Me desperté y fui directo al baño, después de hacer mis necesidades, me metí a la ducha en la que dure como media hora.

Salí y me puse el uniforme, cepillé mi cabello y deje mi cabello lacio suelto, ni me preocupo por peinarmelo.

Bajé a la sala común y espere a que llegará al menos uno de los chicos.

-Hola Sky, Buenos días.

-Buenos días Draco.

-¿Esperas a los demas?

-Pues decidí esperar a solo uno de ustedes, y como ya estas tú aquí ¿Vamos ya al Gran Comedor?

-Sí, por mi esta bien.

Nos dirijimos al Gran Comedor y nos sentamos en nuestra mesa y en lo que apareciá el desayuno pude ver al Trío de Gryffindors susurrando entre ellos de manera muy sospechosa. Sé que algo traman, lo quiero descubrir pero no se cómo.

-Hola chicos.- Saludó Astoria llegando junto a Blaise y Theo.

-Hola.

-Buenos días a todos, espero que Hoy disfruten de sus últimas clases de este curso- Dijo Dumbledore sonriente- Ya que cómo sabran mañana acaba el curso oficialmente pero hoy se terminan las clases. Espero que ya hayan dejado el estres atrás, los examenes ya acabaron, sin más preambulos, disfruten de su desayuno.

-No puedo creer que nuestro primer año pasará tan rápido- dijo Blaise mientras tomaba un trozo de pay de limón.

-Si, Fue como si apenas ayer subímos el expreso de Hogwarts- Dije para después darle un trago a mi jugo de naranja y luego tomar un trozo de pastel de fresa. Definitivamente lo que más extrañaría de Hogwarts serían sus deliciosas comidas.

-¿Qué clase tenemos primero?- Preguntó Draco

-Encantamientos.

-¿Con quién compartimos clase?

-Con los Ravenclaw.

-Oh, que bien. No es mala forma de iniciar las clases.

Draco tenía razón, los Ravenclaw nos resultaban más agradables que los tejones y los estúpidos de los leones.

[...]

- No quiero volver al Orfanato, Shadow. Aquí soy feliz, bueno porque están mis amigos, ademas de que la comida es deliciosa.- Dije acariciandola- Es cierto que no soporto a los gryffindors y menos a los tres idiotas que estan en ella pero aún así no me quiero ir.

-Tranquilizate Skyler, no es como si fuera la última vez que pisarás Hogwarts.

-Si ya lo sé, sé que no será la última vez, pero si pasará tiempo sin estar aquí. Ademas de que en el estúpido Orfanato me la pasaré todos los días en mi habitación ya que todos querrán desecharte y no puedo permitir eso.

-Quiero ver que lo intenten, antes si quiera de tocarme, mis colmillos ya estaran clavados en su piel inyectando mi veneno.

-¿Eres una de esas serpientes venenosas?

-Claro que sí, mi veneno si es letal si no atiendes rápido, No digo que en cuestión de segundos ya estes totalmente muerto pero tal vez en una hora si lo estes.

-Pensaba que eras de esas serpientes que no tenían veneno.

- Por supuesto que no, yo no podía ser solo una simple serpiente.

-Ya veo porque eres mi fiel compañero- reí- Bueno, Shadow, creo que tomaré una pequeña siesta, estoy algo cansada ya que esta semana fue de mucho estres por los examenes y esas cosas.

- Claro, Sky, creo que haré lo mismo- dijo y se fue hacia la esquina de la cama y se enrolló.

Cerré mis papados que ya me resultaban muy pesados y caí dormida rápidamente.

Narra Harry.

- Oigan, ¿No les parece raro que Hagrid siempre haya deseado tener un Dragón y que casualmente un desconocido llevará uno en su bolsillo?- pregunté después de analizar algunas cosas.

-Si es raro ¿A que lleva estó Harry?- me preguntó Hermione.

- Síganme, hay que ir con Hagrid- Dije para salir corriendo hacia donde se encontraba Hagrid con Ron y Hermione pisandome los talones.

-Hagrid, el día que obtuviste a Norberto, ¿Hablaste con el desconocido? ¿Mencionaste algo sobre Hogwarts?- Pregunté.

