Viernes por la mañana. NamJoon caminaba por los pasillos de la empresa de su padre haciendo resonar sus zapatos bien boleados color negro, vestía un traje color a juego de los zapatos que era adornado con un chaleco de tres botones, una corbata azul marino y un abrigo largo color gris. Sus cabellos bien peinados y todo en él olía a ser un hombre fuerte y varonil, un hombre que con solo tronar los dedos una sola vez, el mundo le sería servido en bandeja de plata.

Ese era Kim NamJoon.

Atrás de él, su secretario JiMin quien no paraba de hacerle preguntas de quien era la persona que había elegido para tener una relacion y próximamente un matrimonio si la noche anterior se negaba a ser uno más del montón que se casan solo por conveniencia.

Y NamJoon estaba cansado así que cuando entraron a la enorme oficina y las puertas fueron cerradas decidió contarle todo. Con todo y absoluta verdad.

- Sólo es un trato, JiMin- comenzó el mayor bajo la atenta mirada del rubio-. Y te seré sincero solo porque eres mi secretartio desde que llegué a la empresa, conoces más de mi vida que mis propios padres así que confío en que comprenderas la situación.

Park hizo una mueca conmovido por las palabras reales de su jefe y esperó paciente a que le contara. Claro que sin esperar a que lo qué estaba a punto de escuchar era la peor de las ideas que algún tipo rico cómo lo era su jefe fuera capaz de hacer.

-Aún no sé su nombre, de hecho debí preguntarle antes de empezar con el contrato- JiMin frunció el ceño esperando cualquier cosa menos esa-. Bueno... no es alguien importante en el mercado así que no hay tanto problema si nos llegamos a separar. De hecho hay dinero de por medio y por eso ocupo de tu ayuda. ¿Traes contigo la Macbook?

JiMin suspiró y asintió antes de sacar de su mochila la Macbook, se sentó en una silla frente al escritorio y se apoyo en este preparando las cosas para empezar a escribir.

- La suma que se le será entregada es de treinta mil dólares- JiMin tosió discretamente con el corazón en la garganta todavía por la sorpresa. Pero él no podía hacer ni cuestionar las ordenes de su jefe, así que siguió atento-. Le entregaremos quince mil dólares al inicio de la próxima semana y los quince mil restantes cuando se acabe el contrato, eso será en siete meses.

- Señor...- se atrevió a decir el menor antes de que siguiera-. ¿No cree que eso es demasiado riesgoso?

- No- aseguró-. Sigue escribiendo.

Park apretó los labios sintiéndose por alguna razón como si fuera perro regañado o como si fuera el hermano menor de tres hijos a quién no le daban derecho de opinasr en las decisisones familiares solo porque pensaban quen no era lo suficientemente maduro como para opinar o dar una solución.

- Bien- continuó Kim-. Pondre algunas reglas así que apunta bien; nada de sentimientos durante el contrato, detrás del publico no seremos para nada románticos y los besos están de nuestro limite. Tiene que aprender todo sobre mí y aceptará la vida falsa que se le inventara, obviamente no diremos que es un prostituto, eso mancharia mi reputación.

- No decir que es un prostituto...- murmuró JiMin bastante concentrado antes de caer en cuenta sobre las palabras del mayor-. ¡espere, qué!- se puso de pie casi de inmediato y NamJoon solo hizo una mueca fingiendo que no había dicho nada mal.

- ¿Si anotaste bien?- siguió fingiendo indiferencia mientras desviaba la mirada hacia su computadora que estaba apagaba. Fingiendo con el mause que movia y seleccionaba varias cosas.

- Señor- Park suspiró poniendo sus manos en la cadera en forma de jarra-. Sé que yo no debo involucrarme en sus desiciones pero gracias a los años que llevo sirviendo para usted se que puedo decirle que es una pésima idea. ¿Un prostituto? Esos son los peores.

- Era su primera noche- murmuró algo timido.

-¿Qué? ¿Y sólo porque era su primera noche ya debe confiar en un hombre que se dedica a ese tipo de cosas? Creía que mi jefe era alguien inteligente.

