
He is...
¡Advertencias!
Beomgyu tiene una relación romántica/sexual con Yeonjun y Ryujin por separado, entre ellos dos no hay más que interés amistoso. Hacen un trío, pero ambos se centran solo en Gyu.
Este es un one shot del universo de 'POLILOVE' una historia que pueden encontrar completa en mi perfil.
8.100 palabras
(80% contexto - 20% smut)
Taehyun pidió ayuda para montar la obra de final de curso puesto que pertenecía al club de teatro y el profesor Kim Seokjin lo asignó de asistente. Era demasiado trabajo incluso para dos personas, y el menor se dio la libertad de pedirle a su grupo de amigos una mano. Todos le respondieron que estaban ocupados, y que en cuanto tuvieran tiempo libre se pasarían por el aula de teatro.
Todos... menos Beomgyu.
El club de música no participaría en nada ese año porque prefirieron invertir para mejorar la acústica del salón. Beomgyu hizo su parte la primera semana y después se quedó con mucho tiempo libre. No podía invertirlo en Ryujin o Yeonjun porque estos estaban ocupados con sus respectivos clubes, por lo que aceptó ayudar a Taehyun en lo que necesitara. Lo que no sabía, es que Taehyun necesitaba muchísima ayuda...
El menor tenía ojeras bajo sus grandes ojos por pasársela en ensayos mañaneros y nocturnos con los actores y los encargados de la iluminación y el sonido. Beomgyu lo seguía a todos lados masajeando sus hombros y sirviéndole agua, animándolo para que no colapsara.
De vez en cuando tuvo que ayudar a cargar cosas y limpiar, pero estaba bien, él podía con eso. Incluso si Taehyun necesitaba que alguien probara el arnés para escenas voladoras él lo haría.
Beomgyu era temerario y curioso por naturaleraza, y su pequeño amigo lo agradeció mucho. De su grupo era el mejor para la tarea de ayudarle. Soobin -su novio- podría ponerse nervioso, Ryujin tenía poca paciencia, Yuna se distraía fácilmente, Lia no disfrutaba trabajar bajo presión, Hueningkai era un desastre, y Yeonjun participaba en la obra como bailarín, así que estaba ocupado con sus prácticas. Beomgyu era simplemente la mejor opción, y fue afortunado de que allí estuviera.
Entonces, cuando todo estaba saliendo bajo control pasó lo imprevisto, algo que ninguno esperaba, justo un día antes de la maldita obra.
-¡Mi brazo! ¡Ayuda! -gritó Joy, uno de los personajes femeninos más importantes de la obra, justo después de caerse del escenario en un tropiezo.
Todos fueron a socorrerla, Beomgyu actuó rápido y llamó a emergencias. La chica se había roto algo, estaban seguros por los gritos que pegaba y lo morado que se puso su brazo en cuestión de segundos.
Fue casi media hora de pánico en lo que esperaron por los médicos. El director también hizo aparición, llamando a los padres de Joy y acompañándolos al hospital junto con el profesor Seokjin, dejando el cargo a Taehyun para que mantuviera el orden en lo que volvía. Todo el club estaba muy afectado, algunos se habían puesto blancos de la impresión.
Solo después de que volviera el silencio al auditorio pudieron empezar a respirar con normalidad y dejar de sudar.
-Bien ¿Qué vamos a hacer ahora? -preguntó la protagonista de la obra, Tzuyu.
Taehyun dio un paso adelante, inhaló y exhaló.
-Debemos recuperarnos y seguir con este ensayo.
Todos asintieron como pudieron. Era lo lógico, no podían cancelar nada a pesar de que habían perdido a una integrante.
-¿Joy tiene doble? -preguntó Taehyun, uno de los actores menores le informó que nadie además de los dos protagonistas tenía a un doble.
¿Cómo es que eso era posible? No podían prescindir del personaje, todos debían tener dobles, era lo justo.
Luego Taehyun recordó que en la obra habían casi treinta personajes, y que era prácticamente casi todo el grupo de actores y bailarines juntos.
-Repito -Tzuyu, la protagonista, reiteró- ¿Qué vamos a hacer? -en su cara se mostraba la preocupación.
Taehyun necesitaba un descanso o iba morir de angustia. Procedió a decir lo que cualquiera en su situación diría.
-Sigan practicando sin ella como puedan, en un momento vuelvo.
Taehyun tomó a Beomgyu de la mano y lo llevó a los camerinos. El mayor había visto todo tomando un poco de distancia, tratando de no entrometerse, esperando por una orden de Taehyun para seguirla.
-¿Cómo te sientes? -preguntó en cuanto cerraron la puerta de los probadores.
-Estoy a punto de prender fuego al escenario y luego bailar sobre sus cenizas.
Beomgyu rió a pesar de la situación, eso animó un poco al menor.
-¿No sabes cómo proceder?
-No, ¿tienes alguna idea, asistente?
Lo único que Beomgyu podía hacer era ir por gasolina y un encendedor, pero retiró la idea de su cabeza y pensó seriamente por unos minutos.
-¿Qué tan importante es Joy? ¿Que papel interpreta?
Taehyun siempre llevaba consigo una tabla con un guión de la obra, lleno de correcciones a bolígrafo y una hoja con los nombres de los personajes entre otras cosas. Rebuscó un momento antes de contestar.
-Interpreta a la hermana menor de la protagonista. Tiene diez lineas de diálogo y aparece en dos escenas, una del primer momento y la segunda en el último.
Eso no era demasiado, pensó Beomgyu.
-Si no tiene doble entonces alguien más podría aprender todo lo que hace ¿no? Encontraremos a alguien.
-No hay tiempo -Taehyun peinó su cabello hacia atrás con cansancio- son las tres de la tarde, necesito a alguien para que practique con los demás en el ensayo pre-obra y encontrar un vestuario acorde antes de que la escuela cierre. Incluso si obtengo permiso para quedarme aquí hasta mañana nadie va a querer hacerlo por mi.
Beomgyu escuchó todo con lastima, su amigo estaba haciendo esa cara de desesperanza total que no le gustaba, que lo hacía querer abrazarle y protegerlo del mundo.
Si Soobin estuviera allí ya se abría llevado a Taehyun a casa y mandado todo a la mierda.
-¡Podemos pedirle a Yuna...!
-Ella está acabando sus pinturas para la exposición del club de arte.
-Lia...
-Lia es la encargada de vestuario, hoy no está aquí porque necesitaba descansar, mañana estará ocupada preparando y ayudando a todos los actores.
-Cierto... -Beomgyu se dio cuenta de que en realidad no tenía a muchas amigas.
Taehyun sonrió de la nada.
-¿Qué ocurre? -Beomgyu también quería reírse.
-Es que no nombraste a Ryujin, tu subconsciente todo lo sabe.
Ambos estallaron en risas. ¿Ryujin para la obra? Sí claro, ella podía ser muy buena actuando, pero tenían solo un par de horas y ella no tomaría el lugar. Además, tenía su partido de fútbol justo antes de la obra, todos lo sabían porque llevaba hablando de eso semanas.
