Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 28

Me aseguré de que nadie supiera sobre mis planes. Hace ya un tiempo que Draco había usado el hechizo de aparición para ir a Hogwarts. Hice lo mismo en este momento para aparecer junto a Hermione que pega un grito al verme.

-¡Por Merlín, ________! -ella me abraza-. Estás aquí.

-Por supuesto. Y nadie está enterado así que... por favor díganme que lo van a matar esta noche, o sino me matará si se entera -pedí.

-Eso planeamos. Tenemos que encontrar a Harry.

-Genial... Les ayudo.

-Vamos.

Salimos corriendo en dirección a la sala de menesteres pues es donde suponen que entró Harry al desaparecer del mapa del merodeador. Según lo que me han explicado ahora estaba buscando la diadema de Rowena Ravenclaw que al parecer es un horrocrux, donde Voldemort guardó un trozo de su alma.
Llegamos allí y nos escondimos al escuchar las voces de Harry y Draco.

-¿Por qué no se lo dijiste? A Bellatrix. Sabías que era yo, pero no se lo dijiste.

-Anímate Draco... -murmura Goyle-. No seas cobarde. ¡Mátalo!

Hice una mueca queriendo golpear a este idiota por incitar a mi novio a hacer algo que no quiere, pues él no es ningún asesino.

-Quieto -le ordena Draco a Harry cuando esté quiso sacar su varita.

-¡Expelliarmus! -Hermione desarma a Draco.

-¡Avada Kedavra! -lanza Goyle pero yo me interpuse y lo desvié mirándolo con molestia.

-¡Desmaius!

Ellos se van corriendo y Ron pasa junto a nosotros para ir a perseguirlos.

-¡Ella es mi novia estúpido!

Miré a Hermione con una sonrisa pícara, ella se sonroja pero pronto nos pusimos a intentar llegar hasta la diadema que había saltado hasta la punta de una montaña de objetos. Pero entonces Ron vuelve a correr y a gritarnos que corramos también.

-¡Goyle le prendió fuego a todo!

Un dragón de fuego nos persigue en ese momento que quemaba todo a su paso. Corrimos hasta que se nos acababan los pasillos entonces me coloqué en frente y usé una serpiente de agua que nos rodeó antes de que los animales de fuego fueran a consumirnos. Pero en ese momento Ron se topa con las escobas y nos lanza una a cada una. Salimos volando, yo miraba hacia abajo para buscar a Draco y Blaise. Finalmente los vi a punto de caer al fuego.

-¡No podemos dejarlos! -dice Harry.

-Por supuesto que no lo dejaré -respondí- ¡Son mi novio y nuestro mejor amigo! -volví hacia ellos de inmediato.

Harry vuela a mi lado, extendí mi mano hacia Draco y lo atrapé a la par que Harry agarra a Blaise.

-¿Creíste que te dejaría atrás, hurón? -acaricié su mejilla con una sonrisa.

-Sabía que volverías -besó mis labios pero lo tuve que soltar para hacer maniobras.

Él se sujetó por mí, volamos esquivando las cosas llameantes. Usé mi varita junto a Hermione para soplar viento y crearnos paso hasta salir de la sala de menesteres, aunque en el último segundo perdí el control de la escoba impidiendo un buen aterrizaje. Draco me abraza y me cubre al rodar por el suelo, terminé sobre él y por si a caso besé sus labios.

-Te amo, Draco Malfoy, tenía que decirlo -solté con una sonrisa amplia.

-También te amo, _________ Kingsley.

Ambos nos levantamos del suelo apresurados, en ese momento me distraje para ver a los chicos pero Draco me jala del brazo y me lleva con él.

Ambos corrimos por los pasillos, todo era un desastre. Miré horrorizada a todos lados, Draco me mantenía cerca y me protegía de los hechizos que rebotaban al igual que yo a él. Fuimos a escondernos, hasta que Voldemort hizo que sus tropas se detuvieran y se fueran, mientras que exigía que Harry se entregara en el bosque prohibido.

-Draco... -apreté su mano viendo la cantidad de muertos y sangre en el suelo.

Quería dejar de verlo así que una vez más escondí mi rostro contra su pecho, él me guía y volvemos a dentro del castillo escondiéndonos de nuevo. Pero entonces reaccioné al instante colocando a Draco tras de mí y desviando un hechizo.

-Admito que... siempre he admirado tus buenos reflejos -ella aparece frente a mí sonriendo-. Pero eso no te servirá esta vez, hermanita.

-Daphne... ¿Nuestros padres no se preguntarán dónde te has metido? -cuestioné con mi varita apuntándola.

-Mhm... Lo harían sí, de no ser porque... están muertos -suelta sin importancia-. Yo misma los maté.

-Es por esto que él no confía en ti. Fue por esto que no te ha dado su marca... eres una maldita rata que solo se apega al más fuerte porque sabes que tú sola no puedes ganarle a nadie.

-No necesito ganarle a los demás... solo a ti.

