
10. Llamada
El frio helado de la madrugada se colaba por los pequeños agujeros existentes entre la pared y la ventana de la habitación, era por ello que ambos jovenes dormían con suéter y cobijas extras, en un intento de escapar de las corrientes de aire que los visitaban cada noche.
A las 02:12 am del día miércoles, la puerta de la habitación fue golpeada con urgencia.
Una, dos y antes de la tercera vez, Sunghoon abrió sus ojos de inmediato prestando atención al sonido estruendoso en la puerta.
— ¿Eh? —Musito Jake sentándose en su cama aún con los ojos adormilados.
Sunghoon se levanto rápidamente una vez los insistentes golpes con la agresividad de antes se escucharon. Se acerco a la puerta para observar a través del ojo mirador, pero, se retiro de inmediato cuando se dio cuenta de quién se trataba.
— ¿Quién es? —Preguntó el castaño mientras tallaba sus ojos en un intento de poder despertarse bien.
Sunghoon encendió las luces y abrió la puerta.
Al otro lado, se encontraba Kim Sunoo con su cabello hecho una maraña, ojos vidriosos que daban la sensación de que había estado llorando y vestía la camisa de su equipo de básquetbol y un pantalón de sudadera.
— ¿Sunoo? —Fue Jake quien pregunto extrañado antes que cualquiera pudiera hablar.
Sunghoon lo observo poniéndose en alerta al notar el estado en el que se encontraba el pelirosa. Su aspecto evidenciaba que hace poco se había despertado, pero, sus ojos llorosos delataban que algo había sucedido. —¿Qué pasa, Sunoo?
— Por favor acompáñame, necesito ir por Niki.
— ¿A donde?
Sunoo clavo sus ojos en el platinado por primera vez. —Está en peligro y necesito irme ya, no sé que pueda pasar si espero más tiempo.
Sunghoon asintió con tranquilidad tomando de forma sutil la muñeca de Sunoo para hacerlo entrar a la habitación, el pelirosa lo siguió sin rechistar.
— Te acompañaré, pero, necesito que me cuentes qué esta pasando. —Pidió tomando sus zapatillas y empezando a colocárselas.
Jake se levanto en busca de una de las botellas de agua que guardaban en el mini refrigerador de la habitación.
— ¡No hay tiempo para explicaciones!, tenemos que irnos ya. —Pidió Sunoo elevando levemente el tono de su voz.
Sunghoon levanto la mirada y la clavo sobre él. —Está bien.
Jake toco levemente el brazo de Sunoo para llamar su atención y le extendió la botella. -Bebe un poco de agua, quizá te venga bien.
Sunoo asintió intentando sonreír.
— ¿Paso algo con Niki? —Se atrevió a preguntar inocente el castaño.
Sunghoon tomo su celular, la llave del carro y la chaqueta mientras se dirigía a la puerta de la habitación.
— Espero que no, está en peligro y debo ir a recogerlo. —Respondió Sunoo dándose la vuelta para salir de la habitación una vez noto que Sunghoon ya lo había hecho.
Jake asintió y miro extrañado a Sunghoon, esperando tener alguna aclaración de su parte. No era normal que el pelirosa se apareciera en la habitación en medio de la madrugada e hiciera salir a Sunghoon.
— Lo siento por despertarte, intenta dormir de nuevo. —Se disculpo Sunghoon tomando el pomo de la puerta. —Y Jake, no te preocupes, yo me encargo. —Fue lo ultimo que dijo antes de cerrar la puerta de la habitación para alcanzar a Sunoo.
El menor camino directo hacia las escaleras de emergencia, tenía prisa.
— ¿A donde vamos, Sunoo?
— Tenemos que ir a recoger a Niki.
— ¿Dónde está? —Cuestiono el platinado siguiendo a Sunoo por las escaleras, lucia desorientado y le preocupaba que estuviera entrando nuevamente en un estado de shock.
El pelirosa no lo miraba.
Una vez llegaron al primer piso, Sunoo se apresuro a sacar su celular abriendo la aplicación para solicitar un carro.
— Sunoo
El pelirosa tecleaba la dirección de la universidad sin prestarle atención.
