—Todavía tengo sueño— Balbuceó Freen mientras se acomodaba en la espalda de la pelirosa.

—No es mi culpa, mamá nos quiere temprano— Comentó Mark.

—Pero es temprano— Formó un puchero.

—Te duermes en el tren, ahora bájate que ya vamos a subir— La menor obedeció pero apenas tocó el suelo se volvió a abrazar de Becky.

—Me sigue pareciendo una injusticia que me toque sentarme con Mark— Se quejó Faye.

—Si, a mí también se me hace injusticia— Lux y Freen sonrieron mientras subían al tren.

—Si ya terminaron de quejarse par de idiotas, súbanse— Habló Lux, los mayores bufaron.

Por su parte Freen y Becky ya estaban en su lugar, la menor tratando de dormir y Becky viendo a Faye hacer berrinches solamente porque no quería sentarse con el hermano de su amiga.

—Debería ser yo quien tuviera sueño— Murmuró la pelirosa.

—¿Y tú por qué?— Freen volteó a verla.

—¿Que por qué? Estuviste hablando con tu amiga de los besos hasta las cuatro de la mañana, ni siquiera te saliste de la habitación, ahí había alguien que sí quería dormir— Freen sonrió al recordar todo lo que había platicado con Kath.

—Valió la pena— Becky frunció el ceño ¿Como podía valer la pena? Si solo durmió tres horas, por supuesto que no valía nada.

—Duérmete, no quiero oírte hablar de tu amiga de los besos...

—Se llama Kath.

—No pregunté— La menor rio bajito. Recostó su cabeza en el brazo de la mayor.

—Después de todo si eres agradable, podríamos ser amigas— Becky sonrió.

—Por supuesto, te han dicho que pareces una osita— La pelinegra alzó la vista.

—N-no, o bueno no recientemente— La mayor alzó una ceja.

—Bueno pareces una tierna osita— Pellizcó una de sus mejillas— Le dijiste a tu amiga de los besos que sería una semana y que probablemente tu mamá te quiera allá un rato más.

—No vi por qué decirle, solo será una semana y ya, después se acaba todo pero seremos amigas.

—Bien, ya duérmete— La menor asintió.

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—¿Y quién va a venir por nosotros?— Preguntó Freen.

—Se supone que ya debería estar aquí, a menos que se le haya olvidado— Respondió el hermano de Sarocha.

—¡Saro!— La pelinegra volteó y sonrió— Te extrañé— El otro pelinegro la abrazó.

—Olvidé decir que Chatri estaba emocionado de tu llegada— Murmuró el mayor— Si tú estás aquí eso quiere decir que la babosa de Juree igual— Sintió un golpe en su brazo.

—Baboso, hola, Saro— La castaña buscó a alguien especial hasta que la encontró—¡Lux!— Se lanzó sobre ella.

—Te dije— Mark bufó.

—Juree ni la beses— Se acercó a separar a su hermana de su amiga.

—Saro ¿Ella es tu novia?— Freen volteó hacia Becky y sonrió.

—Si, Becky él es mi hermano, y la que no quiere soltar a Lux también es mi hermana, él es Chatri y ella Juree...

—Un gusto— Murmuró.

—Freen tu novia es guapa, no más que tú Lux—Saro bufó y claro que Lux se dio cuenta— Soy Juree— La pelirosa sonrió— Bueno, Mark conduces yo ya le hice el favor a Chatri— Le entregó las llaves al mayor.

El camino del aeropuerto a la casa Sarocha fue un poco tenso gracias a Juree pero Freen no lo notó gracias a qué iba enviando mensajes que solo Becky podía leer porque iba a su lado. Al llegar a la casa todos bajaron con prisa dejando solas a Freen y Becky.

—Ya llegamos— Aviso la pelirosa. La menor volteó a su derecha y en efecto ya habían llegado, bajó del auto y guardó su teléfono para tomar la mano de la mayor y entrar a la casa.

—Ahí están— Escucharon la vos emocionada de Dee— Familia ella es la novia de nuestro niña Saro, la última que nos faltaba— Becky notó que los hermanos formaban muecas y supuso que ellos también fueron presionados en algún momento.

