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07

SeoMin les había mandado mensaje, por el grupo de chat que tenían con la familia, que llegaría más tarde pero había algo de comida en el freezer. Aun era temprano, pero YoonOh se sirvió un vaso de leche y tomó un pedazo de carne que habia en un tupper. Minsuk frunció el ceño y se volteó hacia Jeno, quien estaba agachado a la altura del gato, acariciandolo con cuidado.

---- ¿quieres comer algo? - preguntó y el pelinegro negó - ¿seguro? - Jen asintió y dejó a la mascota de lado, limpiando su pantalón y mirando a la chica - está bien...ugh, YoonOh eres un asco.

el mayor estaba masticando cuando se volteó ofendido hacia su hermana, quien hizo una mueca y fue a la alacena, sacando de allí un paquete de papas fritas. Lo dejó en la mesa y sacó el chaleco del uniforme, aflojando su corbata y llevando todo (incluido el snack) a la sala, donde se sentó y prendió la televisión.

---- Hyung..- susurró Jeno, llamando la atención de Jaehyun - ¿no le hará mal..?

el castaño se encogió de hombros y terminó su vaso, dejandolo para lavar. Sacó su chaqueta y su corbata, quejandose en el proceso. Jeno se servía un poco de agua, tomando de a poco y mirando al gato comer de su platito, pensando en alguna cosa no concreta. 

---- ¿te gustan las hamburguesas? - YoonOh se sentó en uno de los bancos, mientras terminaba de sacar la corbata. - comeremos eso.

Muchas oportunidades de comer hamburguesas no había tenido, sus padres no se lo permitían por lo grasosas que podían llegar a ser. Principalmente su madre era quien le prohibía ciertas comida por querer mantener su físico. Era algo común en las familias que, en algún momento, podrían llegar a estar en el ojo público. 

Jeno obviamente sabía lo que eran, pero sentía que su estómago no estaba preparado para comer algo así. Siempre comía cosas más livianas para satisfacer los pedidos de su madre y obedecer las órdenes de su padre. El hombre no dudaba en criticar su físico, burlandose de sus piernas algo rechonchas y algunos rollitos que podía llegar a tener. Eso generaba una inseguridad increible, donde prefería vestir con pantalones largos y camisetas que cubriesen todos sus brazos y fuesen holgadas, para que no se marcara su pancita al sentarse. 

Ese problema aumentó cuando cumplió los once años, cuando no era solo su padre quien lo molestaba con eso, si no también sus  compañeros de clases. Eso aún lo mantenía, su ropa siempre eran unos talles más grandes de los necesarios, eligiendo ropa oversize. 

estaba trabajando en poder aceptar las marcas que quedaron, los moretones bajando de color y pensando en que eso no volvería a pasar. Porque el señor Jung no era malo, no era malo con él o con sus hijos. Aun no tenía toda su confianza, pero podía tener una pequeña charla sobre la escuela cuando el mayor le preguntaba.

 le daba asco mirarse y ser mirado. Por suerte, los golpes nunca llegaron a su rostro, no más que una cachetada o tirar de sus cabellos, empujarlo contra alguna pared o para alejarlo.

su madre permitía todo eso, quedandose callada y hasta dandole la razón a su marido. 

y si bien en un principio, Jeno pensó que ella también sufría violencia, descubrió que no. Ella parecía disfrutar de ver a su hijo golpeado, ignorando sus gritos y súplicas cuando era niño.

Fue su madre quien le prohibió a los trabajadores ayudarlo si el niño lo pedía, obligandolos a ignorarlo y amenazandolos si se les ocurría abrir la boca o ir a la policía.

Desde que era un niño le enseñaron a dirigirse a ellos como "señor" y "señora", pero cuando habían invitados, era la unica oportunidad que tenía para llamarlos por mamá y papá. Tal vez de divertise, aunque no mucho porque se ensuciaba y su madre lo regañaba como si no hubiese un mañana o era un asesino serial de gatitos.

Esa era otra razón por la que sentía verguenza cuando se tenía que dirigir a los hermanos Jung, porque ellos habían presenciado varias veces los retos que le daban al menor, intentando distraerse porque sabían lo incómodo que sería para él que otros lo miraran.

YoonOh en bastantes oportunidades había cargado parte de la culpa, para que no lo regañaran tan feo. Es por eso que Jeno a penas estaba ganando confianza con ellos, se sentía inútil por no ser capaz de defenderse y solo aguantar las ganas de llorar cuando todos los miraban. 

Jeno estaba pensando en como responder que probablemente sería un malgasto de comida, porque no sería capaz de terminar su plato.

pero Minsuk llegó y respondió que Jaehyun hacía las más ricas hamburguesas y no pudo negarse a aceptar el futuro almuerzo. Además, su mayor había sonreído y no quería arruinar el momento.

Por eso prefirió irse a su cuarto, siendo seguido por la mascota de la casa y cerrando la puerta para poder cambiarse. Y, como era ya costumbre, el gatito se acostó en los pies de la cama, preparándose para dormir cómodamente.

El pelinegro dejó su uniforme en un canasto que tenía en la habitación, donde después llevaba a lavar la ropa los fines de semana. Buscó nuevas prendas, tomando una camiseta azul y un jean de color celeste. 
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Se sentó en su cama, mirando descansar el felino y sintiendose un poco más tranquilo, jugando con las mangas de la camisa y mordiendo el interior de su mejilla, pensando en que hacer para dejar de cagarle la vida a sus conocidos.

Debía ser vergonzoso acompañarlo a cualquier lado y que te relacionen con una persona como él. Le dolía que fuesen tan buenos, comprensivos y cariñosos. Realmente sentía que no lo merecía, porque estaba muy mal, tenía feas heridas que trataba de ocultar siendo callado y algo tosco, pero no quería encariñarse para después arruinarlo.

¿y si Minsuk en algún momento sentía verguenza de ser su amiga? ¿y si YoonOh por algun motivo lo odia y nunca más le sonríe? ¿y si los señores Jung se cansan de esperarlo y termina solo?

tenia miedo de estar solo, pero era lo que necesitaba si no quería joder a los demás. Porque sería muy cansador convivir con alguien tan roto como él, y lo bueno es que se daba cuenta de que necesitaba ayuda, pero no le veía solución.

Jaemin y Donghyuck eran nuevos conocidos y parecía que iban a estar un buen rato a su lado, ¿pero...quien le aseguraba que se quedarían allí? Jeno temía entregar un poco de amabilidad y recibir un golpe.

debería seguir viviendo por su cuenta, conviviendo con la familia que lo acogía y ya, no hacer nada más. Tal vez encuentre algo de sentido conforme pasen los años o sea capaz de dejar el pasado atrás.


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