Estados Unidos no quería eso. Era una mala idea, y probablemente acabará muerto. Pero ya no había vuelta atrás.

Texas quería ir a ese festival. Quería mostrarle a todos lo genial que es su ahora padre.

Sus hermanos y hermanastros no apoyaban para nada esto, pero, era dejarla sola y que una nueva guerra comenzará o acompañarla y placar las aguas.

Colorado y California también tenían otros planes, y querían sacarle provecho.

Ver a su padre otra vez era algo que esperaban desde hace mucho tiempo, y se sentían mal por haber olvidado sus raíces, al punto de ya no hablar náhuatl o siquiera el español.

Pero ya habría tiempo para lamentarse y corregirse. Ahora la prioridad era controlar a Texas.