Epílogo
Dedicado a Ggkiemar lo prometido es deuda 😏😈🔥
Espero te guste.
La nieve caía silenciosa y tranquila sobre el asfalto de Seúl. Diciembre había llegado, más frío que en los últimos años. Era veintitrés, todos disfrutaban de la víspera de Noche Buena, en familia o en pareja, dispuestos a esperar la navidad en un ambiente ameno y tranquilo, ajeno a las responsabilidades, el trabajo y el estrés. Todos excepto Jimin. El profesor permanecía en el buró de su oficina, calificando exámenes cuyo resultado debía entregar el día siguiente, antes de que los estudiantes salieran de vacaciones. Siempre solía tener su trabajo al día, pero no estaba en sus planes haber tenido que asumir las labores administrativas de Seokjin desde un par de días antes.
Los últimos meses habían sido raros e inesperados, en todos los sentidos. Comenzando por él y su relación con Jungkook. Llevaban aproximadamente cuatro meses saliendo y, muy contrario a lo que esperó alguna vez, se sentía todo tan en su lugar estando a su lado, que acabó por enterrar definitivamente sus temores y preocupaciones. Si bien sus personalidades dominantes chocaban una que otra vez, solo era por cosas sin sentido, mitad en broma, acarreando sesiones desenfrenadas de sexo, así que no era del todo malo.
Sin embargo, lo que nunca esperó, fue que Kim Seokjin hubiese logrado encontrar el amor que tanto había buscado, y no necesariamente en una escena de película romántica, sino en el bar de siempre. Todo ocurrió la misma noche en que se había quedado con Jungkook por primera vez, el hombre de hoyuelos y supuesta apariencia de hetero curioso, resultó ser todo un caballero. No hubo sexo la primera noche, solo una buena plática, un momento ameno y la promesa de un nuevo encuentro. Jimin estaba sinceramente feliz por él, pues se lo merecía; no dudó en aceptar asumir su trabajo para que se pudiera ir de vacaciones con su pareja, aunque eso implicara una carga extra para él mismo.
Tomó su vaso de cocoa, antes de que terminara de enfriarse, y se dirigió al ventanal, observando los copos de nieve caer lentamente, cubriendo todo con un manto níveo y hermoso. Se sentía un poco nostálgico, hoy Jungkook no estaba. Siempre lo esperaba después del trabajo para irse juntos, según porque, al vivir solo, no tenía mucho que hacer aunque llegase temprano; pero era obvio que no se trataba de otra cosa que una excusa para pasar más tiempo juntos. ¿En qué momento su chico descarado se había vuelto así de detallista?
—Mi chico —susurró para sí, con una sonrisa adornando sus labios. Por la manera en que había comenzado todo entre ellos, nunca pensó que llegaría a llamarlo así.
Se sentía tan bien estar a su lado; la compañía, las bromas, el ambiente ameno y ligero. Jungkook se había convertido, en poco tiempo, en alguien demasiado importante que daba color a sus días rutinarios. No había tenido que cambiar nada de sí mismo, no tenía que quedarse en casa y abandonar sus salidas; ahora salía al lado de su chico, haciendo la noche más divertida. Se había vuelto un romántico sensible, lo admitía. O quizás siempre lo fue, pero no había tenido con quién demostrarlo.
Suspiró agotado, observó los papeles en el escritorio, y caminó de regreso a su labor después de un último trago a su cocoa. Ya casi terminaba, moría por regresar a casa y darse un baño caliente. Llamaron a la puerta. De seguro se trataba del guardia, haciendo su ronda, debía ser extraño tener una luz encendida en una noche como esa, tan cercana a las festividades y en la que no solía haber trabajo acumulado.
—Adelante —contestó a un segundo toque, ya sentado frente a los pocos exámenes restantes.
—Buenas noches, profesor. ¿Está disponible para un repaso? —dijo el dueño de sus pensamientos, entrando con una sonrisa y quitándose el abrigo.
—Jungkook... ¿Qué haces aquí? ¿Y el partido?
Jeon le había comentado que estaría yendo a un partido de baloncesto de su mejor amigo, era una competición importante a la que había prometido asistir a animarlo si lograba pasar las eliminatorias.
—Ya terminó, Yoongi arrasó —alegó orgulloso—. Tiene potencial de profesional.
—Me alegra mucho, Min parece muy apasionado con ese deporte —felicitó—. Creí que irías a la celebración por la victoria.
Jungkook se acercó hasta quedar frente al buró y deslizó sus dedos por la madera.
—Lo pensé..., pero tenía que venir a pedir mi regalo de navidad. Si esperaba a media noche de mañana, no podría obtenerlo.
—¡Vaya! Ni siquiera esperas a que te ofrezcan un regalo, sino que lo pides por ti mismo. Tu descaro no decepciona. —Se recostó en el espaldar de la silla y se cruzó de brazos.
—Así soy... y así me quieres —sonrió con suficiencia—. No puedo abandonar mi esencia. —Se encogió de hombros, restándole importancia. Continuaba acercándose.
—¿Y cuál es su deseo, Señor Esencia?
—Muero de ganas de follarte en este escritorio, desde el primer día que te vi aquí. —Se paró entre las piernas abiertas de Jimin—. Eso es lo que quiero. ¿Simple, no?
Jimin tragó en seco, sopesando la posibilidad, tentado. Pero tenía que ser la voz de la razón.
—Kook, no podemos. El guardia está haciendo su recorrido nocturno, si pasa, nos podría ver o escuchar.
