Cuando desperté esperé encontrarme en la cabaña de Artemisia pero me encontraba en el suelo

Más específicamente me encontraba tirado en el suelo de un bosque.

Con dificultad me levanté soltándo un quejido cuándo mi espalda dolió

Mire a mi lado encontrándome con mi arco.

—Dioses...—murmurre.

Lo último que recuerdo es una misteriosa voz y luego todo se volvió oscuro.

Me acerqué al carjac contando una cantidad de cinco flechas.

—Plata...—murmurre viendo el material de las puntas de estás.

—Joven doncel—murmurro una voz.

Por precaución tome el arco y posicione la flecha en caso de cualquier peligro.

Una extraña niebla empezó a acumularse haciendo que las alarmas en mis cabezas se encendieran.

—Baja tu arco,no te hare daño—volvio a decir la voz.

La niebla había terminado de acumularse y está empezó a ascender formando una silueta.

Mi primera reacción hubiera sido disparar pero era como si mi cuerpo se negara a seguir órdenes.

La silueta de una mujer,la mujer parecía llevar una especie de vestido y su cara parece estar cubierta con un velo.

—Tienes preguntas cazador  y yo te las responderes—la mujer avanzo hacia mí y se puso en cunclillas

Esta alzó las manos y las colocó en mis mejillas.

Me sentí confundido ante su toqué. Se sentía familiar.

—¿Porqué me llamaste?—pregunte con suavidad.

—Era necesario—hablo—Necesito tu ayuda.

Su voz sonaba casi desesperada.

—¿Porqué yo?

—Solo tú puedes—respondio.

Esta Alejo el toque en mis mejillas y me tendió la mano para que la tomará.

Al tocar su mano sentí una presión en mi estómago y cerré los ojos al abrirlos nos encontrabamos en una especia de balcón en una torre.

La mujer misteriosa estaba sentada en una silla junto a una mesa.

—Alli es donde empieza tu aventura—hablo señalando el horizonte.

Seguí su dedo hasta dar con el lugar señalado. Una montaña que resaltaba entre el espeso bosque.

—El monte Fuji—murmurre.

—Tienes que escalarlo—exclamo.

Eso me sorprendió. ¿Escalar un volcan activo de 3776 metros de altura?

—Escala y enfrenta a lycaon—hablo.

—¿Lycaon... El rey de los lobos?

La mujer asintió—El quiere hacer que el volcán entre en erupción.

—¿Porque?—pregunte.

—Quiere una manada más grande—la miré confundido. Ella suspiro—Su sangré—respondio. Yo levanté una ceja sin entender—. Su sangre tiene el veneno del hombre lobo,él piensa tirar parte de su sangre en el centro del volcán. Si logra hacerlo y el volcán estalla,una gran capa de humo cubrirá todo el centro de Japón.

—Humo infectado...—analice las palabras—Si logra infectar la erupción, el humo infectado cubrirá a la mayoría de los habitantes de Tokyo—abri mis ojos alarmados—Si exhalan el humo infectado tendrá el mismo efecto de una mordedura de hombre lobo.

La mujer asintió—Eres inteligente cazador—felicito—Si tiene éxito tendrá en sus manos un imperio de hombres lobos. Sería catastrófico para la humanidad.

Mire el cielo azul y abrí mis ojos alarmado—Hoy es luna llena. Hay que detenerlo—dije con determinación.

—Ese es tu trabajo cazador,llega a la cima del monte Fuji y detenlo. Hazlo y encuentrame aquí.

La mujer empezó estaba desapareciendo.

—¡Espera!... ¿¡Quien eres!?—pregunte pero era tarde,ya había desaparecido.

—Que suerte la mía—hable con sarcasmo,me acerqué al borde del banco viendo la hacia el piso—Debo estar loco—murmurre.

Tome mi arco y flechas. Di varios pasos hacia atrás—Si... Estoy loco—me reproche antes de correr hacia el borde y saltar.

La brisa silbaba en mis oídos y a antes de caer agarré una de las ramas de los árboles a mi alrededor frenando mi caída.

Flexione mis brazos en la rama y subí todo mi cuerpo a está.

—Tengo que apresurarme—hable. Di un saltó en la rama viendo si era fuerte para sostener mi peso,sonriendo cuando fue así. Y luego de suspirar por última vez salte hacia el árbol del frente y luego al otro teniendo así un camino por todos los árboles de la zona.

Me tomo aproximadamente dos horas llegar hasta el final y cuando divise la montaña saque mis dos dagas y dando un último saltó las clave en la montaña haciendo que sostengan mi peso.

No dude en clavar una arriba de la otra haciendome más fácil escalar.

“Alan... Sal de donde estés” mumurro un hombre,este parecía tener aproximadamente veinticinco años,pero lo que más resaltaba eran dos grandes alas que salían en su espalda.

El niño con sigilo salió de una de las columnas a los alrededores y con una sonrisa saltó a la espalda del hombre haciendo que se sobresalté.

“Eres lento” dijo divertido el niño aferrado a sus espaldas.

El hombre bufó “Apolo es una mala influencia” reprochó para luego formar una sonrisa “Pero lamentablemente para ti. Es hora de dormir”

Alan lloriqueó “Es demasiado temprano para dormir” dijo.

El hombre levantó una ceja “Nunca es demasiado tarde para dormir”

Sacudí mi cabeza quitando el flashback. Pero igual me preguntaba.

¿Quien era ese hombre?

Me tomó casi tres horas llegar hasta el último tramo de la montaña.

Estaba repleto de nieve. Un escalofrío me agarró cuando la una ventisca se hizo presente.

—Dioses...—murmurre tratando de darle calor a mi cuerpo.

Dirigí mi vista hacia el cielo notando como el sol estaba a minutos de ocultarse.

Ignoré el frió en mi cuerpo empecé a correr hacia el centro del volcán.

Mientras corría saque una flecha y la posicione en el arco,preparándome para el enfrentamiento.

El cielo estaba a punto de oscurecerse pero tengo la gran suerte de poder ver en la oscuridad “Ventajas de ser hijo de artemisa”

A lo lejos divise un cuerpo que estaba cubierto con una capa negra. Parecía que también corría.

Cuando el extraño llegó al centro del volcán saco un cuchillo y lo pocisiono en su palma.

—¡Detente lycaon!—exclamé y este se detuvo antes de poder cortarse.

El cuerpo volteó dejando ver a un hombre lobo.

Este era indudablemente más grande que yo y sus ojos eran de un color rojo intenso. Pude notar que uno de sus ojos tenía una cicatriz.

—Cazador~—exclamo gruñendo.

—Alejate del volcán asquerosa bestia—exclame serio.

Este volvió a gruñir—De tal palo,tal astilla. Dime cómo se encuentra tu madre.

Apreté mi arco—Cuidado como le hablas a mi madre. No tengo problema con dispararte.

—No lo dudo cazador. Después de todo tú fuiste quién me dejo este recuerdos—señalo su ojo con la cicatriz.

—Estas equivocado—exclame—Estoy seguro que recordaría tu asqueroso rostro.

—¡Entonces te haré recordar!—dicho eso soltó un gran rugido y antes de poder disparar tres cuerpos salieron de la nieve.

Para ser más específico. Tres hombres lobos salieron de la nieve.

Di unos pasos hacia atrás cuando los tres empezaron a acercarse.

—Moriras,hijo de la luna—hablo lycaon—Y me aseguraré de guardar tu cabeza como trofeo.

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La corte en la mejor parte,ups.

E

speró hayan tenido un buen San Valentín.

Espero no la hayan pasado solo como éste escritor.

¿Quien era esa mujer?

¿Quien era ese hombre?

¿Porqué Alan no recuerda a lycaon?

Saquen sus teorías.

Discúlpen si hay errores,los corregiré en cuanto pueda.

Nos leemos.

Los quiero.

Bye.