Sus nervios estaban a flor de piel, Prem conocía a la familia de su pareja. Era muy amigo de ésta, los padres de Boun lo consideraban como un hijo y los hermanos de Noppanut como un hermano mayor. El ir de visita no era lo que lo ponía nervioso, él estaba encantado y seguiría así, tan solo sí no hubiera recordado cierto detalle.

Era novio de Boun, pero la familia del rubio aún no lo sabía. La última vez que había ido de visita él todavía era amigo del mayor y no habían dado el siguiente paso.

—¿Estás listo? —Estaban en vacaciones, de modo que Boun no tuvo mejor idea que llevarlo con él. La familia de Prem se constituye de él y sus padres, ellos estaban en el extranjero y, para evitar que su pareja se la pasara solo este tiempo, decidió llevarlo; pidió permiso a sus padres y estos aceptaron gustosos que Warut los visitará.

—Si te digo qué no, ¿vas a cancelar el viaje? —Boun sonrió para acercarse al más bajo y besar sus mejillas.

—No te pongas nervioso, de todas maneras no es la primera vez que vienes a ver a mi familia.

El pelinegro hizo un puchero. ¿Qué pasaría si ellos se enteraran de que él y Boun estaban saliendo? ¿Lo iban a echar? ¿Lo iban a odiar? ¿Lo iban a matar? Lo último era lo menos probable, pero ante situaciones como ésta, debía prepararse para todas las posibilidades, no importaba cuán irreales suenen.

—Vamos, si no partimos ahora llegaremos muy tarde.

Tomó de la mano a su pareja para intentar calmarlo y lo llevó al auto.

—Llegamos —informó el conductor; el corazón del de cabellos negros empezó a bombear rápidamente.

—No quiero, ¿y si se enojan conmigo? —Boun lo vio con una ceja levantada mientras bajaba las maletas.

—¿Estás bromeando?—Prem negó rápidamente—. Pues así parece, mis padres te aman. Creo que incluso más que a mí —comentó divertido el más alto.

Warut bufó antes de ingresar al hogar de su pareja. Apenas cruzaron la puerta un grito de felicidad los recibió, la madre del mayor apareció y les sonrió.

—¡Prem, cariño! —El cuerpo del nombrado se tensó y con algo de dificultad, se acercó a saludar a la pelinegra.

—Buenos días, mamá. —Boun ahogó una carcajada cuando vio cómo su madre apretó al pelinegro en un fuerte abrazo.

La noche había llegado, Prem, él y su madre se encontraban sentados en el gran comedor. ¿Dónde estaban sus hermanos y su padre? Según su progenitora, ellos habían salido muy temprano y no faltaba mucho para qué regresaran.

—Y cuéntame Boun, ¿has encontrado una nueva pareja? Desde hace tres años que no traes nadie a casa, claro, aparte de mi pequeño Prem. —Apretó una de las mejillas del peli plateado, algo que lo hizo sonrojarse.

—Mmmgh... —Fingió pensarlo—, para tu suerte sí, mamá, he conocido a alguien.

Dos pares de ojos se posaron en su persona, uno pidiendo piedad y otro con curiosidad.

—¿Quién es la o el afortunado? —La familia del mayor sabía de su sexualidad y la respetaban, aunque de todas las parejas presentadas, sólo dos eran chicos. Uno de hace más de cinco años y ahora él, aunque ellos aún no lo sabían.

—La verdad, es un chico, creo que te va a encantar —dijo mirando divertido al menor.

Su madre iba a decir algo pero fue interrumpida.

—¡Hemos llegado, mamá! —La voz del menor de los hermanos se escuchó. Earth entró con varias bolsas siendo seguido por Peak y su padre.

—Buenas noches, cariño —manifestó antes de volver su atención a su hijo mayor—. Sígueme contando, ¿lo conozco?

—¿Conocer a quién? —preguntó esta vez Peak.

—¡Tu hermano tiene pareja! —Y no faltó mucho para que Boun fuera rodeado por casi todos los miembros de su familia.

—¿Es lindo? —Fue lo primero que preguntó uno de sus hermanos, sin embargo, rápidamente fue callado por un golpe de Katsamonnat.

—No seas idiota. Boun tiene muy buenos gustos, obvio que va a ser lindo. —Prem se sonrojó, pero nadie lo notó excepto el hijo mayor de Guntachai, a él no se le podía escapar detalles si de su novio se trataba.

—Es muy lindo, demasiado, diría yo. —Todos los familiares se miraron entre sí antes de seguir con el interrogatorio.

—¿Cuándo lo conociste? —preguntó Earth.

—Hace unos, ¿siete años? —El rostro que tenían era digno de una fotografía—. ¿Siete años? ¿Eso qué significa?

—Lo conocí hace mucho tiempo, pero hace apenas dos años que llevamos saliendo —explicó.

—¿Dos años? ¡Debiste mencionarlo! —chilló su madre—. ¿Cuándo lo traerás a casa? —habló su padre por fin.

—No lo sé... —Y varios suspiros de desilusión se escucharon.

—Bueno, ¿eso significa que Prem puede salir conmigo? —Fue un comentario hecho en broma por parte del segundo hermano de la familia, pero Boun no tardó en tomar el primer objeto que estuvo a su alcance y lanzarlo, gracias a Dios fue una cuchara y no un cuchillo.

—¡Pero qué te pasa! ¡¿Acaso estás loco?! —gritó adolorido Peak, aunque claramente estaba exagerando.

—Pues eso te pasa por querer robarle el novio a tu hermano. —Y todo el comedor quedó en silencio, un fuerte color carmesí se adueñó de las mejillas de Warut al ver que todos lo estaban observando.

—¿Ves Peak?, Boun tiene buenos gustos —comentó con gracia el menor de todos.

La corrección no es la mejor, pero tengamos en cuenta que lo escribió y «corrigió» es una adolescente de quince años.

No es mi especialidad, pero lo intenté con lo soft. No soy alguien profesional, esto es solo un borrador de una historia que imaginé, nada más. Pura ficción.

Aunque, bounprem mis papis <3