Sunghoon se posiciono frente a Sunoo tomando levemente el celular entre sus manos y guardándolo en el bolsillo de su pantalón.
— ¡Qué haces!
El platinado posiciono ambas manos sobre los costados de los hombros del menor flexionando un poco sus rodillas y bajando la cabeza para equilibrar la diferencia de estatura.
— Sunoo. —Musito su nombre presionando levemente el cuerpo del menor. —Sé que estás preocupado por Nishimura y quieres ayudarlo lo antes posible. Iremos juntos y lo ayudaremos, pero, necesito que intentes calmarte y me digas exactamente que está sucediendo para saber como ayudar.
Sunoo lo observaba con los ojos cristalizados.
— Bebe un poco de agua.
Asintió.
— Lo siento, estoy preocupado.
— Está bien, es una reacción normal.
Sunoo tomo aire. —Niki ha salido y no ha regresado, él normalmente me avisaría de ello, pero, esta noche no fue así. Me fui a la cama y desperté al recibir una llamada de la persona que está con el, me dijo que Niki había tenido un accidente con su moto en medio de la carretera, pero, que no tiene como llevarlo al hospital por si mismo, así que, me pidió que fuera para ayudarlo a llevar a Niki, las ambulancias no llegan hasta ese lugar, me dijo que seguía inconsciente.
Sunghoon asintió. —Iremos por él, tranquilo. —Le aseguro entregándole la chaqueta que yacía en su mano, la camisa musculosa que estaba vistiendo no podría protegerlo del frio. Lo tomo nuevamente de la muñeca y comenzó a caminar hacia el parqueadero donde yacía su carro.
— Sunghoon, debemos pedir un carro.
— Ya tenemos uno, pero, necesitaremos un permiso especial para salir a esta hora de la universidad.
Sunoo sonrió levemente por un par de segundos. —No te preocupes, nos dejarán salir sin rechistar.
Sunghoon lo observo curioso, suponía que el apellido que llevaba Sunoo era uno que le otorgaba mucho poder, aunque, también le daba una carga que soportar.
— Envíame la ubicación que te dio la persona que está con Nishimura. —Pidió una vez que visualizo su vehículo a la distancia. Saco el celular del menor del bolsillo de su pantalón y se lo entrego. —A esta hora, será rápido.
Sunoo asintió haciendo lo que el platinado le pedía.
Cuando llegaron al vehículo, cada uno se aseguro de subir rápidamente para evitar perder más tiempo.
— Ponte el cinturón. —Ordeno a la vez que revisaba su celular para poner la ubicación que le había enviado el menor.
Tenia que detenerse un momento y analizar la situación para poder actuar.
— Sunoo, ¿La llamada que recibiste fue desde el celular de Nishimura?
El pelirosa lo observo extrañado. —Si, soy el contacto de emergencia de Niki, por eso, la persona que está con él pudo llamarme.
— Vale.
— No hay tiempo para esto, por favor vámonos. —Pidió con angustia en su voz.
Sunghoon asintió bajando la vista a su celular enviando el mensaje que había estado escribiendo.
"Capitán Yoon.
Reporto que siendo las 02:20am, saldré con Kim Sunoo de la universidad. Ha recibido una llamada desde el celular de Nishimura Riki, donde informan que el mencionado ha tenido un accidente. Nos dirigimos en mi vehículo personal a la ubicación que le adjunto.
Sospecho que la situación actual puede tener relación con las amenazas que Kim Sunoo ha estado recibiendo. Por favor comprueben la información.
Le estaré informando más, Capitán."
Sunghoon no tenía un buen presentimiento de la situación.
Kim Sunoo, su protegido, había estado recibiendo diversas amenazas.
No dudaba que esto, fuera parte de las amenazas realizadas.
Encendió la radio al notar como Sunoo lucia tenso a su lado.
Arranco el auto y se puso en marcha hasta la portería. Una vez allí, se dio cuenta de lo que se refería Sunoo. El vigilante de turno una vez vio que Sunoo estaba dentro del vehículo, levanto la banda de seguridad que les impedía seguir sin musitar palabra alguna.
