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ଓ ⁝ ᴱˣᵗʳᵃNuestra vida juntos

La mañana comenzó de manera muy feliz para el pequeño JeongIn de ahora 3 años, lo primero que vio al despertar fue la cara de su papi Jisung, quien lo despertaba a base de besitos y lindos cumplidos, rápidamente fue bañado y vestido, y con sus pequeños pasitos siguió a Jisung hasta la cocina, dónde su papá MinHo estaba desayunando y casi listo para irse a trabajar.

— ¡Papá! — dijo JeongIn con un alegre tono que hizo al alfa sonreír hacia él y agacharse a cargarlo, JeongIn aún tenía las palabras muy enredadas y su lenguaje diario se basaba en pequeñas frases.

— Hola, bebé ¿Amaneciste muy bien? — le dijo MinHo, besando sus mejillitas y haciéndole cosquillitas que por supuesto sacaban alegres risas en el menor.

Jisung vino a la mesa con el plato de JeongIn, uno de vaquitas rosas, que tanto le gustaba.

— JeongInnie, es hora de comer, mi amor — le sonrió, tomándolo de los brazos de MinHo y poniéndolo sobre su sillita, también le puso un babero para que no se fuera a manchar la ropa. El menor alegre comenzó a manosear la comida, su parte de la mesa tenía un pedazo de silicona especial que era más fácil de limpiar, ya que siempre regaba los alimentos por todos lados.

Jisung también se sentó a comer, MinHo tomó su mano sobre la superficie automáticamente, y ambos admiraron cómo JeongIn luchaba por comer de manera correcta, usando su tenedor de plástico, pero manchándose en todo el proceso.

— Cariño, se me hace tarde para irme — dijo MinHo, al terminar de desayunar, Jisung en silencio asintió y cuando MinHo se alejó para ir a traer su corbata, él tomó la lonchera del almuerzo de la barra desayunadora para entregársela después.

Como si de una rutina se tratara, MinHo le dio la corbata a su omega, y este le ayudó a ponérsela mientras el alfa se colocaba el reloj, claro que MinHo debía agacharse un poco para que Jisung lo alcanzara y luego le dio su almuerzo, el cual el alfa tomó con gusto.

— Nos vemos luego, mi amor, llama si pasa algo — se despidió MinHo con besitos cortos a los labios de Jisung, y cuando el alfa se fue a besar su marca de enlace en el cuello, no pudo evitar encogerse por las cosquillas.

— Adiós, alfa — terminó también por decir, besando la mejilla de MinHo — cuídate mucho.

Antes de irse, por supuesto que MinHo se acercó a su hijo para despedirse.

— Adiós bebé, obedécele a papi — besó su frentecita y el menor lo miró sonriente.

— Ayiooos — dijo moviendo la manita, MinHo no pudo evitar sonreír mientras cruzaba por la puerta y se iba por fin.

Jisung regresó a desayunar junto al cachorro, lo observó en silencio y con un poco de asco al ver cómo se llenaba en todas sus mejillas, aunque JeongIn parecía más entretenido en mostrarle sus pedazos de huevo revuelto. Después de desayunar, por supuesto tuvo que limpiarlo a él y a su lado de la mesa, le gustaba dejar que JeongIn aprendiera las actividades básicas como comer, así que no le importaba limpiar mil veces al día.

Jisung ahora debía limpiar el apartamento, le gustaba mantener a su bebé en un ambiente limpio dónde estuviera seguro, así que lo hacía a primera hora del día. JeongIn seguía a Jisung a todas partes mientras hacía aseo, vuelta que daba el omega, vuelta que daba el bebé, así que Jisung había encontrado pequeñas tareas para él, que hacía a JeongIn sentirse útil y feliz.

Lo primero era lavar los platos, así que con ayuda de JeongIn, ambos colocaban los trastes ya secos de la noche anterior antes de lavar los nuevos, JeongIn tomaba los vasos y platos con sus manitas torpes y Jisung le ayudaba a llegar hasta donde debía ponerlos. Lavarlos era tarea fácil para Jisung, y JeongIn se quedaba revoloteando a su alrededor, jalando el pantalón del omega de manera traviesa y este amenazando que iría a atraparlo solo para escuchar sus risitas nerviosas y pequeñas escapadas.

