Linda dejó a las chicas con unos cuantos estilistas y bajo; los invitados muy pronto comenzarán a llegar y ni siquiera se había bañado.

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— ¡No me pondré ningún maldito vestido!— volvió a gritar Katherine, enserio, nunca en su vida se había puesto uno y menos en estos momentos lo haría.

— Oye Katherine, este te gustará— la tal María, que se encargaba de ella le enseñó uno con encajes negros y en ciertas partes se podía ver el color piel que estaba debajo.

Todo ese mundo se quedó en silencio, ella estaba sin palabras, le gustaba mucho, incluso estaba segura que sus ojos brillaban. Carraspeó y alzo las cejas tratando de disimular su gusto por el vestido.

— Bien, terminemos con esto de una puta vez—dijo señalando al vestido.

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— No estoy muy segura de esto—dijo Happer mientras se removía incómoda en su asiento.

— Cariño, nadie lo está—le palmeó la espalda Carolina, la chica que le había dado ese vestido.

— Pero no quiero maquillarme, lo odio—susurro mientras desviaba la mirada.

— Está bien—suspiro. —No te maquillaré, igual no creo que Linda se enoje—se encogió los hombros.

Dando un respiro profundo se levantó y siguió a Carolina hasta donde estaban las demás reunidas, al parecer ella había sido la última; miró de reojo a su hermana, nunca en su vida la había visto con un vestido (no que ella se acuerde) y este era azul, que le hacía resaltar el cabello rubio que tenía suelto (bueno todas lo tenían suelto).

— Ya llegó la hora chicas, cuando abra esta puerta ustedes saldrán, se divertirán antes de ser enviadas a su respectiva misión—explicó Linda con una enorme sonrisa.

— Sigo sin entender que vamos a hacer y eso me desespera—musitó Cristina.

Happer antes de decir algo sintió un pinchazo justo en la unión del cuello y el hombro, todas se quejaron por el repentino dolor mientras se sobaba la parte afectada, Linda sonrió más grande.

— Se le acaba de implantar un dispositivo que les permitirá ver dónde están ustedes y su objetivo, aparte también trae otras funciones como un escudo de protección electromagnético, rastreador de huellas, reloj y un juego en caso de que se aburran—indicó Linda.

— ¿Cómo hago que eso funcione?—preguntó Betty.

— Mira es sencillo—se adelantó Abril antes de que alguien más explicara.

Abril hizo un ligero movimiento con la mano y se abrió una pantalla al frente de ella, con los dedos comenzó a mover algo similar a los accesos directos que hay en un computador hasta que expandió algo parecido a un mapa donde había un puntito rojo que parpadea algo rápido, lo toco y automáticamente apareció un castillo, esta volvió a expandir hasta que se mostró la habitación en donde estaban, sonrió complacida al igual que Linda.

— Si, sencillo—dijo con sarcasmo Isabela al mismo tiempo que Katherine.

— Me imaginaba que Abril iba a explicar todo, es solo cuestión de supervivencia y práctica, ya no diré nada más, es hora de salir—Y las puertas se abrieron.