-Ella está descartada totalmente -dijo Beomgyu con cariño.
-Supongo que estoy perdido, debo reacomodar toda la obra, intentar que funcione sin Joy.
Taehyun se levantó y dio un suspiró. Fue en ese momento que Beomgyu divisó algo en la mesa detrás del menor, sobre el tocador.
-Vamos, tengo que explicarle a...
-Yo lo haré.
-¿Harás qué? -Taehyun no comprendió.
-Tomaré el papel de Joy.
-...
-Lia sí que podría ayudarnos con eso.
-...
-Con una peluca... -eso es lo que había visto detrás de Taehyun- maquillaje, un vestido, y mis habilidades cantando puedo soñar más agudo.
-¿Estás de broma? -Taehyun parpadeó, sus grandes ojos de repente chispearon con esperanza.
Beomgyu sonrió con toda la sinceridad reflejada en su rostro.
-Dijiste que nadie lo haría por ti, bueno, yo lo haré Tae.
Los labios del menor tiritaron en un puchero, luego se lanzó a los brazos de Beomgyu y casi lloró, repitiendo una y otra vez que era el mejor amigo del mundo.
Beomgyu acarició su espalda y dejó un beso en su cabeza.
-Ya ya, si lloras tus ojos se pondrán rojos y Soobin se dará cuenta, no quieres que él se de cuenta de que en este club te explotan laboralmente.
La risa de Taehyun vibró en su pecho.
-Cierto -dijo separándose- él podría demandar a la escuela.
-Exacto, que esto se quede entre nosotros y Lia.
-¿No le vas a decir a Yeonjun y Ryujin?
Beomgyu negó, sus mejillas hormiguearon.
-Ellos van a reírse, mejor ahorremos ese bochorno.
-Pero Yeonjun pertenece a la obra como uno de los bailarines principales, va a darse cuenta...
-No necesariamente -Beomgyu pensó- los bailarines ya ensayaron esta mañana, eso quiere decir que no lo veré hasta mañana en el ensayo pre-obra, como tendré el vestuario no sospechará nada ¡seremos desconocidos!
-Esto va a ser divertido -Taehyun se permitió decir.
-Así me gusta -Beomgyu sostuvo su mentón- tómalo como una pequeña aventura que hará tu trabajo menos pesado.
-De acuerdo.
Informaron a los chicos que ya habían encontrado a una suplente. Mientras tanto Lia estaba en camino después de que la llamaran diciendo que necesitaban ayuda en un asunto de vida o muerte.
Taehyun tuvo que continuar chequeando a los actores así que le dio una copia del libreto a Beomgyu con sus líneas subrayadas, lo mandó al cuarto de vestuario a memorizarlas mientras esperaba a Lia.
Beomgyu leyó todo detenidamente, con la convicción de hacerlo todo bien y enorgullecer a su amigo. Media hora después tocaron a la puerta y respiró hondo antes de abrir. Lia llevaba un bolso enorme en una mano y en la otra una de esas increíbles cajas de cosméticos.
-¿A quién debo transformar? -preguntó entrando en la habitación, se veía como toda una profesional con el cabello vuelto un moño sobre su cabeza.
-A mi.
Ella sonrió, escuchándolo pero ignorándolo. Buscó con la mirada a alguien más en la habitación. Cuando no encontró a nadie volteó a ver a Beomgyu, su expresión se fue deformando hasta volverse shock puro.
-¿Podrías dejar de verme como si me hubiera vuelto fan de los tomates de repente? Necesitamos movernos o Taehyun lo pasará mal de nuevo.
-¿Puedo preguntar?
-Haz todas las preguntas que quieras mientras trabajamos en esto.
Lia se colocó las mangas de su cardigan por los codos y puso todo su arsenal sobre el tocador.
-Ya decía yo que el que insistieran en traer una peluca era demasiado extraño.
Beomgyu se sentó frente a la mesa.
-Bueno, no estaba seguro de que esta serviría -señaló la que vio con anterioridad.
-Honbre precavido -halagó Lia- pero levantate, primero voy a ajustarte el vestido, es lo más difícil.
Beomgyu tragó saliva, pensó que harían eso al final y así tendría tiempo para prepararse psicológicamente. Nunca se había probado un vestido, él esperaba que el día en que se le antojara transvertirse fuera en un contexto totalmente diferente.
Por lo menos no le disgustaba la idea como a otras personas les enloquecería, al punto de ni siquiera poder imaginarse de esa manera. A él le parecía cool, a pesar de que fuera un asunto serio.
Ella no tomó sus medidas, no había tiempo de confeccionar un vestido desde cero, lo que haría sería deformar el original. Pidió a Beomgyu que se lo pusiera, lanzándoselo a los brazos y empujándolo al vestidor, él cerró la cortina y respiró hondo.
Diez minutos después Lia gritó.
-¿Ya?
-E-esto es... y-yo.
-Esto es por nuestro Tae, sal ahora mismo -sí, ella ya estaba en el mood adecuado.
Beomgyu retiró la cortina y se rodeó a si mismo con sus brazos, su cara tan roja como los tomates que odiaba.
Lia parpadeó atónita.
-Gyu, siempre supe que la ropa de chica te quedaría bien.
-¿Eh?
-¡En serio! Tu cintura es tan fina y tu brazos y piernas tan delicados, te queda como si fuera un guante. Uno al que hay que arreglarle la parte del pecho, pero eso es lo de menos.
Beomgyu trató de no darle vueltas a ese comentario y dejar que ella empezara su trabajo, colocando la guía para coser después, apretando en zonas clave para que hiciera la ilusión de una curva más pronunciada, como lo era en los vestidos de antaño, que era lo que trataban de imitar.
Beomgyu sudó cuando ella le pidió que se sostuviera del filo de la mesa para anudar con fuerza los listones de atrás. Joder, sintió que vomitaría el almuerzo y el desayuno juntos. ¿Cómo las mujeres soportaron eso por decadas? Ya no hacían cosas como esas ¿verdad? Si veía a su Ryujin con algo así de apretado encontraría la manera de salvarla, juraba que lo haría.
-Listo -Lia se enderezó sonriente, dando una caricia en su hombro para reconfortarlo- tienes lindos hombros Gyu, tu espalda es muy suave -se distrajo, y el rogó porque se enfocara y lo ayudara a sacarse la prenda.
Terminaron con el vestido, Beomgyu trató de olvidarse un rato de que debía volver a ponerse esa arma de tortura medieval al día siguiente y se emocionó por lo siguiente.
-¿Ahora la peluca?
-Sip~ -Lia tatareó una canción mientras sacaba dos bolsas de su mochila gigante-. He traído dos, veamos cuál se ve mejor.
Estaba colocando la red en su cabeza cuando tocaron a la puerta.
-¡Gyu, soy yo!
