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ଓ ⁝ ᴱˣᵗʳᵃ²Frutos salvajes y olor a bosque

SORPRAAAAAIS, PLEBES 👻

Los días últimamente le resultaban buenos, cálidos, tranquilos, pero con un detalle molestándolo en el fondo de su mente. Hoy, JeongIn, de 16 años, había salido temprano de clase y como buen novio, se había quedado a esperar a HyunJin en la comodidad de un muro bajo dónde cruzaba sus piernas y escuchaba música.

Su mente omega adolescente era todo un caos, su vida era buena, sus padres lo amaban, tenía un alfa, que, aunque es menor que él, lo amaba como a una preciosa joya del bosque. HyunJin había crecido junto a él, siempre a su lado, admirándolo con ojitos brillosos, reclamándole a todos que era suyo y cuidándolo tanto como papá MinHo hacía con papi Jisung; ahora, a sus 14 años, el alfa rubio era una extraña combinación de DongSaeng cariñoso y desastroso, así como de un alfa responsable y que siempre vela amorosamente por sus sentimientos. 

¿Entonces por qué existía esta pequeñísima molestia mental? 

Era ridículo, él lo sabía, y es por eso que no le había comentado a nadie, cada vez que pensaba en decirlo, la imagen furiosa de MinHo amenazando a HyunJin de muerte, si llegaba a hacerle daño alguna vez en su vida, rondaba su mente, así que comentarlo no era opción. Si se lo decía a su Papi, él se lo diría a su papá, si se lo decía a HyunJin, él se lo diría al tío Chris y él se lo diría a papá. 

En todos los casos, HyunJin muere. 

Levantaba su vista hacia el cielo hundido en grises brisas y nubes oscuras, parecía que iba a llover pronto y su hermoso novio no pensaba en aparecer, suspiró más fuerte a la vez que sus ojos avellanas se desviaron hacia el portón principal donde varios estudiantes salían directo hacia sus casas. Casi sonríe involuntariamente cuando vio a HyunJin correr entre los pasillos, viniendo en su dirección, sus cabellos rubios largos ondeaban con el viento y sus clásicos ojitos brillosos fueron como un abrazo a distancia. 

En mano traía esa fea maqueta de la célula que habían pasado haciendo casi toda la noche y su mochila saltaba en cada paso, JeongIn lo observó venir sin moverse y lo siguió con la mirada hasta que llegó, cada vez que veía su apuesta cara, su conflicto mental regresaba.  

— ¡Hyung! ¿Esperaste mucho? — habló agitado un HyunJin de 14 años, mirando a su novio sentado en aquel muro bajo — es que la maestra revisaba las maquetas muy lentamente y me tocaba casi al último. 

— No esperé tanto, Jinnie — sonrió JeongIn, enganchando los brazos en el cuello de su novio casi automáticamente cuando este dejaba la maqueta a un lado — te extrañé. 

HyunJin recibió los labios de JeongIn contra los suyos con demasiado gusto, cómo adolescentes, lo que más hacían era besarse, en cada rincón y en cualquier momento, pero para HyunJin todas las veces se sentían como la primera, siempre un suspiro se escapaba de su garganta y el sabor dulce de los labios de su omega lo elevaban al cielo, acompañado de ese olor a frutos salvajes que lo volvía loco.

JeongIn era mayor que HyunJin, pero HyunJin era alfa, así que siempre le terminaba ganando el control del beso a su novio, siempre lo trataba con una delicadeza que hacía a JeongIn sentirse precioso, pero también tenía una ferocidad en la forma que comía sus labios, que alborotaba su inmaduro omega interior.  

Al separarse, ambos se vieron a los ojos y una sonrisa apareció, JeongIn aplastó a HyunJin contra su cuerpo levemente y luego hizo intentos de bajarse de aquel muro, HyunJin automáticamente puso sus manos en su cintura y lo bajó sano al suelo. El rubio tomó su odiosa maqueta y con su mano libre buscó la de JeongIn, así ambos caminaron de regreso a casa. 

HyunJin estaba día y noche cerca de JeongIn, eran como dos bebecitos que jamás podían separarse, habían crecido juntos y estaban demasiado acostumbrados al otro, así que estar solos por su cuenta era extraño, esto ocasionaba que el tío Seungmin y el tío Chris supieran que HyunJin estaba metido en casa de los Lee todo el tiempo, no había mayor problema, ya que vivían cerca y confiaban bien en que Jisung y MinHo protegerían a su único hijo. 

— ¿Estás bien, hyung? — preguntó HyunJin, al ver que en la caminata a casa, JeongIn parecía hundirse en sí mismo. 

Este levantó la mirada y lo observó profundamente, su cabello oscuro se ondeaba con aquella brisa de lluvia que azotaba a todos los árboles alrededor, HyunJin sintió una corriente invadirlo, pero JeongIn sonrió segundos después y solo negó. 

— Estoy bien, supongo que solo estoy cansado, Jinnie — le dijo. 

— Un chico tan lindo como tú no debería tener esa cara larga — dijo HyunJin, con ese puchero involuntario que siempre hacía con su boca — iremos a tu casa, te daré muchos besos, evitaremos que el tío MinHo me quiera matar y ya verás que te sentirás mejor. 

JeongIn rio automáticamente y se abrazó a los hombros de su novio, ambos juntaron sus labios una vez más y HyunJin se aferró a la cintura definida de JeongIn. Ambos siguieron caminando hasta el edificio entre risitas y ocurrencias de HyunJin. Subieron por el elevador y JeongIn usó sus llaves.

Dentro de aquel departamento, el 112, el conocido olor suave y dulce a galletitas de Chispitas les dio la bienvenida, para JeongIn aquel aroma maternal era como un relajante natural a su estrés escolar y para HyunJin era tranquilizante y reconfortante, por supuesto también estaba presente el olor a chocolate amargo de MinHo y aquello lo hacía recordar lo celoso que este era con JeongIn. 

Ambos dejaron las mochilas y la maqueta en la sala y se encaminaron a buscar a Jisung, no hicieron falta tantos pasos para verlo recién terminando de lavar platos en la cocina, sacudiendo sus manitas por el agua y sonriendo ampliamente al verlos. 

— Chicos, no los escuché llegar — saludó Jisung, siempre con su cabello rubio. Se acercó a ambos y les dio un beso en la mejilla — ¿La escuela fue bien?

— Hola, tío Ji — saludó HyunJin — nos fue genial en la escuela, aunque siempre es aburrida. 

Jisung rio un poco ante esto.

— Hola, papi — saludó JeongIn, abrazándolo y rodeándolo por completo, amaba a su papi y entre más crecía, más pequeño se le hacía Jisung entre sus brazos. 

