15. Y vino la carroza
SELINA
Después de marcharse Sebastián, la sed de sangre se empeoró dando gracias a que había sido previsora y había traído bolsas de sobra. Me bebí dos bolsas del tirón, sintiéndome de nuevo en forma aunque admitía que estaba un tanto desestabilizada por culpa de ese lobo idiota.
Llevaba un buen rato arreglándome para llevar la mejor de las apariencias. Me maquillé a conciencia, alisando mi pelo hasta conseguir un alisado japonés.
El espejo me devolvía la imagen seductora y triunfadora que deseaba; estaba claro que iba a ser el centro de todas las miradas, sobre todo las masculinas.
Sería divertido poner celoso a Carter, por lo que no descartaba jugar a algún juego de tira y afloja con el gran Señor Intenso.
El teléfono comenzó a sonar al recibir un mensaje, hablando del rey de Roma...
-"Señorita Waters, su carroza la espera bajo la ventana; espero que esté lista para el comienzo de una noche inolvidable"RC.
-"Estoy más que lista señor Carter, en breve estaré abajo"SW.
Guardé mi teléfono en mi bolso y caminé al exterior con mis pasos lentos y marcados. Al llegar a la puerta del hotel, un hombre vestido elegantemente con un traje de chaqueta, se percató de mi presencia y me sonrió. A continuación, abrió la puerta trasera del coche para que pasara.
-El señor Carter la espera dentro.
Al sentarme en el asiento, en seguida sentí los ojos penetrantes de aquel hombre mientras que hablaba por teléfono en un seductor alemán. Mientras que lo miraba de reojo, él me había repasado una y otra vez mi atuendo tan sugerente y sexy que apenas dejaba nada a la imaginación. Mis piernas enfundadas en unas medias de rejilla parecían ser de su agrado porque era lo que más parecía mirar. Yo jugaba con mi pelo haciendo parecer que no me daba cuenta de sus miradas, haciéndome la indiferente.
Tras un silencio, la mano de Carter se puso sobre mi rodilla, haciéndome girar la cabeza encontrándome con su sonrisa seductora.
-Está usted muy hermosa señorita Waters...
Yo le sonreí con socarronería mientras que cruzaba mis piernas; aquel gesto hizo que se relamiera los labios.
-Lo sé, toda mujer debe conocer bien sus armas y saberlas sacar en cualquier ocasión.
-Toda la razón-Dijo con voz profunda que indicaba que estaba tan excitado como yo.
Seguí mirando por la ventanilla del coche sintiendo la brisa nocturna colándose por mi ventanilla parcialmente bajada. La noche era mi momento favorito del día y hacía mucho tiempo que no salía a bailar así que aprovecharía bien la ocasión.
-Ya hemos llegado Señorita Waters, permíteme que le abra la puerta.
Carter salió del coche, rodeándolo y abriendo la mía, alargando su mano para ayudarme a bajar. Mi cara y la suya se quedó tan cerca que podía sentir su aliento en mis mejillas y ver la profundidad de sus ojos grises.
Entonces le rodee comenzando a caminar dentro del edificio para seguir con mi estrategia de seducción; no iba a ponérselo fácil, tenía que hacer que se volviera adicto a mis juegos para conseguir el premio completo.
Al entrar, pude ver algunas caras conocidas que trabajaban con Carter. Una mano se posó en la parte baja de mi espalda, chocando de nuevo con aquellos ojos grises.
-Acompáñeme señorita Waters; nuestra mesa es la VIP.
Al llegar al fondo del local, vi en la mesa del fondo al chico moreno que parecía llevarse bien con Carter y la chica rubia que me había atendido esta mañana. Ambos charlaban animadamente mientras se tomaban una copa.
Al llegar, ambos nos sonrieron y nos hicieron el gesto de que nos sentáramos con ellos. Carter se puso de pie y me miró:
-¿Desea tomar algo, señorita Waters?
-Un bloodymary por favor-Le dije con una sonrisa coqueta.
Cuando Carter se marchó, la chica rubia comenzó a hablar conmigo.
-¡Hola de nuevo, señorita Waters!, es un gusto tenerla con nosotros. Por cierto no me presenté esta mañana, soy Lisa y él es Matt, el mejor amigo de Carter y su mano derecha en la empresa.
-¿Ah sí?¿Y a que se dedica?
-Soy el mejor diseñador gráfico de la empresa, muñeca-Me contestó el moreno con cara de circunstancia.
-No le hagas caso,Matt es una especie rara e irrepetible.
Comencé a reirme admitiendo que la compañía de esos dos me estaba haciendo bastante bien. Eran agradables y sus bromas no estaban nada mal; desde luego estaba a gusto.
Carter apareció con un vaso de wisky y mi bloodymary. Su presencia hacía encoger la habitación y aumentaba la humedad de mi entrepierna, haciéndome cruzar las piernas.
Matt comenzó a bromear con él olvidándonos un poco a Lisa y a mí. La rubia se giró hacia mí y me preguntó con entusiasmo.
-Eh señorita Waters,¿Qué le parece si bailamos mientras estos dos muermos hablan de sus cosas?
-Está bien, pero con la condición de que me llames Selina.
Ella me sonrió y ambas fuimos en medio de la pista con nuestras copas. La música era realmente buena e invitaba a bailar como si no existiera el mañana. Carter me echaba el ojo de vez en cuando, sintiendo como la temperatura iba subiendo poco a poco conforme me contoneaba más sugerentemente.
La noche estaba siendo increíble, había disfrutado de unas buenas bebidas y una buena compañía. Realmente la decisión de venir a Nueva York había sido una excelente decisión; casi me estaba acostumbrando al bullicio de la ciudad.
Tras charlas unas horas más, Carter se levantó del asiento y se dirigió a mí.
-Creo que ya es hora de que la lleve a casa señorita Waters; es muy tarde, ¿No le parece?
Lo miré interrogante, quizás deseaba pasar un tiempo a solas conmigo, por lo que no me negué a aceptar su invitación.
-Toda la razón señor Carter; hora de volver a casa. Matt, lisa; ha sido un placer conoceros más, espero que nos volvamos a ver.
Ellos me contestaron al unísono con una sonrisa amable y cálida mientras que Carter tiraba de mi mano evitando que me perdiera entre la manada de cuerpos sudorosos que había en la pista.
El chófer nos esperaba pacientemente, abriéndonos la puerta para entrar en el coche. Sentía como el ambiente era más caldeado que cuando me recogieron en casa, teniendo la sensación de que esta noche el Gran Señor Carter, dormitaría bajo mis sábanas.
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