Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 35

Pasado

April parece más tranquila en cuanto llega la carta de respuesta sobre que nos quedamos a pasar la Navidad en Hogwarts. La escribí yo, viendo como se ponía cuando salieron las listas para avisar de quien se quedaba, nunca había estado más pálida. Vi como Alexa escribía su nombre y me faltó tiempo para poner los nuestros. No quería volver a ver a April con el hombro dislocado y que volviera con las excusas de que se había caído por las escaleras. Solo había tenido que exagerar un poco la verdad, mencionando que teníamos muchos deberes y que Alexa estaba un poco triste por no poder ir a pasar las Navidades en su casa. Padre y madre nunca se iban a enterar del verdadero motivo por el que ibamos a pasar la Navidad en Hogwarts y eso era lo de menos, lo único que me importaba era April y, por eso, para animarla, había buscado el mejor regalo que había podido teniendo solo disponible un catálogo de envíos por lechuza. April había decido no tomar la oferta de las clases avanzadas de transformaciones en esos primeros meses, pero nada me impedía regalarle uno de los libros de transformaciones complementarios de cursos superiores. Ni siquiera estaban en las listas de material escolar por lo que además me aseguraba que madre nunca iba a comprarlo.

Por eso, cuando nos levantamos, los gritos de felicidad de April no tienen precio. Salta rápidamente de su cama con el libro todavía encima y se lanza sobre mí para abrazarme entre gritos que entiendo como gracias y te quiero hermanita. No dura mucho ya que a April no le gusta mucho el contacto físico, pero enseguida se aleja para tenderme un paquete que entiendo que es su regalo. Esta perfectamente envuelto en un papel de color verde con unos cuantos detalles en plateado y sé que ha pasado bastante tiempo intentando hacer el envoltorio perfecto, por lo que sé que lo que hay dentro tiene muchísimo más valor del que pueda imaginar. Y cuando veo las cajitas con diferentes ingredientes para pociones que una niña de doce años no puede conseguir con facilidad la que empieza a chillar soy yo.

—¿Y este regalo? —Alexa levanta bastante la voz y me lanza el paquete que había bajo mi cama, un poco escondido.

Es bastante blando y no está muy bien envuelto, si no que parece hecho con prisas y a escondidas. Rompo rápidamente el papel y entonces veo un montón de cromos de ranas de chocolate y unos cuantos paquetes que ocultan una pequeña nota. "Lo siento". No va firmada, pero sé perfectamente de quien es. La única persona, además de April, que se ha dado cuenta de que las ranas de chocolate son mis favoritas y que me encanta coleccionar los cromos. Alexa y Adrian me han regalado varitas de regaliz y grageas de todos los sabores y padre y madre una túnica que es exactamente igual que la de April. Cissy, por su parte, ha elegido una túnica y Draco ha elegido un libro sobre herbología. De todos ellos el único que había tenido en cuenta mis gustos era Draco. Y ahora George Weasley.

—¿Y bien? ¿De quién es? —me pregunta Alexa, totalmente impaciente por saber la respuesta. Podría decirlo, pero entonces padre se enteraría de alguna manera, así que me encojo de hombros—. ¿No lo sabes y no tienes curiosidad?

—He sido yo —dice April, mirandome fijamente. Claro que sabe quien ha sido y claro que no le gusta nada la idea—. ¿Tenías que ser tan curiosa, Alexa? Ahora no voy a poder volver a ocultar tantos cromos de ranas de chocolate de nuevo.

—¡Lo siento mucho, April! 

Nuestra amiga empieza a disculparse rápidamente y April sencillamente asiente y se levanta de mi cama para empezar a vestirse. Veo que coge la túnica que le ha regalado Demeter, su madrina, y yo decido coger la que me ha regalado Cissy. Solo vamos a comer en el Gran Comedor, pero es Navidad y si no podemos vestir estas túnicas hoy no podremos hacerlo nunca. No son muy arregladas, pero si que tienen un toque que las hace ver idóneas para la Navidad. Y, al menos la mía, es muy cómoda y caliente, algo que se agradece en un día totalmente nevado como el de hoy. Quizá podríamos salir después de desayunar a jugar con la nieve.