- Si si- trató de calmarlo-. No exageres la situación, te contare como es que sucedieron las cosas.

JiMin se sentó de nuevo y se cruzó tanto de piernas como de brazos.

- Estoy curioso por saberlo...

- Pretty boy -

SeokJin había esperado paciente durante toda la mañana. Aunque debía confesar que había despertado porque al parecer su espalda jamás había conocido lo que era una buena cama y hacerlo en ese maravilloso hotel fue como una fantasía hecha realidad.

Así que pidió servicio a la habitación como lo había visto en una película después de encontrar el número de la línea correcta y memorizar los diálogos que decía la actriz para tener un buen desayuno.

Después divagó por el lugar saliendo al balcón aún vistiendo la bata de baño, encontró un par de libros que de inmediato olvidó puesto que él no sabía ni hablar ni mucho menor leer el ingles. Prendió la televisión y casi fue lo mismo cuando ni siquiera supo poner los subtitulos al coreano.

- Por qué no ponen un instructivo para extranjeros...- murmuró sentado en el sillon mientras subía sus pies en la mesita de centro-. El señor también es coreano, deberían ser cordiales y darle por lo menos un control para usarlo correctamente.

Pensar en eso era algo egoista por parte de SeokJin puesto que jamás había tenido una televisión a excepción de las pantallas en los mostradores de la tienda que por lo general en su mayoría de veces sólo mostraban las noticias y cuando tenía suerte alguna película infantil.

Pero si iba a vivir el sueño americano que en esos momentos estaba viviendo entonces pensaba que vivirlo de una manera privilegiada era lo que se merecía antes de volver a las calles y limosnear un plato de comida. Bueno, que ahora se lo ganaría con el sudo de su frente... literalmente.

Después de estar un par de minutos mas tratando de distraerse en sus pensamientos, el sonido del teléfono en la habitación llamó su atención y a pasos apresurados se acercó para contestar.

- ¿Hola?- sonó inseguro de sí la persona que estuvuiera del otro lado entendería su coreano.

- Emmm, soy yo- escuchó la voz de su cliente y una pequeña sonrisa se asomó por sus labios inconscientemente.

- Ah... si. ¿Ocurrió algo?

- De hecho si- NamJoon suspiró y SeokJin lo escuchó desde la otra línea con atención-. Se supone que mandaría a alguien para que te acompañara a comprar ropa, pero la persona que es de mi confianza le surgió un trabajo importante asi que no podrá ir, y no cionfio en nadie más para que pueda ayudarte... ¿está bien si te las arreglas tu solo? Sólo dile al vendedor el estilo de ropa que quieres.

- Oh... supongo que está bien- asintió con la cabeza aún sabiendo que el contrario no podía verlo-, aunque no soy bueno con eso de la moda.

No me digas...

- No te preocupes por eso. Mandé una tarjeta de crédito junto con una lista de ropa qué tienes que comprar, dásela al vendedor y sólo encárgate de sentirte cómodo cuando la tengas puesta.

- Está bien, estaba por alistarme. Haré lo que pueda para que todo salga bien señor.

- De acuerdo. Iré por la noche cuando termine el trabajo, pide lo que quieras al servicio de habitación. Hasta luego.

Con eso último colgó la llamda y SeokJin suspiró haciendo una mueca algo desanimada para murmurar un hasta luego para él mismo.

Pero dejó de lado aquel raro sentimiento y se dispuso a vestirse con la misma ropa del día anterior, de su pobre bolsillo sacó un brillo labial y lo aplicó levemente para no verse tan mal de la cara, para así finalmente salir de la habitación y bajar por el ascensor esperando paciente sin darse cuenta de las miradas raras de los dos hombres atrás de él quienes sólo murmuraban que tenía un buen trasero y que "el señor Kim sí que tenía buen gusto"

Pero el ascensor llegó al primer piso y aún inocente de las malas miradas se acerco a la barra de recepción donde ya lo esperaba alguien con una leve sonrisa.

- Hola...- murmuró avergonzado cuando hablo en un imperfecto ingles.

