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031.

El padre de Jungkook siempre fue reconocido por ser un hombre bastante educado y trabajador. Con una amable y humorística personalidad que lo caracterizaba.

Era un hombre ejemplar, un buen marido y un buen padre.

Para Jungkook, después de que su madre falleciese, su padre se había convertido en prácticamente su todo. Siendo un pequeño adolescente de 15 años, se aferró fuertemente a la única persona que tenía en esos duros momentos de su vida. Pasando ambos a ser únicamente padre e hijo, fortaleciendo aquél valioso lazo con el tiempo.

Sin embargo, el tiempo pasó, y Jungkook creció. Logró graduarse de la secundaria y poco después entró a la universidad para finalmente dejar el nido e independizarse.

Su padre nunca supo la razones específicas del porqué se mudó, ni con que tipo de personas viviría, ni mucho menos sobre las dudas que meses atrás había tenido respecto a su orientación sexual. A pesar de la mucha confianza que se tenían, Jungkook no se vió capaz de hablar de eso con su padre en aquellos momentos.

Fue cuando recibió una llamada de su progenitor diciéndole que quería verlo, que decidió aprovechar ese momento para liberarse con él. Y sinceramente, se sentía tranquilo pero en el fondo tenía un pequeño miedo. Lo primero es debido a que es consiente de que su padre jamás había hecho un comentario malo al respecto de los homosexuales, él siempre decía que cada persona hiciera con su vida lo que quisiera. Así que eso en cierta parte le tranquilizaba. Pero a pesar de eso, siempre existe ese imborrable miedo e inquietud del cómo será su reacción o peor aún, sentirse rechazo.

Jungkook iba con la mentalidad positiva. Pues tenía al mejor papá del mundo y no debía de preocuparse de nada.

Cuando tocó el timbre de su antiguo hogar, no pasaron dos segundos cuando ya tenía a su padre abrazándole fuertemente y dándole la bienvenida.

—¡Hijo! ¿Cómo haz estado? ¡Woah, creciste demasiado! —le miró de pies a cabeza con una sonrisa la cuál era parecida a la de Jungkook.

—¿Qué dices, papá? ¡Sigo igual desde que me fui! Y eso que solo han sido seis meses —explicó entrando a la casa y sintiendo el fuerte sentimiento de nostalgia— Vaya, no me dí cuenta que extrañaba estar aquí hasta ahora.

Su padre se posicionó a su derecha, abrazándole de lado.

—¿Y no extrañas a tu viejo? —preguntó con dolor fingido en su voz.

Jungkook le miró y comenzó a reír.

—¡Por supuesto que sí, pa!

El señor Jeon también rió, negando con la cabeza.

—Ven, acompañame a un trago. Tengo mucho que contarte —dijo caminando hasta el pequeño mini bar que tenían cerca de la sala.

—Yo también... —murmuró Jungkook siguiéndole.

[🖤]

Habían pasado unas largas horas en las que los hombres Jeon se la pasaron conversando entretenidos y tomando después de ver un partido de rugby, algo que acostumbraban hacer entre ellos. Encendieron la chimenea de la sala de estar donde se sentaron y el mayor decidió preguntarle más cosas a su hijo, quién ya llevaba otro pequeño shot de whiskey a su boca.

—¿Y que tal te va en la universidad, hijo? No tocaste tanto el tema hace unas horas.

Jungkook limpió su boca con su mano y se encogió de hombros.

—Bien, la otra semana tengo unas dos pruebas. La materia está fácil así que sé que me irá bien —habló con confianza.

—Espero que así sea, ya deseo ver que te conviertas en un profesional y salgas al mundo laboral.

Jeon hizo una pequeña mueca.

—Supongo...

—¿Te haz adaptado bien al lugar dónde vives?

—Sí, mucho —inmediatamente pensó en Jimin y sintió nervios— M-me llevó muy bien con ellos, son excelente compañía.

El señor Jeon se acomodó mejor en su asiento esbozando ahora una traviesa sonrisa.

—¿Y qué me dices de alguna pareja? —preguntó sin pudor— ¿Ya haz encontrado alguna chica por allí?

Jungkook se tensó inmediatamente y se removió del sillón, comenzando a sentirse incómodo y más nervioso. ¿Qué debía responder exactamente? No sabía muy bien cómo empezar a decirle a su padre sobre Jimin, sobre qué le gustaba un chico y qué eventualmente era homosexual. Sabía que debía hacerlo ahora, pues era consciente de que no volvería verlo en mucho tiempo y era más una necesidad que una obligación el contarle. Su padre era prácticamente como su mejor amigo, le contaba todo y tomaba muy en cuenta siempre sus opiniones. Para él era muy importante, pues le consideraba una persona muy sabia y admirable, siempre lo fue.

