Capitulo 5: ¡Que alguien apagué esa mierda, por favor!
Povs princesa Olivia
―¿Por qué cada vez que pasa algo malo me culpan a mí?― pregunté haciendo puchero.
Grace rodó los ojos― ¿Será por qué siempre estás metida en problemas?
―Eso no tiene nada que ver― me quejé.
―Claro que sí, cada vez que hay un problema tu estas ahí― dijo Alex.
Me puse de pie de manera rápida y exclamé ―Ay, ya, no importa. Regresemos a nuestra habitación. Estoy agotada.
―Está bien, pero apenas lleguemos me cuentas que fue lo que paso― dijo Bea.
―Nos cuentas a todas― corrigió Grace.
Yo bufé, pero asentí, estoy segura de que si no les cuento insistirán hasta que lo haga.
Todas entraron a nuestra habitación.
―¡Amh, chicas! ―las llamé y ellas me miraron―. Esta es la habitación de Alex y mía, ustedes vayan a la suya. ¡Shu, shu! ―las apresuré a salir.
―No nos iremos de aquí hasta que nos cuentes que rayos pasó― dijo firmemente Beatrice.
Bufé― Esta bien, siéntense.
Ni tuve tiempo de parpadear y ellas ya estaban acomodadas.
―Luego de salir de la habitación, me dirigí hacia la cocina de la academia. Ya la había visto durante el recorrido que una chica me dio esta mañana, así que sabía cómo llegar.
―¿Qué chica?―preguntó curiosa Grace.
Bufé, me quedaré sin bufidos si continúan así― ¿Acaso importa? Si me interrumpen dejo de contar la historia.
Ellas me miraron levantando las manos, en señal de que ya no interrumpirán.
―Entré sigilosamente, aunque no fue tan fácil. La puerta estaba cerrada con candado, pero con mis habilidades en "entrar a las habitaciones de mis hermanas para gastarles bromas", pude abrir el candado con un simple ondulín. Me tomó un poco de tiempo, pero lo logré.
>> Entré con cautela y me fijé si había cámaras; para mi sorpresa, las encontré. Rápidamente, me pegué a la pared y coloqué una tela sobre mí para evitar ser detectada, aunque debido a mi pequeño tamaño no alcanzaba a cubrir la cámara. Sin embargo, noté que había unas cajas de verduras cerca, así que las apilé con cuidado y me subí sobre ellas, logrando finalmente alcanzar la cámara y taparla. Una vez hecho esto, me bajé de los cajones con cuidado
>>Fui hacía el refrigerador, encontré botes de helado, agarré cuatro, uno para cada una, luego de eso los metí en una bolsa para llevar. Como me dio sed agarré una gaseosa de limón; la abrí y comencé a tomar, pase cerca de una máquina de golosinas, así que se me antojo alguna, para sacarlas sin problema de que suene alguna alarma, le arrojé la gaseosa encima para que hiciera corto circuito, saque mis golosinas pero sentí olor a quemado, me di cuenta de que la máquina se estaba incendiando, rápidamente intente apagar el fuego pero no pude, así que hice sonar la alarma, salí de allí corriendo y listo, esta es la grandiosa historia. Fin. Colorín colorado, este cuento se ha acabado.
―Espera, eres lo suficientemente inteligente como para saber que si le tiras gaseosa a algo con cables, se incendiará. Cuéntanos qué sucedió en realidad ―me dijo Alex―. Sabemos que tienes experiencia en estas cosas, Olivia. Tú le sacabas los dulces a la máquina que tiene Grace en su habitación, sabes cómo obtenerlos incluso con los ojos vendados. ¿Cuál fue tu error?
Bufé, las chicas me conocen bastante bien― Mi error fue no mirar por donde caminaba, sin querer tropecé y tiré la gaseosa en la máquina.
―Lo importante aquí es... ¿nos trajiste el helado? ― preguntó emocionada Bea.
La miré picara― Claro que sí.
Les di el frasco a cada una.
―Vainilla para ti― le di el frasco a Grace, quien me agradeció con una sonrisa enorme. ―Limón para ti― le tendí el frasco a Bea, quien también me agradeció de igual forma. Luego, miré a Alex y le entregué un frasco, a lo que ella respondió con una sonrisa. ―Y para ti, menta― añadí mientras me quedaba con el frasco de chocolate.
[...]
―¡Que alguien apague esa mierda, por favor! ―grité desesperada, saltando de la cama ante el sonido ensordecedor de la alarma que resonaba en toda la habitación.
Alex me lanzó su almohada y dio en mi cara. ― ¡No grites, estúpida! ―dijo―. Son los parlantes de la academia, es para despertarnos. Las clases están a punto de comenzar.
―Ah― le contesté, luego le tiré su almohada en su cara― No me tires tu almohada, idiota.
― ¿Por qué no la apagan? ―preguntó Alex, sentada en la cama con su almohada tapando sus oídos.
