𓄹𓈒 Parte 10
Capítulo 1.
Parte 10: "Comprensión, paz y libertad, es lo que necesito"
La manada de los Quileute habían dejado atrás, en la cabaña de Billy, a los menores. Hace ya bastante tiempo que la pelirroja se había quedado algo adormilada en los brazos de Paul, se sentía cansada e incomoda ante todo lo que le andaba pasando luego de haber llegado con los Swan. Esto no era lo que ella pensaba cuando fuera a reencarnar en la vida y obra de Isabella Swan, claramente estaba ocurriendo las mismas cosas, solo que lo iba modificando ligeramente para ahorrarse desastres más adelante. Tal vez, presentar a la criatura de Bella de frente a los Volturi sería la mejor táctica para evitar el raro final doble.
Mientras la pelirroja de ojos verdes se encontraba perdida entre sus pensamientos, los lobos la miraban de reojo, Sam aliviado de haber llegado pronto a su hogar y Paul estaba ansioso por saber que carajos estaba pasando con la pequeña Swan.
Una vez, salieron sin complicaciones del auto, se dirigieron a la cabaña donde fueron recibidos por Emily, que al principio había sido avisada que vendría una amiga de Sam muy querida a conocerla, pero su sonrisa cambió totalmente al ver a la única mujer con muchos raspones en su cara y antebrazos, por lo que apuro inmediatamente a los hombres a dejarla con cuidado en su sofá.
—¿Qué ha ocurrido, cariño? —pregunta a su lobo, mientras se acerca a besarlo aún preocupada por la invitada, es correspondida y abrazada por reflejo.
—Una pequeña pelea de primas.—dijo Paul con molestia mientras se acuclillaba ante la pelirroja—Hey, Carrot, ¿segura que estas bien?
Emily ante la pequeña respuesta de Lahote, por unos momentos recordó a su prima Leah y la compasión llegó sin mucho problema. Sabía que, através de mal interpretaciones, las primas podían tener feas peleas.
Tanto que no perdió tiempo, y fue en búsqueda del botiquín para ayudar a la invitada con el dilema de raspones.
—Si. Solo me ha tomado por sorpresa. Se supone que los animales somos los salvajes, no los humanos. —murmura por lo bajo ante el dolor de cabeza y se rasca por comezón en la nariz, e inmediatamente sisea de ardor. —Agh
—Todos los días se aprende algo nuevo, Tris. —comenta Sam mientras se adelanta a obtener algunas cosas del botiquín de su impronta para empezar a mover con cuidado el mentón de la pelirroja. —Si que te hiciste un feo raspón. Dolerá.
Paul nota como los ojos verdes se ocultan tras los párpados, e inmediatamente traga saliva por el agarre de sopetón y muy fuerte que la pelirroja da ante el ardor horrible de la limpieza de la herida, pero ningún quejido se escucha después.
—Joder, si que tienes fuerza.
Aquel comentario saca una sonrisa ligera en Tristana, aunque se vuelva mueca por el ardor también en uno de sus labios. Mientras que entre la joven pareja la van cuidando y limpiando las heridas, ella tan solo trata de no hacerles un problema mientras lo hacen.
Aunque los jadeos de sorpresa no se demoraron en aparecer cuando fueron limpiando cada rasguño de la arena rojiza, viendo perfectamente que poco a poco se reducía en daño al de una pequeña porción de uña del pulgar femenino. Pero no curaba del todo, por lo que Emily fue la primera en recomponer la postura y seguir colocando los parches para proteger las heridas, quedando así con una buena porcion de parches en el rostro, como alrededor de cinco, lo cual la dejaba muy en evidencia que algo le había ocurrido.
—Ya terminamos.
Sam se aleja con los algodones sucios, y demás a tirarlos a la basura, como a colocar el botiquín en su lugar. Mientras que Emily se dirige a por algo de beber y comer para todos.
—Gracias por su ayuda y comprensión. Si estuviera más calmada y menos pensativa, no hubiera sido necesario estas curaciones. —admite Tristana algo avergonzada.
—¿Porque lo dices?—pregunta Paul.
—Tengo un buen sistema de curación, como tu y Sam.
Aquello es lo suficiente sorprende como para hacer que Paul pierda el equilibrio en su sentadilla.
—¿Qué..?
Tristana sonríe pero sólo sus ojos muestran su diversión, debido a los parches, se levanta para ayudarlo sin ningún problema, dejando más sorprendido a Paul.
—Entonces, si era verdad. La pequeña Swan te tomó desprevenida. —comenta aún aturdido.
—Cómo es familia aún la respeto. Es hija de Charlie, solo que más... Estúpida. —murmura con algo de resentimiento ante la situación.
—Si fuera tu, igual la mandaba a la mierda.
—Mi madre realmente la habría mandado a la mierda, familia o no fuera. Nadie debe ser así sin ningún razón lógica. Pero es de Bella, quien hablamos.
Paul asiente dando la razón, mientras le pasa el vaso de jugo de naranja, que Emily les ofrece. Con cierta dificultad por los parches logra colocar la orilla del vaso entre sus labios para beberlo con tantas ganas. Se encontraba muy sedienta al parecer.
Tras unos minutos, todos comen y beben del sazón que preparó Emily, logrando pasar más tranquilo, lo ocurrido anteriormente.
—No era esta mi idea al conocerte, Emily. Mi idea era venir con una buena sonrisa y abrazar a quien había dejado bobo a mi mejor amigo. —bromea un poco Tristana.
—A veces no salen como uno quiere, pero al menos pudimos sobrellevarlo. Es un placer, por fin conocerte, Tristana.
—Aunque... Si te soy sincera también había venido por algo más que solo conocerte, Emily. —admite sonriendo un poco, no le daba vergüenza.
Pero tanto Sam como Paul, se sorprendieron lo desenvuelta que era la pelirroja con Emily, inclusive parecía que se miraban mucho pero no era para tanto.
Emily tan solo corresponde el gesto, con una sonrisa igualmente.
—¿En qué te puedo ayudar?
—Quiero hacer una deliciosa cena para hoy, y pues... ¿Quién mejor que usted señorita? Después de todo, alimenta a mamut's todos los días, revele sus secretos para hacer feliz a mi tío Charlie, y tal vez no se... ¿Convertimos a la arpía de Bella en otra? —pregunta totalmente emocionada pero con propiedad.
Emily al escuchar todo eso, tan solo se terminó riendo ante tal entusiasmo, mientras que negaba divertida.
—No me lo esperaba tal petición, pero no me puedo negar que es una gran idea. Bien... ¿Que esperamos? —pregunta mientras se levanta del regazo de su querido Alfa para dirigirse a la cocina.
Siendo inmediatamente seguida por una pelirroja emocionada y veloz.
—Mujeres, quien las entiende.
—Paul, es mejor verlas así.
—Ya, ya. Ni me lo digas. Aunque me gustaría saber como sería la fuerza real de Tristana. —murmura pensativo y cruzado de brazos.
—Pues vamos señor pensativo, iremos a velar por el perímetro, que se tardarán cocinando.
—Mejor a estirarlas las patas. —murmura antes de siquiera pensar molestar a su alfa.
Sam solo sonríe muy poco antes de besar la coronilla de su impronta y salir tras Paul hacia el bosque. Debían estar atentos, aun había una pelirroja chupasangres suelta.
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