Han pasado tres o cuatro días desde la llegada de mis tíos a la casa y vaya que ha sido una locura ya que Sofí y Henna tienen encuentros tan incomodos a cada momento del día, pero al final los cuartos de visita son de mucha ayuda... En fin hoy por fin es viernes, por lo que mis amigas y yo decidimos hacer un viernes de chicas, ¡Sí! Al fin después de no sé cuánto, tendremos un viernes de chicas. Además ahora es la primera vez que Sofí ira con nosotras.

Termino de acomodar mi pelo en una coleta, tomo mi patineta y la bolsa pequeña donde llevo siempre mi cartera, llaves y celular. Para así dirigirme al cuarto de sofí.

—Sofía, vámonos—digo a la puerta mientras la toco con los nudillos. Del otro lado solo se escucha un "voy" en respuesta. Por lo que decido adelantarme a la planta baja y cuando estoy por salir a la puerta...

— ¿A dónde vas?—pregunta Henna, espantándome—hay no, por favor. Que no quiera ir, Sofía me matara—pienso mientras me giro hacia donde se encuentra ella.

—A ningún lado Henna—respondo con una sonrisa y me doy cuenta que esta arreglada con un hermoso vestido turquesa—Y ¿tu? ¿A dónde?

—Oh a ningún lado, pero ya enserio, ¿A dónde vas primita?

—Pues iré al mall con mis amigas—respondo indiferente.

— ¿Enserio? ¿Con vestido y patineta?

—Para empezar es falda y segundo, si así me iré.

—Pero Abril, que así no ligaras a ningún chico—dice rodando los ojos.

—esperen ¿y a esta quien le dijo que yo iría a ligar?, aparte que de malo está en ir de falda con mis vans y la patineta...—.

—No voy a ligar Henna, así que...

—Vale, como digas... ¿puedo ir?—pregunta con su carita de "no rompo ni un plato".

— ¡No!—grita Sofí desde la escalera, adelantándose a mi respuesta—Es tarde de amigas y hasta donde yo sé, tú no eres amiga de nadie.

—Y ¿a ti quien te invito a nuestra platica?—protesta la morena poniendo una mano en su cadera.

— ¿Nos vamos?—me pregunta Sofí, ignorando totalmente a Henna.

—Por supuesto—respondo antes de que la morena diga algo.

Ambas salimos fuera de la casa y cuando estoy por subirme a la patineta veo como Sofí se me queda viendo.

— ¿Qué pasa?—cuestiono con cierto desconcierto.

— ¿Nos iremos en eso?—responde con otra pregunta, mientras señala mi hermosa patineta.

—Obvio, ¿Dónde está la tuya?

—Abril, yo no sé subirme a esa cosa...

—Oh es fácil, pero vale deja entro a la casa y te presto una...

— ¡No!—grita interrumpiéndome—Mejor le pido a Cristopher sus patines, esos si se usarlos.

—Vale, pues ve—respondo, mientras me disponía a colocar el casco, pero veo que no se mueve y se me queda viendo— ¿Qué?

— ¿Puedes ir tú?, es que esta la odiosa de Henna y no quiero verle la cara a esa—dice con una cara de asco esto último.

—Hash, pues ya que... –ruedo los ojos y le entrego el casco—Toma, espérame aquí, no tardo.

Entro a la casa y subo directamente al cuarto de Cris. Toco un par de veces pero al no tener respuesta decido entrar—supongo que no está—pienso mientras abro la puerta y compruebo que en efecto no está.

Su cama esta levemente desordenada y el cuarto solo tiene un pequeño escritorio, un estante lleno de libros, un armario y alado de la puerta está un espejo de aproximadamente metro y medio; y a lo visto a él le toco del lado del barandal ya que hay una puerta de cristal que da al patio de enfrente—solo el cuarto de mis papas y los cinco que están del lado de frente tienen esa pequeña terraza—y alado de su cama están dos muebles de noche con una lámpara roja encima de estos. Su cuarto es en color café claro con los muebles blancos con negro, como la mayoría de los cuartos de invitados, la única diferencia es su incomparable perfume—vamos Abril concéntrate, los patines Abril, los patines—me recuerdo mentalmente.

Niego con la cabeza y cierro la puerta tras de mí, comienzo a buscar con la mirada los patines y al no dar con ellos me voy hacia su armario—por favor que estén aquí—suplico y repito en mi mente. Abro su armario y me sorprendo al encontrar todo perfectamente ordenado por colores y modelos—Waow a este chico sí que le gusta el orden—rebusco un poco entre sus camisas—Claro Abril, como si entre estas hubiera unos patines—y sin querer tiro una de color gris con cuadros negros y blancos, la intento acomodar en su lugar pero simplemente me encanta y el olor que desprende la camisa me atrapa.

— ¿Abril? ¿Qué haces en mi cuarto?—pregunta una voz varonil a mis espaldas.