Jisung luego se encaminó hasta la silla mecedora que tenía cerca del balcón, ambos adolescentes lo siguieron, JeongIn se quedó parado cerca mientras veía cómo HyunJin se sentaba sobre sus talones y de manera sonriente observaba el vientre abultado de 8 meses de Jisung.

Allí se desarrollaba su pequeña hermana. 

Y allí estaba ese conflicto mental de nuevo, HyunJin era el fan número 1 de la bebé en camino, se sentaba horas a los pies de Jisung y acariciaba su vientre sin descanso, hablaba con ella y esperaba fervientemente su nacimiento, JeongIn no sabía como sentirse ante esto exactamente, había crecido siendo el único omega importante para HyunJin, pero ahora que su hermana nacería y lo veía tan ilusionado por esto, ¿Qué pasaría con él? 

Jisung tenía 8 meses de embarazo, casi los 9 y por ende al borde del parto, ya tenía 36 años, así que se sentía mucho más cansado que en su primer embarazo, en su interior una hermosa niña esperaba conocer el mundo y estaba igual de ilusionado que cuando JeongIn estaba por nacer. 

MinHo, por segunda vez, había sido el papá más alegre del mundo cuando se lo anunció. 

Ambos no creían volver a tener otro bebé, habían pasado 16 años desde que habían tenido a JeongIn y la noticia simplemente los tomó por sorpresa, MinHo solo era un simple alfa de 43 años, tratando de alejar al alfa adolescente hormonal de su preciado hijo y amando a su familia, ahora con la llegada de su princesita, estaba esforzándose el doble. 

— ¿Se mueve mucho? — preguntó HyunJin, manteniendo sus manos en aquel suave y bonito vientre, Jisung lo observaba sonriente y muy acostumbrado a su interés en la bebé. 

— Sí, TunTun es tan inquieta como una vez lo fue mi Semilla de ajonjolí — soltó Jisung, mirando automáticamente a su hijo mayor y este rodando los ojos con una sonrisa en cara por aquel apodo. 

Los apodos singulares, pero lindos, para los bebés se habían mantenido en la familia, JeongIn seguía siendo Semilla de ajonjolí, siempre que querían bromear con él o simplemente hablarle con cariños, aquel apodo se hacía presente, JeongIn tenía un amor-odio con este, ya que se sentía ridículo al ser llamado así y al mismo tiempo sabía lo especial que era el apodo. 

Ahora bien, ¿Por qué TunTun para la bebé? Porque cada día, al llegar a casa, MinHo le hablaba a la pancita de Jisung y la bebé dentro, daba dos pataditas, las cuales a MinHo le gustaba imaginar que sonaban como pequeño "TunTun", he allí la razón. 

HyunJin seguía sonriendo y tocando el vientre de Jisung, a su vista, este lucía tan hermoso en estado de embarazo, con su olor volviéndose más maternal y combinándose con leche natural, y en su mente de fácil ilusión, lo mucho que Jisung y su JeongIn se parecían, lo llevaban a imaginarse cómo su omega se vería embarazado. 

En su mente siempre rondaba la imagen de JeongIn cargando a su bebé, viéndose tan lindo con su vientre abultado y su esencia a frutos salvajes, combinándose con leche natural, a HyunJin le hacía ilusión pensar en la familia que tendría en el futuro y su alfa se emocionaba al saber que sería junto a JeongIn. 

En la mente del alfa, Jisung le servía de inspiración para imaginarse a JeongIn en embarazo, pero en la mente del omega, la paranoia de ser reemplazado por su hermanita lo ponía triste. 

Vaya conflicto adolescente. 

JeongIn amaba a su hermanita en camino, al igual que todos, esperaba fervientemente su nacimiento y cuidaba a su papi Jisung siempre, pero ver a HyunJin, su alfa, ser tan atento y cariñoso con ella, sacaba la parte más insegura que tenía, HyunJin desde siempre había tenido ojos solo para él, aun si viera a la bebé como una hermanita menor, JeongIn quería ser el único omega importante en su vida. 

Era ridículo y egoísta, así que no lo decía.

— Hay un olor a flores tropicales, suave, pero está allí — comentó HyunJin mientras aspiraba más de cerca a Jisung — ¿Será el olor de la bebé? Parece ser una omega. 

— Quizás lo sea, HyunJinnie — sonrió Jisung — cuando ambos eran bebés, tú también notaste que JeongIn era omega, así que supongo que tienes ese talento. 

El estómago de JeongIn se hundió más en un nudo pesado, ¿Eso no era especial solo para ellos dos? 

— ¿Qué pasa, cariño? ¿Te sientes mal? — preguntó Jisung, al verlo con esa expresión derrotada y al notar su olor volverse más agrio.

— No es nada papi, solo estoy cansado — se excusó JeongIn. 

— Entiendo, sabes que puedes contar conmigo para lo que sea — le habló amorosa y maternalmente.

JeongIn asintió sonriente y luego se acercó a Jisung, le dio un beso amoroso en la frente y el omega mayor no pudo sentirse más amado. 

— Te amo, papi — le habló y luego bajó hasta su vientre para dejar un beso — también a ti, TunTun. 

— También te amamos, bebé — respondió Jisung. 

— Iré a dormir un poco ¿Me avisarías cuando papá llegue y esté lista la cena? — le pidió, haciendo un pucherito para convencerlo. 

— Está bien, yo lo hago — sonrió Jisung.  

HyunJin, quien seguía sentado en el suelo, veía a Jisung y JeongIn juntos, alimentando más la fantasía que tenía estos últimos días, pero cuando JeongIn lo vio con ojos oscuros y juzgadores, no supo qué pensar. 

— ¿Vienes? — preguntó. 

— Siempre — le contestó inmediatamente, así que JeongIn lo tomó de la mano y lo arrastró de vuelta a la sala, dónde tomaron sus pertenencias, luego lo siguió arrastrando a su habitación. 

La habitación de JeongIn eran casi como su casa para HyunJin, ambos pasaban allí bastante tiempo, así que tenía la confianza, por supuesto que HyunJin tenía ropa en cada rincón de la habitación del omega, así que ambos no tardaron en ponerse cómodos y HyunJin pronto tuvo a JeongIn aferrado a su pecho suspirando de a pocos. 

Su papá siempre le dijo que la tensión y preocupación de un omega se podía palpar en el aire, y que lo mejor que podía hacer en ese momento era soltar su olor para calmarlo y tratar de ver que sucedía. Eso estaba pasando justo ahora, sentía el olor agrio de JeongIn haciéndose cada vez más pesado, así que soltó su aroma a bosque para hacerlo olvidar todo.  

