Las imágenes se repetían una y otra vez en mi cabeza mientras sonreía cada vez más ampliamente, los momentos que pasé con Draco en esa noche y los días siguientes a ese baile fueron los mejores, pues nos ha vuelto más cercanos.

-¿Y a esta qué le ocurre? -pregunta mi madre ya harta de verme jugar con la comida.

-Agh, la niña está enamorada -dice Daphne con una mueca-. Pero no durarán.

Rodé los ojos y la ignoré mientras que mis padres no podían no meterse en el chisme.

-¿Por qué? ¿Quién es?

-Draco Malfoy, de Slytherin claro.

-¿Un Malfoy? -mi padre parecía disgustado-. __________ escúchame, ellos son una familia peligrosa, no tienes que juntarte con ellos.

-Como si te importara lo que me pase -hablé finalmente-. Y tú, Daphne no tienes derecho a contar detalles sobre mi vida y basta todos de hablar sobre mí como si yo no estuviera.

-Tu hermana solo se preocupa por ti. Tu padre tiene razón, los Malfoy son crueles, han intentando hundir a tu padre en más de una ocasión -comenta mamá.

-¿Ah sí? ¿Por qué será? Las acciones de mi padre no son tan diferentes a las suyas.

-¡Ya basta, __________! -mi padre golpea la mesa haciendo derramar algunas cosas-. Vete a tu habitación, estás castigada. No cenarás esta noche.

Lo miré con molestia al igual que al resto de mi familia. Lancé los cubiertos a la mesa y me levanté con brusquedad para irme a mi habitación y azotar la puerta, quería romper algo, estaba realmente molesta con ellos. Más porque mis padres, a pesar de decirles lo que Daphne había hecho en el baile de navidad, ellos solo la justificaron, para empezar ni me creyeron.

-¿Hm? -miré a la ventana cuando Nix picoteó por esta, al abrirla ella entra y deja una carta sobre mi regazo.

"Espero que estés sobreviviendo lo mejor posible con tu familia, pero no te preocupes que para ayudarte a soportarlos estoy yo.
Mira por tu ventana, princesa.

D.M."

Con una gran sonrisa dejé la carta a un lado y me asomé por la ventana, mi sonrisa desaparece al no ver a nadie ni nada pero entonces unas manos en mi cintura me sobresaltan. Al girar la cabeza Draco estaba tras de mí con una sonrisa que me ha contagiado, me tiré y lo abracé de inmediato siendo recibida por él.

-Te he extrañado -admití.

-Claro, soy muy extrañable -sonríe-. Aunque he de admitir que yo también te he extrañado, __________.

-¿Qué haces por aquí? ¿Tus padres lo saben? -pregunté al separarnos.

-De eso quería hablarte -comentó-. Mis padres están enterados de ti, mi madre quiere conocerte.

-¿T..Tu Tu... Tu madre? -asintió- ¿C..Cuándo?

-Am... esa es otra cosa -su sonrisa se vuelve nerviosa-. Le gustaría conocerte ahora.

Parpadeé varias veces antes de desaparecer y aparecer en mi armario quitando toda mi ropa y zapatos para saber qué ponerme.

-¡Pero eso se avisa! -dije molesta mientras rebuscaba- ¿Qué me pongo ahora?

Draco ríe a mis espaldas y se sienta en mi cama, Nix le hace compañía mientras yo entro en pánico, encuentro un atuendo perfecto y voy a cambiarme lo más pronto posible, debía verme presentable. Al salir del baño Draco se levanta suspirando aliviado y entonces me ve, parecía petrificado por unos segundos.

-¿Qué? ¿Se ve mal? Lo sabía, era mejor seguir buscan... -él se me acerca y me toma por la cintura para atraerme y besar mis labios.

-Eres muy irritante a veces, __________. Estás perfecta.

Suspiré aliviada y asentí confiando en su criterio. Él toma mi mano y yo cerré los ojos, en un segundo estábamos frente a la gran mansión Malfoy. Tragué con dificultad pero aún así Draco me tranquiliza al sujetar mi mano y no soltarme, me guía hasta dentro y buscamos a su madre hasta encontrarla en el salón. Ella se levanta y me escanea de pies a cabeza, o eso fue lo que sentí, detuvo su mirada en mi mano unida a la de Draco y por intimidación lo solté.

-Buenas noches, señora Malfoy -decidí saludar inclinando un poco la cabeza por respeto.

-Buenas noches... -saluda antes de empezar a acercarse haciendo resonar el sonido de sus tacones-. Así que tú eres __________ Kingsley, la novia de mi hijo, ¿no es así?