Lo siguiente fue ordenar las habitaciones, Jisung empezó con la JeongIn, la cual estaba llena de juguetes de todos los tipos, así que puso a JeongIn a recogerlos todos mientras él sostenía la cesta para guardarlos, ordenaron su ropa limpia, tendieron la cama y abrocharon las cortinas. La habitación que compartía con MinHo fue la siguiente, Jisung hizo básicamente lo mismo, pero esta vez, el pequeño JeongIn lo ayudo a llevar la ropa de papá MinHo al cesto de ropa sucia, las camisas de MinHo se miraban enormes en las manitas del pequeño, pero este igual estaba feliz por ayudar.

— Bebé, ¿Quieres que vayamos a darle de comer a Soonie, Doongie y Dori? — le preguntó, cuando la habitación estuvo ordenada, los ojitos rasgados de JeongIn se iluminaron rápidamente mientras asentía.

— ¡Sí, sí, yo! — le dijo a su papi, quien besó su mejillita antes de cargarlo y ambos irse a la sala principal.

Jisung dejó a JeongIn cerca de los tazones de los gatos y sacó la comida de su puesto, entregándole a su cachorro el pequeño reciente para que pudiera sacar las porciones directo de la bolsa. JeongIn, por supuesto, dejó caer un poco sobre el suelo, pero en general lo hizo genial, y cuando los tres tazones estuvieron llenos, Jisung felicitó a su pequeño y este sonrió felizmente.

— Vamos a llamar a los gatitos a comer — le propuso Jisung — ¿Cómo llamarás a los gatitos, mi amor?

— Gatitos, Gatitos — gritó JeongIn, lo más fuerte que pudo para que estos le escucharan, Jisung sonrió y ambos atentamente esperaron.

Los 3 mininos aparecieron rápidamente y JeongIn se quedó atento a verlos comer, así que Jisung aprovechó para seguir con lo que tenía pendiente, limpió el piso de todo el apartamento, lavo un poco de ropa e incluso preparó el almuerzo temprano. A la tarde, tras haber comido, JeongIn y Jisung tomaron una pequeña siesta antes de que el timbre resonara y anunciara la visita que JeongIn había estado esperando.

— ¡HyunJinnie, HyunJinnie! — se emocionó JeongIn mientras intentaba bajarse de la cama a toda velocidad, Jisung lo tomó en sus brazos antes de que se fuera a lastimar y con una sonrisa ambos fueron a atender.

Se trataba del tío Seungmin y el pequeño HyunJin de 1 añito, el fiel amigo de JeongIn, siempre pegados el uno al otro como chicles. La puerta fue abierta y JeongIn se iluminó al ver a HyunJin en brazos de su papá, HyunJin tenía el cabello rubio como Christopher, pero una vibra muy similar a la de Seungmin, era lindo en todo el sentido de la palabra.

— Hola, Seungmin, pasa — lo invitó Jisung, el omega mayor asintió con una sonrisa y pasó hasta la sala.

— Hola, Jisung — habló este, mientras Jisung tomaba asiento a su lado en el sofá — ¿Cómo estás?

— Muy bien, hemos estado limpiando todo el día, así que tomamos una siesta para recargar fuerzas — sonrió Jisung, mientras JeongIn se acercaba a Seungmin con el único objetivo de estar cerca de HyunJin — JeongIn estuvo ansioso de volver a ver a Jinnie.

— Se nota mucho — rio Seungmin suavemente — ¿Deberíamos poner el tapete para que puedan jugar?

Jisung se paró rápidamente hasta la pequeña bodega de la casa y así tomar el tapete grandísimo de material suave que siempre usaban en estas ocasiones, este era perfecto para que HyunJin no se lastimara al gatear por el suelo y ambos niños estuvieran más lejos de lastimarse al jugar juntos.

Seungmin depositó a HyunJin en el suelo, cerca del sofá y JeongIn, para así ayudarle a Jisung a extender el tapete en todo el suelo de la sala, JeongIn y HyunJin al estar juntitos, desde ya interactuaban y juntaban sus manitas muy felices, HyunJin vivía embelesado cuando estaba con JeongIn, era compañeros fieles y podían pasar hora y horas juntos sin cansarse de sus presencias. Luego de colocarlo, Jisung trajo algunos juguetes de JeongIn y pronto los niños se sumergieron en sus juegos, ninguno de los omegas tenía algún problema al dejarlos jugar solitos, ya que no peleaban y parecían gustarse mucho entre sí.