***

No somos muchos los que nos hemos quedado en el castillo y eso lo vemos durante la comida. Seguimos estando separados por casas, pero a penas hay nadie en cada mesa, predominando los estudiantes de quinto y séptimo porque prefieren quedarse a estudiar en el castillo antes que volver a casa. Sé que April y yo seremos esas cuando llegue el momento aunque, teniendo en cuenta nuestra situación en casa, es muy probable que solo volvamos a casa en verano y, cuando cumplamos los diecisiete, nos mudemos juntas a otro lugar. Quizá a un pequeño apartamento en el callejón Diagon. O quizá una pequeña casa en Hogsmeade, estoy segura de que Hogsmeade nos gustará a ambas, es lo suficientemente mágico como para que April no se queje y está bastante aislado de todo.

Vuelvo a mirar tranquilamente todas las mesas y empiezo a notar un patrón. MC Achternaam está sentada en la mesa de Ravenclaw comiendo tranquilamente mientras que mira a su novia, totalmente embobada y no escucha nada de lo que están hablando Tulip Karasu y Rowan Khanna. Mérula está sentada a solo unos sitios de nosotras y no levanta la vista de su plato a pesar de que tiene a Barnaby Lee hablando con ella. En la mesa de Hufflepuff están tanto Penny Haywood como Tonks y en la de Gryffindor Charlie Weasley y Ben Cooper. Todos los amigos de MC que han estado con ella en las bóvedas malditas se han quedado en las vacaciones de Navidad. Y cuando un caballo muerto aparece delante de Alexa cuando se levanta de la mesa y empieza a chillar a ellos les falta tiempo para salir corriendo.

El caballo cambia rápidamente cuando April se pone delante y me veo a mi en el suelo, totalmente inmóvil y con los ojos abiertos mirando a la nada. April se queda totalmente pálida y no puede dejar de mirar mi cuerpo en el suelo, así que la que se pone delante del cuerpo soy yo, y entonces cambia a April. Siento un vacío en el pecho y me falta el aire. Sé que no es real, pero ¿y si dentro de unos años lo es? ¿Y si padre...?

—¡Riddikulus! —la voz del profesor Dumbledore llena la sala y convierte a April en un perro disfrazado con una barba que se parece a la del profesor Dumbledore, lo que causa las risas de más de uno—. Eso era un boggart y nos muestra nuestro mayor miedo. Solo podemos combatirlo con la risa, y esa es nuestra mejor arma. Para la señorita Travers su mayor miedo es, supongo que es su caballo —Alexa asiente rápidamente—, perder a su mascota. Para las señoritas Avery es perder a la otra, ¿me equivoco?

El profesor Dumbledore nos mira a ambas y asentimos casi a la vez. Quizá muchos de nuestros compañeros no habían notado las diferencias, pero nosotras sí. Y sé que hay al menos dos personas más en el Gran Comedor que lo han notado.

—Señorita Achternaam, ¿a dónde cree que va? —el profesor Dumbledore interrumpe la escapada de MC, que intentaba ser silenciosa y aprovechar que todo el mundo estaba distraído, pero a él es imposible que se le pase nada por alto.

—Tengo que revisar la bóveda, profesor —dice MC, mostrando un carácter que nadie se atrevería a sacar delante del director del colegio—. Sabe que significa que estén apareciendo en el Gran Comedor, seguro que el profesor Snape ya ha tenido alguno en su despacho en el tiempo en el que estabamos hablando. Y van a aparecer más.

—Los profesores nos ocuparemos de ello —le contesta Dumbledore, pero ella niega.

—No hay tiempo para que vayan ustedes, profesor, no se lo tome a mal, pero si tengo que explicarles donde está la bóveda es más probable que todos los que estén aquí mueran de miedo antes de que lleguen.