—Son demasiados— Murmuró la pelirosa.

—Falta mi papá— Becky la miró— Suerte.

—Pudiste mencionarlo antes— La menor le sonrió.

—Saro— La pelinegra volteó hacia su abuela— Que buenos gustos.

—Había mejores— Musitó Lux.

—Chicas— Llamo su madre— Vamos a repartirles las habitaciones.

—¡Yo quiero a Lux!

—Estás loca, ella viene con esa chica— Prom sonrió con triunfo— Vamos— Freen jaló a la pelirosa— Bueno Faye serás la única que duerma solo.

—Mejor para mí, los veo mañana— La castaña se metió a la cama. Dee rio bajito.

—Lux para ti y no te preocupes yo me encargo de que Juree no molesté.

—Dee te adoro ¿No quieres ser mi mamá?

—Para mí eres como una hija— Lux sonrió— ¿Y cómo se llama?

—Prom, bueno estaremos aquí dentro con la puerta cerrada— Freen negó.

—Solo no hagan ruido...

—Enserio te adoro— Cerró la puerta.

—Y Saro para ti y Becky— La menor comenzó a ahogarse.

—Se alegró de más— Comentó Becky— Ya, ya, Saro— Dio palmaditas a su espalda.

—Juntas dormir debemos, papá agradar nada idea.

—Habla bien...

—Está nerviosa, nunca hemos dormido juntas— Ayudó la pelirosa— Es normal, pero se hará la idea y de todas formas ella puede dormir en la cama.

—Ves Saro, bueno los veo cuando llegue tu papá— La menor asintió— Y si van a hacer algo cierren la puerta.

—¡Mamá!— Freen cubrió su rostro.

—No sabía que tu mamá era muy abierta en ese tema, me cae bien— Entró a la habitación y se sorprendió al ver el que ahí dentro había una gran cama, dos closets, una televisión y un sofá ¿Quién tiene un sofá en su habitación?

—Si mamá es exagerada— Murmuró la menor cuando notó el rostro sorprendido de Becky— Entonces duermes en el sofá ¿Verdad?— La mayor cerró la puerta y la aseguró solo por si las dudas.

—Por favor, la cama es enorme— Se acercó a la menor.

—La quiero para mí solita— Se tiró a la cama— El sofá es cómodo.

—No lo creo— Se acostó a un lado de Freen, giró su rostro y se encontró con el de la menor— Ya dormimos juntas y no hubo quejas.

—¿Por qué le mentiste?

—Estabas nerviosa, aproveché— Se acercó a la pelinegra.

—Bec...

—¿Qué?— Preguntó confundida.

—¿Puedo llamarte así?— Becky sonrió.

—Si quieres— Acercó una de sus manos a la mejilla de la menor para acariciarla.

—Bien— Su teléfono vibró pero por esa ocasión lo ignoró.

—¿No vas a contestarle?— Freen negó— ¿Por qué?

—No quiero— Murmuró.

—Por favor dime qué no soy solo yo quien quiere un beso— La menor sonrió y tomó la iniciativa de besar a la pelirosa— Ya vi que no— Dio un corto beso.

—Aunque no debería.

—¿Por qué no? No tienes novia— Freen negó.

—Kath me gusta y por lealtad no debería hacer esto— La mayor rodó los ojos y se levantó.

—Entonces la hubieras traído a ella— Murmuró.

—Tú fuiste quien aceptó venir, el trato en sí era hasta que mi mamá se fuera y claramente lo dijo Lux— Dijo mientras se levantaba.

—Yo solo dije que sería divertido, nunca acepté o me negué a venir— Freen frunció el ceño y formó un puchero, no sabía si era su imaginación pero sentía que la mayor odiaba cada que ella hablaba de Kath.

—Pues no hubieras venido— Miró fijamente a la mayor que también la miraba igual— Hubiera sido más divertido que Kath hubiera venido.

—Tú y tu Kath me tienen harta... Si tantas ganas tienes de que venga pues llámala y yo me largo— Caminó hacia la puerta para destrabarla y salir.

Freen no sabía que acaba de pasar ¿Acababan de discutir?