Jisung hizo una parada en la cocina, para servir dos porciones generosas del postre del día y entregársela a Seungmin, quien lo recibió con un agradecimiento sincero mientras comenzaba a tomar pequeños y sutiles pedacitos con la cucharita.

— ¿Y qué tal ha seguido todo con Chris hyung? — preguntó Jisung a Seungmin, este sonrió de manera suave.

— Estamos muy bien, la verdad — habló, tapando su boca con su mano al hablar — Ha estado trabajando mucho en su línea de ropa, ya viene las colecciones de invierno y no se quiere quedar atrás, a veces llega un poco tarde, pero ver a su cachorro lo recarga.

— Oh, eso es genial. Veo que últimamente vistes mucha ropa de su marca — rio Jisung, ya que desde que Seungmin y Chris están juntos, el Omega había cambiado su estilo de vestir poco a poco.

— Oh, sí — sonrió mientras admiraba su propia ropa — Es que Christopher dice que yo no debería vestir "cualquier trapo" teniendo un marido diseñador, así he estado yendo a la tienda con Jinnie y he tomado algunas cosas para experimentar.

— El estilo te sienta muy bien, Chris hyung hace un gran trabajo — admiro Jisung, ya que la ropa realmente era linda — Le diré a Honnie que vayamos el sábado.

— Estaremos felices de recibirlos — sonrió Seungmin — ¿Y tú cómo vas con MinHo? ¿Aún no hay otro bebé?

— Oh, igual estamos perfectamente. No hemos hablado de otro cachorro, pero no estoy seguro de querer otro — sonrió culpable el omega — estamos bien con JeongIn por el momento, si nos llegara a surgir la necesidad de un hermanito, estoy seguro de que lo haremos rápido.

— Sí, lo importante es que estén satisfechos — agregó el omega mayor — ¿Y tus suegros?

— ¡Oh! Tenemos algunas semanas de no verlos porque ChangBin hyung tenía un viaje de trabajo y Felix hyung se fue con el de colado argumentando que era "Una ama de casa libre y sin cachorros que atender" — contó Jisung, haciendo a Seungmin reír un poco — así que deben estar en algún lugar bonito, disfrutando de sus vidas.

— Oh, que sueño hecho realidad — soltó Seungmin con un puchero de deseo — ahora que lo recuerdo, la semana pasada, por teléfono, mencionaste una demanda que MinHo quería hacer, ¿De qué era?

Cuando se lo mencionó, Jisung automáticamente se arrancó a reír, confundiendo a Seungmin y a su vez no pudiendo reprimir la risa por las melodiosas carcajadas que Jisung daba solito.

— Ah, Seungmin, es una historia graciosa — comenzó a decirle, limpiando la lagrimita que se le salía de sus ojos — resulta que un día, hace como un mes, estábamos por dormir y MinHo venía de ducharse, y cuando se acostó a mi lado para abrazarme, de repente me dijo: "Sabes, aún le tengo rencor al alfa que te abandonó con JeongInnie, me gustaría darle una lección, ¿Qué te parece si le ponemos una demanda de pensión alimenticia?, Sería un buen karma tardío y podemos disfrutar del dinero del maldito para otras cosas, ya que a nuestro hijo no le hace falta nada, además que nos vengaríamos". Te juro que me reí mucho, pensando que estaba bromeando, pero él hablaba en serio, había estado pensando en eso desde hace días atrás y en serio quería hacerlo para de alguna manera enseñarle una lección, así que luego de hablar un poco más, le dije que sí y ese mismo fin de semana, fuimos a ponerle una demanda.

— Woah, ¿En serio lo hicieron? — musitó Seungmin, muy entretenido en la historia.

— ¡Sí, fue divertido! Además, me ayudó a liberarme un poco del rencor que le tengo, maldito alfa cobarde — insultó Jisung, con odio hacia aquel hombre — todo este tiempo han estado procediendo, incluso nos dijeron que les estaba costando encontrarlo porque el maldito se había mudado a otra ciudad, espero que pronto MinHo me traiga la decisión final y ojalá nos favorezca.

