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035.

Y como fue predicho, Jungkook abandonó el grupo. En medio del silencio, junto a miradas de tristeza y otras con decepción hacia su persona.
Aun así, recibió una despedida cariñosa de cada uno. Pues había estado el tiempo suficiente allí para que los demás le tomaran cariño. Bueno, todos se despidieron excepto Jimin. Él no quiso bajar.

No quería despedirse de Jungkook, pues sabía que sería para siempre.

Habían pasado dos meses desde aquello, Jeon se mudó de nuevo a su antiguo hogar, devuelta con su padre. El reencuentro fue incómodo y seco, pues el hombre mayor lo recibió con los brazos abiertos pero lo único que hizo su hijo fue pasarle de lado sin ninguna emoción en su rostro.

Jungkook no quería nada con nadie.

Se sentía desdichado y dolido. También incomprendido, pero a la vez culpable de mucho. Demasiadas emociones juntas para que un sólo cuerpo las aguantase.

Con el paso del tiempo, se dió cuenta que Jimin tenía razón al decir que él estaba mal mentalmente. Lo que indicaba que debía de asistir a un psicólogo, y lo hizo.

A Jungkook le diagnosticaron depresión.

No era algo tan grave, según a lo que le informaron, pero si se descuidaba mucho podría aumentar su grado y empeorar su estado. Así que inmediatamente inició un tratamiento mediante terapias y antidepresivos. Pues en el fondo él quería salir de eso, sin embargo otra parte de él le decía que mandara todo a la mierda y se encerrase en un baño y acabara con todo.

Cuando aquello pasaba, intentaba alejar esos pensamientos de su mente. Pues esa no era la mejor salida. Aunque a veces, se lo planteaba seriamente... Ya no tenía amigos, y ahora estos estaban enfadados con él, no le hablaba a su padre y este pensaba que estaba yendo al psicólogo para "curar" su homosexualidad. Y lo peor de todo, había perdido a Jimin.

Había perdido al amor de su vida.

Y sin él, nada en su vida tenía sentido.

Nada.

Un día, el timbre en su puerta lo distrajo de la televisión. Al levantarse, dudó mucho en si abrirla o no. Hasta tuvo una leve esperanza de que fuese Jimin. Sin embargo, al finalmente decidirse y abrir la puerta, reconoció inmediatamente aquél cabello morado.

Taehyung.

—¿Qué haces aquí? —preguntó segundos después, completamente asombrado.

El chico afuera, metió las manos en sus bolsillos y se encogió de hombros mientras hacía una mueca.

—Pensé que necesitabas a un amigo.

Jungkook le miró con ojos brillosos e inmediatamente se refugió en él, rompiendo en llanto. Taehyung lo acogió, como tantas veces lo había hecho. Él decidió escucharlo y ayudarlo. Ellos prácticamente se habían convertido en mejores amigos.
Taehyung fue de los primeros en estar en desacuerdo de que Jungkook se fuera, no quería dejarlo solo y menos en su estado. Así que volvió por él.

—¿Cómo has estado? ¿Cómo están todos? ¿Cómo está Jimin? —soltó el castaño al alejarse, después de unos minutos.

Taehyung se adentró a la casa y dejó salir un largo suspiro.

—Estoy bien, los demás también. En el fondo... Todos te extrañamos... —hizo una mueca— Y Jimin...

Jungkook le miró al instante, atento.

—¿Qué con él? —insistió con desesperación en su voz.

Taehyung mordió su labio inferior y resopló.

—Jimin está saliendo con alguien...

El corazón del castaño se detuvo de inmediato.

—¿Qué?

—Sí... —continuó Taehyung con voz apagada— Se llama Taemin, creo que lo conoces.

La expresión de Jungkook cambió a una molesta y de inmediato se volteó para apoyar su mano en una pared, dejando caer su cabeza como peso muerto mientras pasaba una mano por todo su rostro. Sentía su pulso acelerado y su sangre hervir. Los evidentes celos recorrer por todo su cuerpo.

—¿Desde hace cuánto? —preguntó entredientes.

—Hace una semana —respondió— Sinceramente no creo que vayan a algo serio, Jimin lo está haciendo más para... olvidarte.

—¿Olvidarme? —Jungkook se volteó, mirándole anonadado— ¿Quiere olvidarme?

—Pues es algo obvio, Jungkook...  ¿Acaso tú no lo estás haciendo?

El menor cerró su boca y negó con la cabeza, suspirando.

