Sun se acercó, algo vestida mientras Jeno cerraba la puerta.

Lo notaba algo aturdido, intentó quedarse callada, pero no pudo.

---- ¿Jen..? - tocó su brazo, llamando su atención delicadamente - ¿Quien era?

---- nadie.

Minsuk estaba tomando un taxi, porque Jeno no dejaría por nada del mundo que viajara con ese hombre otra vez.

Le había dado algo de dinero para que llegase a casa bien, luego podrían hablar.

---- Uhm...- entrecerró sus ojos, causando una pequeña sonrisa en los labios del chico - no eres bueno mintiendo.

Cómo si de un oso perezoso se tratara, Jeno abrazó a Sun con cansancio. No quería siquiera pensar en eso más de lo necesario.

El poco tacto que tuvo para decírselo, las ganas de irse que se notaban a kilómetros..ni un signo de arrepentimiento, un pequeño perdón. No, nada.

---- en verdad..- aplastó sus mejillas, recibiendo un pellizco en su espalda por la fuerza que usó. - Hey..

---- también me duele. - refunfuñó mientras acariciaba sus cachetes ya rojos - bruto..

---- si te cuento...¿Me das un beso? - se agachó a la altura de su mirada, solo para recibir un ansioso asentimiento - pero no quiero que llores, eh.

El rostro de Sun cambio, ahora estaba notablemente preocupada. ¿Cómo que no llorar?

---- uh.. lo intentaré. - Jeno asintió y suspiró - ¿Es algo muy malo?

---- depende de cómo lo veas. -mientras acomodaba el cabello desordenado de Sun, de preparaba para decirlo - para mí..creo que no lo es, por lo menos no tanto.

---- ¿Algo le pasó a tus padres? - atinó a sujetar su mano - quiero decir, a los biológicos..

---- uhum. - susurró - mi madre tiene cáncer, se vé que..ya no hay tratamiento que le ayude, por eso..vinieron a decirme que quiere verme. Lee contactó con alguien y pudo encontrar la dirección, le pidió a Minsuk que lo trajes hasta aquí, porque sabía que yo estaba aqui.

---- aguarda..- parpadeó varias veces. Jeno soltó una sonrisita de lado - vino a decirte eso..

---- sip.

---- ¿Y no pidió disculpas..?

---- nop.

---- ¿Solo se fue?

---- exacto.

Si bien no sabía muy bien cómo se sentía en ese momento, un abrazo era algo que no negaría, menos si era de Sun.

Todo se había vuelto tan abrumador nuevamente. La denuncia que habían dicho hace meses por violencia familiar había tomado cada vez más relevancia, pero ya sabía cómo terminaría todo esto.

No había dinero en el mundo que pudiese ocultar las fotos que se habían publicado, con su permiso previo.

Jeno dijo que lo arruinaría y no pararía hasta lograrlo. No faltaba mucho para eso.

Los medios de comunicación siempre buscaban la nota de su parte, principalmente porque estando bajo el techo de sus padres biológicos nunca antes había hablado en cámara, por lo que siempre era una exclusiva.

Jaemin y Donghyuck de enteraron por internet, la denuncia los tomó por sorpresa pero ambos mostraron estar de su lado desde un principio.

Donghyuck era quién estaba mayormente al tanto ya que lo conoció meses después de llegar a la casa, pero nunca tocó el tema de por qué Jeno estaba ahí. Durante mucho tiempo, pensó que en verdad era adoptado, como..un típico niño que es dado en adopción, pero nunca pensó que su mejor amigo sería alguien que debió escapar de casa.

Jaemin era un caso distinto. Lo llamó cuando apenas terminó de leer la nota, le recordó que eran amigos y que podía confiar en él para lo que necesitara, Nana era un sol.

Se sentía algo avergonzado de que los señores Jung tuviesen que pagar por aquel renombrado abogado, pero se prometió devolverles hasta el último centavo que gastaron en él.

Ahora estaba pensando más de una vez si o haría o no.

Su psicólogo le recomendó visitar a su madre, después de todo..estaba aprendiendo a perdonar, no a olvidar. Aunque no estaba dispuesto aún a perdonarlos, fue. ¿Que tenía que perder?

Había sacado un permiso y un oficial lo acompañaba, no quería que algo malo sucediera.

Al pedir información en la recepción, la enfermera le guió hasta el lugar. Su padre no estaba, eso era bueno.

Golpeó la puerta y recibió una respuesta algo baja.

---- ¿Quieres que te acompañe dentro? Puedo quedarme afuera si quieres.

---- Uhm..- el oficial espero su respuesta con paciencia - puede esperar aquí.

---- de acuerdo, cualquier cosa me llamas.

Esto de andar con custodia era algo extraño, muy extraño, pero sería solo por hoy.

Inhaló profundamente y abrió la puerta, caminando dentro de la sala.

No sé atrevió a levantar la mirada hasta que su voz se escuchó.

---- Jeno..

