—Entonces lo que tenemos que hacer como alumnos y miembros de esta institución es...

Jeongin no le estaba prestando atención a la directora, mientras la mujer daba su discurso. Estaba perdido en su propio mundillo, en sus nervios y temblores, no entendía por qué cada que estaba nervioso, sentía frío en su pecho y su pierna izquierda no dejaba de temblar, puso su mano en esta para detenerla y, sin embargo, la otra pierna empezó a temblar. Puso su otra mano.

"Tienes que tranquilizarte, Jeongin", pensó, "tranquilo, tranquilo".

La mano del otro chico rozó la suya y él saltó.

—Perdón, hyung, no ha sido mi intención —le susurró el más bajo—, en verdad lo siento.

—No, no te preocupes, umm... —no sabía el nombre del chico y, por lo tanto, tampoco sabía que decir.

—Soy Bang Chan —le dijo el chico con las mejillas coloreadas, era joven y tierno, un poco más bajo que él y muy delgado.

—Mucho gusto, Chan —le dijo nervioso jugando con sus dedos—. Soy Jeongin.

—Lo sé —respondió el otro con una sonrisa—, me refiero a que sé cómo te llamas —dijo y sonrió cálidamente.

—¡Ustedes dos afuera! —les gritó la directora, al ver que los chicos no le estaban prestando atención a su plática.

"Uuuuuuuuuuu".

Lograron escuchar a los demás mientras salían con la cabeza gacha.

"Uwuuuuuuuuuuuuuu", gritó Shuhua.