007.
Apartó unos incómodos cabellos de su frente antes de seguir escribiendo en el computador. Debía de terminar de acomodar los horarios y actividades antes de su hora de salida de la clínica en la cuál trabajaba como recepcionista.
Pero los recuerdos de todo lo recientemente ocurrido y sus sentimientos hacia ellos le impedían continuar correctamente, deteniendo su escibrir y mirando la madera pulida de su escritorio.
Después de que Jungkook había intentado besarle, las cosas entre ellos dos se volvieron más tensas de lo que ya estaban. Habían pasado dos semanas en las que se ignoraban olímpicamente entre ellos, o siquiera mirar al otro. Sin embargo hubieron momentos en los que el menor intentó hablar con el al respecto, pero Jimin se negaba y huía. No quería hablar, pues no sabía que decir exactamente ni tampoco quería escuchar alguna excusa estúpida.
El saber que Jungkook era el chico del club gay, le hizo cambiar su perspectiva de todo.
Ya se habían besado, ya habían bailando juntos incluso tocado.
Su nivel de confianza había rebasado desde aquél momento y Jimin lo desconocía hasta ahora.
El problema era que no sabía qué hacer con toda esa información.
Jungkook no recordaba nada, ósea, no le recordaba a él. ¿Qué debía hacer ahora? No se había arriesgado a contarle a nadie, cuando estuvo a punto de decirle a Taehyung se detuvo, pues últimamente andaba muy cercano al castaño y temía que en algún momento le dijera al menor.
Así que decidió guardárselo y no contárselo a nadie por el momento.
Volviendo a lo anterior, no sabía que hacer ahora, no sabía si debía comportarse diferente con el menor, alejarse más de él o lo contrario, decirle y ver que sucedía, quién sabe talvéz el castaño no lo tome tan mal y pudiesen tener algo en un futuro... Esperen, ¡¿qué?! ¿Cómo se le había ocurrido eso? ¡Qué locura! Ni siquiera estaba seguro si a Jungkook era gay o algo parecido y ya estaba imaginando un futuro con él, ¡qué tonterías! Jamás podría estar en algo con él menor, era parte del club y estaba prácticamente prohibido establecer relaciones amorosas entre ellos.
La única pareja que había eran Yoongi y Hoseok, pero esa era una historia aparte, pues ellos se conocían desde hace muchísimo tiempo y se habían gustado desde siempre, fue hasta ahora que decidieron dar un paso más a su relación. En ese momento todo el grupo lo respetó, pues era algo evidente desde hace mucho tiempo. En fin, al final decidieron que era mejor evitar que sucedieran cosas entre ellos serias, pues aquello podía afectar en un futuro su relación y amistad y arruinar el club si algo salía mal.
Por eso él y Jungkook no podían tener algo, jamás.
Además, cómo reaccionarían los miembros al saber que el tal famoso chico del club gay... ¡todo este tiempo había sido él!
Era imposible pero sí, lo era. Jimin se cuestionó si es que realmente había confundido a Jungkook con aquél chico. Pero después de analizarlo, sacó la conclusión de que no. Era él, todo coincidía tan tenebrosamente que le asustaba muchísimo el hecho de que nadie más se diese cuenta, ¡ni siquiera el mismísimo Jungkook!
¿O talvéz ya todos lo sabían sólo que se lo estaban ocultando? ¿Sería eso?
Ya no entiende ni tampoco sabe que hacer. ¿Debería de decirle toda la verdad a Jungkook? ¿Se arriesgaría a que se alejase de él, debido a su reacción? Dios, ni quiera sabía como reaccionaría.
Pero luego las imágenes de cuando intentó besarle se cruzan por su cabeza y entonces estalla en total confusión y enojo.
¿Sería que Jungkook estaba probando con él?
Porque si era así, no quería serlo para nada. Pues le dolía, le dolía muchísimo si sólo el menor le viese como alguien con quién saciar su curiosidad, pues jamás lo admitiría pero había comenzado a tener ciertos sentimientos por Jungkook.
Los cuáles le atormentaban día a día.