JeongIn aspiró contra el pecho de HyunJin al sentir su esencia salir a flote, se llenó el alma con esa fragancia y trató de consolarse a sí mismo, era una vana y tonta preocupación, no entendía por qué le afectaba. 

Quizás era porque quería a HyunJin como su alfa para toda la vida. 

En la relación que llevaban, HyunJin era el posesivo, el que siempre lo estaba abrazando o besando, alejaba a todos sus compañeros que ponían un ojo en su novio y le decía a JeongIn que nunca aceptara a otro más que a él, es por eso que había crecido sintiéndose la persona más importante de HyunJin.  

— ¿En serio no pasa nada, JeongIn? — preguntó HyunJin, no estaba el típico "hyung" que siempre usaba, así que JeongIn sabía que hablaban muy en serio.

HyunJin le decía hyung por gusto propio, aun con la confianza que tenían, pero cuando lo llamaba por su nombre, todas las conversaciones parecían volverse problemas difíciles de adultos. 

— ¿Por qué lo dices? — le preguntó, sacando su cara del pecho de HyunJin levemente para mirarlo. 

— No soy tonto, hueles a pura decepción y desgracia — le comentó, su tono de voz era preocupado, haciendo a JeongIn sentirse aún peor — ¿Dónde está el delicioso aroma dulce a frutos salvajes que tanto amo? 

JeongIn volvió a meterse en su escondite para escapar de la mirada de HyunJin que parecía desnudar su alma, este solo guardó silencio ante ese rechazo de decirle que sucedía y como buen alfa, decidió no presionarlo. 

— No es nada — le comentó JeongIn luego de segundos en silencio. 

HyunJin no dijo nada más al respecto, en su lugar, solo enrolló sus manos en la cintura de su novio y lo apretó más contra su pecho, quería hacerlo sentir bien y seguro, así lo que sea que le esté pasando, no se lo comería vivo. Su papá le había enseñado a ser buen alfa, alegando que si no lo era, el tío MinHo lo asesinaría. Sabía que los omegas de esta familia a veces eran seres complejos y extraños, se irritaban por cualquier cosa y son el caramelo más dulce del planeta, su JeongIn no sería la excepción, y la paciencia era su mejor virtud. 

— ¿Me amas? — preguntó JeongIn, luego de pasar largos minutos en silencio solamente abrazados. 

— Claro que sí — le contestó con seguridad. 

— ¿Qué tanto? — insistió. 

— Demasiado y no tienes por qué dudarlo — le contestó de nuevo. 

— Somos muy jóvenes, ¿Qué tal si conoces a alguien mejor que yo y después ya no me amas? — le volvió a cuestionar. 

Aquellas preguntas eran extrañas y se sentían feo en el corazón de HyunJin, él no pensaba en esas cosas porque desde el primer segundo del día hasta el último antes de dormir, su mente siempre estaba llena de su novio, nadie más. Pensaba que a JeongIn le quedaba más que claro, pero allí lo tenía, haciendo esas preguntas tontas. 

— Hyung, eso nunca va a pasar — le contestó — porque no hay nadie mejor que tú.  

— Deja de endiosarme, HyunJin — le contestó. 

HyunJin buscó la mirada de JeongIn, sosteniéndolo de su mentón y haciendo que lo viera a los ojos, sus ojos eran oscuros y lindos como siempre, pero estaban tristes, HyunJin no podía negarlo. Aquella mirada le produjo sentimientos encontrados, no le había pasado nunca y no sabía qué hacer. 

— No te estoy endiosando, es la verdad — le respondió — soy tu alfa, hyung, me dijiste que sería el único en tu vida, así que tú también lo eres en la mía, todos los alfas aman mucho a sus omegas, sino mira a mis papás o a los tuyos, ellos no van por la vida pensando en que pasará si se encuentran a alguien mejor. 

HyunJin se sentía mal por aquellos comentarios ¿No estaba siendo bueno con JeongIn? ¿No lo estaba haciendo sentir seguro? ¿En serio se merecía que el tío MinHo lo asesinara como tanto le decía? 

— ¿No soy un buen alfa para ti? — preguntó, en un hilo de voz que se sintió pesado en el corazón de JeongIn.  

— No, no — negó rápido — el malo soy yo, soy un mal omega. 

— No lo eres, era el mejor omega— le dijo HyunJin — eres mi omega. 

Ambos se sonrieron, aún afectados por sus propios sentimientos, y no pasó tanto tiempo para que el agarre de HyunJin en la cintura de JeongIn se ciñera más y lo atrajera hasta sus labios, JeongIn pasó los brazos por el cuello de HyunJin y se hundió en la sensación de su boca y en ese olor delicioso a bosque. 

Así se enfocaron en besarse y solo besarse, HyunJin a veces metía su lengua en la boca de JeongIn y lo hacía probar un poquito de las prohibidas cosas para adultos, le gustaba robarle el aliento y que tras besarlo sin parar, sus mejillitas se pusieran rojitas de la vergüenza. 

HyunJin lo besó por más rato, hasta que los labios de ambos estuvieran rojos e hinchados, húmedos con la saliva contraria y que en sus ojos se denotara esa conexión que siempre habían tenido, en estos momentos, la mente de JeongIn olvidaba todas sus inseguridades, solo está él, siendo el omega de HyunJin. 

— Hyung, me encantas — le confesó — y te amo mucho. 

— También me encantas y también te amo — sonrió JeongIn, sintiendo las manos de HyunJin colarse en su camisa, ya que le gustaba sentir la piel suavecita de la cintura del mayor. 

— ¿Quieres dormir? — le preguntó y JeongIn asintió levemente mientras le sonreía. 

HyunJin besó su mejilla y luego lo acunó entre sus brazos, JeongIn se pegó a su pecho y aspiró ese delicioso olor hasta quedarse dormido en sus brazos, HyunJin lo admiró con ternura y acarició sus cabellos sin fin. 

Cuando MinHo regresó a casa, el sol aún estaba presente, la costumbre de la familia era cenar temprano y atacar el refrigerador por antojos más noche, así que el olor a deliciosa comida cocinándose lo saludó, acompañado de la esencia de su lindo omega. Pasó dentro del apartamento y dejó sus llaves y billetera en el estante principal, justo al lado de la hermosa foto de bodas que tenía junto a Jisung. 

Tomó el pequeño marco y acarició la superficie con atención, mientras una sonrisa se escapaba al recordar los hechos de aquel gran día y lo hermosamente feliz que Jisung estaba. Se habían casado hace 10 años, cuando JeongIn tenía 6, una pequeña reunión en un hotel cerca de la playa y una luna de miel familiar junto a su bebé, los momentos perfectos para su memoria. 

Tras perderse en sus recuerdos un momento, volvió a poner el marco en su lugar y se fue hasta la cocina, el lugar favorito de su Jisung. Lo vio cerca de la estufa, con una mano en su espalda y con la cuchara de palo grande revolviendo comida. Jisung pareció sentir su olor, ya que se volteó rápido, y cuando lo vio, la bella sonrisa que MinHo siempre esperaba recibir, se hizo presente. 

Pronto lo tuvo colgado de su cuello y no le tocó más que sostenerlo de los muslos con todo y TunTun.

— Alfa, te extrañamos — le soltó Jisung emocionado, ya que por fin lo veía tras un día entero deseando tenerlo con él.  

Mi omega bonito, también te extrañé mucho — le respondió MinHo, igual de alegre y bastante enternecido por la actitud de su pequeño esposo — quise olerte el día entero. 

— Yo también — confirmó el omega, para luego separarse y darle un beso en su mejilla — por favor dime qué ya no irás a trabajar, llevas mucho tiempo tramitando ese feo permiso y nunca te lo conceden, no quiero tener a nuestra bebé solo y tener que llamarte luego. 

— Sí mi amor, ya no iré desde hoy — le sonrió y Jisung se emocionó más — lograr que no me despidan y que me paguen las vacaciones por TunTun fue difícil, pero si me llegan a despedir, Christopher dijo que me daría trabajo en su tienda de ropa, también tenemos la pensión alimenticia de JeongIn y el alquiler de tu apartamento, tardé porque me estaba asegurando poder proveerles todo lo que necesiten. 

— Eres el mejor — le dijo Jisung, apretándolo en su abrazo de nuevo. 

Tras unos segundos más, MinHo lo bajó con seguridad hasta el suelo y automáticamente se puso de rodillas para saludar a su bebé, al pegar su mejilla allí, pudo sentir la característica patada doble y no pudo evitar pronunciar un pequeño "TunTun" para darle un efecto de sonido a la pequeña acción. 

— Hola princesa, ya llegó papá — habló de cerca a aquel redondito vientre, para luego besar la superficie y acariciarlo, tras terminar, se paró de nuevo — ¿Dónde está mi Semilla de ajonjolí? 

— Está durmiendo con HyunJin en la habitación, parecían cansados — le habló Jisung, regresando a la estufa y salvando la comida de quemarse. 

MinHo arrugó su boca con inconformidad, esto no le gustaba nada, Jisung volteó a verlo y rio cuando notó la lengua de su alfa estamparse en el interior de su mejilla, claramente celoso por JeongIn. 

— Deja de querer asustar a HyunJin, MinHo — le habló aun riendo — Sabes que es el alfa de nuestro hijo desde el primer segundo de su existencia, no hay nada que tengas que hacer. 

— Lo sé y lo acepto, pero él no tiene por qué saberlo — se excusó, cruzándose de brazos infantilmente — los alfas a esta edad son hormonales como el infierno, ¿Qué tal si quiere corromper a mi bebé? Tengo que infundir miedo para mantenerlo lejos del traserito de JeongIn. 

— Si ellos tienen intimidad, eso no nos importa, ni a ti, ni a mí — le soltó, tras apagar el fuego de la estufa y darle de probar de la comida que había hecho, MinHo murmuró gustoso por el rico sabor — ya está la cena, ve a despertarlos para que HyunJin no llegue tan tarde a casa.

— Está bien — le sonrió amoroso y embelesado. 

Jisung se volteó hacia la comida una vez más, MinHo estaba yéndose, pero vio los trastes limpios cerca del lavabo, y en ellos, una olla y una cuchara de metal que instalaron una traviesa idea en su cabeza. Tomó ambos artefactos sin ser descubierto por su omega bonito y se los llevó en su camino hacia la habitación de JeongIn. 

Entró con sigilo y observó a los adolescentes en silencio, HyunJin tenía a JeongIn de la cintura, lo protegía muy bien, mientras el omega se recostaba en su pecho y parecía de lo más satisfecho, claro que amaba verlos juntos, pero ese era un secreto. Sin pensarlo más, comenzó a golpear la cuchara contra la base de la olla, creando un estruendo molesto que asustó a la parejita en la cama. 

JeongIn por instinto se escondió más en el pecho de HyunJin y este lo sostuvo asustado, pero al ver a MinHo con una ceja enarcada y la mano en su cintura, prácticamente saltó de la cama lejos de JeongIn. El omega extrañó sentir el calor de HyunJin, así que a duras penas se sentó en la cama para que ver pasaba. 

MinHo observó a HyunJin fijamente, este estaba en una esquina, muy nervioso por el fuerte olor del alfa mayor esculcando su alma. 

— B-Buenas noches — quiso saludar HyunJin, al no saber qué hacer. 

— Dime por qué vengo a mi dulce hogar y encuentro tus sucias manos atadas a la cintura de mi hermoso hijo — lo amenazó, mientras lo señalaba aterradoramente con la cuchara y se acercaba cada vez más — ¿Quieres que te cortes esas manos, eh?

— N-No y-yo... 

— ¿Tú qué? — le mencionó aún más duro en su hablar y quedando frente a frente al pobre HyunJin, asustándolo mucho. 

— Y-Yo s-solo estaba a-abrazándolo, a J-JeongIn le gusta d-dormir abrazado a mí — soltó a duras penas HyunJin. 

— Puras estupideces, mantén las manos lejos del cuerpo de mi bebé si no quieres morir — le soltó, seguido de un gruñido posesivo que erizó cada cabello en HyunJin. 

MinHo luego se fue hasta la cama dónde estaba JeongIn y lo besó en la mejilla con todo el amor que le tenía, este apenas conectaba a tierra, pero sonrió y se abrazó a MinHo.

— Hola papá — le dijo, aún frotando sus ojitos.  

— Hola, mi amor — sonrió — la cena está lista, papi quiere que vayan a cenar.

JeongIn asintió levemente y MinHo por fin se paró para irse, antes de hacerlo, volteó hacia HyunJin, quien aún seguía tieso en su puesto de la esquina y lo volvió a amenazar silenciosamente. Cuando MinHo salió de la habitación, JeongIn se paró y fue hasta HyunJin para ver si estaba bien, el alfa joven lo observó en silencio. 

Me mié — fue lo único que le pudo decir, JeongIn sin pudor llevó su mirada a la zona para comprobar la veracidad y luego rio cuando lo vio todo seco.  

— Tranquilo, solo está jugando contigo — le soltó, dándole un casto beso en la mejilla y arrastrándolo fuera de la habitación.