— Sunoo
— ¿Si?
— La persona que te llamo, ¿Te dio alguna otra información?
Sunoo pareció pensarlo antes de contestar. —No, solo sonaba muy angustiado.
— Ya veo. —Se limito a contestar el platinado deseando que sus sospechas fueran erróneas, que Nishimura estuviera bien y no hubiera sido victima de las amenazas que le hacían a Kim Sunoo.
Aunque ninguna amenaza que recibía el pelirosa, hacia mención de sus conocidos o amigos, iban dirigidas directamente hacia él.
— Sunghoon. —Musito Sunoo buscando la atención del platinado. —Tengo miedo de que algo le pase. Niki es mi familia, es más que mi mejor amigo, siempre ha sido más.
— Lo entiendo y comprendo toda la angustia que debes sentir justo ahora, pero, seguro que Nishimura está bien. Quizá simplemente el golpe que recibió, hizo que quedara inconsciente. Es normal con caídas.
— Espero que tengas razón.
Las calles estaban desoladas. La ubicación a la que tenían que ir no era una lejana, normalmente estarían en 30 minutos, pero, por la hora y carencia de autos, podrían estar en tan solo 15 minutos.
La ubicación era cercana a la universidad, lo que indicaba que Nishimura ya estaba regresando a la Universidad cuando ocurrió el accidente.
Era un camino peligroso si se iba a grandes velocidades, quedaba en medio de la montaña y sus constantes curvas no ayudaban.
— Sunoo, ¿Le avisaste a alguien de la situación?, quizá a tu padre o el padre de Nishimura.
El pelirosa negó rápidamente.
Sunghoon suspiro con cansancio. Tenía los nervios a flor de piel.
— No, apenas recibí la llamada solo pensé en ir y te busque a ti.
— Sunoo, intenta llamar al número de Nishimura para ver si su acompañante contesta. Avísale que en 10 minutos estaremos allí.
— Si.
Sunoo marco el número esperando que fuera atendido rápidamente, pero, la contestadora indicándole que la llamada no podría ser posible, lo asusto.
— Se va directo a buzón.
Sunghoon asintió levemente. —Tranquilo, seguramente se ha quedado sin batería. Ya vamos a llegar.
Un semáforo rojo lo obligo a detenerse.
Tomo su celular rápidamente revisando si había tenido respuesta, pese a que, su turno oficialmente había terminado, los mensajes que Sunghoon enviaba sobre la misión se encontraban encriptados y llegaban a 9 destinarios más, quienes hacían seguimiento al caso.
"Agente Park.
El senador Kim Joshua ha sido informado de la situación, está contactándose con Jeon Wonwoo, el padre de Nishimura Riki para descartar la idea de que sea una trampa.
Favor mantenernos informados. Le confirmaremos la información que recibamos en breve. Un agente, va a la dirección a la que se dirige."
Sunghoon cerro la aplicación y devolvió el celular a su lugar para continuar observando la ruta.
— Sunoo, ¿Sabes conducir?
Sunoo lo miro extrañado. —Si, pero, ¿Por qué preguntas?
— Solo tengo curiosidad y no quiero que pienses mucho en todo lo que está sucediendo.
Mentira, estaba evaluando las posibilidades existentes y los planes de acción.
Sunghoon arranco el auto nuevamente tras ver el semáforo en verde.
Sunoo sonrió levemente. Su estado aún era uno de shock. Solo podía pensar en Nishimura Riki, no mucho más allá.
Los minutos se sentían eternos, pese que, avanzaban rápido por las desoladas calles.
— Sunoo.
—Dime.
— Voy a tener que detenerme brevemente porque estoy empezando a sentir como se duerme mi mano.
Sunoo lo miro rápidamente. —¿Quieres que conduzca yo?
— No, está bien. Solo necesito que, me des un momento mientras se va la sensación.
Sunghoon necesitaba tiempo antes de llegar a la ubicación. Tiempo para saber si realmente encontrarían a Nishimura Riki en la ubicación o si era una trampa.
El hecho de que la llamada hubiera sido realizada desde el celular de Nishimura era determinante.