Dejaron a Taehyun pasar, llevaba tres latas de refresco y bolsas de frituras.
-Un arsenal para toda la noche -Lia silvó- llegaste tarde para ver a Beomgyu en vestido.
-Seguro fue entretenido -y los dos se rieron mientras Beomgyu pensaba que ese vestido tenía de todo menos algo de divertido.
-Ya todos se fueron -informó el menor sentándose, mirando hacia Beomgyu y Lia- ya llamé a Soobin y le dije que no iré a casa esta noche.
-¿Y no enloqueció? -Beomgyu se lo podía imaginar, al mayor todo alterado.
-Dijo que vendría, pero lo obligué a quedarse en casa y que descansara para su competición de natación.
Beomgyu se sintió un poco mal porque no había llamado a Ryujin o a Yeonjun. Él pensó que los dos seguro estarían demasiado ocupados, que no debía importunar, pero los extrañaba, y quería un abrazo y un beso de los dos.
-Ryujin me dijo que se acostaría temprano hoy -informó Lia- luego del almuerzo no hablamos más.
-Quizás debería enviarle un mensaje a Yeonjun -Beomgyu hizo el ademán de levantarse, pero Lia lo devolvió a su puesto.
-Primero esto y luego tus amorcitos.
-¡Eso es injusto! -puchereó, pero dejó que ella siguiera arreglando su cabello y la peluca.
Taehyun observaba y de vez en cuando hacía algún comentario sobre cómo sería la vida de una drag. Los tres concluyeron que seguro era glamurosa y dolorosa por partes iguales.
La peluca castaña, larga, y rizada fue acomodada por fin en la cabeza de Beomgyu. Él se miró al espejo con asombro.
-No puede ser... soy la chica más linda del mundo.
-Opino lo mismo -dijo Lia.
-En serio -habló Taehyun- ¿por qué tienes pene? Eres el sueño húmedo de todos los simios heterosexuales de mi curso.
Y los tres estallaron en risas, por milésima vez en el día. Amaban reírse, sobre todo por esos chistes espontáneos que en su grupo de amigos estaban a la orden del día.
Aun así, ellos ya sabían muy bien que los genitales no tenían nada que ver con el género.
-¿Probamos con la otra peluca? -pregunto Lia.
-No creo que haga falta -Taehyun opinó- se ve perfecto, con esta no necesita ni un vestido para engañar a cualquiera.
-Se me acaba de ocurrir que pudiste cambiar el personaje de femenino a masculino... -Beomgyu comentó cuando la idea llegó cual flecha a su cabeza.
-No -negó el menor enseguida- ella es desposada al final de la obra, ¿Leíste el final?
No lo había echo aún, no llegó al final, pero al parecer debía ser... Desposado. ¡Genial!
-Demonios.
-Beomgyu esta6 buscando la manera de no tener que volver a ponerse el vestido -Lia dijo divertida por la cara que ponía Beomgyu cada vez que mencionaba la prenda.
-Esta será una historia genial para contar a tus hijos Gyu, vele el lado positivo.
-Ryujin no quiere tener hijos.
-Ah.
-Aunque Yeonjun me habló de adoptar una vez.
Después de esa divagación fue momento de probar el maquillaje. Un hecho importante en el mundo de la actuación y el performance es que mientras más exagerado se viera de cerca, más fabuloso era de lejos, y ese fue el criterio de Lia a la hora de ponerle pestañas postizas y rubor.
Cuando alejó las brochas de su cara y Beomgyu se miró de nuevo en el espejo pensó que había muerto y revivido como alguien más, que esa mujer bonita en el espejo no era él.
-Quizás debería probar ponerte pestañas más largas.
-¡No! ¡Así está bien! -su usual voz gruesa no pegó para nada con su apariencia, pero eso no importaba si podía evitar volver a casi perder un ojo a causa de esas pestañas.
-¿Deberíamos probar todo esto con el vestido también?
-¡Sí! -Taehyun gritó.
-Si sacas ese vestido voy a llamar a derechos humanos Choi Jisoo, no estoy jugando -amenazó.
Taehyun y Lia no lo tomaron en serio por supuesto, pero tampoco intentaron meterlo dentro del vestido.
-¿Qué procede? -preguntó Lia tomandose un descanso y bebiendo refresco.
-Nosotros debemos quedarnos, pero tu puedes volver a casa -dijo Taehyun suspirando, tan cansado que sus ojos se mantenían entrecerrados.
-¿Vas a enseñarle cómo actuar en una noche?
Ambos chicos asintieron. Sí, porque aunque Beomgyu tuviera la peluca y el maquillaje puesto seguía siendo un chico que no sabía gesticular como una mujer.
-Cuando te vayas pide un taxi por favor -ordenó Beomgyu preocupado porque su amiga estuviera en la calle sola por la noche.
-De acuerdo, de todas formas me quedaré un rato más, alguien tiene que ayudarte a quitarte todo eso -señaló la cara de Beomgyu.
-¿Volveras a colocarlo de nuevo mañana? -Beomgyu miró el reloj en el techo, marcaba las doce y media- bueno, hoy en el día.
-¿Cómo es que pasan de las doce y seguimos aquí?
-El profesor Seokjin me dejó las llaves e informó a los guardias que nos quedaríamos ensayando -aclaró Taehyun abriendo una bolsa de frituras- ¿Quieren?
Los tres comieron mientras comentaban las actividades que se darían durante el día, cada presentación, competición o exposición.
-Hueningkai es el único que no tiene actividades que hacer.
-No, pero debe repetir un examen mañana y se ha pasado toda la semana estudiando como loco -informó Beomgyu, recordando que Yuna iba a almorzar a su casa todos los días porque era su único hueco en su agenda para verlo.
Tan lindos.
Y Beomgyu se seguía preguntando ¿porqué su celular no sonaba? ¿A Yeonjun se le había olvidado su existencia o qué?. Ryujin seguro estaba en su quinto sueño y podía justificar que no diera señales de vida, pero a Yeonjun no lo veía desde la mañana y ni un mensaje de voz recibía.
-Deja de ver tu celular con esa cara, va a rompersele la pantalla por mal de ojo -comentó Taehyun- ya puedes escribirle ¿por qué no lo haces?
Beomgyu mordió su labio y luego infló sus mejillas, viéndose totalmente precioso con todo el maquillaje.
-Quizás ya está dormido -se encogió de hombros, queriendo cambiar de tema.
-¿Cómo lo veras a los ojos mañana? -Lia trató de imaginarlo- quiero decir, sé que es gay, pero así vestido eres quizás tres veces más lindo, ¿seguro que no quieres decirle?
Beomgyu negó.
-Es vergonzoso -declaró.
-Todos nuestros amigos estarán viendo la obra mañana, ¿eso no te pone nervioso también?
-Estoy tratando de bloquear la inseguridad y los nervios...
-¿Ves Lia? -Taehyun sonrió- él es perfecto, es bueno trabajando bajo presión, lo primero que un actor debe dominar.
Lia captó la broma respecto a su novia al instante.
-Y es todo lo que Ryujin no tiene.
Los tres se rieron con cariño recordando a la chica.
-Es curioso, se supone que juega fútbol y trabaja bajo presión a menudo.
Beomgyu conocía la diferencia, Ryujin lo había platicado con él cuando eran a penas unos niños y ella empezaba a interesarse por el deporte.
-Dice que en el campo todo es diferente, no es ella misma, es alguien mejor.
-Eso es algo muy poético.
-Es Shin Ryujin -Beomgyu se jactó de tenerla como novia y mejor amiga tambien- toda ella es poesía.
-Que cursi acabas de sonar -Taehyun se burló.
-Callate -dijo Beomgyu- ¿Soobin no es lo más hermoso para ti? ¿Y para ti Lia? ¿Tu no crees que Ryujin es arte?
Las mejillas de los dos se volvieron color durazno mientras asentían.
-Ryu es arte -Lia afirmó enamorada.
-Binnie es lo más hermoso del mundo -Taehyun murmuró.
A Beomgyu le gustaba hacer a sus amigos admitir esas cosas, su corazón se calentaba y le daba ganas de nunca perderlos.
Los quería a todos tanto. El hecho de llevar peluca en ese momento decía mucho de cuánto era capaz de hacer por ellos.
-Ya descansamos mucho -fue el primero en hablar después de segundos de silencio reflexivo- tengo que aprender a andar por el escenario, no quiero partirme un brazo como Joy.
-Cierto, se supone que debes romperte una pierna.
Lia le quitó el maquillaje y la peluca, se retiró a su casa para dormir un poco y Beomgyu y Taehyun se quedaron un par de horas ensayando, cuando sus ojos ya no podía mantenerse abiertos extendieron una colchoneta en el suelo de los camerinos y se quedaron dormidos en cuanto se recostaron, abrazándose para no tener frío.
Cuando la alarma sonó a las cinco de la mañana, a penas dos horas después se removieron con quejas, Taehyun incluso pataleó por la impotencia de no poder dormir un poco más, y también porque no tenía a Soobin para mimarle como todas las mañanas.
-Quiero a Binnie -se quejó cuál niño pequeño. Esa actitud tierna solo se desbloqueaba en la mañana, en ningún otro momento del día sería capaz de hacer tal berrinche.
-Y yo quisiera una taza de café con leche, pero no todo se puede Tae.
Con las ganas de pararse al 1% se estiraron y tronaron sus espaldas. Sus cuerpos estaban molidos, pero la cosa ni siquiera había empezado. Habían colocado la alarma una hora antes de que el grupo de baile y los actores llegaran, así podrían desayunar algo y preparar todo para su llegada. La obra se daría a las tres de la tarde, y tenían mucho que hacer hasta la resolución del plan.
Taehyun se ofreció a ir por algo de comer mientras Beomgyu iba a tomar una ducha en los baños del gimnasio de la escuela. Se cambió la camiseta por una que encontró entre la ropa de teatro y se volvió a colocar la peluca, recreó el maquillaje sin hacerlo tan exagerado, de eso se encargaría Lia más tarde.
Después de que Taehyun y él se despertaran por completo y llenaran sus estómagos revisaron todo el itinerario de ese día. No podrían ir a ver a Ryujin a su juego, pero sí podían ver la exposición de Yuna que se daba justo después de la obra.
-Después de hoy voy a llegar a casa y le lloraré a mi cama una hora -dijo Taehyun echándose sobre su silla.
-Yo iré a celebrar con Ryujin por su partido que seguro ganará y me quedaré en casa de Yeonjun.
Como si sus palabras fueran magia las puertas del auditorio se abrieron y el profesor Seokjin entró junto con todos los demás del club de teatro y danza, entre ellos estaban Yeonjun y Lia.
-¿Listo Gyu? -susurró Taehyun.
-No.
-Yo tampoco.
Se dieron un apretón de manos para transferirse un poco de apoyo mutuo y se levantaron para recibir a todo el grupo.
-¡Buenos días Taehyun-ssi! -saludó el maestro- ¿Tuviste una noche muy larga?
Taehyun no quería ni responder, uno de sus ojos parpadeó.
-Sí gracias por permitir que nos quedáramos -hizo una reverencia. En ese momento todos pusieron su atención en Beomgyu, él solo podía desviar la mirada, algo bastante difícil tomando en cuenta que habían personas rodeándolo completamente.
-Gracias por tomar el papel de Joy -agradeció el profesor a Beomgyu- no sabes lo mucho que todos nos aliviamos por tu colaboración.
-N-no es nada -puso todo de si para hablar bajo y agudo.
-Eres muy tímida -el profesor sonrió encantador hacia él- ¡exactamente como es tu personaje! sigue así, no te pongas nerviosa ¿vale? estamos aquí apoyándonos entre nosotros.
Beomgyu asintió sin levantar demasiado la mirada, ya no sentía a todos observándole, pero tenía la sensación se que si levantaba la mirada iba a encontrarse con Yeonjun y se volvería un desastre andante.
Los ensayos empezaron. Como pudo se integró, haciendo todo lo que Taehyun le explicó durante la noche a la perfección, el profesor corrigió pocas cosas, alguna postura un poco rígida y nada más.
Cuando los bailarines entraron en escena trató de no buscar a Yeonjun con la mirada, y lo logró. Durante esas cuatro horas de ensayo todo estuvo en su lugar, tal cual como debía verse cuando todos estuvieran vestidos para la actuación principal.
-¡Muy bien a todos! Tomaremos un descanso de una hora para almorzar, luego vuelvan aquí para que Lia los vista y podamos prepararnos para la verdadera actuación -Seokjin dio un aplauso y todos se dispersaron.
Lia se acercó a Beomgyu junto con Taehyun.
-¿Qué quieres de comer? Traeré lo que se les antoje.
-Lo que sea está bien, no tengo mucha hambre -o era eso, o era que estaba demasiado nervioso porque Yeonjun estuviera revoloteando a su alrededor y no pudiera acercarsele.
-Ya vuelvo -y Lia se fue a comprar la comida.
-Yo iré ver a Binnie un momento, está esperándome en la entrada -avisó Taehyun- quedate en el cuarto de vestuario en lo que vuelvo.
Y así Beomgyu se encontró totalmente solo en ese cuarto de nuevo, escaneandose a si mismo en el espejo hasta que se le ocurrió llamar a Ryujin.
Ella le contestó al segundo timbrado.
-¡Gyu!
-¡Ryu!
-¿Cómo estás osito? ¿cómo está Tae?
-Bien, ambos lamentamos no poder ir a verte en tu partido.
-Da igual, yo iré después a ver la obra.
-Te deseo suerte.
-Sabes que no la necesito.
Beomgyu sonrió. Eso era lo que necesitaba desde el día anterior, un poco de su Ryujin... y un poco de su Yeonjun, pero eso no se podía.
