[IV]
Aún recordaba la primera vez que la encontró.
Estaba con un vestido sencillo color azul, su cabello suelto.
Estaba ante el lago del palacio viendo el cielo.
Ella lo había mirado con curiosidad y al reconocerlo, con sorpresa. Luego le sonrió amable pero nerviosa.
Una reacción normal de una persona normal...pero hermosa.
Era un mocoso de 15 años que se enamoró a primera vista, no lo quiso aceptar pero su corazón oscuro había latido con locura por ella.
Sintió algo extraño en su estómago, no podía hablar y su pecho se había apretujado.
Por algún motivo sorprendente se sintió en paz cerca suyo.
Al ver sus ojos lo entendió, esa mujer era una Caelesti.
Él era un Ángel del infierno.
Y ella un Ángel del cielo.
Oscuridad y Luz.
La oscuridad se sintió atraída por la luz y la quiso poseer, solo debía de ser suya.
La eligió como su prometida.
Pero fue un iluso al pensar que esa luz sagrada solo iba a iluminarlo a él.
Cada paso que daba, era cada persona que pedía su mano.
-siempre me fuiste leal.
Susurro en la solitaria sala, sus ojos ónix miraban el suelo como si fuera lo más interesante del mundo.
Desde que Elizabeth volvió a la ciudad imperial, su mente no dejaba de recordar el pasado.
Fue la única mujer que lo hizo desear con todas sus fuerzas el querer tenerla a su lado.
Fue la única mujer que le fue leal aún cuando estaba siendo obligada a casarse con él.
Fue la única mujer...que logró tentar a su mente sobre el amor.
-no deberías de hacer algo contra esa mujer?.
La voz del duque lo sacó de sus pensamientos.
-ella no es un peligro para nosotros.
-claro que lo es, será la emperatriz cuando nos queramos dar cuenta, tiene en sus manos al emperador.
El duque se acercó al "vizconde", que puso un rostro aburrido al volver a escuchar las preocupaciones del oji ámbar.
-ser emperatriz siempre fue su destino, empieza a respetarla y serle leal porque seguirá en el asiento de la emperatriz aún si el emperador fuera otro -lo miro de reojo con sus ojos cerúleo azul haciendo que el duque trague saliva.
Admitía que esa joven era perfecta en todo sentido, pero era muy buena para ser la emperatriz de sus planes.
No era una líder que pudiera ser controlada y eso no le gustaba.
Elizabeth no se iba a quedar callada si ellos iban en contra del emperador actual.
-crea rumores sobre una enfermedad terminal de tu esposa -ordenó mientras se paraba.
-una enfermedad terminal?.
-solo hazlo, luego me entenderás.
Roger al quedarse solo, suspiro cansado.
Solo debía quedarse tranquilo y seguir con su plan, si no podía conquistar al emperador por medio de Jeanette. Iba a tener que hacerlo por medio de alguna de las princesas y así llegar al emperador.
-estás seguro de adelantar la boda?.
Claude la miro divertido al ver su preocupación.
-desde hace 14 años que estamos comprometidos, ya es hora de que nos casemos.
Bueno, él tenía razón.
Hace mucho tiempo que estaban comprometidos.
Ambos habían decidido ser prometidos para calmar las insistencias de los nobles de buscar una emperatriz o de comprometerla con algún príncipe extranjero.
-...bien, nos casaremos.
Acarició la mejilla del emperador que posó su mano encima de la de ella.
-espero que nuestros hijos sean idénticos a ti.
-ni siquiera nos hemos casado y ya planeas hijos? -lo miro con un leve sonrojo sonriendo divertida.
-siempre planee cuantos hijos tendríamos luego de casarnos.
-...admito que un mini Claude sería tierno.
El rubio sonrió satisfecho besando su mejilla para luego abrazarla.
Era hora de expandir la familia imperial.
La oji azul miro atenta a la oji cerúleo.
La princesa menor estaba pensativa desde que se reunieron.
Hace 1 mes había llegado a la ciudad imperial, su relación con Athanasia había avanzado.
-"ha estado pensativa luego de su reunión con las damas, tal vez alguien le dijo algo desagradable" -la miro preocupada pero luego sonrió sentándose a su lado -Athy, qué te preocupa?, puedes contarmelo si gustas.
La nombrada parpadeo y al darse cuenta sonrió en forma de disculpa.
