Como en casa
Canciones: cigarette daydreams de cage the elephant y hit the road jack by ray charles
"No te muevas"
Una mano estaba firmemente presionada contra su pecho cuando se despertó, el calor se filtraba a través del fino algodón de su camiseta mientras abría sus ojos nublados, haciendo una mueca de dolor ante la luz del sol que se filtraba por las ventanas.
"¿Qué?" murmuró, desorientado, con la voz espesa por el sueño mientras le rascaba la garganta. Le tomó un momento recordar dónde estaba mientras sus ojos se acostumbraban a una habitación desconocida. Paredes blancas, vigas de madera que se extendían por el techo, plantas sobre los alféizares de las ventanas y fotos colgadas en marcos transparentes. Solo vio lo que pudo con el edredón bloqueando la mitad de su entorno, acurrucado por encima de la barbilla.
"No te muevas" repitió Harry con una sonrisa. Louis solo podía girar la cara, el cuello rígido mientras lo estiraba para mirar al chico. Harry estaba acostado de costado frente a él, con la mano extendida hacia él y con la otra metida debajo de la oreja, los rizos extendidos sobre las almohadas blancas y los ojos verdes entrecerrados contra la luz del sol. Louis arqueó una ceja en confusión, y la sonrisa de Harry solo se ensanchó más cuando lentamente movió su mano y palmeó el edredón que estaba oscureciendo la visión de Louis "Mira"
Louis giró su rostro hacia delante y sus ojos se abrieron de inmediato, encontrándose con otro par más pequeño que le miraba parpadeando, ¿tal vez con confusión? ¿curiosidad? No estaba exactamente seguro de cómo interpretar la expresión de un gato.
"¿Qué hago?"
Lola estaba sentada sobre su pecho, no más grande que sus dos manos juntas, con la cabeza inclinada hacia él y las orejas moviéndose cada pocos segundos. No podía estar en desacuerdo con que ella era absolutamente adorable, de pelaje suave y peludo, patas más pequeñas que la palma de su mano, pero no sabía qué hacer. Nunca había tenido un gato y no estaba seguro de cómo interactuar con uno.
"Harry"
"Solo te está analizando. Deja que se acostumbre a ti" dijo Harry en voz baja, mirándoles a los dos con una expresión afectuosa "Es adorable, ¿a que sí?"
"Lo es, pero tengo miedo de moverme, y realmente necesito mear ahora mismo" no le tenía miedo a Lola, en absoluto, solo que no quería asustarla. Quería gustarle, pero no tenía idea de qué hacer para que eso sucediera "¿Le gusto? No puedo decirlo. Ella sigue mirándome y es un poco desconcertante"
Harry se rió entre dientes.
"Sólo está intentando descifrarte, no te preocupes"
"Siento que estoy teniendo una competencia de miradas con un jodido gato" resopló Louis, y fue casi como si ella pudiera entenderle cuando rompió la mirada y miró a Harry con una expresión insegura.
"Está bien Lola" dijo Harry, su voz era el tono más alto que Louis jamás había escuchado. Su tono era infantil, juguetón, suave. Louis no pudo evitar sentir una chispa de cariño iluminando su pecho "Es solo Louis. No te asustes" agregó, estirando la mano para rascarle detrás de las orejas.
Lola se inclinó hacia el toque de inmediato, presionando su cabeza contra la palma de la mano de Harry mientras dejaba escapar un leve ronroneo, cerrando los ojos. Louis solo podía lanzar sus ojos entre los dos mientras intentaba contener su emoción, los instintos le gritaban que tirara de la gata a sus brazos y nunca la perdiera de vista de nuevo. Pero él era nuevo en esto, nuevo para ella, y sabía en el fondo que saltar sobre un gato y deshacerse de todas sus adoraciones no sería la mejor manera de empezar.
Harry retiró su mano, a regañadientes por lo que Louis podía decir, y Lola parpadeó y abrió los ojos para mirar a Louis una vez más. La miró por un momento, todavía inseguro, y miró a Harry para verle enviando un asentimiento alentador.
"Uh, ¿hola?" soltó, mentalmente palmeándose la cara mientras Harry se reía a su lado porque ¿en serio? Acababa de saludar a un jodido gato que probablemente no entendía ni una palabra de lo que decía.
Louis siempre había sido un gran conversador. La mayoría de las veces no se sentía tímido al conocer gente nueva, y pensaba que podría ganarse a la gente en los primeros minutos de hablar con ellos. Ese era él, confiado, franco, encantador. Solo que ahora, esta pequeña bola de piel con ojos grandes y orejas temblorosas le habían reducido a un desastre ansioso. Le hizo preguntarse cómo se comportaría con la familia de Harry ahora que estaban en un entorno más personal.
Al principio no había nada. Solo el sonido de la risa de Harry amortiguado en las almohadas y el roce de la cola de Lola contra el edredón. Louis estaba a punto de aceptar la derrota, llegando a la decepcionante conclusión de que al gato que él mismo había adoptado no le caía bien, hasta que Lola dejó escapar un pequeño maullido, sonando mucho más como un chillido como Harry había mencionado, y de repente su pata estaba presionada contra la nariz de Louis.