Se oía tan cansada y gastada..¿Dónde se había ido aquella voz tan armoniosa? Aunque siempre se dirigiera a él con palabras horribles y mal sonantes, siempre le gustó el tono tan dulce de voz que podría su progenitora.

---- Señora. - alzó la mirada, sintiendo su corazon apretujarse - buenos días.

Se encontraba tan consumida, el color de su piel tan pálido y su cabellera ya no estaba. Aquella mujer no era su madre..parecía una persona completamente diferente.

Pero no por esa imagen se dejaría manipular.

---- No me llames así.. - hizo señas para que se acercara - ¿Cómo estás hijo?

---- vine a escuchar lo que quieres decirme, no a fingir ser tu hijo para dejarte descansar en paz, porque..no lo mereces.

La acompañante en aquella habitación le miró sorprendida. ¿Cómo podría decirle eso..?

---- sé muy bien que me llamaste para pedirme disculpas, porque sabes que me dolería verte así, entonces todos estaría bien entre nosotros y podrías morir en paz. - soltó una pequeña risa, el rostro de la mujer expresaba sorpresa -  Nadie, ni la persona que más daño me hizo y se hace llamar mi madre, merece. 

---- Jeno, no es así. - intentó tomar su mano, pero el chico se alejó - en verdad..lo siento, no fue correcta nuestra actitud contigo, no..no puedo perdonarme lo que te hice.

---- ¿Y por qué esperas a último momento? - susurró - cuando estás muriendo, cuando no sabes si despertarás, cuando ya la denuncia avanzó lo suficiente como para quitarles mi parte de la herencia y arruinar la imagen de tu marido y la tuya.  - el enojo y decepción comenzaba a crecer dentro suyo - no es justo que yo te disculpe. No justo cuando me dejaron secuelas, porque no puedo estar con mi familia haciendo cosas de familia por tú culpa. No puedo salir con ellos por miedo a hacerlos sentir vergüenza, por temor a cometer un error y arruinar todo. ¿Sabes quién me enseñó eso?

Los ojos marrones de la mujer se llenaron de lágrimas, intentando sentarse correctamente en la cama para poder estar cerca de él.

---- tal vez no me levantaste la mano como él...pero tus palabras, siendo mi mamá, me destrozaron. ¿Por qué mis compañeros tenían lindas madres que le hacían el almuerzo, buscaban en la escuela y les daban abrazos? La mía me empujaba, destruía mi autoestima con cada palabra, me prohibía comer, se burlaba de mí y nunca me dejó llamarla mamá. - no quería llorar, pero sus ojos estaban jugando en contra - estoy luchando contra un transtorno alimenticio por ti. Me miro al espejo y siento asco de mi mismo, porque no soy lo suficientemente lindo y delgado.

Finalmente se rindió, dejó su la delgada mano de ella tomara la suya.

---- lo sé, arruinamos tu vida.

---- ¿Y sabes que es peor? Que yo en el fondo aún te quiero.

Una lágrima traviesa dibujó un pequeño camino húmedo por su mejilla, que rápidamente borró.

---- quiero que me pidas disculpas de verdad, que sientas todo lo que me hiciste. Porque no puedo creerte más.

---- ¿Cómo puedo hacerlo? - parecía desesperada, cómo si en verdad quisiera. Jeno no sabía si confiar o no -

Pero era una pregunta sin respuesta. ¿Que podría hacer para en verdad disculparlos?

Era su parte más vengativa la que quería verlos en la basura. Que fuesen a él por ayuda, pero..no estaba bien. De esa forma no podría sanar a su niño interno.

---- dime por qué lo hiciste.

Su madre parpadeó repetidas veces, intentando captar la oración con claridad.

---- ¿Por qué? - repitió y Jeno asintió - yo..en verdad no lo sé.

"No lo sé" eso rompió por completo su estabilidad.

Al cerrar los ojos, las lágrimas retenidas cayeron, dando paso a la desesperación de su llanto.

Al retroceder, chocó contra una de las mesa y tiró las bandejas que habían allí. El oficial entró rápidamente al escuchar el ruido tan fuerte.

Jeno estaba intentando controlar su respiración, estaba a punto de tener un ataque de nervios, pero el enojo crecía sin medida.

El policía se acercó, intentando contener al chico para que pudiese tranquilizarse.

---- dime qué los abuelos eran así contigo, dime qué sufriste abuso, que mi padre es una mierda y te golpeaba, ¡dime algo que me permita entender por qué fuiste tan cruel con alguien tan inocente! Dime..¿Que culpa tenía yo? ¿Que culpa tengo yo?

---- será mejor salir, Jeno..- el oficial Kang habló bajo, para no alterarlo más - no es bueno para tí ni para ella.

---- ¿Quieres que te disculpe? - sus ojos se encontraron, se sentía tan vulnerable en ese momento - ¡Pídele disculpas a todos! ¡Al cocinero Kim, a Sun, a Minsuk, Jaehyun, Jaemin, Haechan y en especial a los Jung, porque ellos son los que tienen que ayudar a un maldito chico que está más muerto que vivo! ¡Dile a tu marido que se arrodille y suplique mi disculpas, que ruegue para que saque la denuncia y lo deje vivir en paz!