— MinHo es un envase lleno de maldad — rio Seungmin, encantado con la venganza — ese alfa estará furioso cuando sepa que le quitarán parte de su sueldo por un bebé que no quiso.

— Está perfecto, incluso es poco para lo que realmente se merece — terminó diciendo Jisung.

La vista de ambos omegas se volteó hacia sus pequeños hijos, notando que HyunJin parecía estar demasiado atento con JeongIn, estaban jugando juntos y de manera caballerosa hacia todo lo que JeongIn le mandaba, tenía una pequeña sonrisita en su carita y estaba demasiado inmerso en JeongIn. Aun si JeongIn estaba muy pequeño para saberlo con exactitud, Jisung y MinHo sospechaban desde ya la casta del pequeño.

— Sabes, creo que JeongIn será un omega — le comentó a Seungmin mientras aún veían a los nenes — presiento que será así y hay días en los que a lo lejos siento un olor a frutos rojos, ese es olor a omega.

— Me está pasando lo mismo con HyunJin — comentó Seungmin también — Christopher dice que será un alfa, porque él sabe identificar algunas conductas en Jinnie, la manera en la que actúa es muy de alfa, así que supongo que se presentará así. Además, mira, siempre que está con JeongIn actúa tan atento y caballeroso, él no es así en casa, quizás siente que está con un omega y por eso es suave con él.

Ambos sonrieron muy maternalmente al verlos allí jugando, muy absortos y ajenos a las preocupaciones de la vida y de sus padres.

— Siento que van muy rápido, aún no quiero que crezcan — dijo Jisung con un puchero — antes los papás tenían que esperar a que el cachorro estuviera adolescente para saber a qué casta pertenecía, ahora desde bebés se les nota.

— El mundo va cambiando, Sung, ellos llevan un ritmo diferente al que nosotros llevamos alguna vez — expresó Seungmin en su tono pacífico muy característico — cómo padres, solo nos queda adaptarnos.

Entre las charlas, la tarde prosiguió, los omegas prepararon un snack de media tarde para los bebés, vieron caricaturas todos juntos, y cuando la noche estaba cayendo, a Seungmin solo le quedaba esperar a que Christopher pasara por ellos, ya que habían acordado verse en casa de los Lee.

MinHo apareció junto a Christopher, ambos venían de trabajar y habían coincidido en el camino, venían hablando muy a gusto como los mejores amigos que eran, y llegaron a casa, completando la felicidad de sus familias. MinHo se acercó a besar a Jisung en sus labios y JeongIn también parecía emocionado en saludarlo; de la misma manera, Chris besó a Seungmin en su frente, pero HyunJin ni caso le hizo, porque JeongIn había regresado a su lado.

— Buenas noches, Jisung — saludó Chris luego de unos segundos — traje esto para JeongIn, es de la nueva colección.

— Hola, Chris hyung — contestó él con una sonrisa mientras tomaba el regalito, el cual era un bonito abrigo de invierno color blanco y gris, perfecto para el tamaño de JeongIn — Gracias, está muy lindo, le quedará perfecto para este invierno.

Chris luego se acercó a los niños con ánimos de saludar a JeongIn y extendió su mano para acariciarle la cabeza, pero un pequeño gruñido lo detuvo, fue tan pequeño y suave, pero fue lo suficientemente llamativo para que Christopher volteara a ver atónito a su hijo y luego hacia los chicos.

Todos lo habían escuchado, fue bajo, pero muy claro, por lo que todos tenían la misma cara de sorpresa.

— ¿Me acaba de gruñir? — quiso confirmar Chris, viendo especialmente a MinHo, ya que era un alfa como él.

— Sí, fue un gruñido de posesividad — confirmó MinHo, lo que Chris tanto temía aceptar. Ambos eran alfas adultos y experimentados, aun si HyunJin era un cachorro, los estilos de gruñidos que soltaba eran típicos de un alfa siendo posesivo con lo que consideraba suyo.

Chris miró a su bebé, este lo miraba con su ceño un poco arrugado y dispuesto a volver a soltar aquel sonidito para advertir que se alejara. HyunJinnie era un bebé, y sus razonamientos no estaban tan en orden como los de un adulto, pero de una cosa si estaba seguro, sus instintos funcionaban muy bien y su papá era un alfa que no debía tocar a su JeongInnie.

