El celo.

Taehyung poco a poco parecía entrar en un espacio de pánico, donde su mente lo envolvía en un ciclo de preguntas que según él no tenía fin, su estómago se apretaba en un nudo mientras el sudor frío se comenzaba a presentar en su cuerpo, habían pasado un total de tres días en el que había besado al que consideraba su alma gemela, su mejor amigo y tres días en los cuales no tenía respuestas de él, donde este se había aislado de las personas a su alrededor y encerrado en su habitación, cada vez que el alfa se aparecía tratando de mantener una conversación y resolver las dudas entre ellos era completamente ignorado, Taehyung no la estaba pasando bien.

Buscando una manera para tratar de entender al híbrido conejo fue pedirle consejos a uno de sus cuidadores y preguntarle qué había sucedido pero lo único con lo que se encontraba era simplemente con una respuesta vacía y un "necesita su espacio" por supuesto, con aquello se había sentido mal al sentir que empezaba a acosar al que consideraba su preciado y futuro omega, es por eso que decidió dejarlo tranquilo hasta que Jungkook decidiera mantener una conversación con él.

Pero durante aquella larga y bastante solitaria espera comenzaron los arrepentimientos y las preguntas, “¿Me equivoqué?” “¿Y si realmente no estoy siendo correspondido?” “¡¿Lo habré obligado y ahora siente repulsión hacia mí?!” era algo normal, para la actitud medianamente dramática y asustadiza del alfa, que trataba de esconderla para aparentar ser genial en frente de los demás y en especial de Jungkook, era un simple adolescente entrando en la etapa de adulto joven aunque quisiera ignorar las crisis de la edad.

La realidad era que Tae amaba a aquel conejito, era su vida y una parte de su familia que se mantenía en lo profundo de su corazón, desde que era una cría había caído en cuenta de aquel punto y desde ese entonces decidió proteger a su menor -aunque sabe perfectamente que este podría hacerlo por sí mismo- ya que no era débil, era un fuerte omega que lo llenaba de orgullo, era inteligente, amable, precioso en todos los sentidos y tenía una timidez que parecía más una cualidad que un defecto.

Incluso si Taehyung y su alfa pudieran, contarían cada estrella que forma una constelación en la sombra de lunares que salpican el cuerpo del menor, abrazarían y besarían cada rincón de la lechosa piel y unirían sus risas para convertirlas en una melodía llena de amor, sí... Eso harían.

La realidad es que tenía las sospechas que sus sentimientos era correspondidos por el omega y fue por ello que aquel día en el lago fue valiente y lo besó pero en estos momentos no sabía si arrepentirse o seguir con el miedo de que simplemente no era un amor mutuo sino que unilateral.

Entre su monólogo mental no capta el momento en que una pequeña mano toca su hombro y le acaricia las orejas, cuando se detiene a notar el aroma agrio que cubre su cuerpo y un nuevo olor a pie de manzanas que conoce perfectamente, alza su rostro.

— Oh... Jimin hyung, ¿Qué necesitabas? — pregunta suavemente mientras comparte la sonrisa de medialuna que el mayor le regala.

— Hola, cariño... — se sienta a un lado del alfa menor. — Hoseok y yo necesitamos una pequeña ayuda, es algo que queríamos decirte desde el primer día pero nuestro gruñonsito no nos había dejado hasta hoy, donde cedió a sus instintos.

— ¿Si? ¿Qué sucede? No logro entender. — frunce el ceño ligeramente mientras trata de sonreír.

— Es Jungkook, cariño. Está en celo desde hace tres días y los supresores no lo han podido ayudar, hemos tratado de calmarlo con medicinas naturales y tomando parte de tu ropa pero ha sido inútil. — suspira un poco antes de mirar a Taehyung. — hoy ha pedido por ti y sabes que no se lo podemos negar, es una necesidad del omega estar con aquel que considera su compañero, es por eso que he venido a ti.

— Creo que ha sido mi culpa que haya entrado en celo, seguramente pasó por muchas emociones el día que lo besé y eso desató su rutina... — ignora que acaba de exponerse frente a uno de sus cuidadores y piensa en cómo podría ayudar.

