Capítulo 12
Capítulo dedicado a ElizaOlveraR
Hace un tiempecito ya estaba pensando hacerlo. Espero te guste. 😈
La tenue luz de la luna llena se colaba entre las cortinas del ventanal de la habitación de Jungkook. Aún era de madrugada, el reloj marcaba las cuatro con treinta y cinco, el aire se sentía fresco, pero sin llegar a sentirse frío. Jimin descansaba boca abajo, con el rostro algo ladeado; sus cabellos estaban revueltos, sus labios entreabiertos y todavía algo hinchados, su expresión era relajada y su respiración, tranquila. La sábana solo cubría de sus caderas hacia abajo, dando una vista completa de su contorneada espalda. Una vista hermosa, sin lugar a dudas.
Jungkook estaba acostado a su lado, con el cuerpo ladeado y uno de sus brazos flexionados, con la mano sosteniendo su sien, mientras el otro reposaba en su cintura. También tenía cubierta únicamente la parte inferior. Estaba embelesado observando al hermoso hombre con quien había compartido horas previas de pasión y acalorados momentos. Tenía que admitir que había disfrutado más de lo que jamás pensó. Había experimentado un placer distinto, pero delicioso. Si era sincero, le resultaba incómodo ser el pasivo, a pesar de haberlo probado anteriormente; la sensación de sentirse doblegado nunca había sido de su agrado, pero hoy no se había sentido subyugado. No era un halago falso a Jimin cuando le dijo que lo había disfrutado con creces. Por primera vez, había sentido estar simplemente compartiendo placer con un igual, y no estar en medio de una demostración de quién tenía más testosterona.
Después de haber experimentado tanto placer,por primera vez, su mente se llenó de preguntas. Él, generalmente, no tenía que preocuparse demasiado por tener que ser el pasivo, su aspecto hacía a todos creer en primera instancia que era top, facilitándole la cosas; las veces que había probado, había sido por simple curiosidad. ¿Qué pasaba entonces con Jimin? ¿Habría tenido alguna mala experiencia que lo hiciera tan acérrimo a dejarse dominar? ¿Creería que él también era de esos que les gustaba demostrar quién manda en la cama? ¿Lo era? ¿Cómo se habrían sentido los que se habían acostado con él en el pasado? ¿Sería capaz de darle a Jimin un confort suficiente como para abrirse a él? Nunca se había visto pensando tantas cosas, con tantas preocupaciones, ni deseando tanto complacer a alguien y hacerlo feliz.
—¿Qué estás haciendo conmigo? —Contorneó con sus dedos la línea de la espina dorsal de Jimin.
—Mhmm... —El profesor ronroneó y se revolvió ante su tacto—. ¿Qué hora es? —Su voz salió rasposa por el sueño.
—Todavía no son ni las cinco, puedes seguir durmiendo.
—¿Qué haces despierto tú, entonces? —Se volteó hasta quedar boca arriba, dejando su rostro haciendo contacto visual con el de Jeon.
—Te contemplaba dormir. Luces hermoso también mientras duermes. —Acarició su pecho y bajó la mano por su abdomen, hasta escurrir sus dedos por debajo de la sábana.
Jimin le sostuvo la mano, pero ya había hecho contacto con su miembro.
—¿Quieres más? Fueron tres rondas. Eres insaciable. —Le soltó la mano, dejando que comenzara a acariciar su hombría con parsimonia.
—Cuando de trata de ti, lo soy. —Comenzó a dejar besos húmedos a lo largo de su cuello.
Jungkook se fue moviendo poco a poco hasta quedar sobre Jimin, colocando sus caderas entre las piernas de este. Sus manos ahora le sostenían las mejillas, mientras le besaba los labios con suavidad y cariño. Comenzó a mover sus caderas en círculos y a simular pequeñas embestidas; cada roce les dejaba sentir como progresivamente sus erecciones iban creciendo.
—Jungkook... —dijo Jimin en tono de advertencia.
—Shhh... —Le puso el dedo índice sobre los labios—. No quiero dominarte, ni demostrar nada. Déjame hacerte sentir similar a mí. Permíteme llevarte a la cúspide del placer, tal y como lo hiciste conmigo. Quiero retribuirte lo que me has enseñado esta noche, aun si no te has dado cuenta de que lo hiciste. —Con cada palabra, le fue distribuyendo dulces besos a lo largo del torso.