-Te amo Ryu -murmuró.
-Yo también te amo Gyu, ahora debo irme, la entrenadora nos invitó a almorzar a todas las del equipo.
-Ve entonces, hablamos luego.
-¡Adiós!
Los dedos de Beomgyu jugaron con su celular mientras trataba de no desanimarse. Faltaban algunas horas y él podía correr a los brazos de Ryujin, solo debía aguantar un poco más.
La puerta de la habitación se abrió de repente, lo cual lo hizo saltar en su silla y apegarse a la mesa como si fuera su protectora. Era por reflejo, todo el tiempo usaba a la gente como escudo protector si oía algún ruido fuerte.
Yeonjun entró distraído, con la mirada clavada en su teléfono, pero cuando Beomgyu hizo todo ese ruido alzó la mirada, encontrándose con una tierna imagen.
Una chica asustada como un animalito.
-Perdona, no he tocado la puerta.
-E-está bien -no necesitó alterar su voz conscientemente, salió aguda por el pánico.
-Pensé que esta habitación estaría vacía -Yeonjun sonrió guardando su celular en su bolsillo- ¿me dejas descansar un rato aquí? he ordenado comida y no llegará hasta dentro de veinte minutos.
-¿Pizza?
-Sip.
-Oh, uno de mis amigos trabajó de repartidor de pizzas-Beomgyu ya había recuperado la compostura. Hablar del trabajo de verano de Soobin fue una buena distracción.
-¿En serio? -Yeonjun se encargó en una pared cruzando los brazos- que coincidencia, un amigo mío también.
Beomgyu sonrió nervioso, tragando saliva. Por supuesto, ellos compartían los mismos amigos, debía tener cuidado.
-¿Cómo te llamas? -Yeonjun preguntó.
-Minjeong -respondió la primero que se le ocurrió.
-Un placer conocerte Minjeong-Yeonjun bajó la mirada y luego mostró una sonrisa- yo soy Yeonjun, ¿De qué grado eres?
-Segundo.
-Oh, igual que me mi novio.
-...
-¿Sabes? Él debería estar por aquí -Yeonjun hizo una mueca extraña, casi triste. Beomgyu frunció su ceño debajo del flequillo de la peluca.
-¿Es parte de la obra?
-No, él es ayudante de Taehyun -explicó, aunque eso Beomgyu lo sabía perfectamente- creo que está molesto conmigo.
-¿Por qué? -esa pregunta fue demasiado directa, tuvo que toser y repetirla con más suavidad-. ¿Por qué crees que tu novio está molesto?
-No me ha escrito desde ayer, y hoy no se a aparecido en ningún momento.
Beomgyu abrió la boca para maldecir, pero se contuvo, interpretando su rol de desconocida.
-¿No has probado llamarle tu?
-Te parecerá una estupidez, pero estaba esperando que me mandara algún mensaje de animo por la presentación -las mejillas de Yeonjun se tornaron rosas, combinando con su cabello del mismo color- si no lo hace antes de que empiece la obra yo lo buscaré.
-¿Y qué le dirás?
Yeonjun le miró divertido, con dulzura.
-Eres un poquito curiosa querida Minjeong.
Beomgyu miró a cualquier otro lado. ¿Yeonjun no podía dejar de ser un chico encantador un momento? Le estaba costando engañarlo. Normalmente no tardaría en contraatacar un poco con sus encantos, pero con esa ropa se sentía un poco vulnerable.
Todo mal, no estaba en su zona de confort.
-Cuando lo vea quiero abrazarlo -continuó el pelirrosa-. No sé si lo has experimentado antes, pero siempre recupero fuerzas cuando lo hago.
-Sí -Beomgyu bajó la mirada y jugó con sus manos- lo he sentido alguna vez.
-Seguramente no te interesa saber lo que un desconocido y su novio hacen, disculpa.
-¡Para nada! Me parece algo muy dulce.
Esas palabras alentaron lo suficiente a Yeonjun para que hablara de Beomgyu.
-Él también tiene una debilidad por todo lo que es lindo, se la pasa diciendo todo lo que opina, pero no es imprudente. Es probablemente el mejor amigo que he tenido también.
Y la mirada enamorada de Yeonjun mientras decía eso hicieron al corazón de Beomgyu latir duro contra su pecho, sus ojos se aguaron un poco por su sensibilidad. Quería decirle que era el mejor novio del mundo.
Es que hablando así de él en frente a los demás era tan... todo lo que estaba bien.
-Seguro es un chico genial -Beomgyu soltó- pero tu eres todavía más genial, deben quererse mucho.
-Totalmente, no puedo decir que tenemos una relación convencional -dijo Yeonjun sin dejar de sonreír- sobre todo él, pero creo que eso solo lo hace mejor, me ha enseñado mucho.
Los labios de Beomgyu temblaron, de repente quería esconderse en una caja como los gatos.
-He hablado mucho de mi -dijo el mayor, aunque eso no fuera del todo exacto. Yeonjun habló solo de Beomgyu en todo el rato-. ¿Qué hay de ti? ¿Tienes pareja?
Beomgyu rebuscó en sus opciones. Decir que tenía dos sería muy raro, además de volverse sospechoso. En última instancia dijo lo más adecuado.
-Hay dos personas que me gustan, a veces no se qué hacer para sobrellevarlo.
Yeonjun abrió sus ojos en sorpresa.
-¿Qué es lo que no sabes sobrellevar?
-Que son lo mejor que me ha pasado y a veces no puedo terminar de creer que estén en mi vida.
¿Estaba siendo demasiado transparente? Esperaba que no, esas eran cosas que no había conversado nunca con nadie.
Siempre escuchando a los demás pero revelando poco de si mismo.
-Esas dos personas... -habló Yeonjun-. ¿Gustan de ti cómo tu gustas de ellas?
-¿Te refieres a la cantidad de amor? -Beomgyu lo miró con los ojos entornados, probándolo con la mirada.
-No, creo que el amor no se mide -Yeonjun aclaró- más bien es diferente con cada quien. Hablo de si te corresponden.
-Lo hacen, definitivamente lo hacen -la sonrisita de Beomgyu al afirmar era un poco picara, pero Yeonjun no pudo haberlo notado. No.
-Entonces no te amarges, quierelos mucho, solo eso.
Beomgyu tuvo la necesidad de levantarse y darle un beso. Bueno... Él llevaba rato queriendo mostrar su verdadera identidad y hablar directamente con su novio.
Después de unos segundos de cómodo silencio, Yeonjun preguntó.
-¿Puedo hacerte una pregunta Minjeong?
-Por supuesto.
-¿Eres feliz?
Esa pregunta lo tomó por sorpresa. Era extraña, cómo una que él le haría a un extraño, pero no sonaba a algo que Yeonjun diría solo porque sí.
Quizás no había motivo, quizás solo era una pregunta más.
La respondió con honestidad como siempre. Beomgyu no mentía si no estaba obligado a hacerlo. Más por inercia que por alguna moral.