Apuntaba a que si era cierto y realmente estaba herido, entonces, Sunghoon no debería perder más tiempo e ir de inmediato.
Sin embargo, su misión era proteger a Kim Sunoo a toda costa, por encima de cualquier otro y de si mismo. Debía estar seguro que no se dirigían a una trampa.
Se orillo a un lado de la carretera, no faltaba mucho para llegar a la ubicación. En cuestión de minutos llegarían.
— Puedo conducir yo.—Volvió a hablar Sunoo mirándolo con sus ojos llenos de preocupación. Deseaba poder llegar de inmediato donde su amigo, necesitaba verlo. —Lo hago bien.
Sunghoon sonrió levemente mirando a través de su retrovisor.
El celular de Kim Sunoo sonó.
Sunghoon aprovecho el momento para tomar su celular nuevamente y leyó el mensaje que le aguardaba.
"Agente Park,
Saque cuanto antes de allí a Kim Sunoo. Nishimura Riki se encuentra sano y salvo en su casa. Es una trampa."
Sunghoon dejo rápidamente el celular en su lugar, sintiendo como su corazón palpitaba dentro de su pecho. Tenía razón, se trataba de una trampa para llevar a Kim Sunoo a una ubicación exacta para hacerle quien sabe que.
- Papá, no te entiendo.
Necesitaba sacar de allí a Kim Sunoo, sin que sospechara.
Arranco nuevamente el auto. La carretera era una directa, con pocas intersecciones. Llegaría en dos o tres minutos, debía tomarla e intentar alejarse cuanto antes. Si continuaba derecho llegaría a la ubicación que le habían dado donde les aguardaba una trampa, necesitaba darse la vuelta y devolverse.
Aumento la velocidad haciendo que Sunoo lo volteara a ver.
— Papá, ¿Cómo sabes donde estoy? —Cuestiono Sunoo molesto.
— Otra vez me interceptaste el maldito celular, ¿Verdad?
— ¡Si estoy aquí a esta hora es porque Niki se accidento!
Sunghoon sostuvo con más fuerza el volante, las curvas del camino lo intranquilizaban. Necesitaba que, la intersección donde podría desviarse de su camino apareciera pronto.
— ¿Qué? —Musito Sunoo extrañado escuchando como su padre al otro lado de la linea lo regañaba por mentir con algo tan serio. Le estaba diciendo que le dijera donde estaba porque Niki estaba en su casa durmiendo.
Sunghoon lo miro fingiendo confusión al respecto. Él sabia muy bien lo que ocurría.
Esa era su señal para poder darse media vuelta sin que Sunoo sospechara de él.
Sunoo bajo el teléfono.
— Sunghoon
— Dime.
— Niki está bien. —Musito intentando convencerse así mismo de ello.
— ¿Cómo lo sabes?
Sunoo lo miro con un manojo de confusión en su rostro. —Está en su casa, junto al tío Wonwoo.
Sunghoon suspiro al ver la intersección.
— Está bien. Escúchame. —Hablo con un tono de voz neutral pero baja para no asustar al menor. —Nishimura está bien y eso es lo importante. La llamada pudo haber sido una de broma.
— No entiendo.
— Iremos de nuevo a la universidad, todo está bien.
— Mierda, mierda, mierda. —Musito acomodándose en su lugar y mirando a través de la ventana. Aparentemente su cabeza había hecho click.
Sunghoon volteo por la intersección bajando la velocidad, lo que menos quería era tener un accidente de auto en ese momento.
Le alertaba el estado de Sunoo, estaba confundido y desorientado.
— Sunoo, ¿Qué pasa?
— Soy un idiota.
— No lo eres.
— ¡Es una puta trampa y caí como un idiota!
Sunghoon callo, volteando a verlo por unos escasos segundos para vigilarlo.
Levemente puso su mano sobre la muñeca de Sunoo, rodeándola. —Estás experimentando muchas emociones ahora mismo Sunoo y tu cabeza va a mil por hora, intenta organizar tus ideas y dime en qué estas pensando.
Sunghoon escucho el rugir de un motor, su mirada se enfoco en los retrovisores donde a la distancia se observaba una moto.