- Me preguntó que, que era lo que hacía, yo le respondí que era el Guardabosques de Hogwarts, Me preguntó sobre que tipo de animales me ocupaba, después de explicarselo, le comenté que yo siempre había querido un dragón... no lo recuerdo muy bien, tomé muchas copas ya que el me las invitó. - Agregó- Oh, ya recuerdo, El me dijo que el Tenía un huevo de dragón, pero que tenía que cuidar muy bien de él, yo le dije que después de tratar con Fluffy sería Facíl cuidar a un Dragón.

-¿Fluffy? ¿El pareció interesado en Fluffy?- pregunté con desesperación.

-Sí, es normal que haya estado interesado ¿Cuantos perros de tres cabezas has visto? Le dije que había muchas formas de calmar a las criaturas y le comente que por ejemplo Fluffy con un poco de música cae rápidamente dormido- pausó y rápidamente añadió- No debí decir eso ¡No debí decirlo!

-Gracias Hagrid- salí corriendo junto con los chicos.

-Tenemos que ir a Decirle a Dumbledore- Dije- Es obvio que el viajero era Snape y como ya sabe como calmar a Fluffy tratará de robarse la piedra hoy. ¿Donde está la oficina de Dumbledore?

-No tengo ni idea Harry. Vayamos con la profesora McGonagall, Quizás ella sabe donde está.

Entramos corriendo al aula de transformaciones y nos dirijimos hacia McGonagall que estaba sentada atrás de su escritorio.

-¡Profesora McGonagall!- Exclamé agitado- Tenemos que hablar con El profesor Dumbledore ¡Es urgente!

-El profesor dumbledore no se encuentra aquí, salió hace poco tiempo hacia el ministerio de magia ya que llegó una lechuza con una carta requiriendo su presencia ahí.

-Profesora, sabemos sobre la piedra del hechicero y alguien quiere robarla. Es por eso que necesitamos hablar con Dumbledore.

McGonagall me miró sorprendida.

-N-No sé quién les dijo sobre la piedra, pero tengan por seguro que esa piedra esta más que protegida. Y el Pofesor regresará hasta mañana.

Mire hacia mis amigos derrotado y salimos del aula de transformaciones.

[...]

Narra Skyler.

Me desperté y restregué mis parpados, fui al baño y me lave la cara. Creo que ya era la hora de la cena así que baje a la Sala Común pero no había nadie. Que extraño.

Quizas esten todos en el gran Comedor, pense. Sin embargo mire el reloj que estaba arriba de la chimenea y marcaba las 11:00pm.

¡Diablos me había perdido la cena! Y tengo mucha hambre. Decidí ir hacia la cocina a ver si podía encontrar algo de comida, solo que había un problema, no sabía donde carajo estaban las cocinas.

Al ir por el pasillo tratando de hacer el menor ruido posible ya que si me encontraba alguien sería un caso perdido. Observe como a unos metros de mí iba una mano con una lampara ¿Flotando?.

La curiosidad me gano, así que decidí seguirla, estaba subiendo unas escaleras y pude darme cuenta que se dirigía hacia el tercer piso. Escuché un susurró que decía "Alohomora". La puerta que se encontraba enfrente se abrió y la mano ingresó al igual que yo. En medio de la habitación se encontraba un perro gigante de tres cabezas durmiendo ¿Qué carajo?.

En frente de mi aparecieron Potter, Weasley y Granger dandome la espalda, al parecer traían una capa de invisivilidad.

-¿Qué carajo es eso? ¿Y que mierda hacen aquí?- pregunté susurrando ya que no quería despertar a la criatura.

- ¡A...- antes de que pudiera terminar de gritar le tapé la boca con la mano.

-Shhh, Weasley harás que se despierte.

-¿Skyler que haces aquí?- preguntó Hermione susurrando.

- Los seguí, ya que se me hizo extraño ver una mano flotante sosteniendo una linterna.

- Te pido por favor que te vayas, tenemos que resolver algo importante.- pidió potter mirandome impaciente.

- No me iré, ya me dió Intriga todo esto.