A este punto, varias enfermeras y médicos estaban mirando al escena, el oficial y otros de seguridad estaban sacando a Jeno de la sala.

---- ¡Pídele disculpas al niño que solo quería un abrazo de su mamá!

La puerta se cerró, Jeno no luchaba para que lo soltaran. Solo dejó salir todo el llanto que retenía.

Los hombres de seguridad miraron con pena al chico, estaba sentado en la acera cubriendo su cabeza con sus brazos y sollozando, parecía no tener mas aire para poder respirar y comenzaba a desesperarse.

Kang se arrodilló y comenzó a mover una libreta para darle mas aire. Jeno levantó su rostro y mordió su labio inferior.

Debía verse patético.

---- lo si-siento..

Sentía una presión en el pecho, unas ganas infinitas de llorar.

---- no hay nada que perdonar. - empujó suavemente su rodilla - lo dejaste salir.

Seomin miraba YoonOh con ojos lagrimosos. Su hijo mayor estaba en la cocina, preparando tazas de chocolatada.

---- está bien, má..- susurró antes de abrazarla - esto iba a pasar.

Su marido aún no volvía del trabajo, tenía una reunión importante y apenas terminara llegaría a casa.

---- se la pasa llorando..- respondió con voz rota - duerme, se despierta y vuelve a llorar.

---- hmm..- Minsuk estaba también ayudando con la merienda, ella prefería no hablar de eso. No le gustaba verlo llorar y en todo el rato que llevaba ya en casa, no se atrevió a ir a verlo - probablemente esté curando.

---- siento que se desmayará de tanto llanto.

---- no es el Jeno que conocemos quien llora.  - Jaehyun le ofreció una servilleta a su madre - es el niño que llegó a casa sin haber probado ni una sola vez una chocolatada, quien enfrentó a uno de sus mayores miedos.

***

Acababa de despertar. Sus ojos seguían rojos e hinchados, pero YoonOh lo convenció de merendar juntos. No había probado bocado desde que llegó en la mañana.

Con timidez y vergüenza, bajó las escaleras, siendo seguido por el viejo gatito.

Tomó asiento, atreviéndose a levantar la mirada hacia la taza, para revolver la chocolatada con azúcar.

Yeonsu y Seomin estaban expectantes a su reacción, pero YoonOh solo le entregó un cinnamon roll con una sonrisa.

---- Minsuk fue a comprarlo.

Si, su hermana luchaba para no llorar.

No le gustaba verlo así, le dolía muchísimo saber que podría hacer nada para acabar con eso.

---- gracias..

La mayoría eran ya adultos, pero estaban en un silencio incómodo que no sabían cómo romper.

---- planeamos unas vacaciones. - habló Yeonsu - pero..queremos saber si quieres ir.

Seomin estaba a punto de levantarse cuando notó el labio inferior del chico temblar un poco, pero su esposo le detuvo.

---- para despejarte y poder tranquilizarte. - siguió, esperando respuesta - todos necesitamos un respiro.

Después de algunos segundos en silencio, Minsuk suspiró. Dejó salir unas lágrimas cuando Jeno jugó nervioso con sus dedos.

Eso hacía desde que lo conocía, había parado unos meses después de instalarse en la casa. Jaehyun tenía razón, Jeno estaba tan sensible porque su niño interior era el afectado.

Pero algo que nadie se esperaba era que él hablara.

---- perdónenme.

---- ¿Por qué? - Minsuk le respondió, algo desesperada - no hiciste nada malo.

---- es que..- sus manos rompieron un pedacito del rollito - ustedes son en verdad mi familia.

La mesa estaba en silencio, los cuatro estaban sorprendidos. Yeonsu intentó hablar, pero las palabras no salían.

---- ustedes..en serio, en serio son mi familia y los adoro. Estoy completamente agradecido de haber sido recibido por ustedes y..perdón por todo lo que les hice pasar. Yo en verdad los aprecio, son mi hogar y nunca tuve la valentía de hacérselos saber.

Yeonsu acarició la espalda del joven, causando que Jeno le mirara por unos segundos.

---- perdón, yo te tenía miedo. - intentó reír, era absurdo. Yeonsu era serio, pero amable, muy atento y nunca le hizo de menos - no quise admitir que desde un primer momento ustedes fueron mi familia.. sé que les causé mucho dolor con mi indiferencia, en verdad lo siento...

---- ugh..cachorro..

Jeno sonrió ante ese apodo de parte de Seomin, ella limpiaba su rostro antes de darle un fuerte abrazo.

---- gracias por soportarlo. - sollozó - no los merezco.

---- creo que esto amerita un abrazo familiar - YoonOh pasó su brazo por los hombros de Minsuk y los guió dónde ya sus padres abrazaban al pelinegro - ¡¡Abrazo familiar!!

N/A : estoy destrozada. Ckau.