levantó de su asunto y se dirigió a la ventana. La melancolía no podía desaparecer después de muchos años. —Isabella murió dando a luz y Giuliana desapareció... Nunca supe que lo sucedió con ella. Debido a eso, tuvimos que ocultar la existencia mi amante real y fingimos que el nacimiento de mi tercer hijo fue con mi esposa. La confidencialidad nunca se rompió entre mis sirvientes y consejeros. Nunca salió del reino todo lo que sucedió y pretendo de que se mantenga así.
El silencio no tardó en llegar a la habitación. Los tres hermanos estaban realmente furiosos con su padre. Brick no comprendía la traición que le hizo a su madre. Butch quería saber lo que le había pasado a su madre. La desaparición que Thomas mencionó todavía daba muchas preguntas. Y Boomer sun estaba confundido, la que pensó que era su madre podría no serlo. Todas sus vidas al final eran parte de una mentira.
—¿Quién es el hijo de tu... amante? —preguntó Brick para dejar la incógnita resuelta, aunque dos de ellos ya lo sabían. Thomas miró a Brick, luego a Boomer y al final a Butch, que seguía callado y con el ceño fruncido.
—Soy yo. —dijo el tercer príncipe levantándose del sillón. —Yo soy el hijo bastardo.
Brick miró abruptamente a Butch sin saber qué pensar. Sospechaba que Boomer fuese su medio hermano pero no esperaba que fuese su otro hermano. Boomer sintió alivio al oír las palabras de Butch. Sin embargo una fuerte ola de ira subió por su cuerpo. Su madre había muerto siendo infeliz. Además de que fingieron que había nacido con otro niño. Butch aún mantenía su orgullo a pesar de las miradas acusadoras de sus medios hermanos.
—Butch es hijo de Giuliana tanto como mío. Lo que lo hace su medio hermano y no por eso un extraño.
—¡No! Claro que lo es. —exclamó Boomer realmente con furia. —¡Es un bastardo! ¡Un bastardo en la familia real!
—Boomer... —trató de tranquilizar a su hijo.
—Él tiene razón. —habló Brick siendo honesto. —Butch es hijo de nuestro padre, sigue siendo nuestro hermano.
—¡Es hijo de una maldita amante! Quizás de una prostituta. No es nuestro hermano, es un bastardo. —Boomer señaló a Thomas. —Y tú fuiste el causante de la muerte de mi madre. La mataste de infelicidad.
—¡No tienes ni idea! —dijo Butch acercándose a Boomer resistiendo las ganas de darle un buen golpe en la cara. —No sabes nada de mi madre.
—Y tú tampoco. —Boomer analizó a su medio hermano. —No tienes ni idea de ella y hablas como si la conocieses. —Butch no volvió a hablar. Sabía que él tenía razón. Pero no la conocía, no sabía nada de ella. Recién ahora sabía algo de ella. —Creo que esta conversación acaba de terminar. —dijo antes de irse por la puerta del escritorio.
Estaba lleno de impotencia y rabia. Su padre había sido el peor de todos y por su culpa no pudo conocer a su madre. Butch también era causante de todo eso. Estaba seguro que todo el reino se había enterado del embrazo de la amante del rey, incluyendo a Isabella. La tristeza llenó su corazón llegando al fin de sus días.
Brick, Butch y Thomas aún seguían en el escritorio. Butch con las palabras en garganta. Faltaban respuestas, pero sabía que ese no era el momento indicado para las preguntas.
—Hablaré con Boomer. —Thomas asintió agradeciendo interiormente el gesto de primogénito. —Sin embargo no garantizo nada sobre su respuesta. Con permiso. —dijo retirándose de aquella habitación.
Thomas y Butch quedaron esta vez solos. Sus miradas decían más que las palabras. Especialmente Butch, que de a poco iba desbloqueando su historia. También sentía furia porque al final el que padecía el enojo y el disgusto de los demás era él, el príncipe bastardo.
—Más vale que me digas toda la verdad sobre mi madre. Merezco la verdad después de todo lo que has hecho.
Thomas asintió mientras suspiraba. Al final pensaba que las cosas las habías solucionado pero había sido todo lo contrario.
—Te prometo que lo haré. —dijo acercándose a él. Apoyó una de sus manos en un hombro de Butch. —Lo haré.
El príncipe quitó la mano de su padre. Ese tipo de contacto no solo le había parecido raro sino hipócrita. Se alejó de él luego. Salió del escritorio sin tardar mucho. No quería permanecer allí más con él.
•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
¡Buenas!
Nuevo capítulo y con muchas cosas encima.
Espero que les guste.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro