16. De luchas, heridas y papá noel.
Lo único que podía escuchar alan era el gran alboroto que generaba la pelea.
Sus ojos estaban cerrados. Su cuerpo iba a colapsar. Solo era cuestión de tiempo. Su cuerpo se encontraba de rodillas en busca de estabilidad.
El lado bueno era que la dracaennae se había ido. Ahora podía decir estar más tranquilo.
Lo único doloroso era su ojo herido. Sentía un gran dolor y veía solo oscuridad. Podía sentir su sangre bajar desde su barbilla hasta el suelo dejando poco a poco un charco de sangre dorada.
—Alan—escucho a su madre murmurar. Alan no respondió.
Le dolía hasta hablar.
Artemisa estaba en un gran debate.
Quería ir a ayudar al grupo de semidioses a luchar contra atlas. Pero no podía dejar desprotegido a Alan. Sabia en la mente de su hijo era un desastre. Podía suponer lo confundido que debe estar.
Quería explicarle todo, pero ese no era el momento.
—Alan. ¿Puedes escucharme?—escucho a un chico murmurar.
«Percy»
—Necesito que me regreses el cielo alan—dijo artemisa poniéndose a la altura de su hijo—Necesito que lo sueltes.
Alan seguia inmóvil.
De repente Percy se ocurrió algo.
—Usted vaya a ayudarlos. Yo me encargaré del cielo—dijo decidido.
Artemisa lo miro—Seria un suicidio semidios.
—¡No tanto como luchar contra un titán!—replico Percy—Yo puedo con el cielo.
Antes de que Artemisa respondiera percy se arrodilló quedando frente a alan. Cualquiera que viera a Alan pensaría que estaba muerto.
Antes no se había percatado de lo mal que de veía. Alan parecía estar inconciente, parecía sostener el cielo solo por reflejo. Necesitaba sacar a Alan. Así que destapó su riptide y corto las cadenas que lo mantenían sujeto.
El efecto fue casi instantáneo. Los brazos de Alan desfallecieron. Su cuerpo se inclinó. Hubiera caído al suelo si el cuerpo de Percy no lo hubiera detenido.
Percy apretó los dientes cuando sostuvo el peso del cielo. Sin dudas era un tormento. No podía imaginar lo que habían pasado Annabeth,Artemisa y Alan al sostenerlo.
—Percy—murmurro Alan.
Por un momento los ojos dorados de Alan brillaron cuándo lo vió. Su cuerpo fue tomado por Artemisa quien lo arrastró hasta quedar alejado del cielo.
—Alan. Resiste por favor—dijo Artemisa. Viendo como zoë luchaba contra atlas. Pero Alan era un blanco fácil si lo dejaba allí.
—Yo lo cuidare lady Artemisa—dijo Annabeth que a pesar de estar cansada logró llegar hasta donde se encontraba la diosa—Confie en mi.
Artemisa ya un poco más tranquilo se levantó de y corrió a luchar contra atlas. Alan podía escuchar la pelea que era llevada a cabo y quería ir a ayudar.
Annabeth se alarmó cuando el cuerpo de Alan se removió tratando de levantarse. Pero desfalleciendo al no tener fuerza.
De nuevo trato de levantarse pero tuvo el mismo resultado. Sintió los brazos de Annabeth rodearlo evitando que vuelva a intentar levantarse.
El cuerpo de Alan estaba frío. Parecía como si estuviera tocando hielo. También veía que Alan temblaba a pesar de que la temperatura no estaba baja.
Alan con dificultad vio como su madre luchaba contra Atlas. Le preocupaba ver a zoë tirada en el suelo. Thalía estaba luchando contra Luke. Podría decir que estaban casi a la par.
De un momento a otro atlas descargo de golpe su jabalina. Artemisa se removió en el suelo y el arma paso rozandola y ella se apresuró a tomarla del mango. Tiro de él, usándolo como una palanca y le lanzo una patada al titán, que salió disparado por los aires. Vio como Atlas iba directo hasta percy.
Percy comprendió. Aflojó un poco su agarre sobre el cielo y cuando vio el cuerpo de atlas venir a él no hizo nada para esquivarlo. Se dejó Echar por el impacto y echó a rodar con las pocas fuerzas que le quedaban.
El peso del cielo cayó directamente sobre la espalda de atlas y estuvo a punto de laminarlo. Logró ponerse de rodillas mientras forcejeaba para quitarse aquella fuerza aplastante. Pero ya era tarde.
—¡Nooooo!—grito con tanta fuerza que la montaña entera tembló—¡Otra vez nooooo!
Atlas estaba atrapado de nuevo bajo su vieja carga.
Percy trato de incorporarse pero no pudo. Su cuerpo parecía arder.
Thalia había arrinconado a Luke cerca de un precipicio pero aún seguía luchando cerca del ataúd de oro. Ella tenía lágrimas en los ojos. Luke se defendía con su pecho ensangrentado y con el rostro reluciente de sudor.
Se repente cargo contra Thalía pero está le acertó un golpe con si escudo que logró arrancarle la espada de la manos. De inmediato puso la punta de su lanza en su garganta.
Se hizo un silencio sepulcral.
—¿Y bien?—dijo Luke tratando con voz firme. Pero Alan pudo percibir el miedo en su voz. Thalía temblaba de furia.
—¡No lo mates!—grito Annabeth aún con sus brazos sobre Alan.
—Es un traidor—dijo thalia—¡Un traidor!
—Llevemoslo al Olimpo—rogo Annabeth—Podria sernos de útil.
—¿Eso es lo que quieres Thalía?—dijo luke sonriendo con desdén—¿Regresar triunfante al olimpo para complacer a tu padre?
Ella titubeó y el hizo intento desesperado de quitarle la lanza.
—¡No!—grito Annabeth. Aunque demasiado tarde.
Thalía lo rechazo de una patada. Luke perdió el equilibrio y cayó al precipicio con una mueca de terror.
—¡Luke!—chillo Annabeth.
Alan sintio como su cuerpo era liberado de los brazos de Annabeth que corrió hasta el borde del precipicio posiblemente viendo el cuerpo de su amigo. Sinceramente Alan pensaba que alguien no podría sobrevivir a una caída como esa.
Arrastrándose llegó hasta el montón de rocas donde se encontraba zoë y su madre. Trato de incorporarse pero de nuevo su cuerpo fallo. Fue atrapado por la diosa.
—No te esfuerces alan—dijo está recostando su cuerpo con cuidado. Alan quedó al lado de zoë. Estiró su mano hasta la de ella y la toma dándole un ligero apretón. Esta correspondió débilmente.
Los demás llegaron tratando de ver la gravedad del asuntos
—Resiste zoë...—murmurro en su susurró. Podía escuchar las voces ahogadas.
—Las estrella—murmurro ella—No las veo.
—Nectar y ambrosía—exclamo percy—Hay que conseguír.
Nadie se movió. La desolación se sentía en el ambiente. El ejército de Cronos se hallaba al pie de la cuesta. Pero todo incluyendo a Artemisa estaban afectados como para moverse.
Sin embargo en ese momento se escuchó un extraño zumbido.
Justo cuando el ejército de monstruos llegaba a la cima un sopwith camel descendió del cielo en picado.
—¡Alejense de mi hija!—grito un hombre mientras que con ametralladoras empezaba a disparar. Los monstruos se dispersaron.
—¿Papá?—dijo Annabeth sin poder creerlo.
—¡Corran, corran!—grito el con una voz que se iba apagando a medida que se alejaba en el avión.
Aquello fue suficiente para sacar a Artemisa de sus pensamientos. Dirigió su vista al avión que viraba para volver a la carga.
—Un hombre valiente—musito la diosa—Vamos. Tenemos que sacar a zoë y Alan de aquí.
Se llevó su cuerno de caza a los labios y su sonido invadió todos los valles del condado.
—¡Aguanta!—le dijo Percy a zoë cuando vio cómo sus párpados aleteaban—¡Te repondras!
El sopwith camel bajo de nuevo en picado. Algunos monstruos le lanzaron jabalinas, incluso una de ellas rozo una de las alas. Las ametralladoras volvieron a disparar y Percy se dio de cuenta que las balas estaban fabricadas de bronce celestial.
La primera ráfaga logró disolver a un par de mujeres serpientes en polvo.
—¡Es... Mi padre!—decia Annabeth patidifusa.
Sin embargo no era momento de admirar su destreza. Tenían que escapar de allí.
De repente la luz de la luna de hizo más intensa. En el cielo bajaba un carro jalando por ciervos. Este aterrizó al lado de ellos.
—Suban—ordeno Artemisa.
Alan fue levantado y recostado en el piso del carro lunar. Sintió su cuerpo ser cubierto por una manta. A su lado también se encontraba recostada zoë.
Estiró su mano hasta tomar la de zoë le dio un apretón. Esta respondio con un apretón débil.
Artemisa tiro de las riendas y el carro ascendió al cielo a toda velocidad.
—Como el trineo de papá Noel—dijo percy.
Alan soltó una risita que después de convirtió en una mueca de dolor.
—¿De dónde crees que procedió besa leyenda, percy?—dijo ganándose una risa de éste.
Podían escucharse los gritos de rabia del ejército de monstruos. Pero los que más resonaban eran los gritos de atlas que forcejeaba con el cielo.
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Gente no es por asustarlos pero ya está acabando este acto.
Alguien me preguntó. ¿Que paso con la mordida de hombre lobo que recibió Alan? ¿Acaso la olvidaste?
Jaja, gente muy pronto lo verán.
Si ven la descripción de la historia verán que cambió y agregué algunas cosas que talvez les guste.
No se preocupen. Pronto aclararé los detalles
Mientras tanto, lamento si hay errores. Los corregiré en cuanto pueda.
Si tienen alguna pregunta no duden en decírmela. Estaré encantado de responder.
Nos leemos.
Bye.
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