Los habían estado siguiendo, desde antes.
Se habían dado cuenta que Sunghoon se había desviado del camino y ahora, ya no les importaba ser descubiertos.
— Mierda.
Sunoo pareció entender la situación porque se intranquilizo al ver la moto a una corta distancia.
Sunghoon necesitaba que Sunoo mantuviera la calma para que él pudiera hacer su trabajo sin tener que preocuparse por el estado del menor.
Apretó levemente el agarre que tenia en la muñeca del pelirosa. -Ya te entiendo, creo que nos están siguiendo. Voy a tener que aumentar la velocidad y desviarme del camino para perderlos de vista, pero, necesito que intentes mantener la calma.
Sunghoon piso el acelerador.
— Perdón
— No es tu culpa, Sunoo.
— Te hice salir de tu habitación en medio de la madrugada por una puta llamada falsa, y, ahora te puse en riesgo. Me parece que todo es mi jodida culpa.
Sunghoon acaricio levemente la muñeca del pelirosa y retiro su mano para volverla a poner en el volante.
— Y agradezco que me hayas buscado, Sunoo. No sé que hubiera pasado si no hubiera sido el caso.
— Perdón, yo no pensé en que podría ser falso. —Se callo intentando buscar las palabras en su cabeza mientras le daba mil vueltas, sus manos sudorosas habían empezado a temblar.
— Oye, no había forma de saberlo. —Intento tranquilizarlo mientras observaba como la moto continuaba detrás de ellos.
— ¿Son los de los mensajes?, ¿Acaso fueron ellos quienes hicieron todo esto?
— Probablemente, si.
Sunoo se alarmo nuevamente. —¡Y si engañaron también a papá y realmente Niki si esta en peligro!-Exclamo histérico volteando a ver al platinado. —¡Volvamos!
Sunghoon iba a enloquecer.
Volvió a pisar el acelerador.
— Kim Sunoo. —Hablo con tanta autoridad que el mismo se sorprendió un poco. —Necesito que mantengas la calma e intentes controlarte, de lo contrario, no podré sacarnos de aquí con seguridad por estar pendiente de ti y tu estado. Controla tus emociones.
Sintió que algo había hecho mal cuando no obtuvo respuesta del contrario.
No debió ser tan duro, ni debió llamarlo por su nombre completo. Sentía que de llamarlo así, seria descubierto.
Sunoo se sorprendió, no por las palabras del mayor, ni por el tono, sino, por como fue llamado. Nunca lo había llamado por su nombre completo, para Sunghoon siempre había sido solo "Sunoo" y en pocas ocasiones incluso "Sun", nunca había existido un espacio para el "Kim", él sabia que detestaba llevar ese apellido.
Sunghoon giro de forma brusca el volante al intentar no demorarse dando una de las curvas. Era su oportunidad para intentar perderse de quienes lo seguían. Habían dos intercepciones, si no les daba tiempo a quienes los seguían, no sabrían a donde girar y podrían tomar el camino erróneo.
— Sunoo, lo siento. No quería hablarte o llamarte así, también estoy nervioso por la situación. — Se tomo un momento para bajar nuevamente su mano enredándola nuevamente a través de la muñeca del contrario. —Estoy odiando ahora mismo tener que concentrarme en manejar y no poder enfocarme en ti y lo que estas sintiendo.
La compresión, la amabilidad, los actos de servicio, la atención y sobre todo, las palabras llenas de sinceridad siempre habían sido la debilidad de Kim Sunoo.
Lo dejaría pasar si sentía que Sunghoon era sincero.
Y Sunghoon, sabía como pretender eso.
Sunoo asintió levemente. —Lo siento, creo que vuelvo a estar en ese estado de shock como el día del concierto.
— No tienes que disculparte, está bien. Incluso si vuelves a derrumbarte, estaré a tu lado para sostenerte.
Sunghoon había logrado entre velocidades no permitidas y un juego de escondidas por las calles que atravesaban, dejar atrás la moto que los seguía.
No iría a la universidad porque podría ser peligroso. Llevaría a Kim Sunoo a su casa, y, se estaba detestando por ello.
