Inti ni se fijaba por donde iba, miraba el valle y seguía andando. El muchacho que iba por delante marcando camino e Inti de vez en cuando se quedaba mirándole con ganas de volverle a preguntar sobre su marca:

-Deja de mirarme- dijo el muchacho al fin- esa marca es una replica mal hecha de aquella que usa el hombre que vuela.

-¿Como réplica, porque has dicho eso?- pregunto Inti mientras caminaban.

-Ni yo bien lo sé. Recuerdo que las muchachas que vivían en casa, jugaban a pintarse una marca igual. Bueno; no igual, pero da lo mismo. Una de ellas, hija del anterior ministro del palacio fue quién instituyo el juego y... francamente puede no te parezca muy confiable donde me enteré, pero es así. 

-¿Dices el anterior ministro? Crees que todavía podamos encontrarlo en el palacio?

-No, vaya una idea! No podría ser, fue un gran fastidio echarlo fuera de allí. De hecho, el solo entrar al palacio nos dificultará enormemente poder verlo. Mira, subiendo un poco más podremos ver el palacio en su totalidad. Un poco antes de llegar al jardín de entrada debes ponerte atento. Hay gran variedad de frutos escondidos en los árboles, que me parece representarán nuestro almuerzo. 

-Y...no sé, tu crees que podría ver de cerca al dragón puesto que tengo la marca? - dijo Inti de pronto.

-Pues verás, la gente presume de habilidosa y termina haciendo remedos. - dijo el muchacho apartando rocas del camino con su pie - No me confiaría. Además, esa marca es para buscar fortuna. Si brilla a de ser porque su magia puede marchar según se deseo. Pero siendo réplica no sé hasta donde..- Hizo una pausa - Me arriesgue contigo...estaba tan fuera de mí cuando te pedía ayuda... Yo jamás me dejaría poner algo así.

Siguieron caminando, el sonido de los árboles marcaba tensión. Inti se quedo pensando, si no hubiese interrumpido a la voz cuando todavía estaba en el tren. Estaría desde rato ya en el palacio. El hechizo habría funcionado, acaso la vida de ese chico nunca se habría puesto en riesgo. Quiso disculparse:

-Siento haber provocado molestias, te causé a ti y al resto pasar todo este tramo...- Pero el otro no lo escucho disculparse. Un olor le había llegado y por un momento, lo comprendió todo. Con un movimiento de brazo detuvo el caminar de Inti. Se adelanto unos pasos, comprendía pero no podía ubicar el peligro. Había llegado a encontrar huellas de sangre tiñendo una que otra parte del bosque. Pero no había ni un muerto.