—No... No puedo...

—Jungkook... Tienes que-

—No —le interrumpió con el rostro dolido— Yo... N-no quería perderlo... Lo necesito... Lo necesito en mi vida... Yo sólo... Necesitaba tiempo... No que se fuera para siempre...

Taehyung hizo una mueca al verle derramar lágrimas.

—Jungkook... —se acercó para darle una caricia en su hombro— Te entiendo pero también tienes que entenderlo a él... ¿Cómo ibas a sentirte si tu pareja te dice que no cree estar haciendo lo correcto al estar contigo? ¿Qué duda de su relación? —suspiró— Jimin te ha aguantado mucho, Kookie... Ha estado ahí siempre para ti y a pesar de todo se quedó contigo. Todos tenemos un límite y el suyo llegó. Y sinceramente le doy la razón de su acción, lo que no estoy de acuerdo es que te hayas ido... ¿Era necesario irte, Jungkook?

El castaño abrió su boca, queriendo afirmarlo, sin embargo su voz no salió en el momento.

—Y-yo... —tragó saliva— Creí que era lo correcto para mí... Pero ahora no se si estuvo bien hacerlo, pues ahora me siento tan solo y... —limpió una de sus lágrimas y le miró— Los extraño tanto...

Taehyung le abrazó de inmediato, sintiendo un dolor en su corazón al ver a su amigo así.

—Aún puedes volver... —murmuró dándole una caricia a su espalda.

—No lo creo, Namjoon me dejó muy en claro que no podía hacerlo.

—Eso lo dijo sin pensar, estaba enojado.

—¿Y eso qué? Ya no puedo volver aunque quiera, seguro todos me detestan... hasta Jimin...

Taehyung los alejó.

—Estás equivocado, Jungkook. Todos te amamos y te extrañamos —aclaró— Jimin... joder, Jimin está sufriendo sin ti. Eres prácticamente su todo. Y aunque estemos algo resentidos por tus acciones, no quiere decir que te odiemos.

Jungkook ahogó un sollozo, cubriendo su boca y mirando un punto inexacto al suelo.

—¿Crees que logre perdonarme?

Taehyung parpadeó, pensándolo unos segundos.

—No lo sé.

Jeon pasó una mano por su cabello mientras soltaba un suspiro tembloroso. No estaba del todo seguro que quería sobre su vida, ni tampoco si estaba haciendo lo correcto sobre sus acciones. Sentía duda, inseguridad y miedo. Sin embargo, de lo único que estaba seguro en su vida, era de Jimin.

No podía perderlo. No iba a perderlo.

—No... —susurró para si mismo.

Taehyung levantó le mirada y le miró confundido.

—¿Qué?

—No perderé a Jimin —sentenció.

Dicho esto se dió media vuelta y camino rápidamente hasta las escaleras, comenzando a subirlas.

—¿A donde vas? —preguntó Taehyung con el ceño fruncido, sin entender nada mientras lo seguía.

Jungkook entró a su habitación y se dirigió hasta su escritorio, donde abrió una gaveta y sacó un sobre blanco.

—Ten —se lo extendió al pelimorado.

—¿Qué es esto? —Taehyung tomó el sobre y lo examinó con extrañeza.

—Es una carta —respondió y tragó grueso— Para Jimin.

Taehyung frunció más el ceño.

—¿Y qué quieres que haga con ella? ¿Quieres que se la...?

—Sí, tienes que dársela, porfavor...
—interrumpió, mirándole con ojos suplicantes— La escribí hace unos días, fue algo del momento... Pero ahora sé que realmente necesito que la lea, necesito que... —suspiró, dolido — Necesito que me espere.

Hubo un pequeño silencio. Taehyung debatiendo en si cumplir aquello, pues nadie sabía que él había ido a ver al menor. Y no sabía si entregársela a Jimin, no sabía que contenía, si era algo que ayudaría a su relación o la empeoraría. Sólo le tocaba confiar en Jungkook. Y este último, no dejaba de mirarle suplicante y con dolor en sus ojos.

Taehyung suspiró antes de responder.

—Está bien.

Jungkook inmediatamente exhaló de alivio.

—Gracias... —lo abrazó— Realmente quiero volver, pero necesito tiempo. Sólo un tiempo para despejar mi mente y recuperarme completamente...

El mayor le correspondió el abrazo, asintiendo levemente con la cabeza.

—Eso espero.