— Tae te dejaremos estar con Koo si me prometes que no le harás daño, los dos son muy jóvenes como para experimentar relaciones sexuales sin haber sido aconsejados antes, por favor, Taehyung. — sostiene las manos del menor con fuerza mientras lo mire, sus ojos se realzan de color amarillo.

— Lo prometo, nunca le haría daño.

Pequeños calambres atraviesan su estómago mientras está recostado en su cama, siente como Hoseok deja nuevamente un pañuelo mojado en su frente al mismo momento en que deja salir suaves susurros de sus belfos, había estado cuidándolo desde que había empezado su celo y era algo que lo mantenía agradecido, había intentado todo para sobrellevar su primera rutina pero aquellos intentos sólo hacían más doloroso el proceso, estaba alrededor de un nido hecho de la ropa de Hoseok, Jimin y especialmente la de su alfa Tae, aquello lo había tranquilizado durante un par de horas hasta que los calambres volvieron.

Aquellos días se había encerrado en sí mismo, simplemente de la compañía de la pareja que a veces le hacía sentir celos pero que amaba sin igual, ignorando el llamado de su omega por aquel alfa tigre que tocaba la puerta de su habitación sin descanso, simplemente no quería que lo viera de aquella manera, estaba avergonzado y era algo nuevo para él, necesitaba su espacio hasta que no pudo soportarlo más y su omega había salido a la luz buscando algo de consuelo del que consideraba su compañero.

Un pequeño toque en la puerta se hace presente mientras el aroma de miel y pie de manzana se presentan en la puerta, Hoseok se despide de él con una acaricia en su rostro para dejar en la habitación al omega y alfa menor mirándose mutuamente.

Era un silencio casi incómodo hasta que el alfa decide romper con este.

— Mi pequeño Omega... ¿Cómo quisieras que te ayude? haremos todo aquello que desees. — se agacha en la parte inferior de la cama alejado lo suficiente para no entrar en el nido sin el permiso del conejito.

— Por favor, Tae... Entra, entra. — suspira mientras toca rápidamente la ropa que corresponden al nido, dándole un espacio al mayor para que estuviera cómodo.

El alfa no hace esperar al menor y entra al lugar sagrado para un Omega -y también a veces, para los alfas- cubriéndose del aroma que envuelve las telas, una combinación del suave olor de Hoseok con el presente de Jimin y el suyo propio.

— Necesito que me abraces, alfa; que me abraces y no me sueltes, es lo único que te pido. — dice mientras el color de sus ojos reflejan un suave azul como el del mar en un atardecer, con el brillo de las estrellas naciendo y las nubes siendo sus pestañas que cubren el cielo que forman sus luceros.

— Por supuesto, bebé... Alfa no te decepcionará. — sus manos suavemente tocan la piel del omega, siente lo caliente que se encuentra esta y decide compartir aquel calor corporal con el suyo, rozando y danzando entre las sábanas de aquella pequeña cama, recostando sus cuerpos entre la dulzura de sus aromas uniéndose dentro de la habitación. Suaves ronroneos salen de su garganta mientras abraza al menor siendo él la cucharita pequeña, todo ante los deseos de Jungkook.

Una suave sonrisa sobresale de sus labios mientras besa con suavidad las clavículas sobresalientes del menor, todo en una especie de calma donde lo único que se podía escuchar en la habitación eran las respiraciones y el ronroneo de sus cuerpos, todo marchando con tranquilidad hasta que Jungkook aprieta el abrazo del mayor y sujeta su cabeza suavemente.

— Muchas gracias, bebé alfa. — y con aquellas palabras deja un pequeño beso en los belfos de Taehyung, trayendo sonrisas y suaves melodías ocultas en los sonrojos de sus mejillas, todo era perfecto en aquel momento.

Espero que hayan disfrutado del capítulo, por favor, dejando sus votos y comentarios es una manera muy grande de animarme a continuar escribiendo la historia, gracias por leer, ten un maravilloso día. ♡♡