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𝟎𝟖 | kisses of friend

—¿Por qué te arreglas como si fueras a ver al presidente?— Freen se sonrojó.

—Voy a salir con Kath— Lux sonrió.

—Freen, mírate bien en el espejo— Ordenó la mayor, Freen obedeció, se observó y sonrió por qué según ella se veía bonita pero aquella sonrisa desapareció al notar cierto hematoma en su cuello—¿Armstrong?

—Pero no pasó nada...

—No pasó nada de... ¡¿Qué demonios te hizo?!— Freen ocultó el hematoma—¿Volviste a ir a casa de Armstrong?

—Nada no pero hicimos— Las mayores la miraron fijamente haciéndola sentir más nerviosa— ¿Amiga tu ayudarme querrá?

—Supongo, ya vengo— La menor asintió.

—Freen— Llamó la castaña.

—No me hizo nada, solo estuvimos hablando y tienes razón ella es agradable— Le sonrió.

—¿Hablar?— La menor asintió— ¿Y cómo es que terminaste con esa cosa?

—Aquí está, si te puede ayudar— Dejó entrar a otra pelinegra— Ahora iré a abrir porque parece que ya llegó.

—Hola, soy Prom.

—Hola— Devolvió el saludo.

—Después se conocen, cúbrele esa cosa— El pelinegro miró mal a Lux pero de todas formas comenzó su trabajo. Diez minutos después la menor ya estaba lista, le agradeció a Prom y salió de la habitación.

—Listo— Le avisó a Kath, la menor la recibió con una sonrisa—¿Nos vamos?

—Vamos— Tomó la mano de la menor para comenzar a caminar hacia la salida.

—¿Y a dónde vamos hoy?— Ella abrió la puerta pero para la desgracia de Freen su hermano estaba afuera.

—Conejitas— Dijo a modo de insulto, todos los presentes que lo escucharon se enternecieron—¿Qué haces aquí?— La vista de su hermano se dirigió a su mano entrelazada con la de la menor.

—¿Algo que decir?

—¿Qué haces aquí?— Mark negó.

—Mamá me mandó a decirles que mañana nos debemos ir a Chiang Mai— Freen lo miró incrédulo— No vayas a olvidar decírselo.

—Si— Su hermano comenzó a alejarse y ella sentía que el momento de tirarse de un puente estaba cerca— Supongo que debo explicarte, los veo más tarde— Sus amigas asintieron.

—¿No se supone que ya había acabado?

—Se suponía pero mamá dejo a mi hermano aquí e invitó a mi falsa novia a la boda de mi hermana— Soltó un pequeño suspiro— Lo lamento.

—No lamentes nada, comprendo y puedo esperar más— Freen la miró.

—Siento que no es justo para ti— Kath negó.

—Enserio está bien— Se inclinó a besar su frente— Cuando regreses de ese evento ya podremos seguir conociéndonos— Acarició sus mejillas, haciendo sonreír a Freen.

—Bien, después de eso ya no tendré ninguna novia falsa— Kath se encorvó para besar a su phi.

—Sabes, tu sonrisa me encanta— Freen se sonrojó al mismo tiempo que sonreía— Es tan tierna como tú.

—Tú eres linda, mucho, mucho— Abrazó el cuello de Kath— Y alta.

—O tú muy bajita ¿Quieres ir al cine?— Freen asintió— Vamos— Freen soltó su cuello y volvió a entrelazar su mano con la de Kath— Por cierto que fue eso que dijiste en tu casa.

—¿Qué?

—Lo de "conejitas"

—¡Oh! Bueno no me gustan los insultos— Kath sonrió.

—Cosita— Se detuvo solo para besar a Freen— Pues me gusta tu modo de insulto ¿Acaso puedes ser más tierna?— La pelinegra se sonrojó.

—Ya— Se ocultó en su pecho y siguieron su camino entre risas, bromas y más risas.

