- He escuchado que hay mas muertes por delfines que por tiburones, es grandioso como la gente piensa que los delfines son animales indefensos pero la realidad es que son peor que cualquier otra especie. Incluso puedo decir que son peores que los monos en Bangkok, ¿has ido a Bangkok?

SeokJin agrando levemente los ojos por la repentina pregunta de la tia del señor Kim. La mujer platicaba como loro y apesar de que era muy parlanchina no le molestaba porque se veía que era una mujer que sabia muchos datos curiosos e incluso innecesarios.

Volviendo al tema, SeokJin dudo por unos segundos antes de saber que contestar, lo mas lejos que había llegado era a los Estados Unidos gracias al trafico de menores.

Entonces, ir a Bangkok... bueno ni siquiera sabia donde quedaba eso.

Asi que finalmente negó levemente para seguir.

- No he tenido la oportunidad, siempre me crie en el campo con mis abuelos- contesto algo seguro.

- ¡Oh! Entonces eres un chico de casa. Estoy seguro que a mi Nam le gusta esa idea.

- ¿Nam?

Ella rió por lo tierno que era el menor.

- ¿Aún no son así de cercanos? Supongo que si quieren casarse algún día tendrán que empezar desde ahora a llamarse con confianza.

- Si, bueno...- murmuró sin saber qué decir más por la mirada muy entrometida de la mayor. Seguido de esto, cuando el ambiente se iba a poner más incómodo por su parte, una tercera voz interrumpir.

- Tía, lamento interrumpir-. La voz pertenecía a JungKook, quién sonreía levemente inocente-. ¿Me prestas a mi cuñado un rato?

La mujer asintió no sin antes advertirle también con una sonrisa graciosa que no dijera nada de lo que pudiera arrepentirse.

Así, con esa advertencia, la tía Kim se retiró y los dos contrarios quedaron solos.

- Es un gusto, mi nombre es Kim JungKook- se presentó y de un movimiento algo... lasivo, tomó la delicada mano del menor y dejó un suave beso en esta.

- Aaah, un gusto. Eres el primo de NamJoon, el ganador de polo- contestó viéndolo mas detalladamente.

JungKook era muy diferente a lo que el señor Kim era.

Era por supuesto mas joven, tenía facciones rebeldes y libres como ese pircing en la ceja y en el lado derecho del labio. Tambien notó los tatuajes en su mano y las cejas bien pobladas.

Por el contrario NamJoon era más grande, aunque sea por un par de años. Y aunque los dos venían de la misma familia con alta clase, NamJoon se veía más sofisticado. Sus facciones eran duras cómo un gánster fino y lo unico que destacaba en su hermoso rostro eran sus hoyuelos cuando sonreía.

De todos modos, aunque los dos eran atractivos, el señor Kim le gustaba más a Jin.

- Si, ése mismo- contestó-. Note que NamJoon te presentó con todos, en cambio yo no tuve la dicha.

- Sí, tal vez no quiso molestarte llevándose toda tu atención por tu victoria. Escuché que ya van tres años consecutivos en los que ganas, y creo que es algo muy importante como para querer opacarte.

- Próximamente cuatro- interrumpió y Jin frunció levemente el ceño-. Próximamente serán cuatro años consecutivos de victoria. Mi corcel es el más rápido desde que entró a la competencia.

- ¿Lo es?

- ¿Lo dudas?- preguntó incrédulo y el menor se dió cuenta sobre su ignorancia.

- ¡No! Bueno. Realmente no quise decir eso, discúlpeme- sus mejillas se tornaron levemente rojas y JungKook rió tierno por ese acto.

Por lo general las parejas que su primo llevaba a las fiestas familiares eran muy atrevidas, nada tímidas, seguras de si mismas.

En cambio Sur era distraido, lo había visto chocar con gente un par de veces, hacerle muecas a la champaña y taparse la boca cada que reía tratando de no ser escandaloso.

Significativamente todo lo que a él le gustaba.

Finalmente JungKook rió levemente antes de seguir.

- ¿Te gustaría conocer a Éragon?

- ¿Eh? ¿Quién es?

- Mi caballo, ganador de tres años.

SeokJin lo pensó un par de veces, dudando si estaba bien hacerlo. Pero negarse era quedarse solo, NamJoon estaba platicando con algunos de sus tíos de negocios aburridos, y no conocía a nadie más, entonces era tímido para acercarse a alguien más y empezar una conversación cómo si nada.