-Lo soy, creo que cada día soy más feliz -sonrió- si es que la felicidad es infinita y puedo permitirmelo. A veces creo que absorbo la alegria de mis amigos.
-Si ellos absorben de la tuya también, creo que no hay problema con eso -razonó Yeonjun ladeando su cabeza. Encantador.
La puerta se abrió de golpe, Beomgyu volvió a saltar en su sitio, maldiciendo entre dientes. Observó cómo Taehyun entraba con una cara muy satisfecha. Eso quería decir que Soobin le había quitado el estrés a base de besos, seguramente.
-Otro que no sabe tocar -comentó Beomgyu con una mano en su corazón.
-¿Qué haces aquí? -Taehyun preguntó a Yeonjun, ignorando la queja de Beomgyu.
-Le hacía compañía a tu amiga.
-Ya veo...
Los tres guardaron silencio. Taehyun analizó la situación mientras que los otros dos sonreían.
-Deberías ir a descansar, Yeonjun -trató de echarlo para poder llenar a Beomgyu de preguntas.
-Sí señor -obedeció Yeonjun- tu también necesitas descansar Tae -dijo desordenando el cabello del menor antes de dirigirse a la puerta-. Adiós Minjeong, nos vemos luego.
Cuando el seguro hizo un click Taehyun volteó y centró su mirada en Beomgyu, que seguía con cara de idiota porque por fin había podido ver a Yeonjun y conversar un rato.
-¿Lo engañaste?
-Creo que sí.
Taehyun dudó, pero no lo expresó porque Beomgyu se veía muy tranquilo.
-¿Sobre qué hablaron?
-Sobre mi -dijo muy satisfecho.
Taehyun negó. En serio, todos sus amigos estaban perdidamente enamorados. Él incluido.
-Increíble.
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Después del medio día el club de teatro se volvió un caos, ropa por todos lados y gente recitando en voz alta sus líneas buscando acordarse. El profesor Seokjin revisaba una última vez que todo estuviera en orden antes de irse a recibir al público en la entrada. Taehyun dejó a Beomgyu en manos de Lia, y orientó a los bailarines, recordándole las entradas y las salidas del escenario a todos.
En los camerinos Beomgyu ya estaba listo, sentado en una esquina regulando su respiración, el corsé lo mantenía recto como una flecha. El maquillaje se sentía como una máscara, que en vez de ocultarlo, lo hacía sentir más expuesto.
Varios le dieron más de una mirada, sobre todo los chicos del club de danza, pero ninguno se le acercó. Seguramente a petición de Taehyun.
Lo agradecía, no estaba en condiciones de soportar a alguien preguntando.
-Solo tienes dos escenas -Lia lo tranquilizó susurrando- después de la primera descansas hasta el final. ¿Estás listo?
-No -se sinceró- pero lo haré perfecto.
-Ese es mi chico -lo animó- o mi chica, el día de hoy -Beomgyu hizo el ademán de patearle, ella se echó a un lado riendo.
-¡El telón caerá en cinco minutos! -se escuchó la voz de Taehyun gritar.
Beomgyu tomó otra gran bocanada de aire y se levantó en los incómodos zapatos de tacón, Lia acomodó los rizos de la peluca hacia adelante, para que calleran sobre sus clavículas expuestas.
Todos lo escrutaron cuando se abrió paso al escenario.
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Los aplausos y el telón acabaron con la primera parte de la obra. Beomgyu se sentía acalorado por el movimiento y la concentración que necesitó. Uso el abanico de utilería para refrescarse en lo que caminaba de nuevo a los camerinos. Los bailarines se presentarían en adelante en la obra, y pasaron por su lado en su camino al escenario.
Beomgyu creyó imaginarlo, pero sintió que uno de ellos tocó su mano por un segundo. Como el toque de un pañuelo deslizándose, casi imperceptible. Volteó buscando al causante. Yeonjun estaba entre ellos, vestido con una camisa y pantalón de algodón.
Sus miradas se encontraron un milisegundo, el pelirrosa le sonrió y eso bastó para hacer sentir a Beomgyu más calmado.
Bebió agua y se desparramo en una silla cualquiera de todas las que había por allí. Echó su cabeza hacia atrás y respiró profundo, su cuello y hombros a la vista, su manzana de Adán mostrándose grácilmente, ignorada por todos.
Meditó en esa posición, ojos cerrados y mente en blanco. Sus extremidades se relajaron lo que el vestido les permitió. Se quedó dormido como una bella durmiente, pareciendo más una damisela desmallada que un chico dormitando.
Sintió cosquillas leves en su rostro, caricias en sus mejillas y una voz dulce, pero su inconsciencia no pudo percibir con exactitud de qué o quién se trataba. Aún así le agradó.
Taehyun lo despertó quince minutos antes de su siguiente entrada, dándole tiempo para desperezarse. Estiró sus brazos y recibió otro poco de agua.
-¿Dormiste bien? -preguntó el menor.
-De maravillas -su boca se ladeó en una sonrisa placentera. Sus huesos un poco renovados y listos para continuar.
-Nadie se te acercó más de un metro -Taehyun notificó de brazos cruzados.
-¿Les dijiste que no se me acercaran?
-No -dijo alargando la "o" con obviedad, Beomgyu se extrañó, pero no se detuvo en eso mucho tiempo.
-Ahora saldrán todos, actores y bailarines.
Beomgyu asintió, acomodó la peluca y el escote del vestido halándolo y removiendo el relleno.
-Es una estupidez que me pongan tanto relleno, interpreto a una adolescente de quince años -se quejó- ¿Qué chica tiene estos pechos a los quince?
Taehyun rió entre dientes.
-No empieces, no estoy para un comentario extendido de la sexualizacion de la mujer.
Beomgyu quiso reírse, pero se aguantó y se dejó guiar a uno de los costados del escenario. Se apagaron las luces un segundo, fue ahí cuando sintió un toque en su hombro y, al voltear, sus labios chocaron contra otros más gruesos.
Sus ojos se agrandaron al tener a Yeonjun tan cerca, besandolo con dulzura. Sus párpados cayeron y se dejó hacer, guardando el pánico para después.
-Suerte, amor -susurró el pelirrosa rozando sus labios. Beomgyu respondió con otro beso, Yeonjun acarició su mejilla delicadamente como siempre hacía.
El telón comenzó a levantarse y Yeonjun salió corriendo a posicionarse en su lugar. Beomgyu se sintió un poco perdido antes de retomar su papel. La ilusión ayudó a su actuación en la escena de la boda.
Discretamente miró a Yeonjun en algunas de las escenas finales.
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Todo el grupo de teatro se cogió de las manos e hicieron una reverencia al público. Beomgyu no comprobó si sus amigos estaban allí, pero no era necesario. Él estaba casi seguro de que fueron a ver la obra.