-en unos días es tu boda pero yo estoy distraída, lo siento -Liz negó sonriendo amable -...simplemente estoy en un dilema, en algún momento debo de absorber a Blackie.
La rubia oji azul al entender la miro comprensiva.
Claude le había comunicado sobre el desborde de mana de Athanasia cuando era niña y todo lo relacionado con su magia.
El mago Lucas fue de gran ayuda para la princesa, pero hasta ahora no se había podido reunir con Lucas.
Presentía que el mago huía de ella, pero era estúpido. Cierto?.
-tal vez, tenga una solución para Blackie pero de todas formas debes absorberlo si tu salud corre peligro.
-no entiendo -susurro confusa mirándola.
-las veces que lo he visto me di cuenta que a pesar de haber sido creada con tu mana y vivir solo para tu beneficio, tiene esencia así que también es alguien en esta vida.
Un enorme signo de interrogación surgió en la cabeza de Athanasia al escuchar las palabras de Liz.
-lo siento, suelo tener ese hábito de hablar y pensar al mismo tiempo causando confusión -soltó una pequeña risa rascando su mejilla -lo que quiero decir es que Blackie tiene su propia esencia por más que haya sido creado por ti, tiene su propia alma, sin importar su origen se lo considera un ser viviente que siente, reacciona y ama. Pero no puede terminar de ser u
alguien libre ya que su muerte está atada a tu vitalidad.
-...entendí algo -susurro sonriendo nerviosa.
-lo siento, no soy buena explicando, pero tengo un plan, cuando llegue el momento de absorberlo no temas, volverás a ver a Blackie solo confía en mí -tomó sus manos sonriendole con suavidad.
Athanasia le sonrió emocionada y asintió alegré.
-...Athy, es...es cierto que tuviste una cita con el mago Lucas? -sus ojos brillaron de emoción dejando tiesa a la menor.
-...qué?.
-Li...alguien me dijo que saliste al pueblo!, tuviste tu primera cita Athy -aplaudió alegré y emocionada siendo rodeada por un aura floral.
-n-no, no fue así Liz.
-el amor joven~, es tan tierno, no te preocupes no le diré nada a Claude, he oído que el mago es algo cruel pero Fe..me dijeron que es de buen corazón!, puedo darte consejos si gustas!.
-no, Liz, no es -sollozo internamente al ver que la rubia se sumió en su burbuja de amor ignorando sus palabras.
Estaba segura que Lily y Felix fueron los causantes de esa idea absurda en Elizabeth.
Le había contado a Lily que salió al pueblo con Lucas porque no podía ocultarle nada a su nana, pero jamás pensó que se lo iba a contar a Felix y a Elizabeth.
-recuerdo cuando era joven, me escapaba para ir a los festivales y bailaba por la noche con las damas del pueblo, era tan divertido, jamás pensé que Athanasio tuviera un lado tan divertido y...-se detuvo de golpe al reaccionar.
Un silencio inundó la sala y Athanasia miro preocupada a la mayor, que había hecho una mueca melancólica apretando su vestido.
-lo siento, a veces me dejo llevar por la emoción -le sonrió cerrando sus ojos.
-no pidas disculpas Liz -posó su mano encima de las suyas sonriendole amable -...lo apreciabas mucho? -la miro con cautela al ver que era un tema delicado.
La rubia se quedó en silencio para luego bajar la cabeza y sonreír levemente.
-compartimos muchas cosas, en 3 años pasaron cosas...inesperadas y algunas me hacían sentir feliz y alegré...pero...a veces por más poder que tengas si la otra persona no coopera... no puedes completar el milagro que quieres hacer.
Ella sí había tenido sentimientos por su ex prometido y trató de cambiarlo pero, él seguía sumido en la oscuridad y ella no pudo salvarlo.
Las dos guardaron silencio y Athy apretó sus labios sin saber qué decir.
Simplemente se acercó a ella y la abrazó dejándola sorprendida.
-...eres muy bondadosa pequeña -susurro la mayor cerrando sus ojos y acariciando el cabello de la menor.
-tú eres más bondadosa -sonrió al escuchar la risa de Liz.
En ese momento se sintió comprendida al estar a su lado.
Ambas tuvieron que aceptar el destino que se les impuso y usar sus herramientas para sobrevivir.
Fueron diferentes situaciones pero las dos buscaron sobrevivir.
-te gustaría ver los regalos que me dieron en la fiesta de té? -se separó del abrazo mirándola sonriente.
-claro!.
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