Harry dejó de reír inmediatamente, en su lugar dejó escapar un jadeo silencioso que condujo a un prolongado aw, todo mientras la aparente competencia de Louis y Lola continuaba.
"¿Me acaba de pegar?" preguntó Louis, sin atreverse a mover la cara con la pata todavía presionada contra su nariz "¿Es esto normal? ¿ella hace esto a menudo? ¿qué cojones hago ahora?"
"Le gustas" Harry estaba prácticamente radiante, probablemente a un segundo de coger su teléfono y sacar una foto "Creo que esto es lo más adorable que he visto en mi vida"
"¿Con este pelo de recién levantado?" Louis se señaló a sí mismo justo cuando Lola le quitó la pata "No lo creo" Lola se puso a cuatro patas, sin apenas hacer diferencia en su estatura, y Louis abrió más los ojos mientras ella caminaba hacia él, más cerca, más cerca, hasta que se acomodó de nuevo y se acurrucó en una bola justo debajo de su barbilla "Harry-
"Ya está" Harry le interrumpió y arrastró los pies por la cama, girándose para coger su teléfono "Voy a sacaros una foto"
"No, no lo vas a hacer, joder" Louis extendió un brazo, intentando desesperadamente golpear a Harry mientras simultáneamente intentaba no molestar a Lola, quien aparentemente había decidido echarse una siesta a lo largo de sus clavículas. Louis no veía cómo la posición sería cómoda, pero, de nuevo, este era un gato que dormía en cestas de ropa "Estoy horrible"
"Ni siquiera estás cerca de estar horrible" Harry rodó los ojos, cogiendo su teléfono mientras se sentaba con las piernas cruzadas hacia Louis "Todo lo contrario, en realidad"
"Tengo un corte en la mejilla, estoy magullado, mi pelo es un desastre y mis ojos están hinchados. Estoy horrible y mientes si dices lo contrario" refunfuñó Louis, el pelaje de Lola cosquilleando su cuello cuando su espalda se movía con cada respiración.
"Ni siquiera puedes verte a ti mismo" bromeó Harry, y levantó un poco su teléfono para tener un mejor ángulo de la escena frente a él "Sonríe para mi"
"Vete a la mierda" Louis frunció el ceño solo para fastidiarle.
Harry sonrió y sacó una foto, Louis puso los ojos en blanco ante el sonido.
"Te ves extrañamente adorable cuando frunces el ceño, estoy sacando unas buenas fotos"
"Lo único adorable de la foto es Lola" respondió Louis obstinadamente, y cuando escuchó otro sonido a todo volumen desde el teléfono, tomó todo lo que tenía para no sentarse con la espalda recta, maldita sea, y quitarle el teléfono "Déjame adivinar, ¿vas a ponerla como tu fondo de pantalla?"
"Ahora que lo has mencionado, podría hacerlo, en realidad" Harry sonrió y sacó una última foto antes de volver a tocar su pantalla, probablemente haciendo exactamente lo que Louis acababa de decir "Realmente son bastante adorables"
"Sí, sí, lo que sea, rizado" Louis suspiró cuando la cola de Lola movió un lado de su cara, curvándose alrededor de su oreja. Se retorció ante el sentimiento, siempre era alguien demasiado delicado para su comparación "Ahora, todavía tengo un gato debajo de mi barbilla y no sé qué hacer ¿podrías ayudarme, por favor?"
Harry volvió a dejar su teléfono y le lanzó una mirada desafiante. Ojos entrecerrados y labios formando una media sonrisa. Nada bueno salía de esa mirada.
"¿Y qué obtendría a cambio?"
Mierda descarada.
Louis suspiró y giró la cabeza para mirar al techo.
"¿Qué tal si tienes el privilegio de no tener que limpiar tus sábanas al quitarme este gato para que pueda usar el baño?"
Harry se mordió el interior de los labios, en silencio por un momento mientras miraba el perfil lateral de Louis.
"No mojarías la cama"
"Pruébame" Louis miró hacia él de nuevo, arqueando las cejas "No quiero recurrir exactamente a usar tu cama como baño, pero no he ido desde que salí de mi casa anoche y me estoy desesperando"
No lo haría. Por supuesto que no lo haría. Pero era mejor esa excusa que aceptar uno de los tratos de Harry.
"Está bien, está bien" Harry levantó las manos en señal de rendición y se puso de rodillas, arrastrando los pies hacia Louis. Se sentó y suavemente apartó a Lola de sus clavículas, el gato soltó chillidos de protesta todo el tiempo "El baño está justo detrás de esa puerta" señaló hacia una puerta al lado de su piano mientras acunaba a Lola en el otro brazo.
"Gracias" murmuró Louis mientras saltaba de la cama, las extremidades doloridas por el sueño mientras caminaba hacia la puerta que ni siquiera había visto anoche. Las baldosas estaban frías bajo sus pies cuando entró, cerró la puerta detrás de él y arqueó las cejas ante la absoluta falta de privacidad que tenía el baño de Harry. Toda la pared del fondo era la misma que en el dormitorio, paneles de vidrio que daban una vista clara del gran jardín desde la parte trasera de la casa y los bosques que rodeaban su perímetro.