¡Dios! Estaba tan concentrada entre el olor de su perfume que no escuche cuando entro a la habitación. Me volteo lentamente y no puedo evitar posar mi mirada en su torso desnudo; Cristopher se encuentra solo con una toalla cubriendo de su cintura para abajo y trae el cabello desordenado y sumamente mojado, además pequeñas gotas caen por todo su trabajado abdomen, por lo que deduzco se acaba de salir de bañar.

—Dios, ¿alguien sabía que Cristopher "el nerd" estaba así?, porque claramente yo nunca lo imagine—Ya mujer, se te cae la baba—Oh tenías que arruinarlo como siempre Sandra—.

—Yo... Amm... Vine por... —carraspeo con la intención de poder hablar sin que mis nervios se escuchen—Vine para ver, si podrías prestarle a Sandra, digo a Sofía tu-tus pa-patines—dije volteando a ver hacia otro lado, para que no viera lo sonrojada que me puse y lo nerviosa que estaba.

— ¡Abril! ¡Te sonrojaste! Y ¡Además tartamudeas! Esto es algo que nunca creí ver—Oh vamos, ¡cállate!—Ya... ¿Aceptaras que te gusta Cristopher?— ¿Es que tú sigues con eso? Digo ¿no tienes algún botón de apagado o algo así?—Soy tu conciencia, soy parte de ti—Oh... Que sabía, ¡Ahora cállate!—.

— ¿Te sientes bien Abril?—comenta preocupado mientras siento como se acerca a mí.

—S-sí, solo préstame los patines, por favor—digo con la mirada en el suelo.

—Claro, pero ¿Qué hacías en mi armario? ¿Y con mi camisa?—pregunta y yo alzo la vista a sus ojos, los cuales me deja ver su mirada juguetona—la cual no conocía. Maldito, si ya vio que me pone nerviosa.

—Y-yo... Amm... Bueno... Pensé que... Esta-estarían a-ahí—conteste a como pude pero claro tartamudee— ¿De cuándo acá tartamudeo tanto?, bueno no lo sé, pero él me pone muy nerviosa, además se está acercando mucho—Ja, como si eso te molestara—Sandra ya ¡¡Cállate!!—.

—Abril... ¿Enserio te sientes bien?—pregunta nuevamente mientras acaricia mi mejilla, provocando que mis ojos se cierren inconscientemente con su tacto—Abril, estas muy roja...

—Estoy bien Cris, me puedes dar los patines ¿por favor?—pido mientras aparto su mano de mi rostro.

—No, hasta que me respondas ¿Por qué traes mi camisa en las manos?—me desafía, cruzándose de brazos dándome una vista perfecta de sus pectorales.

—Ya te dije, estaba... Buscando los patines en el armario... Sin querer tire la camisa y... Entraste cuando la iba recogiendo—respondo sin poder verlo— ¿me los das ahora?

—Amm... Claro, solo que los patines los guardo debajo de la cama—comenta mientras camina hasta el lugar y se agacha— ¿Sabes?, mi camisa te iría bien con esa blusa blanca debajo y tu falda negra, te verías hermosa. Más de lo que ya eres—menciona esto último en un susurro, pero por el silencio del cuarto, logro escucharlo perfectamente.

Yo solo puedo bajar la mirada y sentir como la sangre hierve en mi cara.

— ¿Enserio lo crees?—pregunto tímida.

—Estoy seguro de ello—vuelve a susurrar, pero logro escucharlo nuevamente— ¿Por qué no te la pruebas?—dice ahora con su tono normal, mientras saca los patines.

— ¿Puedo?—cuestiono, realmente emocionada.

—Por supuesto y si te gusta, te la regalo—dice con una sonrisa.

Sin decir nada más, le regreso la sonrisa y me quito la bolsa que cuelga de mi cuerpo, la deposito en la cama y me coloco su camisa. Y en efecto, me queda estupenda, la combinación de colores con mis vans grises son el juego perfecto, lo único que no termina por gustarme es que solo llevo lápiz labial y no me he maquillado hoy. Me veo en el espejo y observo como detrás de la cama el me mira con una sonrisa.

—Te lo dije, te ves hermosa—comenta mientras camina hasta mí y me abraza por la cintura.

Yo me sonrojo de nuevo y me volteo hacia el para abrazarlo.

— ¡Gracias!—grito en su oído, por lo que el ríe, pero me sigue el abrazo.

Después de unos segundos más, nos separamos y me doy cuenta que mi blusa se mojó un poco al igual que mis brazos y por una extraña razón en vez de molestarme me dio risa y comencé a reír, él al principio no entendía, pero finalmente se rindió y comenzó a reír conmigo.

—Toma—dijo después de unos minutos, entregándome los patines.

—Gracias—los tome y le di un beso rápido en la mejilla, para después salir corriendo escaleras abajo—Sofía debe estar más que desesperada—pienso mientras corro hacía la puerta.

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Sorpresa!! 

Sí, dos capítulos hoy! Jeje espeero les gusten...

Y si no pues ya odienmen a muerte xD

Los amo!!

Pliss voten y comenten, yo sería feliz con sus opiniones ^^

-AlmitaGar