Sin embargo tenía miedo, mucho miedo ahora. Y no sabía exactamente el porqué.

—Ahm... —rascó detrás de su oreja— S-sí hay alguien, si tengo pareja... —bajó la mirada.

El señor Jeon le miró sorprendido.

—¿Lo dices enserio? —preguntó con emoción— ¿Y quién es? ¿Cómo se llama?

Jungkook se sintió abrumado por tanto cuestionario.

—Joder papá, cálmate un poco... —rió nervioso— T-Tampoco es la gran cosa...

—¡¿Qué no es la gran cosa?! —exclamó— ¡No haz tenido novia desde los diecisiete, Jungkookie! ¡Esto prácticamente es un milagro!

—Pff, no exageres. Tampoco ha pasado tanto tiempo... —musitó recordando la palabra "novia" y seguidamente las únicas dos que había tenido en su vida.

—Bueno, háblame de ella —le miró atento y con una sonrisa.

Jungkook levantó la mirada, con los ojos y boca abiertos.

—A-ah yo... —tragó saliva y miró el suelo— No es exactamente... una chica... —murmuró disminuyendo su voz de a pocos.

—¿Cómo? —le miró extrañado— No entiendo, Jungkook... —frunció el ceño demostrando ese sentimiento.

El menor pasó una mano por su rostro y soltó el suspiro más largo de su vida, buscando las fuerzas y palabras para poder continuar.

—Papá, hay algo que no te he dicho... —comenzó mordiendo su labio, sintiendo su corazón latir fuertemente.

—Suéltalo —le animó tranquilamente su padre, sin embargo en su mirada se podía notar cierta desconfianza.

¿Soltarlo? Bueno, él podría hacer eso, ¿no? Definitivamente ya no había vuelta atrás, había ensayado lo que diría en este momento varias veces en su memoria y ahora estaba pasando. Inhaló y exhaló profundamente, sintiendo sus manos temblar ligeramente. Entonces un fuerte pensamiento llegó a su mente, uno que decía: ¡Déjate de rodeos y sólo dilo! El cuál se apoderó de él y simplemente pensó: A la mierda.

Papá... soy gay, me gustan los chicos y ahora mismo estoy emparejado con uno.

Inmediatamente sintió como un peso se le quitaba de encima pero solo faltaba la respuesta de su progenitor el cuál le miraba con total desconcierto.

—¿Disculpa? —levantó una ceja.

Jungkook suspiró angustiado.

—¿Enserio me harás repetirlo de nuevo?

—No, creo que ya entendí, sólo que... —el hombre miró un punto fijo con el ceño fruncido y después soltó una risa seca— ¿Me estás tomando el pelo, cierto?

El menor no supo exactamente como reaccionar debido a la expresión de molestia de su padre.

—Ehm... no, es verdad —confirmó con más seguridad— Tengo novio, no novia, ¿entiendes?

Parece que su padre se quedó en un shock momentáneo por unos segundos en los que Jungkook no sabía qué hacer.

—¿Papá? —le llamó cautelosamente— ¿Te encuentras bien?

El hombre salió de su trance y negó varias veces con la cabeza.

—No, definitivamente no —espetó con voz seria— Esto... Es increíble —llevó una mano al puente de su nariz— No, Jungkook, tú no, tú no, joder...

—¿Qué? —el castaño frunció el ceño—¿De qué hablas? ¿Porqué-?

—No —le interrumpió mirándole fijamente, Jungkook palideció al reconocer esa mirada de su padre que indicaba enojo absoluto— Tú no puedes ser gay, Jungkook. Es imposible, tú salías con chicas...

—¡Pero ya no me gustan! —exclamó alterándose de a poco al percatarse de las palabras de su padre— Simplemente, ya no. Pero... Papá, está bien, ósea... Pensé que lo entenderías, no es nada malo, sólo yo-

—¡Silencio! —su padre se levantó de un golpe del sillón y le señaló— No eres gay.

Jungkook impactado también se levantó, quedando a su altura.

—Padre, no puedes definir si lo soy o no —habló con voz neutra— Eso simplemente es algo con lo que naces.

El señor Jeon llevó ambas manos a su cabeza y caminó por toda la sala, alterado y frustado.

—Maldita sea, esto no me está pasando... —murmuraba para si mismo mientras Jungkook le miraba con expresión pasmada— Tengo la solución —chasqueó los dedos y le sonrió fingido— Te llevaré a un psicólogo, sólo estás confundido, nada más. Los jóvenes de hoy en día... Ahg, todos son así, es como una moda ahora pero tranquilo, estarás bien —palmeó alentadoramente su hombro con una aliviada sonrisa.

Jungkook aún con su rostro atónito, apartó al instante la mano de su padre y retrocedió.

—Y-yo no puedo creer lo que estás diciendo, yo... no estoy confundido...