Y esque cuando bailó con aquél chico de cubrebocas negro, cuando lo vió por primera vez, quedó prendidamente enamorado de él, en todo sentido de la palabra, no enamorado de verdad pero si sintió algo parecido. Había tomado unos cuántos tragos, pero eso no le impidió el que besara a aquél chico, y simplemente quedó cautivado por él.
Tanto que después de besarlo, supuso a donde iría a parar todo esto y no quería, no quería que solo fuera algo de una noche, quería algo más. Y para no resultar dañado con ello, prefirió alejarse sin decir más de él. Con aún el recuerdo de sus labios sobre los suyos.
Y ahora el saber que ese chico había sido el mismísimo Jungkook... simplemente todo dentro de él explotó y se hundió en una burbuja en al cuál no lograba salir, una burbuja llena de preocupación, estrés y confusión.
—¿Qué voy a hacer ahora...?
—murmuró dejando caer la cabeza entre sus manos.
—Lo que debería de hacer es terminar su trabajo y dejar de hablar sólo, Park.
Levantó de golpe su cabeza al oír la voz de su jefe, quién le miraba fijamente con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
—E-eh sí, lo siento, señor... —hizo una reverencia y continuó su trabajo apresuradamente. Su jefe asintió con la cabeza y seguidamente salió de la clínica.
Jimin rodó sus ojos y se dispuso a terminar todo, pues faltaban veinte minutos para que él saliera. Pasado ese tiempo y después de recoger sus cosas y demás, se dedicó finalmente a salir de su lugar de trabajo.
Ya afuera, soltó un respiro de cansancio, había sido un largo día laboral, ahora lo único que deseaba era volver a su casa en la comodidad de su cuarto y cama.
Ya estaba oscureciendo, las luces de los postes se encendían y la ciudad se iluminaba de a pocos. Las calles comenzaban a llenarse de autos, pues todos volvían de sus trabajos. Jimin no tenía auto, así que obtaba por tomar un taxi que le llevase a su casa o tomar un bus. Sin embargo en esa noche, la calle principal estaba completamente atascada en un terrible presa y Jimin no quería llegar tarde a su casa, pues mañana tenía que levantarse temprano para ir a la universidad.
Finalmente, decidió tomar un atajo que comunicaba a otra calle, en la cuál estaba más despejada que la anterior. Además habían más disponibilidad de trasportes y sólo tardaría unos diez minutos en llegar, así que dobló una esquina, introduciéndose en un extraño callejón el cuál estaba iluminado sólo con un poste algo desgastado que al instante le dió mala espina. Se detuvo, pensando que sería mejor volver y no pasar por allí, pues se veía bastante peligroso y arriesgado.
Seguro de su decisión, se giró sobre sus talones con intención de regresar, pero al instante se encontró con unos ojos desconocidos y oscuros, ahogó un grito que fue callado por las manos del extraño las cuáles taparon su boca y lo empujaron contra la pared de un momento a otro.
—Shh, no hagas ruido, de lo contrario te haré daño... ¿Y no quieres eso, verdad marica? —el hombro levantó su ceja y Jimin se quedó en silencio, con su corazón latiendo a un ritmo desenfrenado y completamente asustado— Muy bien, ahora lo que haré es tomar todo lo que posees de valor y espero que no hagas nada al respecto, si no... —de su bolsillo sacó una navaja, la cuál a continuación la posó en la yugular del rubio— No me temblaría la mano para asesinar a uno más de ustedes, cada vez son cómo una maldita plaga... —espetó con asco— ¿Quedó claro?
Jimin asintió lentamente con la cabeza, su pecho subía y bajaba cómo nunca en su vida. Jamás le había pasado algo como esto y estaba completamente aterrado. Pero aún así, tenía un plan para salir de ahí, que aunque no sabía si tendría éxito, lo intentaría pues no le quedaba de otra, estaba totalmente seguro que aquél hombre le mataría después de robarle. No tenía un pasamontañas o algo, no se iba a arriesgar a dejarlo ir y que le delatara. Lo iba a matar, podía verlo en sus ojos inyectados en odio.