Jimin no oponía demasiada resistencia, no se sentía con ganas de hacerlo. Si bien lo reprendió en un primer momento, fue solo un acto reflejo. Jungkook se había entregado a él sin ninguna clase de reparo, dándole la mejor noche de sexo que podía recordar. En efecto, el orgullo había quedado de lado, solo se trataba de disfrute, picardía y complicidad. Se sentía seguro, y deseaba, de igual manera, experimentar toda clase de placer mientras estaba con él.
Le puso la mano en el pecho y lo apartó. Jungkook se alejó en silencio, quedando arrodillado entre sus piernas, con una expresión triste y decepcionada. Esa negación había dolido.
—Puedes hacer lo que quieras. —dijo Jimin, contrario a lo que esperaba. Separó un poco más las piernas y apartó la poca sábana que quedaba cubriéndolo—. Esta noche, soy tuyo.
Los ojos de Jeon brillaron de emoción y se sintió salivar por el apetitoso panorama frente a él. Sin embargo, justo cuando pensaba arremeter a devorarlo, se detuvo y preguntó:
—¿Estás seguro? No quiero presionarte a nada.
—¿No habías dicho que eras solo un descarado al que le gustaba obtener lo que quería? —Jeon asintió a la pregunta, dudoso—. Pues deja de hacerte el príncipe azul y acaba de follarme. Lo deseo demasiado. —Sus ojos ardieron en pasión.
Jungkook no dudó y engulló el pene erecto de Jimin, sin ningún preámbulo, haciéndolo arquear la espalda por la oleada de placer repentino. La succión se volvía cada vez más veloz y profunda, sacando gemidos sin control de la garganta de Park, que se hicieron más sonoros cuando los dedos del menor comenzaron a adentrarse en él, preparándolo con maestría, deslizándose en su interior gracias al lubricante previamente vertido en ellos. Los dedos del profesor se aferraron a los negros cabellos, ayudando a establecer el ritmo.
—¡Apúrate, ya estoy listo! ¡Entra! —suplicó entre jadeos.
Jeon se colocó el condón y lo penetró, comenzando de inmediato con el vaivén de sus caderas. Estar en el interior de Jimin era la gloria misma,tan caliente, húmedo, apretado; totalmente llenado por su longitud, regalándole gemidos que se escuchaban como la mejor música jamás escuchada. Estaba sumido en el paraíso. Deseó aumentar el ritmo de las embestidas, pero se dio cuenta de que no lo lograba, el dolor residual en sus caderas no le dejaba moverse como deseaba. Al parecer, se habían excedido un poco en sus juegos anteriores. No se arrepentía, había sido demasiado bueno, pero sí le enojaba que su cuerpo no le respondiera como deseaba.
—Shhh... Tranquilo, bebé —dijo Jimin, entre gemidos, al ver el entrecejo fruncido de su pareja—. Yo me encargo.
En un ágil y veloz movimiento, las posiciones fueron invertidas, quedando el profesor encima, cabalgándolo con vehemencia y estableciendo un ritmo más acelerado, justo el que había aprendido unas horas antes que a Jeon le encantaba. Para Jungkook, tener la imagen de Park Jimin montándolo, con su polla rebotando sobre su abdomen, erecta, pulsátil y desbordada de líquido preseminal, fue todo lo que necesitó para sentir el cosquilleo del orgasmo demasiado cerca. Tomó el pene en una de sus manos y comenzó a masajearlo al compás de las penetraciones. Sacó sus últimas fuerzas para acoplarse con sus caderas y profundizar las embestidas, y ambos se derramaron pocos segundos después, cayendo desplomados y completamente satisfechos.
Jungkook ya no tenía dudas, se trataba de mucho más que solo sexo. Esta clase de plenitud nunca la había obtenido ni la obtendría con ningún polvo de una noche. Solamente Jimin había sido capaz de hacerlo sentir así. Esta no iba a ser su única y última noche; y estaba seguro de que él no era el único que lo pensaba.
Disculpen por la demora y perdón por los errores. Espero que al menos haya quedado un poco decente bdndkdkd. Creo que ya tengo cortocircuito cerebral por exceso de lemon 🤣🤣🤣. Escribir este tipo de escenas siempre me da dolor de cabeza. 💜
Chao chan 😘
Hasta la próxima actualización.
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