Daba y daba
Una pausa corta el indefinido crujir, sombras crujientes daba y daban vueltas ¿La divagación?...había sido figuración suya, soliloquio eterno sin el alma de Ernesto? Dónde, donde ¿pero de donde habrían salido esas gotas espesas que ya secaba sobre la ropa? Pues si es dada tal cosa de malas y pesares Inti no hubiera si quiera orado por su Dios ¿era la pradera? ¿el tren?
Pobre de aquella alma que se dejo guiar por Lucien, el cuál lo arrastro en los sueños en que estaba. Lo siento-dijo Inti y su voz de marino perdido vibraba desde su corazón.
- ¿O hasta que al fin despiertas?-dijo Lucien mirándolo fijamente.- Quiero que me respondas algo ¿Quién eres?- Iva a decir Inti ya su nombre, cual colegial perdido entre las calles del mercado. Cuando vio que su compañero estaba ofendido, echaba ascuas y fue por eso no dijo nada- Eres un muerto-le dijo Lucien airado-¿sabes la vergüenza que me trae llevarte a rastras dentro de este castillo?
¡Castillo! Se levanto Inti y se quedo mirando a otros lados -yo tuve la culpa...¡¿como?!. Unas cuantas despabiladas de cordura le tuvo que dar Lucien para volver a Inti en si que confundido lo sujetaba. Oh es cierto-dijo relajándose Inti y luego frustrado se agarro el pelo y dijo- Oh rayos Rafito...
Entonces empezó a correr, sin mirar los retratos trémulos de las paredes ¿...Qué buscaba? pero no queriendo dejar solo a su compañero retacho, lo agarro del brazo y se lo llevo como quien puede cargar un alma. Desgraciadamente así fue, tardo en darse cuenta Inti, pues ya en mitad de la corrida, a un paso de entrar a la majestuosa sala del recibidor. Tremenda sorpresa, se dio cuenta que sostenía solo el alma de Lucien. -Sola el alma del cuerpo...-balbuceaba Lucien y agarro fuertemente a Inti- No me sueltes- le dijo apenas con aliento.
Y el hilo de su voz se iba, era la muerte que lo jalaba desde el otro brazo. Unos forcejeos se dieron y riña de decirse cosas -Suelta al miserable -decía la muerte- y con la fuerza Inti empujaba para impedir que se llevaran al amigo. Recordó a Ernesto y entonces algo curioso le pregunto a la muerte-¿Hoy no ya llevaste a un caballero? ¿Cómo era? ¿No lo recuerdas? La muerte no queriendo le dijo que a el que le importaba, mas como la riña por el alma de Lucien no cedía ni por un zope o por otro. La muerte se fijo y miro atento a la marca de Inti. -¿Vos que eres, no debiste haberte ido volando en otro lugar?
Reflexiono entonces la razón de porque existía en un mundo de dragones y como injustamente se lo habían aventado los destinos y entonces...con acto de confesión y tapándose la cara con una mano respondió:
- Soy aquel que se lo llevo la corriente.
Aprovecho la distracción la muerte para tirar con mas fuerza a Lucien y de no ser por su grito de advertencia fue que Inti lo recupero. La muerte entonces se frustro y dejo de agarrar a Lucien y señalo rencorosa a Inti. - Tu no mereces este poder-le dijo la muerte. Bajo rápidamente un momento hacia Lucien y le susurro unas cosas y después de eso se fue.
-Soy la luna cuando baja plateada en el mar, el arrullo cuando se despide sin dejar rastro en la memoria. - decía Inti por lo bajo y Lucien se le quedaba viendo, asustado.
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