Pasaron una tarde de muy agradable, la menor había organizado un picnic sorpresa para ella y eso no evitó que Freen jurara que se había enamorado más, hasta que se hizo de noche y tuvieron que regresar a sus casas o bueno solo Kath por que a ella le pidieron que no regresara hasta el día siguiente. Quiso llamar a Kath para preguntarle si podía dormir en su casa pero recordó que vivía con sus padres y le dio pena preguntar por lo que fue a su segunda opción, que posiblemente no era la mejor.

Tocó la puerta de la casa de Becky, esperando a que sólo estuviera ella y no alguna cita por qué sino se tendría que ir a aguantar las quejas de su hermano, la puerta fue abierta dejando ver a una pelirosa adormilada.

—Uhm hola— La mayor frunció levemente el ceño.

—¿Qué haces aquí? Al menos llama...

—No tengo tu número, y me preguntaba ¿Si podía dormir aquí?— Becky la miró.

—Ya te dije que si quieres acostarte conmigo solamente me lo digas— La menor se sonrojó.

—Eso no ser— Becky se hizo a un lado para que pasará— Faye y Lux me dijeron que por mi bien no durmiera allá y que me fuera con mi hermano, pero conozco a mi hermano y no quiero oír sus quejas porque pues vio que iba a salir con Kath y que estábamos sujetadas de las manos ¿Entonces si me puedo quedar?

—¿Y tu amiga de los besos?— Preguntó mientras se servía agua.

—Vive con sus padres ¿Entonces sí o no?— La mayor asintió— Gracias.

—Pero no pienso dormir en el sofá y tampoco dejaré que tú duermas ahí— Freen la observó.

—Mañana viajamos a Chiang Mai— Murmuró.

—¿Mañana?— La menor asintió—¿Por qué?

—Supongo que mi mamá quiere hacernos vestidos a la medida, ella es especial— Becky asintió.

—¿Y cuánto tiempo nos quedaremos?

—Hasta la otra semana, si es que a mamá no se le ocurre algo para retenernos— La menor no notó la pequeña sonrisa de la pelirosa.

—Bien ¿Me ayudas a empacar?— Freen asintió.

—¿Y mañana me ayudas a mí?

—Por supuesto, gracias a tu visita ya perdí el sueño— Freen la miró y le dio una sonrisa tímida— Tu amiga de los besos sabe que mañana vas a viajar conmigo.

—Y con Faye, Lux y Prom— La pelirosa alzó una ceja— Y ya dije que no es mi amiga de los besos.

—Bueno pues técnicamente si lo es porque ustedes son amigas y se besan, yo estoy en el papel de tu novia... A menos que ya sean novias pero no creo— La pelinegra formó un puchero. Tal vez aún no eran novias pero más adelante lo serían, solamente se debía acabar esta mentira y listo.

—¿No querías que te ayudara a empacar?— Preguntó evadiendo el tema, la mayor le sonrió— Vamos— Caminó hacia la habitación de Becky.

—Alto ¿Tu hermano vio que ibas a salir con alguien que no era yo?— La pelinegra asintió con una sonrisa avergonzada— Acaso no te dije que dudaba, muy mal, Freen necesitas meterte más en este papel.

—Yo como iba a saber que estaría ahí, sería mucho pedirte que me prestes una playera— Alzó la vista solo para sonreírle.

—Tómala— Murmuró. Freen sonrió aún más y se acercó al closet de Becky para elegir con que playera iba a dormir, sonrió cuando encontró la indicada.

—Ya vengo— La pelirosa asintió.

—Ay Dios

Murmuró, si bien gracias al día en que la madre de la menor se había ido, ella había deducido como dormía la menor, quiso distraerse doblando su ropa y seguir empacando pero cuando la menor ingresó a la habitación ella solo pudo pensar en una sola cosa, sus piernas, sus piernas largas y bien formadas estaban a la vista ¿Qué no se supone que era tímida?

—Becky— Llamó la menor y Becky quiso subir su vista al rostro de Freen pero sus piernas estaban a la vista ¿Que podía hacer?— Becky...— La menor se acercó a ella— Oye, mis ojos están aquí, no en mis piernas.

—¿Qué?— Balbuceó mientras subía a observar el rostro de su invitada.

—Nada, hay que seguir empacando— Le sonrió.

—Si...

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