Así que terminó aceptando sin nada que perder y dejándose guiar por el mayor quien lo sostenía levemente de la espalda.

Por otro lado SeokJin no pudo evitar sorprenderse de ver aquel enorme corcel, color negro con una marca blanca en la frente, brilloso, mirada filosa, y por sobre todo imponente.

Susurró un "woow", sorprendido e ignorando la risilla que JungKook soltó antes de tomarle la mano y casi casi obligarlo a acariciarlo.

- No muerde, está muy bien entrenado- aseguró cuando Sur se negó a acercarse un paso más.

- Escuché en algún lugar que si sentían mala vibra se estresaban y podían morderte- frunció los labios aún temeroso-. No quiero que un caballo me muerda y menos uno que puede arrancarme el brazo o en el peor de los casos la cabeza.

Esta vez JungKook rió un poco más alto sacándole una sonrisita avergonzada al menor.

- No se burle, realmente lo escuché en algún lado.

- Éragon es todo un profesional, no sería capaz de morder a alguien por más malvibroso qué sea. Aunque estoy seguro que tú no eres alguien así.

Ante eso SeokJin tocó sus mejillas algo avergonzado cuando las sintió calientes, soltando una risita nerviosa y recibiendo una enorme sonrisa del contrario quien de nuevo tomó una de sus manos y lo acercaba con un toque en la espalda al caballo.

Por otro lado... a unos paso mas lejos... entre tanto hombre de traje bebiendo champaña... se encontraba NamJoon quien no dudó en apretar su quijada. Viendo de lejos cómo su prometido reía a la par de su odioso primo.

Sus manos unidas acariciando al animal mientras que el mayor le susurraba quien sabe que a Sur quien sólo reía o se volvía a poner sonrojado negando con la cabeza.

Esto tenía que acabar, la guerra que se creía sin fin debía terminar ahora. No iba a permitir que su primo siguiera entrometiéndose en su vida amorosa y menos cuando había de por medio un plan maestro.

Si lo pensaba bien y Sur se desinteresaba de él y veía la mejor opción de quedarse con su primo sacaría mejor ventaja de él y entonces su plan se iría a la basura.

No lo pensó dos veces más y pidiendo disculpas a los invitados se dirigió hacia los dos menores, llamando la atención de algunos quienes ya conocían perfectamente sus peleas. Algo malo seguramente vendría.

Pero contrario a eso, NamJoon sólo separó de un brusco movimiento la mano de JungKook contra la de Sur y sostuvo la de éste último contra la suya firmemente.

- NamJoon- comenzó JungKook con una sonrisita cínica-. Estaba con Sur platicando sobre Éragon. ¿Te divertiste no?- se dirigió al menor y este asintió seguro.

- Nam, ¿puedes creer que Éragon alcanza una velocidad de sesenta y nueve kilómetros por hora? Dice el joven JungKook que el récord es de setenta y un kilometros pero que esta trabajando para superar ese récord.

- ¿Es así?- preguntó sin despegar la vista de JungKook quien seguía con una leve sonrisa mientras Sur asentía una vez más eufórico-. ¿Querido por qué no vamos con mis padres? Creo que es hora de darles la noticia.

Dicho esto no esperó a que su primo pudiera decir otra cosa y rodeando la fina cintura del menor lo guió dando vuelta hacia sus padres quienes ya lo esperaban con una leve sonrisita como diciendo que estaban orgullosos de que no creara una pelea cómo las anteriores.

Sin embargo JungKook sólo suspiró pesado, viendo a lo lejos cómo sus tíos platicaban con su primo y su pareja, segundos después vió a su tía sonreír enormemente y abrazar con alegría a Sur y a su tío palmear la espalda de su hijo.

Sabía qué era lo que pasaba aunque no haya escuchado nada de la conversación. El anillo de diamante que Sur poseía le fueron muy obvio desde un principio. Y ver a NamJoon en esos momentos sonreír tierno con un enorme brillo en los ojos mientras veía al menor le hacían preguntarse una sola cosa.

¿A caso NamJoon de verdad había cambiado por ese niño? Definitivamente lo descubriría...

Cuando pierdes el control y no tienes alma, es una tragedia.

Tragedy -Bee Gees.