No quería mezclar su vida laboral con la personal, pero, deseaba que Kim Sunoo pasará una noche tranquilo en un lugar donde se sintiera a salvo.
Sunoo estaba sentado en medio de un gran sillón de color azul que se imponía en la sala del platinado. No se había dado la oportunidad de detallar la habitación por completo. Sentía que estaba invadiendo un espacio muy personal de alguien que no le gustaba compartir cosas personales o profundas de si mismo.
Sunghoon apareció a través del marco de la puerta que dividía la sala de la cocina. —¿Quieres una aromática, un chocolate caliente o prefieres simplemente agua?
— Un chocolate estaría bien, gracias.
Sunghoon lo observo. —¿Y si mejor tomas una aromática de frutos rojos para ayudar un poco a tu sistema a calmarse?
Sunoo sonrió y asintió.
Una vez que Sunghoon volvió a desaparecer por la puerta, se permitió observar a su alrededor. Era una habitación sencilla. Las paredes eran de un color gris claro que combinaban con las baldosas de un color gris más oscuro, extrañamente todo se veía en armonía.
El sillón resaltaba en la habitación por su vibrante color a comparación por todo lo demás.
Las paredes estaban vacías, a excepción de una foto de Sunghoon con dos personas, podía reconocer a una, Lee Heeseung estaba detrás en la parte izquierda de Sunghoon quien estaba sentado, a su lado derecho, también de pie, se encontraba un chico con cabellera rubia. Era una foto curiosa y graciosa, todos estaban serios. Estaba a blanco y negro. Daba la impresión de ser una foto familiar antigua.
Sunoo continuo explorando un poco más. Un estante con diversas peliculas se encontró en su radar, eran en su mayoría, de acción y ficción.
Era un apartamento pequeño, lo suficientemente cómodo para una persona.
La puerta principal daba directamente a la sala donde se encontraba Sunoo. A mano izquierda estaba la cocina y atravesando la sala, se encontraba la puerta que daba a una habitación y otra al baño, no había más que ver.
Sunghoon volvió a aparecer con una curiosa tacita de té. Se acerco hasta el pelirosa para entregársela.
— ¿Tienes frio? —Preguntó desapareciendo por la puerta de la habitación y volviendo con una pequeña manta de color beige. —Abrígate.
Sunoo sonrió agradecido.
— Supongo que te sorprendió que te trajera aquí, lo lamento por ello. —Musito Sunghoon sentándose a su lado y girando su cuerpo para poder verlo de frente. —Creo que es lo más seguro, por hoy.
—No te preocupes, sinceramente no me gustaría estar en la universidad, menos en la habitación vacía sin Niki, me sentiría aún peor.
— Me imagino lo asustado que estuviste, Sunoo.
Sunoo clavo los ojos en los del platinado. Sentía que estaba en un estado tan vulnerable que cualquier cosa lo haría estallar en lagrimas.
Se limito a asentir y beber un trago de su aromática.
— Entiendo que puedas pensar que fue tu culpa, pero, no ha sido así. Has hecho lo primero que se te ha ocurrido para ayudar a Nishimura, no pensaste en nada más que eso y nadie te culpa por las decisiones que tomaste.
Sunoo soplo su bebida, estaba caliente.
— Los únicos culpables son quienes se esconden detrás de esos mensajes para asustarte y amenazarte, nadie más. —Se detuvo brevemente. —Sunoo, me gustaría que me hicieras un gran favor.
Sunoo dejo de observar la taza que sostenía en sus manos y miro al platinado.
— ¿Qué cosa?
— Muéstrame cada mensaje amenazante o extraño que te llegue, llámame cada vez que necesites ayuda con algo y búscame cada vez que necesites compañía o sientas que tu mundo se derrumba. ¿Si?
El corazón de Sunoo amenazaba con salirse de su lugar.
Esa calidez que sentía cada vez que Sunghoon le hablaba, era acogedora. Tanto que le asustaba.
Le asustaba ilusionarse con algo que quizá solo existía para él.
