30
— Uh, nunca superare estos viajes— dijo Valery tratando de no vomitar.
— ¿Dónde estamos? — pregunto Isabela.
— Este lugar me es familiar— dijo Happer.
— ¡Es el castillo de Linda! ¿Por qué nos trajiste aquí? — le dijo Katherine a Cristina.
— Pensé que éramos las dos que hacíamos esto— dijo Cristina confundida.
— Cuando Katherine hace magia es verde, la tuya es rosa Cristina— dijo Abril.
— Bueno, busquemos a esa perra, creo que tenemos las de ganar— Dijo Betty sonrió.
— ¿Por qué lo dices? — pregunto Valery.
— Pues, tenemos una bruja, una hada y una descendiente del Rey Arturo con excalibur.
— Buen punto— dijo Happer.
— Quizás sea poco pero es algo.
— Vamos entonces— dijo Isabela comenzando a caminar.
Se metieron en un pasillo medio oscuro, caminaron unos minutos hasta que llegaron a un salón, Katherine se aseguró que nadie estaba a la vista y siguieron. Avanzaron hasta el salón principal, el castillo parecía muy desolado.
— ¿Qué creen que hacen aquí? — las chicas se voltearon algo asustadas pero se relajaron un poco al ver que no era Linda. — Si ella se entera que están aquí las mataran, síganme— bien, se dividían entre ir o no ir, era muy extraño.
Al final la chica si las ayudo a esconderse en ese castillo, al parecer era la habitación en donde ella dormía.
— Soy Marie, amiga de Linda, antes de que digan algo, yo estaba hechizada como el pueblo, creyendo que Linda nos iba a salvar de la maldad sin saber que ella era la maldad.
— Ok... ¿Por qué nos escondes? — pregunto Isabela.
— Yo solo le creo una cosa a Linda— dijo Marie quita.
— ¿Y esa es...?
— Que ustedes nos salvaran.
— ¿Por qué piensas eso Marie? — preguntó Abril.
— Ella tiene a excalibur, eso significa que el sacrificio de Linda salió mal, no pudo traer simples humanos, sino que trajo personas que tenían vidas aquí.
— ¿Ven? Les dije que no sabíamos quiénes somos— dijo Betty.
— Quizás ustedes no saben quiénes son pero la piedra y excalibur sí.
— ¿Entonces todas somos mágicas? — pregunto Happer.
— Puede, aquí no todo se basa en magia.
— ¡Marie!
— Tengo que irme, regreso en un rato.
Y se fue, todas se quedaron mirando la puerta y luego entre sí.
— Yo no creo ser mágica— soltó Valery mientras se sentaba al borde de la cama.
— No vamos a comenzar a especular si lo somos o no Valery— dijo Abril comenzando a inspeccionar la habitación.
— ¿Por qué nos quedamos aquí? Vamos donde Linda de una vez— pregunto Katherine.
— No te apresures, algo huele mal en esto— dijo Isabela frunciendo la nariz.
— Por si no lo recuerdas, te caíste encima de todos esos sacrificios, anda báñate— le dijo Betty.
— ¿Y si Linda aparece?
— Solo báñate, en verdad apestas— Isabela miro con un gesto indignado a Happer y busco la puerta del baño de la habitación.
— Le voy a buscar ropa a Isabela, a ver si algo le queda— dijo Valery.
Valery se acercó al armario y busco algo que fuera del agrado de Isabela, busco y busco hasta que se topó con algo que le llamo demasiado la atención.
— Chicas ¿Recuerdan esto? — dijo Valery mostrando uno de los trajes que ellas habían usado antes.
— ¿Eso son los trajes que utilizamos? — preguntó con emoción Abril mientras se acercaba.
— Si, aunque se ven un poquito diferentes— Valery salto al escuchar como la puerta se abría y cerraba al mismo tiempo.
— Soy yo, no se asusten— dijo Marie algo alterada.
— ¿Estas bien? — preguntó Happer al verla.
— La verdad que no, les traje algo de comer— dijo mientras ponía un saquillo con panes. — Oh, veo que encontraron los trajes, eran los que tenían pero los modifique para que no tener que ponerles el chip, eso es muy doloroso.
— ¿Piensas ratearnos? — pregunto Katherine mientras se acercaba al saquillo de pan.
— ¿Qué? No, no puse eso cuando los modifique, son para que peleen contra Linda— Marie miro angustiada el saquillo de panes, Valery se dio cuenta. — Me gustaría que se los pusieran, me voy, tengo cosas que hacer.
Y se fue, de nuevo. Se comenzaron a cambiar, Isabela salió minutos después del baño, miro con desconfianza el traje pero de todos modos se lo supo. Una vez ya vestidas todas en los trajes modificados, estaban dispuestas a comer, Katherine fue la primera en llevarse el pan a la boca. Valery sin pensarlo mucho le dio un manotón en la mano y Katherine lo soltó.
— ¡¿Qué mierda te pasa?! — Katherine le grito.
— ¡Esta envenenado! — chillo Valery asustada por la reacción de la otra.
— ¿Cómo sabes eso Valery? — pregunto Cristina.
— Marie miro angustiada el saquillo, además me olio horrible.
— Oky, creo que no deberíamos de comer nada de lo que nos ofrezcan— dijo Betty.
La puerta se abrió abruptamente y Marie las miro asombrada.
— ¿Siguen vivas? — dijo Marie.
— Se los dije— susurro Valery.
— No sirves ni para eso, Marie— Linda salió detrás de esta.
— ¿En verdad creíste que con comida envenenada nos ibas a matar? — pregunto Katherine.
— Tu madre piensa así— Linda sonrió. —Ups— se rio de ella.
— Maldita perra— gruño Katherine sacando su fuego verde por las manos, manteniéndolo allí.
— ¿En verdad creen que por tener a la hija de la Reina malvada me vencerán?
— Te tenemos muchas sorpresas Linda— dijo Abril.
— Si como no, yo tengo otras mejores, ataca Marie.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro