Meses después.

Jeongin hizo un puchero después de regresar de vacaciones, tres semanas en las que no pudo ver a su novio porque se fue a Irlanda con sus padres.

No lo entendía.

Chan había cambiado tanto en tres semanas.

Y no se refería sólo a su nuevo color de cabello castaño oscuro, si no a su rostro más varonil, seguía teniendo un rostro de bebé, pero era un problema cuando se levantaba y se ponía de pie a su lado.

Más ancho y más alto, mientras que él estaba estancado en la misma altura desde hace un año.

Chan le acompañó hasta su salón y le dio un beso antes de irse.

—Joder, Chan, está hecho un bombón —dijo una de sus compañeras, Jeongin la miro mal y ella sólo sonrió—. Tienes mucha suerte, Yang.

—Sí la tengo —le regaló una sonrisa, luego se sentó a lado de Shuhua—, odio a esa perra— le dijo discretamente provocando una sonrisa de su amiga.

Yuqi entro al salón como un ventarrón y se sentó a su lado.

—Me han invitado a la fiesta de Hwang Hyunjin.

Shuhua sonrió y mostró su invitación.

—A mí también —dijo emocionada.

Jeongin las miró a ambas y luego volvió a pucherear.

—Quiero ser igual de populares que ustedes.