Cuando cayó el telón salió corriendo en dirección a los camerinos, su corazón latió estridente, se sacó los zapatos a mitad de camino para no caer de un tropiezo. El vestido flotaba alrededor como una cortina, y la peluca se despeinaba.
Cerró la puerta de golpe, poniendo el seguro, recargó su frente y jadeó por el esfuerzo. Se sentía sofocado y avergonzado. Lia llegaría en cualquier momento para ayudarle a sacarse el maquillaje.
Su pulso se calmó y se dio la vuelta con alivio.
-Hola bebé.
El cuerpo de Beomgyu impactó contra la puerta por el susto. Terminó en el suelo, buscando con la mirada un lugar en el cual esconderse. Yeonjun se acercó y fleccionó sus piernas, agachandose frente a él.
-Buen trabajo -murmuró peinando el recto flequillo de la peluca. El sonrojo se expandió por toda la preciosa cara de Beomgyu, sus labios temblaron.
-T-tengo una pregunta -Beomgyu tartamudeo. Yeonjun hizo un ruido afirmativo- ¿En que momento te diste cuenta?
Los labios del pelirrosa se volvieron una línea cuando aguantó una sonrisa.
-Entré esta mañana al auditorio y lo primero que pensé fue "¿Por qué Beomgyu lleva peluca?" y luego pensé que te veías muy lindo.
-Entonces no engañé a nadie.
Que mortificante, quería cavar un hoyo y meterse dentro hasta morir.
-No a mi -puntualizó Yeonjun- y te aseguro que a Ryujin tampoco. Ella estaba viendo la obra.
Beomgyu lo sabía, en el fondo, reconocía que sus dos amores no eran idiotas.
Hizo un puchero porque no tenía de otra. Yeonjun presionó en sus labios con su pulgar.
-¿Por lo menos me veo lindo vestido de niña?
-Hermoso.
Beomgyu hizo muecas antes de lograr sonreír, luchando entre su vergüenza y su emoción. Se sentía lindo, quería embotellar la mirada que Yeonjun le regalaba en ese momento.
-Pensé que te burlarías.
-Una parte de mi quiere hacerlo -se inclinó y beso su mejilla, Beomgyu tembló- y otra parte de mi quiere cogerte con ese vestido.
Joder. A Beomgyu le dolía la cintura como el infierno siendo apretada por el corsé, y la peluca le empezaba a molestar.
No por eso la idea se le hizo menos atractiva.
Yeonjun descendió por su cuello, solo rozando la piel con sus labios. Mordió sutilmente el trapecio hasta llegar al hombro, Beomgyu ladeó su cabeza para darle el espacio necesario, zizeando por la agradable sensación.
-No podemos hacerlo aquí -se lamentó- Lia vendrá en un momento.
Esa fantasía era una locura en realidad, todo el club de teatro estaba afuera celebrando y cambiándose. Lógicamente no era un buen momento, a pesar del calor que empezó a hacer y la tensión sexual en aumento.
-¿Y si es rápido? -Yeonjun estaba impaciente, sus manos se metieron bajo en vestido y recorrieron las piernas de Beomgyu hasta alcanzar sus boxers, sintió como el miembro del menor se endurecía, y se adelantó a sacarle la ropa interior.
-Dios, no puedo creer que estemos a punto de hacer esto -se levantó lo necesario del suelo para que la prenda pudiera salir, Yeonjun se los guardó en el bolsillo del pantalón y Beomgyu le dio un manotazo.
-No los tiraré por ahí para que alguien los encuentre -defendió sus acciones-. Ahora, no tengo lubricante ni condón; tu recibes, tu decides.
Beomgyu mordió su labio pensando en si le compensaba cumplir una fantasía si el dolor iba a ser más de lo usual.
Y la respuesta fue no, él no era un irresponsable... A pesar de que estuviera considerándolo y de que estuviera a punto de proponer hacer otras cosas.
-No penetracion el día de hoy Junnie -se lamentó dando un empujón a pelirrosa, haciendolo quedar sentado sobre el suelo y subiéndose a su regazo-. Pero le doy luz verde a tu creatividad.
Yeonjun sonrió afirmativo antes de besar la boca contraria. Beomgyu puso a trabajar sus manos y abrió la bragueta del pantalón del mayor, sacando la erección de su novio y empezando a masturbar arrítmico. No tenían mucho tiempo, por lo que sus movimientos eran duros y desastrosos.
En medio de la cadena de gemidos que entre los dos se sacaban, la puerta se abrió.
Ryujin se quedó estática al entrar.
-Woo... -dijo ella.
Jamás habían estado los tres en la misma habitación durante una situación así. Beomgyu tenía sexo solo con Ryujin, o sexo solo con Yeonjun, ya que estos dos no se atraían sexualmente, considerándose solo amigos. Beomgyu lo respetaba completamente, por eso nunca se imaginó estar así: siendo tocado por Yeonjun mientras Ryujin les miraba intensamente.
-Yeonjun -murmuró ella sigilosamente- déjame un espacio.
Beomgyu tembló cuando la vio cerrar la puerta con seguro y agachándose, arrastrándose hasta situarse tras su espalda.
Ahora sí estaba siendo
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Beomgyu estaba todo rojo y jadeante, apretando en un puño la camiseta de Yeonjun, mientras que este dejaba chupones en toda la piel expuesta de sus clavículas.
-Ryu... -suspiró dejando caer su cabeza en el hombro de la chica.
Ella le sonrió en medio de un lento y provocador beso. Yeonjun se concentró en trabajar sobre sus miembros unidos debajo de las gruesas capas del vestido.
El placer se concentraba en Beomgyu, pero eso no significaba que Yeonjun y Ryujin no estuvieran disfrutando. Volverlo un desastre sudoroso con sus manos y bocas los excitaba en sobre manera.
Allí tirados en el suelo de los camerinos Beomgyu se corrió. Temblando se dejó caer en el pecho de Ryujin, con sus piernas abiertas sobre los muslos de Yeonjun.
Antes de que cualquiera de los dos se alejara Beomgyu se dio la vuelta, recargándose en sus manos y rodillas. Cogió desprevenida a Ryujin de la nuca y junto sus bocas en un ardiente beso.
Yeonjun los veía hipnotizado. Por alguna razón ver a Beomgyu demandando sobre la boca de la pelirrosa lo encendía de una manera que no podía explicar. Y él todavía no se había corrido.
Gyu acorralaba a Rtujin con su cuerpo en el suelo, con el culo levantado hacia Yeonjun. El vestido lo estaba cubriendo, pero Yeonjun se hizo un camino dentro pellizcando los delgados pero carnosos muslos.
-R-ryu... J-junnie, ah...
-Ryujin -Yeonjun llamó a la chica- la otra vez comentaste que siempre cargas con lubricante.
-Hmn -afirmó con un ruidito sin separar su boca de la de Beomgyu.
-¿Tienes ahora?