Ella vuelve a lanzarme otro hechizo que desvié, lanzó varios mientras avanzaba y yo retrocedía. Entonces fue mi turno y lo hice varias veces hasta que conseguí cegarla e hice explotar el techo, cayendo algunos escombros sobre ella quien los hizo volar en pedazos.

-Draco, ¡vete, ahora!

Lo empujé a un lado y esquivé el hechizo de Daphne. Lancé otro pero lo contrarrestó, salté por el borde del pasillo hacia el patio y ella me siguió lanzando más hechizos. Me escondí, bloqueé y ataqué cuanto pude, Daphne hacía exactamente lo mismo.

-¿Qué? ¿Eso es todo lo que tienes? -se burla ella.

-No lo es todo ¡desmaius! -conseguí acertarle pero no conseguí hacer que se desmaye de verdad-. Es todo Daphne, he demostrado ser mejor que tú, hasta el señor tenebroso lo sabe.

-¡Cállate! -me lanza otro hechizo que desvié- ¡Tú nunca serás mejor que yo! ¡Jamás te dejaré tranquila hasta que te haya matado! ¡Nunca debiste de haber nacido en primer lugar!

Hice una mueca pero me desconcentró empezar a ver a algunas personas aparecer al igual que el sol se asomaba en el horizonte.

-¡Agh! -caí al suelo por el hechizo de Daphne que apenas pude evitar.

-Este es mi momento de vencerte al fin. Pero antes, ¿por qué no recordar un poco? -ella se alza frente a mí apuntándome con su varita-. Cada vez que mi padre te castigaba con aquel maleficio... quería ser yo quien lo hiciera, yo no tendría piedad. Y ahora ¡podré hacerlo! ¡Crucio!

Solté un grito que desgarró mi garganta mientras me retorcía del dolor que cada vez se volvía más intenso, era peor de lo que mi padre pudo hacer alguna vez. Daphne se reía con satisfacción, lo hizo una y otra vez.

-¡Crucio!

Volví a gritar.
Daphne no se detuvo hasta que alguien intentó detenerla pero entonces ella la hizo volar hasta romper un pilar, yo no dejaba de sentirme adolorida. Me arrastré intentando alejarme de ella.

-¿Qué fue lo que dijiste? ¿Ser mejor que yo? Pues ahora no pareces serlo. ¡Cru...!

-¡Bombarda máxima! -lancé en medio de ambas aunque me afectara a mí también.

Salí volando, golpeándome contra el suelo y algunos escombros. Draco corre hasta mí y me ayuda a levantarme.

-¿Estás bien? -asentí- ¿Segura?

-No te preocupes... Ya lo he soportado antes -respondí suspirando y alejándome de él para caminar hacia Daphne quien aún estaba en el suelo, adolorida, pues había roto un muro.

-Bastarda... -espeta. Levanta su varita hacia mí pero fui más rápida.

-Expelliarmus.

Ella deja caer su mano resignada. Pero pronto comenzó a reír sin razón, soltó carcajadas que luego se volvieron sollozos a gritos.

-¡Te odio, maldita sea! ¡Te odio! ¡Mi vida hubiera sido mejor sin ti!

-Tú lo has tenido todo -solté enfadada- ¡Tú siempre has sido la favorita! La hija perfecta, estudiante sobresaliente, "La princesa de Gryffindor" ¡Mientras que yo no era nada! ¡Todos me creían tu maldita sombra, Daphne!

-Es donde perteneces. Tuviste que quedarte ahí, pero no. La bastarda quería sobresalir.

-Sí, eso quería. Porque fue injusto. Fue injusto que tú pudieras decepcionar a nuestros padres de sobremaneras pero si yo rompía un vaso me castigaran. Fue injusto que tú me culparas por hasta lo que no hice ¡solo para que mi padre usara el maldito cruciatus en mí! ¡Fue injusto que mientras yo pasara meses sin comer tú tirabas a la basura un banquete entero para ti! ¡¿Y dices que sin mí, tu vida seria mejor?! ¡¿De qué modo?!

-¡De todos! -ella se levanta quejumbrosa-. Tú siempre te has llevado lo que quiero, tuviste buenos amigos, los mejores novios. Hasta los profesores te querían.

-Y tú me robaste todo eso.

-No todo -se ríe y mira tras de mí a Draco-. Tienes suerte... por más que me insinuara él solo tenía ojos para ti. Y eso solo hace que me enfades más.

Daphne saca una daga de su manga y la coloca en mi cuello al mismo tiempo que yo la amenazaba con mi varita.

-Jamás te dejaré en paz, ________. Tendrás que matarme si quieres eso, pero... No tienes la valentía, es por eso que yo soy de Gryffindor.

-Tienes razón, eres de Gryffindor. ¿Pero sabes algo, Daphne? -sonreí levemente y agarré su muñeca con la daga-. Yo soy de Slytherin... Avada Kedavra.

Aquella luz verde la envuelve. Ella abre los ojos de par en par y su cuerpo cae al suelo finalmente.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro