El sol se había ocultado y la noche había caído sobre el apartamento 112 de aquel tranquilo vecindario, era una noche increíble, de esas dónde MinHo se sentía feliz y satisfecho por absolutamente nada, había salido temprano del trabajo, y ahora estaba en su cocina preparándose una deliciosa cena mientras tarareaba su canción favorita, reproduciéndose en altavoz en su celular apoyado en la barra desayunadora.

MinHo era un alfa adulto responsable y bastante común, con un trabajo de oficina de 7 a 4 suficiente para vivir cómodamente, vivía solo en un decente complejo departamental, y estaba soltero, pasaba la mayoría de su tiempo libre en casa haciendo diferentes cosas, su vida era buena y tranquila, por lo que vivía de forma maravillosa. Su único potencial problema eran sus padres esperando silenciosamente que sentara cabeza, y su mejor amigo Christopher que había decidió abandonarlo, pasando una temporada en su país natal para seguir al omega que está cortejando.

Pero nada de eso le preocupaba en este momento, con una suave sonrisa en cara y un delantal muy hogareño atado a la cintura, se paseaba por toda la cocina y le daba la sazón perfecta a su cena, no se consideraba un gurú de la cocina, pero sabía defenderse bien, y cuando se esforzaba, le salían verdaderas obras de arte, como en este momento.

Cuando creyó que estaba listo, hundió la cuchara para tomar un poco y la llevó hasta su boca haciendo un pequeño bailecito de satisfacción al probar lo deliciosa que le había quedado la comida. Apagó la llama de la estufa y paró la música, ya que estaba dispuesto a cenar en ese preciso momento.

Se dirigió hacia su refrigerador, tratando de decidir entre todas sus bebidas, cuál escogería para acompañar su cena. Fue allí y con ese silencio, que escuchó el timbre sonar varías veces, curioso levantó la cabeza mirando hacia su puerta, notó las sombras que se colaban en el espacio inferior y se quitó el delantal para atender.

Caminó de manera inmediata, acomodando un poco sus cabellos para verse presentable y abrió la puerta encontrándose con un lindo omega bajito de cabellos rubios, vestía una camisa color cielo holgada y unos pantalones de tela suave, parecía estar muy avergonzado, ya que mantenía su mirada baja, su carita portaba un sonrojo suave que intentaba reprimir, su boca se fruncía de la vergüenza y sus mejillas se abultaban en un puchero ligero.

Este miraba directo a sus propios pies, los cuales se movían de manera nerviosa contra el suelo, MinHo se quedó allí parado sosteniendo la puerta, su primer pensamiento fue acerca de la belleza del chico frente a él y luego un delicioso aroma a galletas de chispitas y leche natural lo golpeó.

— Hola — saludó MinHo, obteniendo la brillante mirada del omega dirigida hacia él — ¿Puedo ayudarte en algo?

—H-Hola, y-yo soy Jisung, el vecino — dijo el chico, apartando su mirada de MinHo al hablar — e-esto es muy vergonzoso. en serio, pero llevo como una hora oliendo el delicioso aroma que sale de tu casa, supongo que estás cocinando, y aunque aún no identifico lo que es, se me antojó de una manera tan intensa que no tengo otra salida — habló el omega, casi al borde de sus lágrimas, MinHo bajó levemente la mirada cuando el rubio le extendió un plato mientras baja su cabeza lo más que podía por la vergüenza — ¿M-Me darías un poco? Así puedo acabar con este antojo que me está matando.

MinHo se quedó estupefacto al escuchar esa extraña petición, ¿El lindo omega había salido de su apartamento y caminado hasta el de él con un plato en mano solo porque el olor lo había antojado? ¿Es eso tan siquiera normal? Miró por algunos segundos el platito de pulcra apariencia extendiéndose hacia él y al omega bonito que no le daba la cara, seguramente muriendo de la pena.

— Disculpa... Esto es extraño — fue lo único que MinHo pudo decir en una situación como está.

— ¡L-Lo sé! D-Discúlpame por venir a tu casa pidiendo que me des de tu cena, es que no lo puedo evitar — soltó Jisung, dignándose a levantar su cabeza para mirarlo. MinHo juraba que el omega se soltaría a llorar en cualquier momento — en otra situación no lo hubiera hecho nunca, pero...

MinHo llevó su mirada hasta el movimiento de Jisung, quien suavemente pasó su mano sobre su ropa, mostrándole una tierna y abultada pancita de embarazo que había estado muy oculta bajo su holgada camisa, la boca de MinHo se abrió por la sorpresa, no había visto a Jisung nunca y mucho menos sabía que estaba embarazado, la petición ahora se le hacía lógica.

— E-Estoy seguro de que esto se debe a mi cachorro, lo siento — siguió hablando Jisung — mi madre dice que es malo no satisfacer tus antojos y p-por eso estoy aquí.

— Oh por dios, lo siento mucho, no sabía que estabas en espera — se disculpó MinHo al instante, calmando las agobiadas feromonas que el omega soltaba — descuida, no tienes por qué pedir perdón es solo que se me hizo extraño, no es algo que verías tan seguido jajaja, pero está bien, con gusto te daré un poco de mi comida y complaceré el antojo de tu cachorro.

Los ojos de Jisung se iluminaron cuando MinHo tomó el plato de manera delicada, se quedó viendo desde la puerta como el alfa se iba hasta la cocina y le servía un poco de las delicias que había estado cocinando. Su corazón palpitó más feliz, y los movimientos en su vientre, por parte de su cachorro, le confirmaron que estaba satisfecho.

El alfa regresó pronto con el platito repleto de muchas cosas deliciosas que Jisung mataría por probar en ese instante. Por más que el olor de la comida invadió el lugar, la nariz de Jisung detectó el rico y acogedor aroma a chocolate amargo que el alfa soltaba, asumiendo, gracias a las feromonas, que este estaba feliz.

Al final no había resultado tan mal el venir hasta aquí.

— Aquí tienes — sonrió extendiéndole la comida — no soy el mejor cocinando, pero espero que sea lo suficientemente bueno para ti.

— N-No, seguro está muy delicioso — soltó Jisung, tomando con cuidado el plato — g-gracias, y una vez más, disculpa por molestar.

— No es nada — sonrió apoyándose contra su puerta y cruzando los brazos — que lo disfruten.

MinHo vio a Jisung irse con un caminado parecido al de un tierno pingüinito debido a su pancita, se quedó en su puerta viendo como Jisung entraba a su departamento con una satisfecha y feliz sonrisa, lo cual lo hizo sonreír también.

— Que lindo — soltó para sí mismo, con su corazón derritiéndose por la tierna situación y su lindo vecino omega.

Luego se metió a su casa dispuesto a cenar de una vez por todas y seguir disfrutando de su noche.
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— ¿Así que fue a tu apartamento por un antojo? — soltó Chris por la pantalla del celular de MinHo en una videollamada, mientras este tomaba su almuerzo en una cafetería cerca del trabajo.

— Sí, ¿no es tierno? — comentó con sus ojos pareciendo pequeñas lunitas al sonreír — llevaba su platito y escondía su pancita bajo su camisa grandota, el pobre estaba tan avergonzado por tener que hacer eso.

— Ay, me lo imaginé y todo, que bello — agregó Chris — es una situación sin duda muy random, pero agradable.

— Total, me alegró el resto de la noche — soltó mientras seguía masticando — ahora estaré más pendiente de los vecinos, antes de ayer, no lo había visto jamás.

— ¿Estarás pendiente de los vecinos o de ese vecino? — le molestó Chris, riendo al ver a MinHo hacerle una expresión de regaño.

— Tengo que confesarlo, se me hizo muy lindo. Su olor es delicioso y dulce, aunque al inicio se me hizo raro que oliera a leche natural, luego entendí que era por el bebé — habló MinHo — además no me culpes, está embarazado y parece vivir solo, algo feo podría pasarle, por lo menos estaré atento a cualquier cosa.

— Aigoo~, eres un alfa taaaan dulce — molestó Chris sonriente — a él, tu ayuda extra seguro le vendrá bien, así que lo apruebo con la condición de que me cuentes más cosas de él conforme lo conozcas, se escucha que es un manojito de ternura.

— Deja de molestarme y mejor cuéntame cómo te va con Seungmin — le dijo MinHo para desviar la atención de la conversación.

— Ah pues, él es tan perfecto para mí — sonrió Chris enamorado — desde que lo sorprendí en la casa de su familia, me dijo que estaba loco por seguirlo hasta aquí, al inicio no me creyó que también tenía familia en Australia y que estaba visitándolos, de igual manera se alegró. Ayer tuvimos una cita ¿Y sabes qué? Lo besé y él me dejó hacerlo.

El tono de colegiala emocionada hizo reír a MinHo, su mejor amigo había estado así desde que conoció a Seungmin en una cafetería, y podía decir orgullosamente que había visto como esta relación nació y se desarrolló hasta donde estaba ahora. Christopher era una alma libre, tenía una marca local de ropa y básicamente era su propio jefe, por lo que nada le impedía irse a Australia para seguir al omega de sus sueños y pasar una temporada allá con tal de conquistarlo.

— Me quiero casar con él, Honnie — le soltó el alfa rubio — es el chico más perfecto que he conocido, mucho mejor que todos los omegas con los que he salido, así que haré lo posible para que me dedique esa linda sonrisa suya solo a mí.

Christopher estaba sentando cabeza, ¿Cuándo lo haría él?

Al acabar su almuerzo tuvo que despedirse de Chris, pasó brevemente al baño para checar su aspecto y luego volvió a su trabajo. Pasó el resto de día concentrado en ello, y al filo de las 4 pm tomó sus cosas y le dijo adiós al aburrido papeleo para volver a casa.

Debido a que salía temprano de trabajar, aún podía disfrutar del buen clima que hacía el día de hoy, el camino a casa era muy tranquilizante y el paseo en autobús era más que entretenido. Al bajarse del bus, prácticamente ya estaba en su vecindario, solo necesitaba caminar unos minutos hasta su edificio, esto lo hizo de manera tranquila, con sus manos metidas en los bolsillos de su pantalón y mirando los árboles frondosos a la orilla de la calle.

En su caminata se topó con otra tierna escena, era su vecino Jisung, quien seguía una manzana en medio de la vía pública, al parecer se le había caído de entre todas las compras que traía en mano. MinHo se dedicó a mirarlo con una sonrisa involuntaria, Jisung ahora había dejado la ropa holgada de lado y vestía un overol azul claro, acompañado de una camiseta blanca y unos tenis del mismo color, con esa ropa el bultito de su cachorro quedaba muy en evidencia y allí notó lo avanzado que estaba en su embarazo.

MinHo decidió detener la manzana en su recorrido, Jisung se sorprendió al verlo en el mismo camino y una sonrisa amplia y hermosa se extendió en su cara, al parecer la crisis de vergüenza de ayer había sido olvidada. Vio a Jisung con intenciones de agacharse a recoger la manzana mientras sostenía su vientre con una mano, pero MinHo le ganó la acción y le ahorró el cansancio que eso debía suponer para él.

— Creo que se te perdió esto — le dijo MinHo sonriente, tras limpiar el polvo de la superficie de la fruta, entregándosela.

— Muchas gracias, pensé que no la alcanzaría jamás — sonrió también Jisung volviendo a meterla entre sus bolsas del mercado.

— ¿Otro antojo? — preguntó MinHo mientras ambos, sin darse cuenta, comenzaban a avanzar hacia el edificio.

— Si — soltó Jisung con una risita suave que delató de manera tierna sus intenciones — Es que Semilla de ajonjolí quiere pie de manzana, lo he estado deseando desde que me levanté está mañana y como no tenía los ingredientes en casa, tuve que salir.

— ¿Semilla de ajonjolí? — preguntó riendo — ¿Es ese el apodo de tu cachorro?

— Ah, sí — soltó un poco avergonzado, pero muy sonriente — es que me gusta mucho hornear postres, la primera vez que mi cachorro pateó fue mientras hacía un pan dulce cubierto con semillas de ajonjolí, así que me pareció lindo llamarlo así, ya que él parecía emocionado por probarlo.

