✧ Discípulo de ensueño ✧

A Niki lo despertó la voz del diablo.

[Objetivo: dormir con cada miembro del prince club desbloqueado]

Y su primer pensamiento del día fue: "¿Por qué esta cosa jode tan temprano?"

Aunque lo que debió haberse preguntado es hasta donde llegaban los limites del juego como para imponerle una cosa tan extrema.

Si con Sunoo se sintió a gusto no significaba que sería igual con los demás. Compartir cama. ¡Con cada uno!

¡Una locura!

[+50 puntos]

—Jodete... —murmuró sin abrir los ojos.

—Vaya temperamento desde tan temprano.

La voz le Heeseung lo hizo espabilar.

El castaño ya estaba vestido con su uniforme de príncipe y su perfecta postura. Sin una pizca de cansancio en su cuerpo.

—Si Sunoo te escuchara decir eso no más despertar se pondría triste.

—¿No lo hizo? —Niki volteó a ver el otro lado de la cama, que estaba perfectamente tendido.

—Se está duchando —informó Heeseung— después te toca a ti.

—¿Qué hora es?

—Casi las siete.

—¿Por qué nos levantamos tan temprano?

—Ayer te fue muy bien para ser tu primera vez —Heeseung llevó sus manos a su espalda y se inclinó hacia el cuerpo recostado del menor—. Pero necesitas aprender cómo realmente ser un príncipe del club.

Niki tragó saliva.

—¿Es algún tipo de iniciación?

—Parecido —Heeseung se enderezó—. Las flores llegan a las diez, tenemos alrededor de dos horas para enseñarte todo lo que tienes que saber.

Nuestro protagonista tuvo la necesidad de hacer una pregunta.

—¿Sunghoon va a enseñarme?

—Todos pondremos de nuestra parte para instruirte, pero en realidad quien más puede enseñarte cosas es Jay.

—¿Jay?

Heeseung asintió.

Si no recordaba erróneamente, Jay era un personaje prescindible en la versión estándar del juego. Atractivo, pero con diálogos tan extendidos y aburridos que era mejor pasar de ellos.

Para un jugador normal podría parecer tedioso. Para un jugador como Hana sería casi invisible.

Para Niki solo era Jay, y le sentó mal porque impidió que en su partida anterior Jungwon aceptara sus sentimientos... Fue una escena bastante peculiar, que le dejó a Niki la impresión de que Jay era un personaje más profundo de lo que aparentaba.

Quizás con Sunghoon pasaba algo similar.

—Lamentablemente él no podrá ser tu mentor hoy.

—¿Por qué?

—Jungwoon tocó la puerta hace un rato, sigue muy agradecido contigo, y quiere demostrártelo dándote una clase privada.

—De puta madre —pensó Niki demasiado fuerte.

En ese momento Sunoo iba saliendo de la ducha. Escuchar a Niki soltar esas audaces palabras no hizo más que divertirlo.

—Hablas como alguien que conozco —comentó.

—¿Cómo quién? —preguntaron el castaño y el rubio.

—Alguien —dijo sonriendo con inocencia.

Resiste corazón ¡resiste!

Niki se levantó de la cama y siguió las ordenes de su hyung. Se alistó y trató de verse tan encantador como ellos. No lo logró del todo, pero el traje despistaba la atención de su somnolienta cara.

Subiendo las escaleras rumbo al club un Jake que iba en sentido contrario los interceptó. Chocó contra Niki y este se tambaleó. Heeseung y Sunoo lo sostuvieron para que no cayera escaleras abajo.

—¡Lo siento!

—¿A donde vas con tanta prisa? —Heeseung sermoneó sin sonar duro, pero sí interesado.

—El profesor de música me citó y llego tarde.

Heeseung se sintió satisfecho con la excusa y dejó ir a Jake.

Ya en el club Niki se permitió parar en el pensamiento de que el día anterior entró por esa misma puerta vestido de mujer. ¿A donde fue a parar esa ropa? ¿Heeseung la habría guardado?

—El estudio de Jungwon está ahí —Sunoo señaló una habitación— buena suerte.

Niki se sintió contento cuando sus hyungs le mostraron dos pulgares arriba.

Aventurándose a lo desconocido Niki se armó de valentía e ingresó a la habitación en que Jungwon lo esperaba. Por ley, abrir la puerta fue toda una epifanía.

No se imaginó encontrar al encargado del club golpeando un saco de boxeo sin piedad, gruñendo y dando patadas tan elevadas que dejaban al menor impresionado por su flexibilidad.

—Buenos días Jungwon hyung... —saludó siguiendo los movimientos de sus extremidades con la mirada.

Jungwon paró en seco y prosiguió a hacer una errática reverencia. La cinta en su cabeza se balanceó, al igual que sus mechones húmedos por el sudor.

Iba con un uniforme de taekwondo.

—De este lado de la puerta no soy Jungwon hyung, soy sensei Jungwon.

Y por alguna razón Niki sintió fascinación por el aura de grandeza que desprendía ese chico tan adorable. Lo más cerca que había estado de un peleador de cualquier clase fue jugando Street figther y otros juegos de lucha más violentos.