Está bien, está bien HyunJin — se rindió Christopher, alejándose con las manos en alto ante la antena mirada de ambos niños — ya entendí, no me acercaré a tu omeguita.

A todos, tras la sorpresa, les pareció demasiado tierna la escena, un alfa en desarrollo protegiendo al que creía su omega, incluso amenazando a su propio padre, resultaba digno de admirar.

— Christopher desde ya te digo, más te vale criar bien a tu alfita porque si en el futuro llega a lastimar a mi bebé, al que mataré será a ti — amenazó MinHo, al ver que JeongIn parecía igual de encantado con HyunJin, como él con su hijo.

Luego de la tierna amenaza, de la cual Christopher estaba secretamente orgulloso, la familia Bang se despidió y regresaron a casa, no sin que antes HyunJin le diera un torpe besito en la mejilla a JeongIn. MinHo compartió un tiempo lindo junto a su hijo mientras Jisung se preparaba para cocinar la cena y poder comer juntos como la bonita familia que eran.

A la noche, Jisung salía con mucho sigilo de la habitación del pequeño JeongIn, ya estaba dormido y no deseaba que se despertara con nada, cruzó hasta su propia habitación, donde MinHo lo esperaba ya en pijama sobre la cama, con un sobre de manila en mano y una sonrisa malvada.

— ¿Qué es eso, alfa? — dijo Jisung, mientras se iba a poner su pijama y así dormir

— Esto, mi querido Sunggie, es la resolución de la demanda — le contestó, con una emoción que no igualaba nada, Jisung lo miró sorprendido y dejó su ropa a un lado para irse a sentar al lado de MinHo.

Este lo abrazó por la cintura desde atrás y le dio el sobre para que lo mirara, Jisung lo abrió sin mayor rodeo, y comenzó a leer su contenido. Su sonrisa se hacía más grande al ver que habían ganado la demanda y, por ende, el alfa bastardo tendría que darle dinero.

— ¿En serio? ¿Le quitarán el 45% del sueldo? — preguntó hacia su alfa, este asintió efusivamente con una sonrisa — woah, no puedo creer que hayamos hecho esto Honnie, somos muy malos.

— Nada de maldad, se llama justicia — soltó MinHo, bastante orgulloso de sus acciones — pagará caro cada lágrima que te sacó, debe obtener consecuencias por lo que hizo, y como el universo no se las dio, nosotros sí. 45% es mucho dinero bebé, y entre más alto sea su sueldo, más nos darán, así que comienza a pensar que haremos con eso.

— ¿Estamos extorsionándolo legalmente entonces? — rio Jisung y MinHo le siguió para luego darle un beso en sus mejillas — ¿Sabes qué? No me siento mal por él, se lo merece.

— Claro que se lo merece — concordó MinHo — y sabes, me dijo el abogado que la corte por ley le había dado la opción de ver a JeongIn periódicamente, lo cual me asustó, pero el bastardo se negó diciendo que no quería saber nada del bebé, es un maldito en todo el sentido de la palabra. Igual, yo no quería que JeongIn conviviera con él.

— Sí, es bueno que no reclamara su derecho de verlo — Dijo Jisung, poniendo la carpeta a un lado y estando dispuesto a levantarse para cambiarse, pero MinHo no lo soltó y en su lugar, comenzó a olfatear su cuello causándole cosquillas — Suelta Honnie, iré a ponerme el pijama.

¿Por qué no mejor en vez de cambiarte, te quitas toda la ropa? — le susurró a su odio, haciendo que el cuerpo de Jisung se erizara al instante.

— ¿Q-Qué? — se hizo el desentendido Jisung, cuando claramente sabía lo que su alfa le pedía.

— Oh vamos, omega bonito — siguió el alfa, esta vez comenzando a morder la suave piel de su cuello, muy cerca de su marca de unión.

Jisung realmente no se quiso resistir, por lo que volteó un poco su cara y tomó a MinHo de la quijada para besarlo, el alfa suspiró satisfecho ente el movido beso, poco a poco se fue recostando en la cama y Jisung se montaba su regazo mientras lo toqueteaba en todos lados.

— ¿Quieres que te quite el estrés, alfa mío? — le sonrió Jisung, mordiendo también sus labios y haciendo carita inocente hacia MinHo.

