010.
Había pasado un mes exactamente desde lo ocurrido.
El tiempo suficiente para que la herida de Jimin sanará, al igual que varias partes de su cuerpo que estuvieron adoloridas en su momento.
Y se preguntarán ¿qué habrá pasado en todo el trascurso del mes? Bueno, para empezar Jungkook cumplió su promesa de no alejarse de Jimin y estar a su lado en todo momento, y así fue, el castaño faltó tres días a clases por el solo hecho de estar junto al rubio, cuidándole. Y se hubiera quedado más tiempo de no ser que los demás miembros y el mismo Jimin insistieron en que debía volver a su vida académica y no retrasarse más.
Jungkook finalmente le prometió a Jimin que iría a verle todos los días después de la universidad, visitándole en el tiempo de visitas a los pacientes.
Lo cuál eran tres horas en las que el menor pasaba tiempo junto al rubio, ya sea cómo en los primeros días estando simplemente sentado a su lado, contándole anécdotas sobre su vida o haciéndole reír intentando que los efectos secundarios que hacían al mayor quejarse de dolor, se aliviaran o los olvidara.
También Jungkook fue el primero en sostener la mano de Jimin cuando tuvo que comenzar a caminar de nuevo, lo cuál fue difícil ya que la incomodidad y el dolor se lo dificultaban. Pero al cabo de unos días pudo volver a estar de pie sin necesidad de ayuda, aunque a veces no aguantaba tanto tiempo y debía sentarse para recibir adecuadamente los sueros y antibióticos.
Obviamente los demás chicos iban seguidamente a visitarlo, le traían pequeños regalos y le hablaban sobre su día, de modo que Jungkook regresaba a la casa a dormir aunque sea un poco o hacer sus tareas.
En todo ese lapso de tiempo, la relación entre Jimin y Jungkook se fortaleció, llegando a un punto en el que no podían estar tanto tiempo sin el otro. A pesar de las dificultades del pasado, Jungkook nunca se le declaró a Jimin y este último nunca le dijo la verdad. No era necesario, ni tampoco importaba mucho en ese momento, así que lo dejaron pasar. Claro que siempre sentían mutuamente mariposas en el estómago cada vez que se veían, era algo inevitable, al igual que era algo obvio que mutuamente se atraían mucho.
Jimin necesitó solo un mes para caer rendido ante Jungkook. Le gustaba mucho. Ya lo había aceptado y no podía negarlo, aquellos tiempos en los que convivieron le permitió conocer más a fondo al castaño. Dándose cuenta sólo hasta el final de que lo quería con todo su ser.
Jungkook era la persona más maravillosa y auténtica de este mundo, pensaba.
Y en cierta parte, dolía. Pues había cometido un error y era enamorarse de lo prohibido. Tal y cómo novela de amor cliché, él y Jungkook no podrían tener algo, primero no estaba del todo seguro si el castaño le gustaban totalmente los hombre o no, segundo no sabría si correspondería a sus sentimientos, y tercero en el club estaba prohibido las relaciones amorosas entre ellos.
(A excepción de Yoongi y Hoseok que ya eran pareja desde un principio)
Así que intentó que aquél sentir se esfumara, intentó dejar de gustarle pero era imposible cuando Jungkook llegaba todos los días con una bella sonrisa en su rostro y algo nuevo entre sus manos. Ya sea un pequeño ramo de flores, chocolates, libros, cartas de los miembros, etc...
Parecía que Jungkook estaba haciendo un esfuerzo por conquistarle, porque si fuese así, lo estaba logrando y mucho.
Ahora mismo lo estaba esperando, sentado en la cama de hospital con ropa corriente y sus cosas guardadas en su bolso. Ya le habían dado de alta y estaba listo para irse, pero el castaño le había pedido hace unos minutos por teléfono que le esperaba, pues quería presenciar el momento en el que Park Jimin salía por fin del hospital. Para él era una tontería, ya estaba deseando salir corriendo de ahí y nunca volver, pero no se podía negar a Jungkook. Ya no.
Tocaron la puerta y sonrió, sabiendo de antemano que ese era el menor quién ya había llegado.
—Pasa, Jungkookie —pidió riendo debido a que el castaño había comenzado una banda sonora tocando la puerta.
A los segundos la puerta se abrió, entrando Jungkook con una gran sonrisa y bien abrigado. Además de otro abrigo que llevaba en su brazo.
—¿Quién ya salió del hospital?~
—canturreó el menor.
—No empecemos con eso ahora
—dijo Jimin rodando sus ojos sin poder evitar sonreír.
—¡Tú, tú, tú y tú! —exclamó tiernamente Jungkook, acercándose a Jimin y pellizcando sus mejillas.
El rubio se sonrojó por la cercanía y empujó sin hacerle daño al castaño lejos de él.
—Voy a golpearte —amenazó, frunciendo el ceño. Gesto el cuál Jungkook encontró muy tierno, cómo todo Jimin, según él.
—Dios, estoy tan feliz... —suspiró el menor, ignorando su comentario
—Ya quiero que vuelvas a casa, allá todos te extrañan, Jimin.