-Agh, no tenemos mucho tiempo-Dijo mirando a sus amigos- Esta bien quedate pero no nos dificultes el trabajo por favor.

Yo solo asentí.

-Miren, Snape ya estuvo aquí, puso música en el Arpa para que Fluffy cayerá dormido.

Así que esa criatura era Fluffy. Esperen, ¿Dijo Snape?

- ¿Dijiste Snape?- pregunté

-Sí, el está detrás de todo esto, quiere robar la piedra del hechicero para llevarsela a Voldemort.- Explicó- bien, ingresemos a la trampilla antes de que despierte.

Nos acercamos con sumo silencio hacia la trampilla. Y estabamos decidiendo quien bajaba primero.

-Oigan ¿Porqué ya no se escucha la música?- pregunté.

Repentinamente algo pegajoso cayó sobre el hombro de Weasley, miramos hacia arriba y Fluffy ya se encontraba despierto mirandonos y gruñendo enojado.

-¡Salten!- ordenó Potter para luego saltar, le seguí yo y caí sobre una especie de planta, luego de mí cayó Granger y Weasley.

-¿Qué es esto?- pregunté moviendome tratando de salir ya que la planta me empezaba a apretar.

-¡Es lazo del Diablo!- exclamó Granger- Tienen que relajarse.

Granger salió por debajo del lazo.

-¡Hermione!- chillarón los dos.

- ¡Estoy bien! ¡Relajense, Confíen en mí!

Le hice caso y después caí al suelo, me levanté con rápidez y seguido de mí cayó Potter.

-¡Harry!- Chilló Weasley.

-No se relajará ¿Verdad?- pregunté.

-Al parecer no- dijo Potter- Hermione tienes que hacer algo.

- A ver, piensa Hermione piensa... recuerdo que la profesora Sprout nos habló sobre esto en Herbología... el lazo del diablo odia el sol, ¡Claro ya lo tengo!.

Hermione lanzó un hechizo del que salió una luz potente y causo que el lazo se retorciera y Weasley cayó al suelo.

-Bien, Continuemos- dijo Potter luego de que Weasley se levantará.

Llegamos hasta una habitación que tenía muchos objetos con alas y en el centro se encontraba una escoba y en la esquina de la habitación había una puerta. Nos acercamos a la puerta y Potter trato de abrirla pero estaba cerrada.

-¿Creen que esos pajaros sean de ayuda para algo?- preguntó Granger.

-No son pajaros, son llaves- Aclaré- tenemos que buscar una llave grande y antigua así como la manija.

-Harry, tienes que montar la escoba y atraparla- Dijo Ron- ¡Mira ahí esta!

-No, lo haré yo- Dije.

Subí a la escoba y fui hacia la llave, cuando al fin la atrapé, las demas llaves empezaron a seguirme, le dí la llave a Granger y está rápidamente abrió la puerta dejandolos ingresar, fuí la última en pasar y al cerrar la puerta se pudo escuchar como todas las llaves se encajaban en ella.

Ahora nos encontrabamos en una habitación donde había un enorme tablero de Ajedrez y tenía unas piezas gigantes.

-Es obvio que tenemos que jugar Ajedrez para poder llegar hacia la piedra. -Dijo Weasley- Harry tu ocuparás el lugar del Alfil, Skyler tu serás la Reina y tu Hermione serás la torre, vayan a sus lugares.

Nos acomodamos en los lugares que el indicó.

-¿Qué pieza serás tú?- pregunté.

-Seré el caballo- respondió mientras se subía a este.

-No pensarás que esto será como el ajedrez mágico ¿O sí?- Preguntó Hermione.

Ron hizo que se moviera la pieza de un peón y después giro a ver a Hermione y le contesto:

-Si, Hermione. Esto será como el ajedrez Mágico.

-Harry, muevete en diagonal, cuatro casillas a la derecha.- indicó y al momento cayeron unas piezas negras.

Weasley siguió haciendo las jugadas hasta que solo quedaron muy pocas piezas.

-Creo que es la única forma de vencer el juego- Dijo Weasley.

Potter pareció entender lo que quizó decir por lo que se opuso al instante.

-¡No Ron! ¡No lo hagas!