— Oh sí, claro que quiero, lo deseo, omega mío — expresó MinHo, embelesado con el movimiento de caderas que este hacía sobre su entrepierna. Tentado lo tomó de la cintura con ambas manos y se acercó más a su oído — quítamelo a sentones.

Jisung rio un poco y con algo de agresividad empujó el pecho de MinHo hasta el colchón, con traviesos toques comenzó a desabrochar su camisa, soltando cada botón suavemente y viendo como MinHo se babeaba por él. Con sensualidad, deslizó la camisa fuera de su cuerpo, dejando su torso ante la hambrienta mirada de alfa y toco sus propios pezones cafecitos para provocarlo más.

MinHo no se resistió y se incorporó mientras lo tomaba del trasero, comenzó a morder y chupar los botoncitos de Jisung, mientras este jadeaba suavemente y enredaba sus dedos en la cabellera suave de MinHo. Ambos dejaron a sus partes animales e instintivas explorarse entre sí, sus cuerpos ya eran terreno conocido y no pasó tanto tiempo para que ambos estuviera completamente desnudos.

MinHo lo tocaba como una delicada flor, llamado al placer mientras lo estimulaba y hacia un lío del bonito omega, Jisung pronto fue llenado, primero por los largos dedos de MinHo estirando sus paredes, y luego por su hombría, tan gruesa y grande que le sacó varias lágrimas.

Su omega estaba chillando de lo bien que ser reclamado por aquel alfa olor a chocolate amargo se sentía, se aferró sus fuertes hombros mientras este golpeaba su interior con fuerza y rudeza, creando una sinfonía de chasquidos húmedos protagonizada por sus pieles.

MinHo tocó y besó por todos lados, amando la sensualidad del cuerpo perfecto de Jisung, siendo marcado y estremecido por sus movimientos, viendo sus lagrimitas bajar del éxtasis y grabando esa pecadora imagen de la que solo él era dueño. En esa noche, Jisung fue llenado tantas veces por la semilla de MinHo, que no sabía si las pastillas del día siguiente lo salvarían de obtener un nuevo cachorro, en estos momentos no le importaba y solo deseaba seguir sintiendo a su alfa llenar su interior con esa lechosa y caliente esencia, hasta quedarse sin fuerzas y sin voz.

Al saciar sus instintos más bajos, ambos se acurrucaron juntos entre las sábanas, cansados, pero con una sonrisa amplia en sus caras, los brazos de MinHo acunando a Jisung de manera protectora y amorosas, y este pegando sus pieles aún desnudas bajo las sábanas.

— MinHo ¿Te gusta nuestra vida juntos? — preguntó Jisung, mientras lo miraba de cerca con una sonrisa.

— La amo Jisung, fue la mejor decisión que tomamos — le dijo, besando sus labios de manera breve y quedándose cerca para verlo a los ojos, ambos sonriendo al unísono — fue el mejor día de mi vida, cuando un bonito omega en mi puerta apareció para que le cumpliera un antojo a su hermoso cachorro.

— Y desde eso nada más fue igual — sonrió Jisung, acariciando el pecho de MinHo de manera suave.

— Exacto, nada volvió a ser igual — musitó, amando cada palabra que eso significaba — y es por eso que estoy feliz.

Un amor caótico, raro y lindo al inicio, pero que resultó en una historia de ensueño que ambos tuvieron la suerte de vivir, no importando el tiempo o las dificultades que pasaran, ellos siempre serían los mismos que un día se conocieron en una puerta: el vecino alfa cocinero y suave, el omega con antojos y vergüenza tierna, y la pequeña Semilla de ajonjolí que por ahora olía a leche natural, pero que en el futuro sería un hermoso omega con olor a frutos salvajes y un alfa rubio posesivo que cuidaría de él.

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Fin del capítulo

Oficialmente acabamos con esta bonita obra 🤧🤧✨ muchas gracias por haberme acompañado y espero la hayas disfrutado 💛

Gracias por todos tus comentarios, votos y apoyo

A quien no me sigan en Demon_Hann se le cae la cola 🤨

Bye, lxs amo 💐🌼.

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©𝐅𝐀𝐈𝐑𝐘_𝐇𝐀𝐍𝐍

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