— Es bastante original, me gusta mucho — confesó, para luego observar las bolsas que el omega cargaba — ¿No quieres que te ayude? Eso se ve pesado.

Jisung miró a sus bolsas de comprados repletas de cosas, la verdad si estaban pesadas, y para variar su espalda dolía, por lo que asintió de manera suave y MinHo no tardó en acomodar mejor su mochila y tomar todas sus cosas para aliviarle la carga.

— Gracias — soltó sonriendo, y el alfa igual le dedicó una suave sonrisa amable — No me dijiste tu nombre ¿Cuál es?

— ¡Ah, cierto! — respondió notando ese detalle — Soy MinHo.

— Entonces, gracias MinHo por tu ayuda — volvió a decir.

— Descuida Jisung, es un placer — respondió rápidamente — ¿Semilla de ajonjolí es un varón?

— Sí, es un lindo niño — respondió mientras acariciaba su vientre de manera amorosa — tengo seis meses, así que cada vez estoy más cerca de tenerlo conmigo.

MinHo tenía muchas preguntas, cómo por ejemplo ¿Por qué vivía solo?, ¿Dónde estaba el otro papá de ese bebé? O ¿Nadie lo apoyaba?, pero se guardó esa curiosidad para otro momento y continúo sonriendo hacia el bello omega.

— Oh, ya veo, seguro es emocionante — agregó MinHo — ¿Cómo estuvo la comida ayer? ¿Fue tan buena como su olor?

— ¡Oh, sí! Fue totalmente delicioso — soltó el rubio más bajito ante la pregunta, sus ojitos se pusieron hermosos y brillantes, así que MinHo suponía que estaba feliz al pensar en comida — gracias a ti, Semilla de ajonjolí se quedó quieto toda la noche y descanse muy bien.

— Ah, eso es genial, la comida hace magia entonces — rio para luego ser seguido por Jisung, mientras ambos caminaban de forma lenta, no queriendo llegar a los apartamentos inconscientemente.

— Ya que hornearé el pie de manzanas hoy... — habló Jisung un tanto tímido, desarrollando un tierno sonrojo en sus mejillas — ¿Te gustaría un poco? Para compensar lo de ayer.

— Oh, estaría genial — asintió MinHo — me encantaría probar los antojos de Semilla de ajonjolí.

— Muy bien, lo llevaré entonces —mirando hacia sus zapatos en un acto de timidez y sus mejillas delatándolo.

En poco tiempo, y sin darse cuenta, habían llegado a sus apartamentos, así que cerca de la entrada, MinHo le devolvió sus bolsas a Jisung mientras lo miraba fijamente.

— Aquí tienes, Jisung — le habló, el omega tomó sus cosas y sonrió.

— Gracias, MinHo — respondió.

—Jisung... — lo volvió a llamar y el omega musitó un pequeño "¿Hmm?" — ya que traerás el pie de manzanas, ¿Te gustaría quedarte a cenar conmigo?

Jisung ante esto soltó un jadeó suave que alertó rápido a MinHo, Jisung llevó la mano hacia su vientre mientras lo sostenía en una sonrisa.

— A Semilla de ajonjolí parece gustarle mucho esa idea — soltó, aún sintiendo la intensa patada que su cachorro había dado — Así que supongo que sí, gracias por la invitación... ¿Cocinarás lo mismo que ayer?

— Cocinaré lo que tú quieras — le respondió.

— Bien, estaré allí — le dijo mientras avanzaba hacia su apartamento.

— Bien, te esperaré allí — respondió, abriendo la puerta del suyo.

Jisung entró a su casa luego de eso para hornear su pastel y MinHo comenzó a prepararse para cocinar la cena, cada quien sonriendo a su manera.

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Fin del capitulo

Esta historia me emociona muuucho, porque es taaan linda 🥺💛

Bye, lxs amo 🌼🤎

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©𝐅𝐀𝐈𝐑𝐘_𝐇𝐀𝐍𝐍