— Pero yo ya no quiero jugar — chilló al borde de las lágrimas. 

Tras cenar, MinHo siempre llevaba a HyunJin a casa en su auto, el viaje hoy era incómodo, porque HyunJin seguía con pánico cerca del papá de su novio, sentía que ante cualquier mal movimiento, este lo estamparía contra la pared. Su olor a chocolate amargo era intenso y territorial, más claro no podía estar el mensaje. 

Al llegar, HyunJin vio su casa desde el asiento y suspiró fuertemente, MinHo lo miraba esperando que se bajara, pero HyunJin hinchó sus pulmones en valentía y habló. 

— ¿Por qué me odia como alfa para JeongIn? — le soltó, sintiendo el alivio que liberar la bomba se sentía. 

MinHo bufó, HyunJin estaba temblando en su puesto, pero había sido valiente para preguntar, así que MinHo jugó más con sus sentimientos al acercarse a él peligrosamente y pasar su mano hasta la perilla de la puerta para abrirla.

— No te odio como alfa para mi hijo — le habló, con tono profundo y aterrador — solo me aseguro de que el alfa que JeongIn escogió como compañero de vida, sea digno de estar con él, porque no cualquiera puede. Ahora vete a casa y dale a tus padres mis saludos. 

HyunJin suspiró aterrado y solo se bajó del auto, dio una reverencia corta antes de ver cómo MinHo se iba por las calles, se encaminó hasta su casa, dónde su papá lo esperaba sonriente. 

— Papá, el tío MinHo dijo que me cortaría las manos si volvía a tocar la cintura de JeongIn — le soltó, aún traumado por esas palabras. 

Christopher no se esmeró en ocultar su risa. 

— ¿Ya se tocan las cinturas? Wow, a tu edad yo ni siquiera conocía a tu papi, qué rápido van las generaciones de hoy — habló riendo, el pasatiempo preferido de Chris era molestar a su hijo, ya que sabía que a MinHo le gustaba asustarlo. 

— Papá — se quejó HyunJin entre pucheros. 

Seungmin apareció atrás de su esposo y le dio un suave golpe en la cabeza. 

— No le hagas caso, cariño, sabes que a tu padre le gusta molestarte — le sonrió y luego se acercó a besar sus mejillas — bienvenido a casa, bebé. 

— Hola papi — le soltó, aspirando su tranquilizante olor y sintiéndose automáticamente mejor.

— Espero hayas cenado en casa de tu amorcito, porque no te guardamos cena — le dijo Chris, Seungmin esta vez no pudo evitar reírse.

— No cociné para ti porque sé que Jisung nunca te manda a casa sin cenar, bebé — le explicó Seungmin.

— Está bien, ya cené — sonrió levemente HyunJin. 

Chris tomó a su hijo de los hombros y lo metió a casa entre risas, la noche sería muuuuy larga. 

MinHo regresó a casa inmediatamente luego de  dejar a HyunJin, Jisung lo esperaba en el sofá mientras se comía una pieza de pastel, viendo la tele y con una sonrisa amplia en su cara hermosa. MinHo se sentó a su lado, y Jisung quiso estar sobre su regazo rápidamente, así que terminaron hechos bolita como un par de gatitos.

La luz estaba baja y lo único que sonaba era la televisión, la comodidad de la pareja era infinita y MinHo mantenía sus manos en la pancita de Jisung, sintiendo cada movimiento de TunTun en su interior. Mientras seguían mirando, MinHo tomó su celular al lado para ver que apenas eran las 9 de la noche.

— Aún es temprano ¿JeongIn se fue a dormir? — preguntó, el omega suspiró inmediatamente y se acomodó mejor para verlo.

— Creo que está deprimido, MinHo — le confesó, Jisung parecía saberlo a la perfección, su instinto maternal y la conexión con su cachorro mayor se lo decían — ha estado así desde hace algún tiempo, no le he dicho nada para no presionarlo.

— Ah, ¿sí? — cuestionó pensativo MinHo — ¿Qué crees que podría pasarle? ¿Tiene que ver con HyunJin? Yo lo mato si le hizo algo.

— ¡No! No creo que sea por HyunJin — le regañó rápidamente — ellos han estado pegados el uno al otro como siempre.

— ¿Crees que tenga que ver con la bebé? — le preguntó MinHo a su esposo, Jisung se quedó callado mientras le daba una mirada indecisa. 

— No lo sé — le confesó algo triste — ¿Qué tal si hablas con él? Seguro una plática entre ustedes aclare todo.

— Está bien, hablaré con él — respondió MinHo, así que Jisung salió de su puesto para dejarlo ir, el alfa se agachó a besarle la frente antes de irse — no te preocupes, omega bonito, nuestro cachorro estará bien.

Jisung sonrió dulcemente y vio como MinHo se iba hacia la habitación de JeongIn, al alfa en su camino pensaba en que cosas le diría a su hijo, estos momentos en los que tenía que sacar sus mejores dotes paternales le instabalan una pequeña bola de nervios en el estómago, pero suspiró fuerte antes de llegar a aquella puerta y, decidido a hacerlo, dio dos pequeños toques.

Luego de tocar, entró, viendo como JeongIn desviaba la vista de su celular hasta donde estaba él, estaba sentado en la cama con la sabana a medio cubrir, el olor agrio y preocupado que MinHo sintió en el aire le confirmó que algo le sucedía a su pequeña Semilla de ajonjolí.

— Oh, hola papá — saludó JeongIn mientras dejaba su teléfono a un lado. 

— Hola, mi bebé — saludó MinHo, acercándose hasta darle un beso en su mejilla y luego señaló a su lado para sentarse junto a él — ¿Puedo?

— Claro — sonrió el omega joven, abriendo su sabana y dejando pasar a MinHo, el alfa se acomodó a su lado y ambos pronto estaban hombro a hombro, mirando la pared sin mayores acciones — ¿S-Sucede algo?

JeongIn sabía que su padre estaba allí por algo, no era tonto, MinHo era un padre comunicativo y emocionalmente presente, tenía una buena relación con él y es por eso que no le parecía del todo raro que estuviera en su habitación, pero encima de todo, MinHo traía un semblante pacífico y preocupado, que solo estaba allí en situaciones serias.

— Papi me dijo que te ha notado deprimido, bebé — le soltó MinHo, claro y conciso — ¿Hay algo que te preocupa y que me quisieras compartir? Sabes que no importa que sea, estaré para ti sin prejuicios.

JeongIn suspiró, una parte en su interior tenía miedo de que esto pasara, que sus padres notaran que no todo estaba bien con él y naturalmente sintieran curiosidad, JeongIn no quería decirle a su padre su tonta inseguridad, era algo que profundamente deseaba resolver él mismo.

MinHo notó el profundo silencio de su hijo y como este se perdía en su mente por un instante, suspiró pesadamente tratando de tomar la mejor decisión como figura paterna de aquel pequeño omega.

— No te quiero presionar, bebé — le dijo, JeongIn lo miró instantáneamente — papi y yo creemos que debemos darte tu privacidad y si hay cosas que no nos quieres decir, está bien, siempre estaremos dispuestos a ayudarte si las decisiones que tomaste salieron mal. 

JeongIn sonrió levemente, una sonrisa sin ánimos a vista de MinHo, una que definitivamente no le gustaba ver en su cachorro. Su corazón de manera extraña estaba orgulloso, verlo así de grande y hermoso, tratando de resolver su vida adolescente, lo hacía transportarse a aquellos días donde apenas era un cachorrito con las encías desnudas y los ojitos más brillosos que este mundo había visto, cuando apenas podía sostenerlo en sus brazos por lo pequeño que era y a aquellas tardes dónde él y Jisung se sentaban horas enteras a apreciarlo.

MinHo tomó las manos de JeongIn entre las suyas, el adolescente lo vio con esos ojos oscuros que siempre lo habían caractetizado, tan profundos y que podían llegar a ser tan expresivos.

— Primero vamos a definir algo — habló MinHo, buscando la mejor manera para respetar el límite que JeongIn parecía querer mantener y al mismo tiempo, ayudarlo — ¿Hay un problema?

JeongIn asintió rápidamente, apreciando silenciosamente los intentos de MinHo por seguir siendo el padre excelente que siempre había sido. 

— ¿Esto tiene que ver con tu hermanita? — preguntó, ya que esa era la única sospecha que tenía.

— S-Sí... — contestó suavemente mientras llevaba la mirada hacia abajo, justo donde sus manos estaban siendo delicadamente acariciadas por su papá.

— Ok, entonces te daré mi reflexión paternal y veremos si te sirve o no para el problema — sonrió suavemente MinHo, recibiendo un par de ojos adolescentes comprensivos — cuando supimos que papi estaba embarazadito, me puse feliz, muy muy feliz, él es mi omega y eso es natural, JeongIn, y ahora que está por nacer solo quiero decirte que el nacimiento de tu hermana, no quiere decir que tú dejes de ser importante para mí, no importa cuantos años pasen, la relación que tienes con Jisung será inquebrantable, pero para ti y para mí, es diferente porque...

Tú no eres mi padre biológico, lo sé, papá — le contestó JeongIn en un tono bastante tranquilo y neutro — lo sé y creme que no me importa, no me importa si no eres tú el alfa que aportó los ingredientes extra para crearme, y no importa que alfa haya sido, con solo saber que estuve en la pancita de papi Jisung y que tú comenzaste a cuidarme y preocuparte por mí cuando incluso no había nacido, es suficiente para mí. Tú eres mi papá, siempre lo serás, y sé que tú nunca harías algo contra mí o contra papi, así que ni siquiera pienso en que un día tenga que cortar mi relación contigo y no volverte a ver.

MinHo sintió un alivio interno y un cálido sentimiento extenderse por su pecho, JeongIn rápidamente se acomodó mejor y MinHo lo tuvo aferrado a su pecho, abrazándose a su cintura de manera fuerte, así que le correspondió mientras sonreía.

— E-El problema tiene que ver con TunTun, pero va más al lado de HyunJin... — le confesó, teniendo un poco de miedo por la reacción de su papá, el alfa celoso #1.

— ¿Te hizo algo malo? — preguntó, sorprendentemente más calmado de lo que JeongIn esperó

— No, él ni siquiera lo sabe, papá — suspiró, mientras aspiraba el delicioso olor protector de MinHo, el cual soltaba feromonas para calmarlo y arrullarlo — es más una tonta inseguridad infantil y sentimientos propios.

— Oh, ¿Problemas de amor adolescente? — mencionó MinHo — vaya, me tocó una difícil. Ante eso solo puedo decirte que HyunJin es un buen chico, no lo habría aceptado como tu noviecito si supiera que estarías en malas manos, es cierto que lo asusto o amenazo a veces, pero es parte de la experiencia "Suegro", pero tú mejor que nadie sabes que ese chico te ama con toda su alma, y lo que sea que esté pasando en tu cabecita, probablemente solo sea un pensamiento sin sentido, y cuando hables con él, te darás cuenta que solo eran tus inseguridades y que él ni por cerca intentó ni intentará hacerte eso.

JeongIn suspiró fuerte, vaya que aquellas palabras quedaban perfecto con sus inseguridades, así que se abrazó más a MinHo, queriendo escucharlo.

— Sabes, un día lleve a tu papi a una cita, una cita en el puerto, fue hermoso, tú tenías unos 7 meses dentro de su pancita y yo estaba emocionado porque sería la primera cita — le comenzó a contar, JeongIn escuchó todo atentamente mientras se imaginaba el escenario — comimos cosas deliciosas, que luego papi vomitó, vimos el mar y justo cuando la cita se estaba acabando, besé a papi por primera vez, creo que para ambos fue la mejor sensación del mundo, ¿pero sabes que pasó luego? Papi comenzó a sentirse inseguro, pensando en que él era un omega muy sucio y usado para alguien como yo, que no se merecía estar conmigo porque en algún momento yo me cansaría de él o me conseguiría otro omega más bonito, todo estaba en su cabeza porque yo ni en mi momento más bajo pensé algo así de él, en mi cabeza yo repetía lo mucho que me gustaba, lo hermoso que era y las tantas ganas que tenía de quedarme al lado de ustedes para siempre — le contaba, sonriendo para sí mismo al recordar aquel día — él pasó días sin salir de su apartamento, evitándome, y fue mi turno de tener inseguridades, comencé a pensar que talvez lo había agobiado con ese beso, que probablemente él no estaba listo para formalizar algo con un alfa o incluso que yo no era adecuado para él, recuerdo que compré chocolate caliente y tome sin fin como si se tratara de alcohol, fue divertido pero gracias a que el chocolate caliente se acabó, tuve que salir de casa y lo encontré por fin en un balcón, hablamos y todo se aclaró en poco tiempo.

JeongIn por fin se separó de MinHo un poco para verlo a los ojos, el alfa tenía ojos sinceros y sonrientes, cómo una tierna caricia al corazón. 