-Bueno, n..novia novia... -murmuré pero por suerte Draco me interrumpe en ese momento.

-Lo es.

Lo miré sorprendida ya que nunca habíamos confirmado nada, no lo habiamos oficializado... hasta ahora. Tragué con dificultad nuevamente y miré a la señora Narcissa que enarcó una ceja pero se dio la vuelta y volvió a sentarse, Draco me hace caminar aunque mis pies parecieran pegados al suelo. Nos sentamos juntos en el sofá frente a ella.

-Tengo entendido que toda tu familia siempre ha sido de Gryffindor ¿y tú por qué terminaste en Slytherin?

-Eso es algo que no he podido confirmar, no lo tengo claro pero sé de un antepasado que también fue de Slytherin, aunque no quieren hablar de él -mencioné.

-Ya veo... Debo de admitir, _________, que desde que Draco me habló sobre ti el primer año de Hogwarts me has dado curiosidad y finalmente te tengo en frente, cuatro años y aún sigues al lado de mi hijo.

-No me gustaría dejarlo, señora. Siempre ha sido un muy buen amigo y ahora... -miré un segundo a Draco quien también me sonríe-. Me gusta más que nadie.

Nos quedamos en silencio, volví a mirar a Narcissa y me pareció ver que ocultaba una leve sonrisa ladina. Ella carraspeo, chasqueó los dedos y un elfo apareció con una copa en una bandeja, a Draco y a mí tambien se nos acercó otro elfo con lo mismo. Agarré la copa solo para no ser descortés y vi que lo mío era solo jugo. Bebí un poco y agradecí.

-Por lo que sé tienes una hermana unos minutos mayor que tú, ¿gemelas?

-Mellizas, no idénticas... de hecho.

-Por lo que pude ver -respondió haciéndome saber que ya nos ha visto en alguna foto o algo-. Sé que ella es muy buena en todo lo que hace, magia, deporte, pociones...

Sonreí más forzada, mis manos empezaban a apretarse en mi regazo pero por incomodidad, ¿por qué de nuevo Daphne tiene que aparecer en una conversación? Draco apoya su mano sobre las mías y yo suspiré más calmada.

-Lo siento, ¿no es un buen tema? -preguntó Narcissa.

-En realidad, no tengo muy buena relación con mi familia. Me hubiera gustado pero... las cosas no se dieron así.

-Su hermana acapara la atención todo el tiempo, en el baile de navidad le derramó ponche y al contárselo a sus padres no le creyeron -contó Draco pero yo lo detuve antes de que siguiera.

-No hay necesidad de decir más -sonreí-. Lo siento, señora, entenderá que no me gustaría llegar a una tema de conversación que tenga que ver con mi familia.

Asintió comprensiva antes de beber de su copa. Pude notar cierto brillo de lástima en su mirada, ella suspira y deja la copa en la bandeja del elfo. Ella se levanta haciendo que Draco y yo hiciéramos lo mismo, se acerca a mí y sorpresivamente me sonríe.

-Bueno, ________, veo que eres una persona de fiar y que quieres mucho a mi hijo -sonreí asintiendo-. Noto que él también te aprecia mucho así que... me gustaría darte la bienvenida a la familia Malfoy y asegurarte que tienen mi permiso para estar juntos.

Todo peso sobre mis hombros desapareció por esas palabras. Narcissa sonríe aún y mira a Draco, asintió con la cabeza antes de irse. Yo me dejé caer sobre Draco sintiendo como si me estuviera derritiendo.

-Muero, eso fue aterrador.

-Sabía que lo ibas a lograr -responde Draco sujetándome y haciendo que me enderezara-. No tienes que preocuparte por mi padre, si mi madre te aprueba él ya no tiene cómo negarse.

-Me alivia saber eso. Pero debo volver, se supone que estoy castigada.

-¿De nuevo? En esta semana ya te han castigado siete veces, todos los días.

-¿Y quién crees que tiene la culpa? Acertaste, ¡Daphne!

En ese mismo momento mi estómago rugió exigiendo comida pues recordemos que no había podido comer ya que estaba pensando en Draco y luego mi padre me castigó. Me sonrojé y le di la espalda a Draco pero él me abraza por la espalda y ríe.

-Preparen la cena y llévenla a mi dormitorio -ordenó a los elfos.

-Alto, Malfoy, estamos en tu casa con tu madre aquí. Sería una falta de respeto que entrara como si nada a tu habitación.

-No te estreses tanto, princesa. Vamos.

El que me llamara princesa me debilitó, mis piernas flaquearon y solo pude seguirlo sintiendo mi corazón acelerado. Había caído completamente por Draco Malfoy.