—Seguirá estando castigada, ¿es consciente de ello?

—No tengo ninguna duda, profesor.

MC se da la vuelta y sale del Gran Comedor con una seguridad totalmente aplastante. Va con Penny y con Merula, mientras que Charlie se ha quedado con Tonks, Karasu, Khanna, Cooper y Lee en el Gran Comedor. Nadie se atreve a hablar hasta que aparece otro boggart. Primero hay un grito al ver la serpiente, pero luego vuelven las risas, que duran poco. El señor Tenebroso, familiares muertos, todo tipo de animales e incluso vuelvo a ver a April muerta antes de que la profesora McGonagall la haga desaparecer ante mis ojos. Todos intentamos decir el hechizo, pero es demasiada presión para aprenderlo en tan poco tiempo y con tantos boggarts a la vez. Son demasiados miedos en un lugar que, aparentemente es tan amplio, pero a la vez se siente diminuto. No hay lugar donde correr o esconderse.

Le doy la mano a April, en un intento de poder centrarme en que ella está bien, viva a mi lado y poder transformarla en algo que sea gracioso. Quizá llevando una corona de flores, eso sería gracioso de ver porque a April no le pegan nada las coronas de flores. Aunque por mucho que lo intento una y otra vez no consigo transformar el cuerpo de mi hermana en nada. April tampoco va mucho mejor, noto como me aprieta tanto la mano que incluso duele, pero sé que es su forma de lidiar con esto. Cree que es la mayor y tiene que protegerme. 

—¿No parece que hay menos? —me susurra después de un momento en el que ninguna de las dos tenemos nuestro mayor miedo cerca. Son unos segundos que pronto empiezan a transformarse en minutos.

Los alumnos más mayores, la profesora McGonagall y el profesor Dumbledore consiguen librarse de los boggarts que quedan, dejando totalmente en silencio el Gran Comedor. Hasta que vuelve MC junto con Penny y Mérula. Ninguna de las tres parece haber sido herida como fue el caso del hielo maldito, pero sí que se ven verdaderamente cansadas. Si aquí los boggarts no paraban de salir no puedo llegar a imaginarme dentro de la bóveda.

Los aplausos a las tres chicas empiezan a surgir por parte de sus amigos, aunque pronto se unen el resto de nosotros. Es totalmente injusto que esté castigada por haber ido a salvar de nuevo el colegio.

—Señorita Achternaam, ¿sería tan amable de acompañarme a mi despacho? —le pregunta Dumbledore en un tono que no admite réplica. Ella asiente, le da un beso rápido a Penny y sigue al profesor Dumbledore con una pequeña sonrisa.

—Los demás, pueden volver a sus salas comunes, los prefectos y premios anuales que queden en el colegio que me acompañen, por favor.

Todos obedecemos a la profesora McGonagall rápidamente. Nadie quiere seguir dentro del Gran Comedor teniendo en cuenta lo que acaba de pasar, además de que nadie quiere contradecir a la profesora para evitar cualquier tipo de castigo.

Sigo estando agarrada a April y no pienso soltarla hasta que no estemos al menos en la habitación, tranquilamente. Y eso me viene muy bien cuando veo que George empieza a acercarse hacia nosotras, supongo que con la idea de hablar sobre su regalo de Navidad, lo cual es muy mala idea. Orion ha podido volver a casa por Navidad, pero estoy segura de que tiene más topos en el castillo que podrán informarle y luego decirselo a padre. Y no pienso dejar que toque a April nunca más.

Si tenía que elegir entre nuevos amigos y mi hermana, siempre la iba a elegir a ella.


________________________________________________________

Me quedan tres días de clase y cojo vacaciones hasta febrero, ¿oís eso? ¡Es el sonido de la libertad! Agarraos que el próximo capítulo va a ser algo... fuerte. Si, dejemoslo ahí.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro