Estaba el tren por llegar hacia la ciudad, los rieles chirriaban bajo el raspón de las ruedas. Y los bloques de herrumbre con pasajeros se veía acercar a la vista de quién asomara desde los portones de la gran ciudad. Y Ernesto azotando dentro del vagón  no sabía que hacer -¿Podría ser malo volar?- su cara terminaba ensangrentada y su mano temblaba de tanto romper viento con el arco de su espada. Estaba desafinado y no atinaba, cuerdas rotas incrustaban el torso del caballero.

-Di donde esta aquella gaviota que intenta alardear y volar como mi Amo. 

 Frente a él estaba aquel que espanto al dragón y le demandaba respuesta. E Inti que apenas llegaba lo nombro "el Mundo" pues era como un montón de nubes y por dentro color azul. Y se oía el llanto de personas desafortunadas desde el vagón más próximo. Era atemorizante.

- ¿Tan distinto es el aire de un extranjero?-dijo Ernesto y no sabía maléfica entidad. Se coloco, apoyándose en su espada rota, entre Inti y el monstruo. Había sido ya demasiado larga la batalla entre ellos. Y habría terminado allí mismo, con trozos de Ernesto barnizando el suelo del tranvía. Si el estambre que se desenvolvía desde el corazón de Inti no brillara tan terriblemente. Atrajo la atención del ente aquel, que alarmado, comenzó a perseguirle presuroso. Yendo tras ese brillo que saltaba de esquina a esquina del vagón y "el Mundo" tras de el golpeaba sobre esquinas ya vacías, sacudiendo el tren infernalmente.

Veía Inti su alma envuelta en aquella bola de estambre huir de la malignidad aquella, y se sentía desvanecer, mientras que Ernesto aún con la espada rota entre sus manos le decía a leve voz: - La salvé, y a tu cachorro. Deben estar a punto de cruzar el muro de la ciudad, no te olvides de recogerlos.

Un leve movimiento, el aire y cerrando sus ojos  Ernesto se alzó un última vez. Chocando con las nubes del ente su espada, desparramando su azul, librando al angustiado estambre. Con ese ultimo acto la espada se trono en pedazos y fueron lanzados hacia Ernesto, matándolo. Y el espíritu escapo lejos del Mundo, volviendo a la pradera.