El rubio sonrió traviesamente y escondió sus manos detrás de su espalda.
—¿Y tú no me extrañas, Jungkookie?
—preguntó acercándose al menor, haciendo un puchero a propósito.
—C-claro qué sí, Jimin... —tragó saliva y bajó sin pudor sus ojos hasta los labios del rubio, los cuáles el adulido se relamió mientras se acercaba más.
Jungkook sintió su corazón comenzar a latir más rápido de lo normal, emocionándose al instante. Y antes de que hiciese ademán de dar el paso que tanto quería, tocaron la puerta, logrando detenerle de improvisto.
Se maldijo internamente, alejándose del rubio, quedando ambos en un aire tenso e incómodo. Mierda, siempre pasaban este tipo de cosas cada que ellos hacían eso, siempre había alguien que les interrumpía o algo pasaba, dejando que luego se sintiesen ambos avergonzados y tuviesen que fingir que nada había pasado.
Pareciera que el destino no quería que se besasen.
Al menos no por ahora.
La puerta volvió a sonar y Jungkook con un eje de rencor hacia la persona que estuviese al otro lado por interrumpirle, caminó hasta ella y la abrió.
Qué ironía, era una enfermera.
—Hola, disculpen el interrumpir pero ya es hora de que se retiren —avisó con voz amable.
—Claro, ya nos íbamos —dijo Jeon, cargando el bolso de Jimin.
La enfermera asintió y se marchó.
Jungkook miró al ex paciente quién mantenía su vista fija en la ventana, parecía pensar en algo.
—Hey, ¿vamos? —llamó su atención y cuándo la obtuvo le dedicó una cálida sonrisa.
Jimin imitó su acción, algo cohibido por el hecho de que el castaño llevase su bolso, debido a que estaba muy pesado y el no podía cargar cosas pesadas por el momento. Le pareció un gesto muy lindo y tierno, sin embargo su corazón se aceleró cuando Jungkook se acercó y le ayudó a ponerse su abrigo para que segundos después le tendiera su mano en una obvia invitación a que la tomase.
¿Caminarán juntos de la mano hasta la salida?
No mentiría si dijera que chilló por dentro. Pues había llegado al punto en que aceptaba que aquél chico provocase ese tipo de cosas en él.
Miró su mano, demonios esto estaba tan mal... bueno, ¿quién se daría cuenta? Además, solo serían unos minutos, no haría mal, ¿verdad?
Finalmente se dejó de rodeos y tomó la mano de Jungkook.
Al instante sintió una especie de corriente eléctrica pasar por su columna vertebral, estremeciéndole de pies a cabeza. Joder, ¿cómo es posible que con ese simple toque de piel se pusiera así? Estaba jodido, si lo que lo estaba.
Levantó la vista topándose con los ojos brillantes de Jungkook quienes le miraban con atención para luego sonreír tiernamente y salir ambos de la habitación y seguidamente del hospital, donde afuera les esperaba namjoon junto a su auto con una gran sonrisa. Pero fue borrada por un ceño fruncido y confundido al ver sus manos entrelazandas.
Jimin se soltó del agarre del castaño para caminar rápidamente hasta el peligris y lanzarse a abrazarlo. Le había extrañado mucho.
Namjoon rodeó el pequeño cuerpo de Jimin entre sus brazos, correspondiéndole. Aunque una gran duda y sospecha comenzaba a crecer en su cabeza, la cuál no se saldría de allí hasta que la confirmara o la averiguara. Pues si era lo que el pensaba, no estaría para nada feliz.
Miró de reojo a Jungkook quién golpeaba extrañamente su mejilla con su lengua y miraba en otra dirección, algo inquieto. Esta acción sólo levantó más las sospechas de Namjoon, así que rompió discretamente el abrazo con el rubio y con voz suave le pidió que se subiera al auto.
Una vez Jimin se alejó de ellos, se acercó al castaño quién al verle le sonrío con insuficiencia, pues la expresión del mayor no era del todo buena.
—¿Pasó algo, Nam? —se atrevió a preguntar.
—Sólo te diré una cosa, y es que tu y yo debemos hablar apenas lleguemos a casa, ¿entendido?
Jungkook le miró entre confundido y algo asustado.
—¿Hice algo malo?
—Si es lo que creo, me temo que sí, Jungkookie —respondió con ironía para dar media vuelta y caminar hasta el auto.
Jungkook se quedó estático en su lugar, en shock. Hasta que el sonido de una bocina le hizo salir de su trance y caminar hasta el vehículo, subiéndose en él y arrancando.
Mientras que en todo el trascurso del camino sólo pudo deducir que estaba en problemas.
me: no publicaré hasta diciembre
also me: * sube cap *
Bueno, jimin esta bien, Jungkook también, ambos se llevan bien ahora... Peor aún quedaron algunos cabos sueltos en el pasado, ¿volverán?
Namjoon sospecha algo, sera tan mala su reacción?
Idk, bueno si lo sé jajaja pero tendrán que esperar.
Nos vemos, chau 💗
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