✧ Primera conquista ✧

Los pasillos de la adinerada institución eran inimaginablemente extensos, con cuadros gigantes de paisajes que le causaban a Niki una sensación de claustrofobia tremenda. Y esos retratos de hombres y mujeres de antaño, ¿Por qué desde cualquier ángulo parece que te observan?

Perturbador.

Caminar con esos zapatos de tacón fue un sacrilegio también. ¿Por qué las medias se sentían tan incómodas? ¿Y qué necesidad hay de poner un corsé debajo del vestido de las estudiantes?

Para una chica con cintura fina podría ser menos doloroso que para un chico, aún siendo tan delgado como él. Pero estaba tan apretado que le costaba respirar.

—Jamas volveré a colocarle un traje ajustado a un personaje femenino —prometió a futuro tronándose la espalda y jadeando agotado.

Niki no quería ser visto con esa ropa, por lo que trotaba más de lo necesario; cada vez que un estudiante pasaba se ocultaba detrás de algún busto esculpido o detrás de alguna cortina.

Antes en el juego todo se veía en 2D, los escenarios eran ilustraciones fijas e irrelevantes, jamás pensó que las estancias serían tan grandes. Niki parecía una hormiga cruzando una habitación regular.

—¡El príncipe Jay besó mis nudillos! —gritó una voz femenina.

Niki corrió a esconderse detrás de una cortina. Dos chicas iban caminando en el pasillo tras él.

—¿En serio? ¡Eso es genial! Quisiera que el príncipe Sunghoon hiciera algo así conmigo.

—Él es muy frío.

—Es el príncipe de hielo, hace honor a su nombre —defendió la otra chica a su favorito—. Es adorable.

—Si quieres dulzura ve con Sunoo o Jungwon.

Niki estuvo de acuerdo. Es su primera partida notó las marcadas personalidades de esos príncipes, que cabe recalcar no poseían un título verdadero de la realeza, sino que tenían mucho dinero y decidieron actuar frente a las muchachas como una de sus labores en el club. Y sí, si tuviera que catalogar a alguno como atento, esos serían los dos nombrados por la chica.

Ambas pasaron de largo y su voz se escuchó lejana. Niki suspiró y corrió la cortina para salir.

Casi cae de culo cuando vio a un joven alto y apuesto parado a un lado de la tela con un semblante divertido. Su cabello castaño rojizo brilló por la luz del ventanal.

—Espiar no es de señoritas.

—La puta madre —soltó Niki colocando una mano en su corazón.

El castaño alzó una ceja.

—Al parecer te has saltado las clases de lenguaje apropiado.

—A la mierda el lenguaje.

—No eres una señorita común.

Niki se repuso por fin y se dio cuenta de lo mal educado que estaba siendo. Ser así de grosero con Heeseung no conseguiría que el chico se enamorara de él.

Eso sigue sonando tan extraño...

Pero una misión es una misión.

—Disculpame, tengo que trabajar en mis modales.

—Lo noté —hizo una reverencia y se presentó—: Lee Heeseung a tus servicios.

Luego prosiguió a escanear a Niki.

—Con que es eso —señaló.

El dedo de Niki chorreaba gotas de sangre. El príncipe recorrió los mismos pasillos siguiendo el rastro que dejaban las gotas de sangre en el suelo hasta llegar a la cortina, y fue muy curioso darse cuenta de que había una chica oculta tras ella.

—Oh... —Niki revisó su dedo.

Esa fue la cortada que se hizo abriendo la lata de refresco. Al parecer el juego lo trasladó junto con esa herida de último minuto.

—¿Me permites ayudarte con eso? —Heeseung se sacó un pañuelo del bolsillo. Los bordes dorados eran tan delicados que a Niki le dio pena tomarlo para limpiarse la sangre.

—G-gracias.

Ya empezaba a tartamudear.

¿Era parte del juego o de verdad Heeseung le causaba nerviosismo?

—Necesitas alcohol.

—No hace falta, estoy bien.

—No, vamos.

Heeseung le extendió su brazo. Niki dudó si sostenerse de él o no. Nunca había tomado la mano de un chico. Él nunca había tomado la mano de nadie en realidad.

Hay una primera vez para todo, supongo.

[¡Has desbloqueado a la primera conquista! Lee Heeseung]

[+10 puntos de simpatía]

Él príncipe comentó—: Eres bastante alta para ser una chica.

—Genética.

Claro claro.

¿Tenía que decirle a Heeseung que era un chico? ¿podía jugar mintiendo? ¿Eso no era demasiado fácil?

[Para poder avanzar de nivel se necesita desbloquear el objetivo: Sinceridad]

Los dientes de Niki chirriaron.

Obviamente no podía ser tan fácil.

—Maldito universo alternativo.

Heeseung solo escuchó la primera parte de su queja; la grosería, y eso le causó gracia al príncipe.

—¿Eres nueva? Nunca te he visto en el club.

—Nunca he ido al club.

—Grandioso —sonrió encantador— allí nos dirigimos.

[Avance en la trama conseguido]

Cierto. En el juego original la protagonista es una alumna más de la escuela, pero debido a que está obsesionada con su promedio y se mete de lleno en los libros nunca hace amigas, y por lo tanto, no conoce el Prince Club. Un día busca un aula sin ruido para estudiar y termina encontrando el sitio por accidente, destruye un jarrón sumamente caro, y debe quedarse para pagar su deuda.

En ese momento el jugador empieza a relacionarse con los otros personajes, teniendo un sinfín de opciones a su disposición con cualquier príncipe del club.

Todo lo que tenía que hacer Niki es encontrar el jarrón y tropezarlo, para empezar.

—¿Sabes cómo funciona el club? —preguntó Heeseung casual.

—No —mintió, pero supuso que conversar con Heeseung al respecto ayudaría a su relación.

—En el club nos encargamos de complacer a las señoritas de la escuela.

Que particular elección de palabras. En el mundo real se le podría dar una interpretación carente de ética.

Y a las chicas les gusta esto...

—Te presentaré a los acompañantes disponibles —Heeseung ofreció, parando su caminata frente a una puerta doble de madera cuidadosamente tallada—. Espero que me tomes en cuenta.

—Ya lo veremos.

Niki ya estaba entrando en el mood coqueto del juego. Él podía ganar joder.

El castaño abrió la puerta. La claridad y el brillo era tal que Niki tuvo que cubrirse los ojos con su antebrazo.

—Mierda.

Heeseung utilizó su propia mano para obstruir la luz y que Niki pudiera echarle un ojo al club. En full HD, con unos gráficos que ni el Devil My Cry 5 tenía. Se veía cada detalle de los adornos en las mesas y las rendijas del mármol en el suelo.

Ahora que lo notaba el traje de Heeseung también se veía increíble. Los botones de oro y el terciopelo azul de la chaqueta. Comparado con la vida real se veía hasta mejor.

—Bienvenida al Prince Club —Heeseung quiso agregar su nombre, pero no lo sabía—. ¿Cuál es tu nombre?

—Me llamo Niki.

No era su nombre real, ¿pero quién pone su nombre real en un juego cuando puede usar un apodo?

Exacto, ningún gamer que se respete.