—¡Joder, Jungkook! —su padre alzó la voz, repentinamente más alterado— ¡Tú no me puedes hacer esto! —cubrió su rostro— ¡Mierda, esto no me puede estar pasando otra vez! ¡Parece una maldición!

—¿De-De qué estás hablando? —Jungkook le miraba entre confundido y asustado, se veía demasiado sensible e inestable desde su posición.

Pues no se esperaba esta reacción de su padre en absoluto. Le tomó completamente desprevenido. Parecía irreconocible, jamás le escuchó decir cosas así. No entendía nada.

—¡De tú madre, de ella hablo!

Jungkook sintió su corazón detenerse.

—¿Qué? ¿Ella que tiene que ver en todo esto? ¿De qué mierda estás hablando? —preguntó mostrando algo de enojo, pensando que su padre la mencionaba sin ningún sentido.

El hombre presionó sus labios y finalmente miró a su hijo, casi derrotado y con un expresión de dolor.

—C-Cuando tu madre y yo éramos jóvenes... En la secundaria, nos gustábamos y nos hicimos pareja —tragó saliva— Un día... Descubrí que... ella me había estado engañando con... con una mujer... —cerró fuertemente sus ojos.

Jungkook sintió como el alma se le iba del cuerpo.

—... ¿qué? —soltó en un hilo de voz.

—Yo... no supe que hacer, no sabía que ella era... —suspiró, mirando hacia otro lado— bisexual o lo que sea... El hecho es que la quise terminar pero ella dijo que me amaba... Y que no quería... Entonces le hice elegir y... Ella me eligió a mí... Pero sabía que lo hizo más por la presión que por mí y... Eso hasta el día de hoy me sigue doliendo... Ella nunca me amó lo suficiente, siempre la amó más a ella... ¿Entiendes? —levantó su vista, mirándole suplicante—Tú no puedes hacerme lo mismo Jungkook, no puedes abandonarme también por esas tonterías... Joder, no puedes estar con un chico... E-es malo, no está bien... Simplemente no es lo normal, tu debes de estar con una mujer. Te lo digo por tu bien, esto...

—No —Jungkook le detiene de manera tosca.

Su padre le mira confundido al verlo completamente molesto.

—Jungkook...

—Cierra la boca —alzó la voz— Simplemente no digas nada más... —pidió, sintiendo sus manos temblar y retrocediendo de él.

Se sentía abrumado, confundido, sorprendido, dolido. Muchos sentimientos y mucha información que no sabía como controlar, esto se había salido de sus manos. No sabía como reaccionar exactamente, no entendía nada. Este sentimiento de rechazo era demasiado nuevo para él, no podía lidiar con la fuerte punzada que golpeba repetidas veces contra su pecho. Era realmente horrible, y quería que acabara.

—¡A mí me respetas, Jungkook! —exclamó su padre con rabia ante el acto de insolencia— ¡Si te estoy diciendo esto es por una razón! ¡Te estoy ayudando, joder!

—¡No, no lo haces! —le señaló con la mirada filosa— ¡Lo que estás haciendo no es lo correcto, tu deberías de apoyarme no decirme esto! ¡No eres así, padre! ¡Y yo sé lo que soy y no me voy a reprimir por tus traumas del pasado!

Su padre, enfadado, se acercó a pasos firmes hasta él y le tomó fuertemente de los hombros, obligando a mirarle.

—Hijo... Hijo mío, porfavor escúchame. Esto no es un buen camino para ti, te van a hacer daño. Yo te amo y no quiero que sufras, no quiero que esto afecte en tu vida. Piensa en ti, piensa en esto, no tiene sentido, joder, un hombre no puede estar con otro hombre, está prohibido, es pecado, lo dice en la biblia, hijo. Está ahí, te irás al infierno y no quiero eso, sólo estás confundido, entiéndelo, tú no eres homosexual. Conocerás a una chica, te casarás y formarás una familia con ella. No arruines tu vida así, porfavor. No lo hagas, hazme caso porfavor. No me decepciones así.

Jungkook con los ojos totalmente abiertos y la respiración agitada, apartó bruscamente a su padre de él.

—N-no me vuelvas a-a hablar... —le advirtió con voz rota, sin embargo no había rastro de lágrimas en su rostro, comenzando a alejarse.

—Hijo... —su padre comenzó a seguirle.

—¡No! ¡Cállate, sólo...! —jadeó negando con la cabeza— ¡No sabes lo que dices, ya no puedes mandarme! ¡E-es mi vida y yo sabré que hacer con ella! ¡Tú-tú deberías de aceptarme! ¡No-no decirme esto, yo...! —se calló al sentir un horrible nudo en su garganta y suspiró— Adiós —dicho esto y con su corazón doliendo fuertemente, giró sobre sus talones en dirección hasta la puerta principal.