- No hay necesidad de hablar en ingles- el hombre contrario le sonrió, una sonriosa muy amable de hecho-. El señor Kim nos informó que es coreano y este hotel es conocido por ser de dueños coreanos- siguió y SeokJin asombrado sonrió algo aliviado de poder tener una conversación decente con alguien quien no fuera Ken o Leo-. El señor Kim dejó un sobre para usted, y nos pidió que le ayudaramos en cualquier cosa. Así que sí esta en apuros entonces no dude en informarnos.

SeokJin asintió levemente recibiendo el sobre negro bien sellado solo para hacer una venia al hombre de traje con etiqueta a Jung HoSeok, y así dar media vuelta y dirigirse a la salida del hotel.

- ¿Será la pareja del señor Kim?- otro empleado del lugar hablo a un lado de HoSeok, viendo a SeokJin desaparecer por las puertas de circulo.

- No- rió levemente-. Es su "primo".

- ¿Otro?

- Si TaeHyung, otro primo.

Por otro lado SeokJin observó las calles de un barrio costoso como lo era ese. en San Fransisco la mayoría de los barrios eran caros y la zona hotelera no se quedaba atrás, así que SeokJin sólo podía estar viviendo el sueño cuando la mayoría del tiempo solo vivió entre basura, bares de mala muerte y prostitutos.

Pero ya no importaba porque ahora estaba en un buen lugar y lo viviría en otro buen lugar por los siguientes siete meses y con todo gratis.

Sonrió feliz por eso y aún caminando abrió el sobre encontrando una tarjeta negra con letras doradas y una nota con algunas indicaciones.

- Son tiendas donde hay empleados extranjeros, investigué y hablan coreano. Compra lo qué tengas que comprar.

Siguiente a eso una lista de nombres de tiendas que parecían hasta cosotosos pronunciarlos.

Sonrió una vez más por la ambilidad de ese señor de incluso tomarse la molestia de no hacerle el trabajo mas difícil y encontrando una de las tiendas de la lista entró seguro.

- Buenas tardes- saludó y uno de los epleados se acercó de inmediato.

SeokJin le sonrió amable pero la mujer sólo frunció el ceño con desprecio antes de barrerlo con la mirada de arriba hacia abajo y de vuelta.

- Si... ¿puedo ayudarlo con algo?

- Bueno, vine a comprar ropa. Mucha ropa- contestó emociando antes de escuchar a la señorita reír con burla.

- ¿Tú?- preguntó incrédula y Kim asintió sin entender mucho antes de ver un conjunto de traje campero en un maniquí. Se acercó de inmediato y la mujer lo siguió asustada-. ¡No toques eso!

Exclamó y SeokJin quitó la mano antes de hacerlo. Asustado de algo que no iba a hacer.

- Te pediremos que te retires ahora, no podemos atenderte- la señorita de la tienda junto a su compapñera lo barrieron de abajo hacia arriba una última vez.

Y fue ahí que SeokJin entendió todo, así que suspiró asintiendo con un timido movimiento de cabeza. Dió ,media vuelta y con su orgullo pisoteado salió de la bonita tienda.

El aire chocó contra su rostro pensando que había sido un estúpido por pensar que lo tratarían de una manera atenta solo por decir que tenía mucho dinero pero verse de una manera que demostraba todo lo contrario. Era obvio, ¿cuántas personas no habían hecho eso en todo ese tiempo como para que las trabajadoras fueran así de groseas?

SeokJin no las culpaba aún así fueran groseras porque ellas vivieron en un mundo muy diferente al de él.

Finalmente regresó al hotel con los ánimos por el suelo, notando ahora sí y por una segunda vez más en el día, las miradas de asco por parte de la gente que estaban en el lugar. Así que se abrazo a si mismo con vergüenza mientras corria al elevador.

HoSeok y TaeHyung no lo pasaron por desapersivido y fruncieron el ceño voltenadose a ver.

- Esta vez fue diferente- comenzó Tae y HoSeok asintió algo preocupado por la mirada del niño.

Era la priemra vez que un primo del señor Kim, regresaba con las manos vacias depsues de un día de compras...

HoSeok y Tae van a tener un papel importante en el desarrollo de personaje de SeokJin, así que amenlos desde ya 🫶

-K_S_05.