—¿No crees que es más excitante así? —susurró en su oído—. Compláceme, sé que también lo deseas. —Le masajeó la entrepierna por encima de la ropa—. Vamos... —Comenzó a repartir besos por su cuello hasta llegar a sus labios.
¡A la mierda la voz de la razón! Él también lo deseaba desde hace demasiado tiempo.
—Me he vuelto débil ante tu poder de convencimiento.
—Mi mirada de Bambi es infalible. —Se arrodilló frente a él y comenzó a desabrocharle el pantalón.
Los gemidos de Jimin, callados parcialmente por la mordedura de sus labios, llenaban los sentidos de Jungkook mientras le realizaba una intensa felación. El profesor continuaba sentado en su silla, con la cabeza recostada y el cuello hiperextendido, concentrándose en el placer que se repartía por todo su cuerpo. Jungkook estaba especialmente travieso esa noche, había introducido sus dedos al compás de las embestidas de su boca, preparándolo desde los inicios; alegando que desde que estaban juntos, siempre traía el lubricante. Unos movimientos más de esa presta lengua y Jimin estaba dejando su esencia en la cavidad oral de su pareja, quien saboreó hasta la última gota, ofreciendo una vista demasiado erótica al relamer sus dedos y el falo frente a él.
—¡Joder, bebé! Eres tan caliente —dijo Jimin entre jadeos.
—Caliente me tienes tú. Necesito estar dentro de ti, o voy a explotar.
—Mi cuerpo también te quiere dentro. Así que dejemos el preámbulo. —Se recargó de la mesa, sus pantalones se deslizaron hasta sus tobillos.
—¿No era yo el descarado de la relación? —Jeon volteó a Jimin y pegó su creciente erección al voluminoso trasero expuesto.
—Si no te callas y te pones en acción, voy a ser yo quien te folle, y duro.
—Me encanta esa idea, también quiero que me folles contra la madera. —Le besó la nuca—. Pero hoy yo haré los honores. —Lo penetró hasta lo más profundo, en una sola embestida, arrebatando un erótico gemido al profesor.
Las estocadas de desencadenaron, sin piedad, llenando el salón del sonido de los jadeos de ambos y el choque de sus pieles. Jimin se derretía cada vez que Jungkook tocaba su próstata con la punta de su pene, se sentía tan bien y placentero siempre, que era capaz de olvidarlo todo y simplemente dejarse llevar. Sus dedos se aferraban al borde del buró, y su torso se mantenía pegado a la mesa; la fricción de sus pezones con cada embestida era indescriptiblemente deliciosa. El orgasmo estaba cerca, podía sentirlo; justo entonces, vio la luz de una linterna reflejarse por debajo de la puerta y escuchó el eco de unos pasos acercarse a lo lejos.
—Kook... Agh —gimió al intentar hablar—. Espera... Al-alguien viene.
—¿Ah, sí? —Observó el reflejo de la luz—. Entonces debemos apurarnos. —Aceleró el ritmo de las estocadas.
Jimin tuvo que cubrirse la boca con las manos para acallar todos los sonidos lascivos que comenzaron a escapar de su boca cuando Jungkook le separó el torso de la mesa para erguirlo y estimular sus pezones y erección, rítmicamente con las penetraciones. Tuvo que ahogar con más fuerza el sonoro gemido que lo atacó cuando su cuerpo fue sacudido por el orgasmo, mientras que Jeon le mordió con fuerza el espacio entre el cuello y el hombro, para que su gruñido de éxtasis al llegar también al clímax, tampoco fuese escuchado. Ambos quedaron jadeantes y satisfechos, recostados el uno del otro, con sus piernas temblorosas.
Se escucharon unos toques en la puerta.
—Profesor Park —preguntó desde fuera el guardia—. Me pareció escuchar unos ruidos extraños. —El silencio prevaleció por unos segundos—. Profesor, ¿todo bien? —Giró la manija, pero estaba cerrada por dentro.
—Todo está... perfecto —contestó con voz cansada.
—Se escucha agotado, debería ir a descansar.
—Me queda algo de trabajo pendiente, en cuanto lo termine... me iré. Gracias por su preocupación.
—Qué tenga buena noche —se despidió.
El sonido de los pasos se alejó, llevándose consigo la luz.
—¿Escuchó, profesor? Debería irse a descansar.
Jimin se volteó hasta que sus rostros quedaron separados por escasos centímetros. Besó los labios de Jungkook con hambre y vehemencia; lleno de deseo.
—¿Y tú, no escuchaste? Todavía no termino. —Le dio una nalgada—. Hasta que no te folle también contra este escritorio, me queda trabajo.
Los ojos de Jeon brillaron cargados de lujuria.
—Me encanta cuando tienes esa clase de ideas. —Lo besó—. Por eso te quiero tanto.
—También te quiero. Más de lo que te imaginas. —Se fundieron en un abrazo.
Así era su relación, llena de sexo, aventuras, una que otra locura, y un toque picante de descaro. Pero con un creciente y fuerte sentimiento que unía todo en un armonioso y perfecto equilibrio, y creaba un espacio único e irremplazable para los dos.
Oficialmente, "Pride or Sex" ha terminado *inserte nostalgiación xD*. Varios empezaron a llamarme "volteakookminas” mientras leían 🤣🤣🤣. Que conste que mi intención no es voltear a nadie, solo me gusta la versatilidad, y de paso les doy diversidad 😈. Siempre me hace feliz ver que tengo lectores de mente abierta, que no son tóxicos y no se aferran ciegamente a estereotipos; este es un espacio para disfrutar y compartir, no para el hate.
Muchas gracias por haberme acompañado en esta pequeña historia. 💜
Chao chan 😘
Hasta el próximo fanfic.
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