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---- ¿Cómo te fue, Sun? - le miró por el espejo unos instantes -

---- bi-bien..- miró hacia su regazo, jugando con sus pulgares - no tengo mucha tarea..

---- ¿Pudiste comprender todo?

---- no..- admitió con vergüenza - hice lo que pude..

---- está bien. - sonrió suavemente - ¿le pediste a alguien los apuntes?

---- sí..- mintió - luego los haré.

¿Cómo le pediría a Jeno aún más favores? No quería verse interesada.

---- no te quedes hasta muy tarde, ¿Uhm? - frenó en un complejo de departamentos - podría volver muy tarde, usa mi tarjeta para pedir algo de cenar, ¿De acuerdo? Come bien.

No se lo pediría bruscamente, sabía que su hija no lo hacía a propósito, pero tampoco quería dejarlo pasar.

La muchacha había bajado bastante de peso desde que ellos se divorciaron, y si bien fue su hija quien eligió quedarse con él, entendía que el cambio le costara mucho y le dolía. Ese dolor no expresado, iba a salir por algún lado.

---- claro. - abrió al puerta - vé con cuidado.

---- lo haré. - le regaló una pequeña sonrisa - llámame cualquier cosa, Solcito.

Ella asintió y fue directo a la puerta, abriéndola y despidiéndose por última vez del auto azul.

Presionó el botón del ascensor y esperó. Por suerte, no había nadie más, así que llegó rápidamente a su casa, usando sus llaves con el colgante de la garrita de un gato, pudo entrar.

Sus zapatos quedaron en al entrada, la mochila en el sillón al igual que la corbata y falda. Estiró sus brazos, respirando profundamente y quejándose al quedarse en esa posición unos instantes.

Fue a su cuarto, tirándose de boca a la cama.

Sobreviviste al primer día, Sol..pudiste hacer un amigo. Eso es genial.

Su estómago rugió, pero no prestó mucho atención, siguió en la cama, cerrando los ojos por unos segundos.

Podría pedir mañana los apuntes...Jeno no se negaría, ¿Verdad?

Bueno, lo averiguaría.

Pff, eso fue una excusa, porque habían pasado unos meses y los profesores siempre le pedían completar su carpeta. Minsuk y Jeno no estaban enterados de eso, porque siempre se lo decían en privado.

Pero ese día, la profesora de geografía no tuvo compasión con ella:

---- Señorita Choi Sun, ¿Por qué nunca presenta su carpeta? - bajó un poco sus lentes - no tiene nota, no tiene nada de nota , ninguna actividad o investigación...¿Que va a hacer? ¿Es consciente de que puede reprobar?

De pronto, todos estaban mirándola. La mayoría con pena y otros pocos sorprendidos.

--- a-ah..- balbuceó, pensando las palabras - y-yo..

Todo el coreano que iba aprendiendo y perfeccionando, se borró de su mente, impidiéndole hablar.

---- ¿No le avergüenza estar a mitad de año y no tenes nada presentado? ¿No le preocupa reprobar mi materia? - insistió la mujer -

Tanteó su celular, prendiendolo y tecleando por el traductor.

---- ¡Deje el celular en la mesa y responda! - levantó la voz, gritándole en forma de regaño -

Obviamente obedeció, soltando el teléfono. Este cayó al suelo por el susto y sus manos temblaron.

El compañero de enfrente lo tomó y de lo dejó en su banco, brindandole una pequeña sonrisa de apoyo.

---- b-but..- intentó objetar en inglés, recibiendo una mala mirada de la mujer - so-sorry..

Minsuk frunció su ceño y mordió su lengua, aguantandose las ganas de defenderla. Porque era tan impulsiva, que insultaría y eso no estabas bien.

---- en coreano, Choi. - suspiró - lleva varios meses aquí y aún no sabe hablar correctamente el idioma, ¿Cómo presentía estudiar entonces?

Sus oídos se habían tapado, solo escuchaba palabras sin sentido, sin entenderlas y no siendo capaz de responderlas.

---- ¿No va a hablar? - carcajeó - ¿No se va a defender?

No lo soportó más y salió del aula, después de juntar sus cosas.

---- Su-Sun..- trató de detenerla Minsuk -

Corrió por los pasillos hasta salir del instituto y pedir un taxi cercano.

Le mostró al chófer la dirección, no quería hablar y el conductor solo asintió, manejando con tranquilidad.

No le importaba si le ponían un llamado de atención o si la sancionaban, quería irse.

En el aula, estaban callados. La profesora suspiró y volvió a su lugar, sentandose y mirando las cartillas.

---- profesora, es difícil aprender coreano cuando su idioma natal es el español. En unos cuantos meses no podría hablar de una manera perfecta. - la voz de Jeno sorprendió a Minsuk y al aula entera - ella tomó su celular para poder traducir lo que quiere decir. Siempre lo usa cuando duda de lo que dirá y usted solo le grita, la pone nerviosa. ¿Acaso no vé que quería llorar? ¿Le gusta ver a sus alumnos llorar?

La docente no sabía que responder. Lee Jeno, uno de los alumnos ejemplares y más callados, estaba respondiendole.

---- ¿Cómo piensa levantar un cuatro? - carcajeó la profesora - tengo que cerrar las notas y ella no va a aprobar porque no tiene la carpeta completa.

---- entonces quite tres puntos de mi nota y agreguelos a ella.

Rompería su promedio, pero no le importaba mucho en ese momento.

---- no puedo hacer eso..

---- lo hizo con Haneul. - miró a uno de sus compañeros - ¿Por qué ahora no? Bájeme la nota y ya. El próximo trimestre ella aprobará todo.

---- ¿Que me asegura eso? - le miró con burla. -

---- soy el mejor estudiante de su clase, yo la ayudaré a estudiar correctamente y no podrá desaprobarla. - contestó con seguridad - pero suba su nota está vez, por única vez.

Ahora mismo estaba sonando Gee, del famosísimo girl group SNSD. Su padre a veces tarareaba la canción mientras cocinaba y al curiosidad le hizo buscarla en Youtube.

Ni esa canción tan positiva le ayudaba a tranquilizarse.

Estaba sola en casa, con su pijama de verano. Consistía en una camisa varios talles más grandes que el suyo y solo su ropa interior.

Se encontraba acostada en su cama, dejando las lágrimas caer por sus mejillas mientras los sollozos aumentaban.

Tanta vergüenza, tantos nervios, tanta...tanta estupidez que se cargaba.

¿Cómo podía olvidarse como hablar en coreano? ¡Por favor! No sé puede ser más patética.

A penas eran las dos de la tarde, no tenía apetito.

Su celular sonó, una llamada. Sin ver, respondió.

---- hey, estoy hace veinte minutos tocando el timbre, ¿Podrías abrirme?




Era Jeno.

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