-¿Qué hará?- Preguntó Granger.

-¡El se sacrificará!

-Es la única forma de pasar el juego y recuperar la piedra. Harry cuando caiga, tu diras el jaque mate.

Weasley hizo el movimiento y la pieza contraria destruyó el caballo en el que se encontraba y el cayó al piso desmayado.

-¡Ron!

Hermione trató de ir hacia donde estaba el pelirrojo.

-¡No! ¡Quedate ahí!- Le chilló Potter.

-Jaque mate- Potter se paró en frente del Rey y este se desplomó.

Potter y Granger rápidamente se acercaron a Weasley.

-Hermione, ve rápidamente a la lechuzería a enviar una carta a Dumbledore, cuentale la situación y que Ron está Herido.

-Pero Harry no puedo dejarte solo.

-Hazlo Hermione, ya hicieron suficiente por mi.

Potter se fue hacia unas escaleras que daban a un piso de abajo. Lo seguí y ahí se encontraba el Profesor Quirrell, en frente del espejo que los chicos y yo habíamos encontrado en las vacaciones.

-¿Profesor Quirrell? Creí que era Snape el que estaba detrás de esto- dijo Potter

-¿Snape? Sí, el parecía el indicado ¿Verdad?- rió- ¿Quién iba a sospechar del po-pobre tar-tartamudo P-Profesor Quirrell?

-Pero Snape quería matarme el día del partido.

-No, Potter. Fui yo el que estaba tratando de matarte, Snape solo estaba diciendo Contra hechizos.

-¿Snape quizó salvarme?

Vaya eso es imposible, pense.

-Por supuesto que lo hizo, Potter- Dijo- Después en el partido contra Hufflepuff pidió ser arbitro para que yo no pudiera hacerte nada. No tenía de que preocuparse, Dumbledore ya tenía puestos los ojos en mí.

-Se dió cuenta de sus intenciones.

-Sí, Claro esta.- se paro en frente del espejo y dijo para sí mismo: Tengo la piedra Filosofal, se la entregó a mi maestro pero ¿Como la consigo?

-Usa al muchacho- se escuchó una voz aterradora de algún lugar.

-Dime ¿Donde está la piedra Potter?- Dijo mientras colocaba a Potter enfrente del espejo.

Potter se miro al espejo y pude ver como toco su bolsillo delantero pero rápidamente agregó:

- Me veo ganando la Copa

-¡Miente!- exclamó esa voz de nuevo - Dejame hablar con él.

- Pero Amo, no tiene las fuerzas necesarias.

-Tengo la fuerza necesaria para esto.

Quirrell se quitó el turbante de la cabeza y en su nunca se podía ver un rostro extraño.

-Harry Potter- susurró

-Cómo podras ver, estoy vivo pero débil, no tengo cuerpo propio y tengo que vivir del de otro, La sangre de Unicornio me mantiene vivo y una vez que obtenga la piedra podré retomar mi cuerpo. ¿Porqué no me entregas la piedra que está en tu bolsillo?

Potter trató de subir las escaleras pero apareció un fuego que nos rodeó.

-Entregamé la piedra y así vivirás al igual que tu amiga- dijo y me observo- ¿Quién eres tu niña? Me pareces conocida.

-M-Me llamó Skyler- dije tartamudeando un poco.

- ¿Quiénes son tus padres? Tal vez son parte de mis filas y por eso te me haces conocida.

-No tengo ni idea de quienes son mis padres, soy huerfana- dije seria.

Voldemort se me quedó viendo un rato más hasta que por fin reacciono y volteó a ver a Potter.

-Entregame la piedra Potter, yo puedo devolverte a tus padres.

Eso claramente llamo mi atención.

-No lo haré.

-¡Quitale la piedra!- Ordenó.

Quirrell tomó a Potter por el cuello y esté tratando de safarse le tomó la mano pero al parecer la mano del profesor se empezó a quemar y desintegrar, Potter ahora le toco la cara hasta que se desintegró y cayó al suelo.

Potter se quedó parado pero una especie de nube de humo con el rostro de Voldemort lo atravesó y escapó y Potter calló al piso desmayado.