Pero Sunoo pensaba que no era posible que todo estuviera en su imaginación. Las palabras llenas de calidez que Sunghoon le decía, los toques confortantes en su muñeca aún cuando al platinado no le gustaba el contacto físico, el interés que demostrara por él aunque Sunoo no lo pidiera, los pequeños pero significantes actos que hacia por el. Todo eso, no podía ser solo amabilidad.
Sunoo estaba dispuesto a arriesgarse.
A querer con locura a Sunghoon, a confiar en él y buscarlo cada vez que su mundo le pesara.
A ser la persona con la que Sunghoon se sintiera seguro para hablar de él, de abrirse cual libro abierto de historia, a querer y dejarse querer.
Pero lo detenía el no saber que sentía o pensaba realmente Sunghoon.
No quería dañar una gran amistad por algo que quizá solo él sentía.
No quería perder a Sunghoon.
Prefería tenerlo como amigo, aún cuando él quería más que eso.
Sin darse cuenta, sus pómulos habían adquirido un color rojizo.
— Oh. —Musito Sunghoon. —Creo que calenté mucho la aromática, discúlpame.
— No, no. —Negó rápidamente Sunoo volviendo a tomar un sorbo de su aromática para demostrarle al platinado que estaba en perfecto estado. -Solo tengo calor.
Sunghoon rió con gracia ante el acto del menor, le daba ternura.
— Oye, Sung. —Menciono el pelirosa aclarando su garganta. —Gracias por todo, por salir de tu cama sin rechistar en medio de la madrugada, por acompañarme, por estar conmigo y por darme soporte ahora que estoy hecho un lío.
— Sunoo, es con todo el gusto. Es lo que hacen los amigos, ¿No es así?
Si, amigos.
Amigos eran todo lo que eran.
Y todo lo que serían.
— Si, eres un gran amigo, Sung.
Sunghoon sonrió sacando el celular del bolsillo de su pantalón. —Dame un momento, ya regreso.
Desapareció nuevamente por la puerta de su habitación.
— Sunoo, que idiota eres. —Musito el pelirosa negando levemente con su cabeza y bebiendo de un trago la poca aromática que le quedaba.
Pasaron un par de segundos hasta que el platinado salió nuevamente de su habitación con una leve sonrisa adornando su rostro.
— Oye Sun. —Llamo su atención sentándose nuevamente a su lado y observándolo con cierta emoción en su rostro. —¿Qué harás este sábado?
Sunoo pareció pensarlo, pero, en realidad la respuesta era sencilla. No tenía planes, simplemente iría a su casa.
— Volveré a casa, ¿Por qué?
Sunghoon negó lentamente con su cabeza. —¿No te gustaría venir conmigo, Heeseung y Jay a una casa vacacional durante el fin de semana?, Jay ha regresado de su viaje de negocios y queremos celebrarlo, pero, me gustaría que estuvieras ahí. —Reconoció acercándose un poco más al menor.
Sunoo trago saliva dejando la tacita de té sobre la mesa que se encontraba frente a él.
No quería arriesgarse más con Sunghoon, no quería ilusionarse más de lo que ya estaba.
Quería poner limites y no continuar creando recuerdos con Sunghoon porque sabía que al finalizar el semestre, él se iría, era solo un estudiante de trasferencia por un semestre.
Pero cada vez que pensaba en ello, su mente lo bloqueaba de inmediato. No quería pensar en ello, no quería que esa fuera la realidad.
— Sun. —Llamo el platinado girando su cabeza hacia adelante para poder observarlo mejor. — Me gustaría que mis amigos te conocieran y tú a ellos.
Pero como Sunoo podría decirle que no, cómo podría poner algún limite cuando finalmente Sunghoon estaba abriéndose con él, cuando lo estaba invitando a su mundo y cuando parecía menos frio que antes.
A la mierda todo, viviría lo que fuera junto a Sunghoon antes de que se terminará el semestre.
— Claro que si quiero ir, me emociona conocer a tus amigos. —Contestó animado el pelirosa. —Finalmente, podré conocer al tan mencionado "Jay".
Sunghoon asintió dejando que su sonrisa se esfumara.
A veces Sunoo no lo entendía, pero, aún así le gustaba.
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