Niki de luchar no sabía nada, era un escuálido. Su habilidad más especial era apoyar sus manos en el posa brazos de una silla y levantar la parte inferior de su cuerpo en posición de loto. Nada destacable ni por lo que sentirse orgulloso.

—¿Mw enseñarás a pelear?

—¿Qué? ¡No! —el lider soltó una carcajada—. Solo hago esto para desestresarme, y porque he estado esperando poder llamar a alguien discípulo.

—¿Qué edad tienes... Sensei?

—17.

Vaya... En el juego original nunca se dejó clara la edad de los personajes, solo quién era mayor que quién. Niki no se esperó que el líder fuera menor que el resto... O más bien sí lo esperaba.

Sistema, ¿qué edad tienen todos en el club?

[Solo se puede acceder a la opción de vomito verbal]

Cosa del demonio.

No quieres prescindir de la información más inútil =~=

—¿Qué me enseñarás hoy?

Jungwon se quitó la cinta de la cabeza, en un parpadeo ya no estaba todo sudoroso. Como por arte de magia...

¿Esto es obra del juego?

[...]

El pelinegro caminó hasta ocultarse en un panel —usado en otros tiempos para cambiarse de ropa— A la vez que su silueta se quitaba las prendas para entrenar y le explicaba algunas cosas a su menor.

—Las chicas no son una ecuación que puedes seguir al pie de la letra, necesitas ser ingenioso y aprender lo que les gusta en todos los casos, bajo presión en cada circunstancia.

Saliendo del panel con cada pieza de su uniforme de príncipe bien colocada, Jungwon le hizo señas a Niki para que le siguiera.

En la pared, colgado desde lo alto y cayendo como un pergamino al filo del suelo estaban las pautas escritas con caligrafía hecha a mano. Cada frase empezaban con: "Un príncipe..."

—Un príncipe debe anteponer las necesidades de su flor siempre —el rubio leyó la primera en lo alto del pliego.

Jungwon asintió—: Continúa.

—Un príncipe debe hacer reír a su flor... ¿Esta es obligatoria?

Es decir, ¿Sunghoon hace reír a las chicas?

—Ninguna es necesariamente obligatoria —explicó el lider— pero cada una a sido escrita después de probarse su efectividad.

—¿Ellas ponen el medidor con el que se rigen ustedes?

—Yo prefiero decir que escuchamos —sonrió—. De hecho, escuchar también está en la lista.

Niki sintió curiosidad observando a Jungwon hablar tan seriamente de los requerimientos. Examinó la caligrafía en el pergamino, y se dio cuenta de un detalle.

—¿Todos los miembros han escrito alguna regla?

Algunas estaban escritas delicadamente, y otras más sobriamente. En un santiamén notarías las diferencias.

—Todos menos uno —afirmó, luego extendió y colocó un dedo en el pecho del menor— Y ese eres tú.

Niki parpadeo.

—El ritual de iniciación para convertirte en un verdadero príncipe es encontrar algo que a las flores les guste, hacerlo para ellas, y establecerlo como regla escribiendolo aquí.

[Mini misión: Cumplir con un anhelo de las flores]

—De acuerdo... —aceptó despeinándo se flequillo, tratando de verse cool cuando en realidad empezaba a preocuparse.

—¿Tienes algo en mente?

—Pues...

En pocas palabras Niki era muy consciente de que lo único que conocía bien en su vida eran los videojuegos, y en esa industria se sabía poco y nada sobre los verdaderos deseos de las chicas, así que cumplir con la misión sería el primer golpe de su nueva partida.

¿Cómo ganaría si ni siquiera conocía sus propias preferencias?

Tener que conquistar a seis chicos y encima cumplir con sus exigentes reglamentos para con las "flores" sería un reto.

No había ni empezado y ya estaba cansado... ojalá el "director" encontrara rápido una manera de escapar de ese mundo en la que no tuviera que comprometer su estabilidad mental.

Pero de momento solo le quedaba avanzar a paso lento y seguro, confiando en los demás personajes y fingiendo ser todo lo perfecto que en realidad no era.

—¡Todos te ayudaremos el día de hoy! —Jungwon exclamó entrelasando sus manos para darle algo de apoyo, eso solo causó que las mejillas del menor se calentaran por su dulce amabilidad.

Estos príncipes... joder, van a acabar conmigo.

.

.

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Jeje

¡Holi! ¿Me extrañaron?
>w<

De antemano PERDÓNENME LA VIDA POR DEJAR OLVIDADA ESTA FIC

Mi excusa es que prefiero mil veces esperar a pensárme bien los capítulos para publicar algo con lo que me sienta conforme. Últimamente tuve una racha con otras historias es las que actualizaba solo por complacer a los demás y me arrepiento un poco...

Pero en fin, aquí estoy y ya me estoy planteando cómo continuar con esto, gracias por tenerme paciencia >~< (¡si hay errores disculpen!)

Y por cierto, ¿Cuál es su rola favorita de DIMENSION: DILEMMA? uwu

Yo soy team
♡ Upper Side Dreamin’ ♡

PD: Les amo, no lo olviden ;w;