Entonces ella captó la idea. Alejó a Beomgyu poniendo una mano en su hombro y utilizó la otra para buscar el sobrecito de lubricante en el bolsillo de sus shorts. Se lo lanzó a Yeonjun.
Beomgyu, que escuchó el intercambio medio ido, se volvió a poner duro por la anticipación. Abrió más sus piernas y se inclinó hacia adelante, dejando a Ryujin encerrada en la prisión que suponía Beomgyu con ese enorme vestido.
Yeonjun levantó la falda del vestido y abrió el sobre de lubricante. Cantaba victoria en su interior por conseguir lo que Beomgyu le había negado ante la falta de preparación. Besó y mordió una de sus nalgas, amazando la otra y sintiéndolo temblar.
Todo eso repercutía en la forma voraz en que Beomgyu se comía a Ryujin. En un momento deslizó su mano dentro de su blusa y masageo uno de sus pechos. Con la otra mano fue acariciando su terso abdomen y metiéndose debajo del short y las bragas. Sus dedos se entretuvieron en la humedad ahí abajo, haciéndola suspirar.
Yeonjun también metió sus dedos dentro de él, haciendo movimientos que igualaban el ritmo de Beomgyu dentro de Ryujin.
Los espejos en las mesas de tocador se empañaron. El calor en la habitación era tal que los tres sudaban a chorros. Sobre todo Beomgyu. La peluca goteaba y Ryujin tuvo que acomodar todo el falso cabello para que cayera sobre uno de sus hombros.
Cuando Yeonjun perdió la paciencia con tanta preparación le dio un apretón a los ya muy sonrojados muslos de Beomgyu.
-Voy a entrar -avisó ansioso.
Beomgyu se desparramó completamente sobre su chica cuando todo el miembro de Yeonjun lo llenó. Ryujin se empujó hacia arriba con sus piernas y se sacó los shorts y la ropa interior. Beomgyu enterró sus dedos en los muslos de ella, situando su rostro en el punto de placer de Ryujin.
Yeonjun empujó duro y soltó una maldición a la vez que Beomgyu calló sus rotos gemidos saboreando el clítoris de Ryujin, ella estaba muy mojada y gemía agudo con una de sus manos tiritando en la cabeza de Beomgyu, manteniéndolo fijo entre sus piernas haciéndole sexo oral.
Beomgyu se sentía en el paraíso siendo usado por las dos personas que amaba. Dispuesto a estar allí por horas para complacerlos, y recibiendo a cambio la vista de las mismas estrellas.
-M-más ¡Más Gyu! -sollozó Ryujin.
Entonces Yeonjun acomodó la posición, salió de Beomgyu para que este pudiera situarse sobre Ryujin de nuevo y ayudó a levantar todavía más el vestido.
Beomgyu penetró a Ryujin de una estocada, ambos gritaron por la descarga de sobre excitación. Yeonjun volvió a introducirse dentro de Beomgyu, y entre los dos emplearon un ritmo abrupto que seguramente le pasaría faptura a la espalda de la chica, pero a esta poco le importaba, soltaba jadeos y maldiciones a la par de ellos.
Enredados y frenéticos se follaron hasta que sus cuerpos no dieron para más. Ryujin no controló sus espasmos, apretó el miembro de Beomgyu en su interior haciéndolo llegar, y este hizo lo mismo con el de Yeonjun. Ese efecto en cadena equivalió al mejor orgasmo en la vida sexual de los tres.
Beomgyu no podía a penas respirar con su cuello siendo abrazado por Ryujin y rodeado en sus caderas por Yeonjun.
-M-me.. Me... -tragó saliva y tomó aire- ¿me ayudan a quitarme este vestido?
Sus dos parejas gruñeron. Yeonjun no quería salirse de él y Ryujin no quería que Beomgyu se saliera de ella tampoco.
-Te sientes bien en mi -Ryujin dijo ladeando su cabeza.
-Danos un minuto amor -suplicó Yeonjun dejándo un beso en su hombro.
-Podría vivir como el relleno de su sandwich -declaró el del centro- pero me muero, no puedo respirar ni moverme.
A Yeonjun se le ocurrió una gran idea.
Con ajiles movimientos desabrochó el corsé de Beomgyu. Toda su columna quedó al desnudo, húmeda y perfecta.
-¿Mejor?
-Gracias, te amo -giró su cabeza para besar a Yeonjun.
Ryujin los miró y su vagina se contrajo de nuevo. Beomgyu gimió en la boca de Yeonjun por la agradable sensación.
-Vaya... esto es tan caliente -comentó ella con voz melosa.
Los otros dos estaban de acuerdo. El sexo entre los tres lo potenciaba todo. Aún sin que Yeonjun y Ryujin se tocaran entre ellos, utilizar a Gyu como catalizador los distraía de ese detalle.
Yeonjun era muy Gay, y probablemente el único chico que a Ryujin le gustaba era Beomgyu.
De todas formas fue un trío ideal, ellos eran como cómplices en la tarea de darle placer a su chico.
-Cuando salgamos vamos a llenar todo de semen -Yeonjun dijo, puesto que ni Beomgyu ni él utilizaron condón.
Jodidos irresponsable, lo sabían, pero poco podían hacer con su muy bajo nivel de razonamiento en ese momento.
-Vamos a tener que mantenerlo dentro -Beomgyu dijo a Ryujin con diversión.
-Eres un sucio, Gyu -Ryujin reprendió sonriendo.
Sin despegarse los tres se recostaron de lado en el suelo. Ryujin encimó su muslo sobre la cadera de Beomgyu. Si hubiera alguien más en la habitación abría visto perfectamente como las pelvis encajaban.
-Hay que repetirlo un día -dijo Ryujin.
-Cuando quieran -Yeonjun respondió.
-Van a matarme -Beomgyu dijo parta si mismo.
-Sabes que te amamos.
-Sí, y tienes que contarme por qué te trasvestiste -Ryujin murmuró- digo, eres lo más sexy del mundo vestido así, pero tengo curiosidad.
-Su alter-ego se llama Minjeong, por si quieres saber -le respondió Yeonjun, a lo que Ryujin rió.
-¿Sabes? Me gustó mucho verte follando a Beomgyu.
-Y a mi verlo a él follandote a ti.
Beomgyu soltó un jadeo indignado.
-Malos -puchereó- dejen de jugar.
-¿Seguro no quieres jugar un rato más? -Yeonjun le dijo al oído sugerente, moviendo sus caderas contra él. Ryujin le besó el cuello, y los ojos de Beomgyu rodaron por el placer.
-U-un poco más -casi suplicó.
Ryujin y Yeonjun dijeron-: Tus deseos son ordenes, amor.
No me pregunten qué es esto porque ni yo misma lo sé xd esto llevaba en borradores casi un año...
¡Pero tienen que estar de acuerdo en que Beomgyu pansexual poliamoroso es lo mejor! >w<
¿Cuándo habrá segunda temporada de POLILOVE? No lo sé, pero espero que esto lo compense <3
So, ¡Nos leemos!
<3
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