—Faye— Freen talló sus ojitos y bostezó—¿Por qué estás llenando una cubeta con agua?

—Para decirle buenos días a Armstrong— Cerró la llave del agua y salió, dejando a Freen pensando.

—¡Faye, no!— Corrió hasta la sala.

—Buenos días, Armstrong— Y dejó caer toda el agua en la mayor haciendo que la pelirosa se levantará exaltada—¿Dormiste bien?

—¡¿Que te pasa?! Mierda... Esta no es mi casa ¿Qué hago aquí?

—Pues ayer llegaste aquí y yo te iba a dejar afuera así como la perra que eres pero ablandaste el corazón de Freen y te acogió— La pelirosa buscó a la menor y sonrió de lado al encontrarla, mordió su labio inferior al verla solamente con una camisa que le quedaba larga. Faye lo notó así que la golpeó con la cubeta— ¡Ups! Saro vete a cambiar— La menor obedeció.

—¿Así que me acogió?— Murmuró.

—Armstrong ¿Qué te traes?— La mayor la miró— La primer historia que le diste a su mamá fue cuando me acompañaste a la biblioteca y que Freen también estaba ahí batallando por alcanzar un libro.

—¿Ah, sí? Ni me acordaba de eso— La castaña alzó una ceja— Solo lo inventé.

—¡¿Por qué el sofá está mojado?!¡¿Qué hiciste maldita degenerada?!

—Faye le arrojó agua para despertarla— Habló Freen mientras entraba a la cocina.

—¡Faye Peraya! Te mato...

—¿Acaso quieres dejar a Yoko sin novia? O quieres que tenga un novia en prisión— La pelinegra se sonrojó.

—¿Quién es Yoko?— Preguntó la menor.

—La chica que viene desde hace tres días...

—¿Me la presentas?— Pidió Becky.

—Lárgate a tu casa...

—Mi mamá viene para despedirse— La pelirosa volteó a la menor— Puedes quedarte— Murmuró.

—Pues me quedo ¿Que vamos a desayunar?— Faye frunció el ceño.

—No tengo tiempo para discutir, nos vemos en la tarde— La menor la miró confundida pero no preguntó, solo la siguió con la vista— Freen te buscan.

—¿Quién?— Se acercó a la puerta y una gran sonrisa apareció— Hola— Murmuró.

—¿Tienes planes hoy?— Por alguna razón la vista de Faye quiso enfocar a la pelirosa, alzó una ceja al verla con un semblante mucho más serio del normal que solo enfocaba a Freen.

—Por desgracia sí pero es solo despedir a mi mamá y listo— Kath sonrió.

—¿Y cómo a qué hora ya estás disponible?

—Una como la— Kath rio.

—Entonces a esa hora te busco— Se inclinó para besarla y eso sorprendió a Freen— Te veo más tarde— Freen asintió, cerró la puerta cuando la menor se alejó.

—Saro me sigues preocupando ¿Te sientes bien?— Freen sonrió.

—Si, si, ya sabemos que te gusta una completa extraña ¿Qué vamos a comer?

—¿Quién te crees? Hazte tú sola y tú levántate del suelo— Freen formó un puchero.

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—Pensé que tu mamá odiaba la impuntualidad y ella la lleva diez minutos tarde— La menor asintió, se notaba nerviosa no le gustaba saber que su mamá ya iba tarde.

—¿Me acompañas a buscarla?

—Pídeselo a tu amiga— Musitó, la menor se le quedó mirando— Vamos.

Comenzaron a caminar, Freen volteando a todos los lados posibles por si su madre estaba por ahí y Becky aunque no lo parecía también buscaba a la madre de la menor. Freen ya estaba a nada de ponerse paranoica cuando vio a su madre platicando con alguien y casi cae de espaldas al ver qué era su hermano pero el alivio de saber que a su mamá no le había pasado algo era más grande.

—¡Mamá!— La mujer volteó junto al chico—¿Tú qué haces aquí?

—Mamá me obligó a venir, que te tengo que cuidar de quién sabe quién— La mujer golpeó el brazo de su hija.— Que violenta eres mujer, abrázame es lo más que merezco por dejar a Danna— La menor sonrió y abrazo a su hermano.

—Te extrañé— El pelinegro sonrió

—Yo también pero ahora extraño a Danna...