Abrí las ventanas de la habitación tranquilamente y con una sonrisa― ¡MALDITA SEA, APAGUEN ESA ESTÚPIDA ALARMA!¡YA TODOS SE DESPERTARON, MALDICIÓN!
― ¡Deja de gritar, loca! ―me gritó un chico que caminaba por el patio de la academia.
― ¿¡A quién llamas loca, imbécil!?― le grité.
Alex me empujó hacia adentro y cerró la ventana, al momento en que la alarma dejo de sonar.
―Oliv, entiendo que esto es nuevo para ti, al igual que para nosotras, pero debes controlarte. Recuerda que estamos aquí solo porque nuestro padre piensa que somos demasiado inmaduras para ser princesas. No le demos la razón, demostremos lo capaces que somos ―me dijo en tono de discurso.
Aplaudí― Vaya, deberías de ser consejera, ¿no lo has pensado?
―No seas irónica conmigo, estoy hablando muy en serio―me advirtió.
Elevé mis brazos en rendición― Vale, vale. Pero que conste que no estoy de acuerdo con lo que nos hizo nuestro padre, no lo perdonaré. Al menos hubiera mandado a Matthew, él será el rey, debería de estar aprendiendo este tipo de cosas.
―En eso tienes algo de razón, pero ya lo conoces. Son sus favoritos, si dependiera de él, solo tendría hijos varones. Nosotras somos como un clavo en su zapato ―se encogió de hombros.
―Ajá, pero se equivoca. Las mujeres tomamos mejores decisiones que los hombres. Sin nosotras, el mundo sería un lugar feo e inútil. Estoy segura de que no pasaría ni un año y todos estarían muertos ―le respondí.
Ella rodó los ojos―Tampoco exageres.
―No estoy exagerando, ¡Arriba el feminismo! ― hice la pose que hace Superman cuando vuela y entre al baño que tiene la habitación.
No les había descrito la habitación hasta ahora, así que lo haré. No es muy grande pero tampoco es pequeña. Tiene dos camas ubicadas justo frente a las ventanas, las cuales son amplias y permiten que entre mucha luz. También hay una mesa de noche y dos armarios. Además, cuenta con un baño adjunto. En mi opinión, es bastante adecuada. Mi armario es espacioso, de esos antiguos y grandes, casi como el de Narnia. Las puertas están adornadas con espejos y dentro del armario incluso he creado una pequeña biblioteca con los libros que he traído.
En fin, salí de la ducha envuelta en una toalla. Apenas salí, Alex se metió al baño, así que aproveché ese momento para vestirme.
Me puse una calza negra, un par de zapatillas negras deportivas, una musculosa ajustada turquesa y me até una coleta alta.
Esperé a que Alex saliera del baño para lavarme los dientes y la cara. Lo sé, hago las cosas al revés.
Alex se puso un short deportivo negro suelto, una musculosa lila y unos zapatos negros deportivos.
Sí, nos vestimos con ropa deportiva porque suponemos que haremos mucho ejercicio y demás. Quisimos estar preparadas. Además, no trajimos prendas más formales, solo ropa deportiva. Al menos eso hice yo, y parece que Alex también. Estoy segura de que Grace no lo hizo. Seguramente trajo vestidos, tacones, y cosas así. Lo bueno es que, si hay una fiesta o algo por el estilo, puedo pedirle un vestido a ella.
Con Alex abrimos la puerta de nuestra habitación y nos dirigimos a nuestra primera clase. Al llegar, nos encontramos con Grace y Bea. La clase se llevará a cabo en el patio y un hombre de unos 30 años nos ordenó formar filas.
―Muy bien, ahora les explicaré las reglas ―habló el hombre a través de un megáfono―. Regla número 1: Las órdenes en esta clase las doy yo. Regla número 2: Ustedes deben seguir mis órdenes sin excepción, de lo contrario, se irán. Regla número 3: Cualquier duda deben preguntarme a mí. Regla número 4: No toleraré ninguna falta de respeto. Cualquiera que intente desafiarme será expulsado. Regla número 5: No se permitirá ningún tipo de fraternización durante mi clase. Regla número 6: Si así lo deseo, puedo intensificar los ejercicios, así que aquellos que digan "a" tendrán que hacer el doble. Regla número 7: No se permiten frases como "no puedo" o "no soy capaz". Regla número 8: Si respetan las reglas anteriores, seré compasivo.
Con las chicas nos miramos y suspiramos― Esto será intenso.
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¡Capitulo Nuevo!
Espero les haya gustado, si les gusto déjenme saberlo en los comentarios❣
Le voy a agradecer nuevamente a MarrLovee que nos creó la hermosa portada que lleva la novela ahoraღ ¿Vieron que hermosa que esta? Yo la amo❣ No me cansaré de agradecerte Mar, hiciste un trabajo impresionante.
¡Que tengan linda semana!
Mil gracias por leer.
❤Los amo❤
~MarelynVieraღ✍
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