[🌈]

Jimin termina de abrazar a Taemin, quién se había tomado la molestia de dejarlo en su casa después de haber salido juntos a cenar.

—Fue una linda noche —dijo el más alto, sonriendo— Realmente la pasé bien.

—Sí, yo también... —le devuelve la sonrisa.

En ese momento Taemin se inclina hacia el rubio y une sus labios de improvisto, en un beso corto que intentó ser más largo pero Jimin lo detuvo.

—Buenas noches... —susurró Taemin mientras le proporcionaba una suave caricia a Jimin en la mejilla.

—Sí... Igualmente —responde, esta vez con una sonrisa fingida e incómoda.

Finalmente se separan y despidiéndose una vez más con la mano, Jimin entra a su casa, cerrando la puerta y apoyándose al instante sobre esta mientras suelta un largo suspiro.

Observa a su alrededor y supone que ya todos deben de estar dormidos, debido al silencio y luces apagadas. Sin querer hacer mucho ruido, sube las escaleras hasta el segundo piso donde camina hasta su habitación, sin mirar nada más. Sin embargo al tomar el pomo de la puerta, su vista inconscientemente se desvía a la que era la antigua habitación de Jungkook y de inmediato los recuerdos le invaden. Cierra fuertemente sus ojos, luchando por contener las lágrimas.

Había estado intentando superar a Jungkook los últimos dos meses, pero joder, era imposible. No podía, aún le dolía. Y mucho. Lo extrañaba demasiado.

Había llorado demasiado por su partida en su habitación, sin querer verlo más. Aunque su cuerpo le gritara que fuera por lo menos a abrazarlo, no pudo. Pues su orgullo y dignidad le ganaban. Sin embargo, ahora se arrepentía. Extrañaba tenerlo cerca, abrazarlo, besarlo, cuidarlo y amarlo. Extrañaba todo de él. Y lo necesitaba tan jodidamente mal.

Pero debía de afrontar la realidad, la decisión que él tomó. Tenía que superarlo y olvidarlo.

¿Pero cómo vas a superar al amor de tu vida?

Suspiró, intentando recuperar las fuerzas y finalmente abrir su habitación.

Cuando entra, deja sus cosas en un mueble y se voltea hacia su cama, deteniéndose de golpe al ver un sobre encima de las sábanas.

¿Qué carajos?

Con el ceño fruncido, se acercó con cautela y mirando a su alrededor lo recoge. Repasa sus ojos por el papel, examinándolo confundido. Hasta que finalmente decide comenzar a abrirlo con delicadeza y algo de temor.

Y cuando lee la primera estrofa, su corazón da un vuelco y de inmediato sus ojos se llenan de lágrimas:

Jimin, amor.

Soy yo, Jungkook.

Te extraño... Te extraño demasiado y por eso decidí escribirte. Porque te amo y te necesito tan desesperadamente... Porfavor, no me odies. Porfavor, no lo hagas. Simplemente necesitaba espacio... espacio para pensar, y pienso que también lo necesitas. Aunque se que me llamas egoísta por asumir que... También hice esto por ti.

Todavía me tienes a tu alcance, Jimin. Incluso cuando estoy muy lejos de ti. No me has perdido.

Porfavor, créeme cuando te digo que todo lo que hago... lo hago pensando en ti. Lo hice principalmente por ti.

Cariño, se paciente por mí. Y porfavor no te enamores de alguien más. Prometo que un día volveré por ti.

Se que probablemente me detestes ahora, y me digas que la he cagado en grande y que nunca me lo perdonarás... Pero lo hice por ti mi amor, sabía lo molesto y desesperado que estabas por mi comportamiento, por mis dudas e inseguridades. Y no quería que continuaras lidiando con eso. No lo merecías. Necesitabas tiempo para respirar. Espero logres entenderlo.

No sé qué más hacer. Sólo te pido que creas en ti y en mí. Estamos destinados a estar juntos. No te estoy mintiendo. Sé que estás desconfiando. Pero te pido porfavor que me esperes, porque no quiero perderte. No estoy listo, no estoy listo para ti ahora, cariño.

Porfavor no me odies.

Te lo prometo, un día, volveré contigo.

Prometo, bebé, que un día volveré por ti.

Te amo.

El final está cerca.

Sorry por el cap kk.

Also, por si a alguien le interesa, publiqué un nuevo fanfic ^^ si les gusta la temática de vampiros kookmin, pueden echarle un ojo.

Nos vemos, chau. <3

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