— A lo que voy es, todos tenemos inseguridades cuando se trata de nuestras parejas, ya sea por sentirte menos que el otro, o sentir que te va a cambiar, que no eres bueno para él o cualquiera cosas que se te ocurra, las inseguridades no son tontas, es algo que está bien sentir, es natural — le habló, mientras sostenía la carita de JeongIn entre sus manos y le acariaba sus mejillitas — eso sí, no debes dejar que tus inseguridades te tire tierra encima y te sepulte, habla eso con tu novio y verás que todo es más gracioso de lo que ves, sino, estaré aquí listo con mis implementos de tortura para hacer sufrir a HyunJin por lastimarte.

JeongIn rio sin poder evitarlo, MinHo siempre intentaba hacer las conversaciones papá-hijo menos pesadas para él y JeongIn apreciaba que fuera así.

— Ahora te pregunto — habló después — ¿Quieres nuestra ayuda o quieres resolverlo tu solo? 

— Creo que con tus consejos, podré resolverlo todo yo solo — le contestó, MinHo asintió de acuerdo y JeongIn lo abrazó por el cuello, sintiendo las manos grandes de MinHo abrazarlo por la cintura — gracias papá, junto a papi, son los mejores.

— Siempre estaremos aquí bebé, jamás dejaremos que algo o alguien te haga más daño del necesario — le expresó MinHo — te amamos mucho.

— Yo también los amo demasiado — le dijo, JeongIn había soltado algunas lagrimitas, las cuales fueron rápidamente limpiadas por su papá.

— ¿Quieres ir con papi para que dejes de martillarte en esta pequeña cueva de omeguita? — le preguntó MinHo, mientras le extendía los brazos cual bebé.

JeongIn asintió sonriente y pronto MinHo lo cargó en sus brazos, sosteniendo sus muslos y el omega aferrándose a su cuello. JeongIn suspiró en el camino hasta la sala, donde Jisung seguía atascando su pequeña boquita con comida.

El omega embarazado sonrió al ver a MinHo cargando a JeongIn como a un lindo bebé y el omega menor salió de su escondite para sonreír bastante apenado por la escena. 

— Nuestro cachorro tiene problemas de amor adolescentes, los cuales resolverá él solo, luego de unos cuantos consejos y anectodas de papá — habló Minho hacia su esposo — ¿Y cuál es la solución para los problemas de amor adolescentes?

— Amor de papi y papá — habló Jisung, acomodándose mejor y abriendo los brazos en una clara invitación para JeongIn.

JeongIn lo pensó un poco, pero finalmente se bajó del abrazo de MinHo y fue con Jisung, su amoroso padre omega, quien siempre lo consolaba con tanto amor que se palpaba en el aire, Jisung lo abrazó lo más fuerte que pudo y JeongIn intentó no presionar tanto su pancita, para no dañar a TunTun. Jisung le besó la cabeza al mismo tiempo que MinHo se auto-añadía al abrazo, convirtiéndolo en un abrazo familiar.

A pesar de ser anatómicamente más grande que cuando era bebé, JeongIn encontró su lugar perfecto entre sus amorosos padres, quienes lo abrazaron toda la noche mientras todos juntos veían películas de manera feliz.

Una semana después de ese día, los pequeños JeongIn y HyunJin compartían el almuerzo en un día normal de escuela, reían entre ellos y tenían sus manos tomadas en la mesa, al ser HyunJin dos años menor que JeongIn, no estaban en el mismo salón, por lo que aprovechaban cada segundo del descanso para tenerse cerca. 

El celular de JeongIn sonó sobre la mesa, así que soltó la mano de HyunJin para contestar, le pareció raro ver el contacto de MinHo en la pantalla. 

— ¿Aló, papá? — saludó tranquilo, pero el tono preocupado y agitado del alfa al otro lado lo desconcertó. 

— Hola, mi amor, escúchame — le habló rápido — estoy en el hospital junto a Jisung, tu hermanita va a nacer. Ya llamé al director de la escuela para que los dejen salir a ambos, tomen un taxi y vengan ya, los espero.  

La llamada se cortó rápidamente y HyunJin se asustó al ver el miedo en los ojos de JeongIn. 

— ¿Qué sucede, hyung? — preguntó automáticamente.

— Papi entró en labor de parto, TunTun va a nacer — le soltó mientras ambos se levantaban de la mesa — Hay que ir al hospital ahora. 

Ambos dejaron de hablar y se fueron hasta el salón para traer sus cosas, no les costó tanto trabajo encontrar un taxi e irse, JeongIn estaba nervioso y su cara estaba pálida, así que HyunJin lo abrazó por los hombros para reconfortarlo. Al llegar al hospital ya estaban todos presentes, sus padres, los de HyunJin e incluso los abuelos. 

Mientras esperaba, su mente le jugó mal y su inseguridad volvió, estaba justo en el momento crucial dónde su hermanita nacería, enamoraría a HyunJin y todo estaría perdido, no quería odiarla, jamás sería capaz, pero no le gustaba lo que su corazón sentía. Desde que supo que su papi estaba embarazado una segunda vez, esperó encontrarse en una eterna espera de muchas horas, pero el parto fue más rápido de lo que todos esperaban y en cuestión de 3 horas Jisung estaba fuera del quirófano junto a TunTun. 

Estaban esperando entrar, cuando HyunJin se le acercó, claramente viendo la preocupación en su rostro y aunque se prometió no presionarlo, iba a hacerlo antes de que todo se volviera más grande. 

— Ok hyung, llevas en este estado varios días, yo me dije a mí mismo que esperaría a que me contaras, pero nunca lo hiciste — le habló, antes estaban algo alejados de los mayores por lo que podían hablar en paz — ¿Cómo puedo ser un buen alfa para ti, si no me tienes confianza? 

JeongIn suspiró y miró a HyunJin, este parecía no titubear en sus acciones, así que suspiró rendido. 

— Es estúpido, Jinnie — alegó el omega. 

— Pues dime esa estupidez, he visto a mi padre decirle muchas estupideces a mi papi y ellos siguen juntos y felices, así que está bien — le contestó, mientras buscaba sus manos y las sostenía con atención. 

— Es que, desde que TunTun está en el vientre de papi Jisung, tú te ilusionaste mucho con ella y yo comencé a pensar que me desplazarías si ella te llega a gustar más que yo — le soltó, sus ojitos amenazaban con llorar, pero HyunJin elimino esas lágrimas bebés inmediatamente — tú y yo somos novios, quiero pasar contigo toda la vida y que nos veamos tan bonitos como papá MinHo y papi Jisung, no quiero dejar de ser tu omega favorito. 

HyunJin se sintió mal ante la confesión, suspiró casi atónito por todo y vio a JeongIn con atención, llevó sus manos a su rostro y le acunó con atención, JeongIn hipaba cada vez que lloraba y esta no era la excepción. 