—¡Jungkook! —su padre le llamó— ¡Jungkook!

Pero su hijo ya se había ido, cerrando la puerta con fuerza.

[🖤]

Jimin estaba sentado sobre su cama, acostado contra el espaldar con su laptop en sus piernas, escribiendo atento un pequeño cuestionario cuando escucha golpes apresurados en su puerta.

Mira con el ceño fruncido hacia esa dirección y suspira mientras deja la laptop en algún lugar de su cama y se levanta para caminar hasta la puerta.

Al abrirla lo primero que ve es a Jungkook con su rostro completamente afligido y antes de poder decir algo siente como este lo toma y lo envuelve en sus brazos fuertemente, casi temiendo que se fuera o recordando que fuese real.

Jimin le corresponde lentamente y algo extrañado.

—¿Cómo te fue con tu padre? —se atrevió a preguntar.

Entonces Jeon rompe el abrazo y toma el rostro del rubio con ambas manos, acercándolo al suyo.

—No quiero hablar de eso, por ahora te necesito... —susurró con voz lastimera.

Jimin no tuvo tiempo de responder cuando Jungkook había unido ansiosamente sus labios, en un beso desesperado y completamente necesitado. Como si quisiese dehacerse de algo rápidamente, de alguna inquietud. Y aquello incómodo al rubio, pues no era normal.

—Kook.. —intentó hablar en medio del beso pero entonces siente como es empujado por el cuerpo de Jungkook hasta caer a la cama donde se sube al instante sobre él y ataca su cuello, llevando a su vez sus manos hasta el cinturón del mayor.

—Jungkook... espera...

Jimin intentó detenerle por los hombros, podía escuchar los fuertes jadeos de su pareja mientras le besaba e intentó seguir forcejeando pero entonces, de improvisto, Jeon comenzó a detenerse de a pocos, sus manos también y después lo que para el rubio habían sido jadeos, ahora habían pasado a sollozos amortiguados, debido al menor tener su cabeza escondida en el hueco de su cuello.

Jimin se quedó inmóvil, al igual que su corazón, tardando en captar lo que estaba escuchando.

Jungkook estaba llorando.

—¿Kook...? —susurró sorprendido, mirando abajo donde estaba el rostro escondido del castaño y llevando una mano indecisa a cabello— ¿Q-Qué sucede?

Sintió las manos de Jeon abrazar fuertemente su cintura sin dejar de sollozar.

—Él me rechazó... —murmuró con voz entrecortada.

Jimin frunció el ceño.

—¿Qué? ¿A qué te refieres?

Entonces Jungkook levantó su mirada lentamente, enseñando su nariz y ojos rojos a su novio quién al instante le miró con preocupación.

—Me dijo cosas horribles, yo pensé que me aceptaría... De verdad que pensé que... —hipó— No puedo creerlo aún, yo... No puedo, simplemente no... —se rompió nuevamente, siendo acogido como un niño por los brazos de Jimin que acudieron a él al instante.

—Ay, amor... —Park sintió sus ojos cristalizarse mientras acariciaba el cabello castaño oscuro de Jeon— Yo... Lo lamento tanto... —inhaló— Tranquilo... Todo estará bien, sólo... —mordió su labio al sentirlo temblar— Puedes llorar.. —soltó derrotado— Descuida, bebé... Está bien, todo estará bien...

Jungkook sollozó más fuerte, aferrándose más a Jimin y soltando todo lo que no había hecho horas atrás con su padre. Se sentía mal, muy mal. Aquél sentimiento era demasiado horrible, no podía soportar ese rechazo y menos de su padre, de la única familia que le quedaba. Pensó entonces en su madre, en todo lo que nunca supo sobre ella, en como todo era tan confuso como triste a la vez, no podía dejar de pensar en ella. En qué hubiera hecho si estuviera con él. Al igual que no podía dejar de pensar en todo lo que le había dicho su padre, aunque no quisiera. No podía evitarlo. Siempre lo había visto como una figura de admiración, todo lo que salía de su boca siempre era lo correcto. Por primera vez, no estuvo de acuerdo con él. Aún así no dejaban de repetirse en su mente.

Sólo podía rogar con que se detuviesen y no se apoderasen de él.




Hi guys, no me maten ah :( algunos supusieron lo que iba a pasar.

La verdad siempre sale a la luz.

La historia de la madre de jk va a ser fundamental en los siguientes capítulos, a que no se lo esperaban verdad? Qué decir, caras vemos pero corazones no sabemos.

Al parecer ahora nuestro jungkookie está confundido de nuevo... :/

Pero dejando eso de lado, si quieren distraerse un poco de esto. Pueden pasarse a ver mi nuevo fic que publiqué antier, vayan y denle amor si les gusta ^^ igual se que lo hará <3

Nos vemos, chau 💕

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