13
Sun contuvo la respiración, no atreviéndose a abrir la boca para responder.
---- ¿Sun? ¿Estás ahí? - insistió del otro lado -
Cortó la llamada, escondiendo el celular en debajo de la almohada, se tiró de espaldas, intentando regular su respiración.
El timbre sonaba y no se animaba a ir. Estaba hecha un desastre.
Corrió al baño y se miró al espejo. Juntó agua en sus manos y limpió su rostro, deseando que las zonas rojas se fuesen un poco.
Otra vez el timbre.
Ouh...bien, podía hacerlo.
Sí, ella podía hacerlo.
Fue a la puerta, llenando sus pulmones con aire y lo soltó lentamente mientras abría esta.
Jeno tenía una mano alzada, apuntando al timbre, pero la bajó al finalmente verla.
---- hey...- saludó con voz suave - ¿Puedo pasar?
---- ¿Podemos vernos otro día..? - susurró, evitando sus ojos -
---- tenemos pocos días para completar tus carpetas y mejorar las notas. - respondió en el mismo tono -
"¿Tenemos?" Sun frunció el ceño, negando con su cabeza.
Se sentía tan avergonzada, no tenía el mínimo valor de mirarlo a la cara. Sentía total pánico de ver su rostro decepcionado, tal vez sintiendo lastima de ella.
Quería que la tierra la tragara y escupiera en Groenlandia.
Lee carraspeó, llamando su atención.
---- traje medialunas. - sacudió una bolsa de papel - de manteca. Dijiste que te gustaban con chocolatada, así que también compré.
Unas lágrimas rebeldes escaparon de sus ojos, asustando a Jeno, quien mordió su labio inferior.
No sabía si había la suficiente confianza para hacer lo que tenía en mente, pero...podría intentarlo.
Soltó la bolsa y su mochila dentro de la casa de Sun, tomando el cuerpo de ella entre sus brazos, apoyando su mejilla sobre su cabeza y acariciando su cabello corto.
Sintió a la chica aferrarse a su torso, sollozando sin dudarlo un segundo más.
Dando pasos, pudo cerrar la puerta con una suave patada, sin dejar de abrazarla.
---- está bien...- suspiró - estás cosas pueden pasar, Sunnie..
---- papá va a matarme.
---- no lo hará.
---- lo ha-hará, sé lo que te digo..
---- confía en mí...- apoyó sus labios sobre su frente - no te pasará nada.
Eso es algo que su propia mente le repetía cada vez que su padre se violentaba contra él. No teniendo piedad alguna y mucho menos pensando en que se trataba de su hijo.
Se calmaba repitiéndose aquellas palabras, intentando ganar fuerzas cuando el hombre decidía dejarlo encerrado por días sin comer.
Pero dejando todo eso de lado, Jeno pensaba que aquellas palabras serían buenas. Él siempre las quiso escuchar de otra persona.
Sun se relajó, comenzando a respirar con normalidad.
Jeno olía a gomitas, gomitas dulces y ricas. El suavizante de su ropa era algo completamente dulce, con lo que pudo relajarse Sun.
---- no quiero molestarte...
---- no lo haces.
---- soy una idiota. - carcajeó entre lágrimas - una completa idiota.
Lee tarareó, pensando bien en que responder.
---- todos somos, en mayor o menor medida, idiotas.
Sun fue aflojando el agarre en su torso, relajando sus músculos después de estar tan tensos.
---- tengo miedo...
Parecía una bebé. Sus mejillas y labios de un fuerte y brillante rojo por las lágrimas, las pestañas unidas unas a otras por la humedad y sus ojos intentando detener la catarata de lágrimas.
Las manos de Jeno fueron a sus pómulos, limpiando el rastro brillante. Apretó un poquito sus mejillas, ganándose una débil sonrisa.
---- sé que tú padre comprenderá. - acomodó su cabello, despejando su rostro - no te preocupes, podemos hacerlo.
Sun suspiró algo entrecortado, asintiendo mientras miraba el suelo.
---- gracias por venir..- susurró cerca suyo - perdón por...por ser tan molesta.
No quería volver a ver sus ojos llenos de lágrimas. Eran tan bonitos cuando brillaban de felicidad que prefería borrar toda imagen de Sun llorando.
---- no eres molesta por pedir ayuda.
En algunos momentos, sentía que se tenía a su mismo con trece años, tratando de convencerse de algo difícil.
No tenían tiempo que perder, debían apurarse en completar las diferentes materias para poder presentar las carpetas y ganar unos cuántos puntos más.
Jeno copiaba algunas tareas, imitando la caligrafía novata de Sun, mientras ella se encargaba de otras notas.
Entre los dos, pudieron terminar con dos materias por hora. No estaba tan atrasada como pensaban, pero Jeno quería terminar antes del viernes, el cierre de las notas.
Pudo hablar con loa profesores, pidiendoles piedad por su amiga y unos días más para entregar todo en óptimas condiciones.
Por ese día, estaban listos. Tenían cuatro carpetas completas, faltaban otras seis.
---- eres grandioso, Jeno. - sonrió con sinceridad - gracias por ser mi amigo.
Él le sonrió de vuelta, sacando las medialunas y dándole una.
---- siempre que tengas un problema, puedes recurrir a mi. Buscaremos alguna solución.
Sun le dió una mordida a la factura, asintiendo en su dirección.
---- perdón por recibirte de esa manera. - murmuró - estaba un poco...triste.
---- está bien. - bebió de su chocolatada - somos humanos, podemos sentirnos así.
---- fue algo vergonzoso. - suspiró - ugh..me quedé en blanco, no entendía nada..Jeno, tenía mucho miedo de no comprender y...escapé, simplemente escapé de la situación.
---- no te agobies más de lo necesario con eso. - le acercó otra medialuna - ya pasó y no volverá a pasar.
Ella se recostó en los muslos del pelinegro, cerrando sus ojos y suspirando.
---- ¿Sabes? Deberías dejar de ser tan encantador. - sonrió -
---- e-encantador..- carcajeó Lee - claro, encantador.
---- sí, encantador. - confirmó sin dudar - bonito. Tan dulce y agradable, atento y cálido.
---- ¿Te molesta?
---- no...- abrió sus ojos, sintiendo estos picar - pero me hace quererte más de la cuenta.
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