A continuación el hombre baja la navaja y la guarda en su bolsillo para después introducir su mano en el bolso de Jimin, buscando su teléfono y cartera. En ese momento, el rubio aprovechó que él desconocido estuviera concentrado en otra cosa para levantar su rodilla e impactarla contra la entrepierna del hombre, quién de inmediato le soltó y se quejó de dolor.
Jimin tomó su bolso que estaba en el suelo y rápidamente hizo ademán de escapar, pero el hombre atinó a hacerle una zancadilla antes de correr y cayó dolorosamente al suelo, pero cuando quiso levantarse se le fue impedido debido a que el asaltante tomó su pie por el tobillo fuertemente, atrayándole hacia él.
—Hijo de puta, te lo advertí. Ahora déjame enseñarte que le ocurren a los enfermos cómo tú...
Jimin gritó del pánico y pidió ayuda, pero cuando el contrario le dió vuelta y sacó su navaja, supo que ya era demasiado tarde.
———— [🌈] ————
Jungkook reía a carcajadas junto a los miembros mientras cenaban alegremente, siempre era tan divertido pasar tiempo con ellos. No se arrepentía de haberse mudado. Bueno, aunque eso cambiaba a veces cuando deseaba no estar en la misma casa que Jimin. Pues últimamente las cosas entre ellos dos estaban muy tensas, tanto que era hasta incómodo estar juntos en la misma mesa. Y era mucho más difícil pues el rubio le ignoraba tan disimuladamente que los demás no lo notaban excepto él.
Él se sentía mal por eso, no le gustaba estar así con alguien, ni mucho menos con Jimin. Estaba reuniendo las fuerzas necesarias para armarse de valor y poder hablar correctamente con el rubio sobre todo, y si todo salía bien, confesarse.
—Cierto, es verdad —rió Hoseok— A Jimin le había dado resaca ese día.
¿Por cierto, dónde está? Debió haber llegado hace una hora...
—Seguro se retrasó, los viernes siempre hay presas horribles, llegará pronto —explicó Seokjin, llevando un pedazo de carne a su boca.
—Ahg, por eso detesto salir tarde, siempre pasa eso... —mencionó Yoongi— Al menos déjenle algo de comer, debe de venir hambriento.
Todos estuvieron de acuerdo, apartando la comida para el ausente rubio y continuando sus conversaciones.
Jungkook en ese momento sintió una extraña presión en su pecho que al instante le quitó las ganas de comer, dejando los utensilios a un lado del plato. Su corazón comenzó a latir muy rápido repentinamente lo cuál le hizo fruncir el ceño. Sentía una sensación de que algo muy malo había pasado y se asustó por ello. Miró a su alrededor y observó a los demás charlando como si nada, hasta que sintió una mano sobre su hombro.
—¿Estás bien, Kook? —preguntó en voz baja Taehyung mirándole extrañado.
—No... algo malo pasó y no sé que es...
—respondió con sus ojos totalmente abiertos y su respiración pesada.
En ese momento, el teléfono de Namjoon sonó sobre su bolsillo. De inmediato el mayor lo sacó y miró la pantalla con confusión.
—Ya vuelvo, debo atender esto...
—se excusó, levantándose de la mesa y contestando la llamada, desapareciendo de la vista de Jungkook quién no dejaba de mirarlo cómo un lunático.
—Jungkook, cálmate. Seguro es temporal... —intentó el pelimorado pero el castaño negó con la cabeza.
—No, algo no está bien y lo presiento
—habló decidido, llevando una mano a su pecho— Creo que...
—Chicos...
La voz frágil de Namjoon hizo que todos callaran y dirigieran su atención a él. Todos preocupándose al instante al verlo completamente pálido y sus manos temblando.
—Es Jimin... —todos palidecieron— Tuvo un ataque homofóbico y ahora está grave en el hospital...
Jungkook sintió su corazón detenerse en ese momento.
La humanidad no cambiaría jamás.
Maratón 1/3
Subiré el segundo en poco y el tercero más tarde.
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