—Freen ¿No se te olvida algo?— La menor frunció el ceño y se puso a pensar ¿Qué olvidaba? Volteó hacia la mayor y negó, y luego reaccionó.

—¡Oh, si! Mark, ella...— Señaló a la pelirosa— Ella es mi novia, se llama Becky, y Becky él es mi hermano— El pelinegro alzó una ceja al ver a la pelirosa.

—¿Segura?— Freen asintió tan rápido como pudo. Escucharon que el vuelo de Dee era anunciando.

—Becky por sí Freen no te ha dicho, la próxima semana mi otra hija se casa la próxima...

—Me encantará ir, Dee, y si Freen no me comentó nada debe ser por lo olvidadiza que es— Tomo la cintura de la menor.

—Son tan lindas, una pareja muy tierna— Freen se sonrojó.

—Lo sé, siempre se lo digo— Rozó su nariz contra la mejilla de la menor— Eres tan bonita— Mientras Dee las miraba enternecida, estaba Mark que no le terminaba de convencer.

—Es una lástima que me tenga que ir, Becky espero verte allá...

—No lo dude— Le sonrió.

—Saro cariño, debo irme— La menor asintió— Pero te veré el sábado, Mark sabe ella les dirá, Mark prometo decirle a Danna que la quieres— El pelinegro bufó— Adiós.

—Adiós— Freen creyó que cuando la pelirosa perdiera de vista a su madre la soltaría pero no y hasta sintió que reafirmaba el agarre en su cintura— Mark— Su hermano la miró—¿Dónde te vas a quedar?

—En el mismo lugar donde mamá se quedaba... ¿Estás completamente segura de que es tu novia?— La menor levantó su cabeza y regresó a su hermano.

—Si— Becky se sorprendió pues pensó que lo negaría pero por otra parte se alegró— Bueno, Mark te veré después por ahora Becky y yo debemos hacer algo.

—Bien— Miro con desconfianza a la pelirosa. Freen jaló a la mayor.

—¿Y qué vamos a hacer?

—Nada...

—Espera— Detuvo a la pelinegra— ¿Por qué no le dijiste la verdad?

—Que te importa, ahora vámonos porque se me hace tarde— Intentó jalar a Rebecca.

—Te irás con tu amiga— Freen frunció el ceño— Deberías tener más cuidado de dónde te estás besando con cualquiera.

—Ella no es cualquiera— Rebecca sonrió de lado.

—Si, seguro... Tu hermano no nos cree, debemos ser realistas— Tomó la cintura de la menor y se inclinó hasta quedar a su altura— Yo puedo ser convincente pero en cambio tú— Rozó sus labios con los de Sarocha— Tengamos una cita— Se alejó y siguió su camino jalando levemente a Freen.

—Cita vamos que como.

—Si, bueno no es una cita de verdad pero debes ser convincente a tu mamá la engañaste pero ¿Y los demás? Podemos tener la cita ahora mismo.

—No, ya tengo planes y no pienso cancelarlo por nada.

—¿Soy nada? Te estoy ayudando, si no fuera por mí no sabrías cómo besar a esa.

—Esa tiene nombre y yo no te pedí que me besaras.

—Y tampoco impediste que lo hiciera— Sonrió cuando la menor ya no siguió— Ya sigue caminando o tu amiguita de los besos pensará que le cancelaste.

—No es mi amiga de los besos.

—En ese caso yo quiero serlo— Freen frunció el ceño— Puedo enseñarte a besar de distintas formas y ninguna tímida.

—No...

—Mi oferta sigue en pie, aprovecha que aún no son nada ya después se considera como engaño— Le guiñó.

—Espera ¿Como sabes que me besé con ella?

—Tal vez porque estaban en un parque a la vista de todos— Murmuró— Aparte tu cabello te delata, pero ambas estaban muy tímidas.

—Ay ya cállate.

—Yo no inicié el tema... Insisto que yo puedo enseñarte— Freen bufó ¿Por qué la pelirosa insistía?— Si aceptas, ya sabes dónde vivo y prometo no propasarme.

—¿Por qué siento que eres tú quien quiere besarme?

—Posiblemente porque quiero besarte pero si dices que no pues no pero ten cuidado hay personas que meten su lengua hasta la garganta— Freen se sonrojó.

—Sigue caminando.