—No me gusta verte triste.

Jeongin sintió una mano cálida en su cabeza y lo acarició suavemente, Jeongin se hizo más pequeño entre las sabanas.

—Lo eché todo a perder, papá —le dijo casi llorando—. Chan ya no me quiere y yo no sé qué hacer porque lo extraño mucho.

—¿Por qué no me cuentas qué pasó?

—Es que yo, yo... estaba confundido, aburrido de estar siempre con Chan, también estaba celoso porque él es genial y creció, se desarrolló y se volvió popular, mientras yo me quedaba estancado en mi vida.

—Entonces...

—Me pidió tiempo —Jeongin sorbió su nariz.

—Te dejó —le dijo su papá.

—No, sólo fue un tiempo para que yo pensara bien las cosas, y yo me relacioné con Hyunjin porque él también es genial y yo no sé qué pasó por mi cabeza.

—¿Ahora él es tu novio? —le preguntó.

—Nunca fue mi novio, sólo... estábamos empezando, pero... no era lo mismo, yo seguía pensando en Chan y ahora él me odia.

—Yo no creo que ese chico te odie —le dijo—, pero seguramente si está algo molesto... Pero, Jeongin, si aún lo quieres, no puedes quedarte aquí encerrado lamentándote, tienes que luchar por él.