— Escúchame bien, JeongIn — comenzó a hablar — tú eres mi omega y yo soy tu alfa, nada más que nosotros, sí, acepto que me ilusione con TunTun, pero no es porque piense en reemplazarte, es más porque siempre deseé tener un hermano y mis padres ya no tendrán otro, pero lejos de mis propios deseos hay algo más — le sonrió, JeongIn le ponía suma atención — y es que cada vez que veía al tío Ji, verse tan hermoso en su embarazo, inevitablemente te imaginé a ti, porque eres la viva imagen de él, me imaginé nuestro futuro cuando ya tengamos cachorros, y puedo decir que estoy seguro de que quiero pasar el resto de mi vida contigo y vivir una historia hermosa como nuestros padres. 

JeongIn sintió un alivio instantáneo y sus lágrimas por fin cayeron de sus mejillas como una cristalina cascada.

— Te amo, Lee JeongIn, no te cambiaría por ningún otro omega jamás, TunTun será como una hermana menor, pero tú, tú eres el amor de mi vida — le confesó sonriente — desde el primer día de mi vida, cuando mis pequeños ojos te vieron, sabía que era tu alfa, estuve a tu lado por siempre, aun cuando mi mente de bebé no lo comprendía, pero mi alfa y mi corazón dijeron que eras el correcto, te amaré por siempre y por encima de cualquiera. 

JeongIn se acercó a besarlo castamente y luego lo abrazó fuertemente, como si fuera el último momento de su vida y el más especial.  

— Te amo, te amo tanto — le susurró en sollozos, mientras HyunJin se aferraba a su cintura con el riesgo de que MinHo sí le cortara las manos — gracias por ser mi alfa. 

— Gracias a ti por permitírmelo — le contestó cuando ambos se separaron y HyunJin limpió las lágrimas de su rostro — te prometo que no importa cuántas riquezas tenga, tú siempre serás lo más valioso para mí, eres mío y no te soltaré jamás. 

JeongIn sonrió y asintió, ambos se abrazaron y HyunJin besó sin cesar la mejilla de su novio, este reía por las cosquillas que le hacía, su padre tenía razón, una buena conversación siempre repararía las cosas. Hubieran seguido en su burbuja de amor, pero la enfermera vino para avisar que ya podían pasar a ver a la nueva integrante de la familia. 

Todos nerviosos siguieron a la enfermera y al entrar, Jisung aún seguía bajo los efectos de la anestesia, pero MinHo tenía a la bebé en brazos mientras tenía una inmensa sonrisa en su cara, JeongIn fue el primero en arrebatársela de brazos, ilusionado por conocerla. 

Ella era hermosa, tenía ojitos gatunos y suave piel de un tono parecido al de MinHo, su cabello casi inexistente, era oscuro y sedoso, la forma de los labios y cada detalle en sus rostros eran como los de MinHo, ella era la viva imagen de MinHo. 

— Tú jamás serías capaz de robarme a mi alfa, ¿Verdad, TunTun?— le habló con amor, sintiéndola tan frágil sobre sus brazos y viéndola envuelta en aquella sábana celeste claro — perdóname por pensar así de ti, te amo. 

Pronto los demás miembros de la familia se acercaron e invadieron el espacio de la hermosa bebé, mientras HyunJin se quedaba a un lado y esperando poder verla cuando el furor terminara, MinHo se acercó a él con una mirada juzgadora y se quedó a su lado de brazos cruzados, HyunJin estaba de buen humor, así que sabría lidiar con él. 

— ¿Por qué JeongIn tiene los ojos llorosos? — preguntó, en una mezcla de padre posesivo y preocupado — ¿Pasó algo entre ustedes? 

— Digamos que acabo de resolver nuestro primer conflicto como pareja, suegro — recalcó la última frase, viendo la expresión levemente sorprendida de MinHo, una sonrisa se extendió en HyunJin. 

Esperó que lo amenazara cómo siempre, pero, en cambio, recibió palmaditas en la espalda.  

— Bien hecho, pequeño alfa — le sonrió y para HyunJin, fue la aceptación definitiva como el alfa de JeongIn, ahora nadie lo detendría. 

Pronto fue el turno de HyunJin para conocer a la niña, tantos meses sintiéndola desde el vientre de Jisung, pero jamás llegando a tocarla, ahora todo se sentía irreal. JeongIn se acercó a su padre, quien observaba a HyunJin fijamente y antes de que pudiera decirle algo, MinHo habló. 

— Espero que ustedes jamás se separen, HyunJin es en el único que confiaré para ser tu alfa — le habló sonriente — porque he sido testigo que desde que te vio por primera vez, te sostuvo y jamás te soltó. 

MinHo le dio un abrazo y luego esperó pacientemente a que Jisung despertara, ambos se quedaron desde la cama viendo cómo la familia se divertía con la nueva cachorra. 

— ¿Al final ella si huele a flores tropicales? — preguntó Jisung, un poco débil aún. 

— Sí, a flores tropicales y brisa de mar — le soltó, besando su mejilla — nuestra familia es hermosa Jisung, la mejor de todas.

El omega rubio sonrió y se aferró más al agarre de MinHo en sus manos, la enfermera entró para registrar a la bebé, todo pusieron atención porque el secreto se guardaba celosamente para este momento. 

Su nombre es Lee Hayi — dictó MinHo y todos sonrieron ante un nombre tan bonito, para una niña tan linda.

Las preocupaciones de la vida son como ciclos que van y vienen todo el tiempo, para JeongIn, tal vez un poco de olor a bosque y un rubio posesivo lo resuelva todo, para HyunJin, un toque de frutos salvajes y labios dulces son la felicidad plena, el mundo funciona con rieles diferentes para cada uno, la vida es siempre tan amplia para significar cosas diferentes para todos, pero una cosa si es definitiva, las galletitas de chispitas y el chocolate amargo siempre serán uno, así que como el amplio bosque con sus frutos salvajes en el.  

Un alfa y un omega que esperan vivir una historia tan bella como alguna vez la vivieron un omega embarazado en la puerta de un alfa soltero y cocinero.

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Fin del Fin

Hola <3
¿Cómo están, baby? 💐

Este extra es un pequeño regalito, no estaba para nada planeado, pero muchos lo pedían, y quién soy yo para negarselos ❤️

Espero lo haya disfrutado, lo hice con muchooo cariño y de paso aproveche para renovar toda la estética ❤️‍🩹

Besitos en la kola

Bye, lxs amo 🌧️💐

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©𝐅𝐀𝐈𝐑𝐘_𝐇𝐀𝐍𝐍

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