Aunque su ubicación estaba lejos del público, según el conocimiento de Louis, no parecía que tuvieran vecinos, todavía era incómodo pensar que alguien podría verle durante un momento privado, como usar la ducha, el inodoro, cambiarse. No tenía ni idea de cómo lo hacía Harry.
Rápidamente usó el baño, no sin antes mirar por la ventana con los ojos entrecerrados, comprobando y comprobando de nuevo que no hubiera nadie en el jardín, en el bosque o, tal vez, incluso regando las plantas a pesar de que era invierno. Su paranoia podía pensar en cualquier escenario cuando había falta de privacidad.
Justo cuando estaba terminando, escuchó el débil sonido de la voz de Harry saliendo del dormitorio. Al principio pensó que podría estar hablando con Lola, hasta que otra voz respondió, más alta, más suave, un acento elegante con el que su padre solo podía soñar, y uno que ya conocía. Gemma.
Mierda.
Rápidamente se acercó al espejo, esperando sacudir sus nervios si lograba verse al menos un poco presentable. Siendo realistas, Gemma probablemente estaría más concentrada en por qué estaba en su casa que en cómo se veía, pero no pudo evitar sentir como si el pelo de recién levantado y los círculos oscuros debajo de sus ojos no fueran a ayudar en su caso, no hablemos del corte a lo largo de su mejilla.
Las pocas veces que había visto a Gemma en el internado, Louis la había considerado una chica encantadora. Las mejores notas por lo que Harry había mencionado, popular en su grupo de año y solidaria con causas en todo el mundo: organizaciones benéficas, activistas que protestan, asesores de salud mental. Ella era básicamente la chica perfecta de todas esas películas de adolescentes, menos el estereotipo de chica mala. De alguna manera, casi le hacía intimidante. Al menos en el sentido de que estaba a punto de ser atrapado compartiendo una habitación con su hermano pequeño, en su casa sin su permiso, y Louis no pudo evitar querer su aprobación a pesar de saber que esta situación no se veía bien sin ningún contexto.
"¿De quién es esta ropa?" escuchó a Gemma preguntar mientras su mano descansaba en la manija de la puerta, mentalmente deseando que su mano simplemente empujara hacia abajo, abriera la puerta y rezara a dios para que ella no le diera mucha importancia a esto "¿Hay alguien más aquí?"
Louis respiró hondo y finalmente empujó la puerta para abrirla, asomando la cabeza con una expresión vacilante cuando sus ojos finalmente se posaron en Gemma, y los de ella se dispararon hacia él. Ella pareció aturdida por un momento, los ojos se agrandaron cómicamente, las cejas se alzaron. Casi deseó haberse quedado en el baño, escondido lo mejor que podía con una pared de vidrio completa que no hacía nada para proteger su presencia.
Harry todavía estaba sentado en la cama, Lola descansando en su regazo mientras tocaba su pijama con estampado de renos. Parecía el más tranquilo entre los tres, los labios se convirtieron en una sonrisa fácil mientras acariciaba al gato, aparentemente sin molestarse cuando Gemma giró la cabeza hacia él con su expresión todavía aturdida, transformándose solo un poco en una mirada de complicidad.
"¿Por qué cojones está Louis Tomlinson en nuestra casa?" preguntó finalmente, su tono afortunadamente no amargo, pero mezclado con confusión.
"Necesitaba un sitio donde quedarse. A Andrew no le importará" Harry se encogió de hombros, girándose para sonreír a Louis mientras le indicaba que se acercara a la cama. Louis soltó su fuerte agarre en la puerta, cerrándola detrás de él suavemente antes de cruzar la habitación, enviando a Gemma una breve sonrisa mientras se alejaba "No tienes ningún problema con eso, ¿verdad?" añadió Harry, volviendo a mirar a Gemma.
Gemma cruzó los brazos sobre el pecho mientras se recostaba contra la pared, con el rostro inseguro mientras miraba entre los dos chicos.
"Yo, bueno no, realmente no me importa. Pero al menos quiero saber por qué está aquí" suspiró y miró a Louis por un momento más, frunciendo las cejas "¿Qué le ha pasado a tu cara?"
A Louis no le molestaba que Harry lo supiera. Después de todo, lo había visto él mismo, cómo su padre le había pegado. Y era inútil intentar ocultarlo. Pero Gemma, Filch y su madrina, no. No podían saberlo. Solo iba a provocar un escándalo con el que, en primer lugar, no quería lidiar, y por mucho que despreciara el trato que recibía de Mark, no podía permitir que se metiera en ningún tipo de problema. Las chicas le necesitan a él, a su dinero, a su casa, y Louis necesitaba a sus hermanas. Un miedo helado le recorrió al pensar en que se las iban a llevar.
"Se ha caído de su caballo" Harry saltó antes de que Louis tuviera la oportunidad de hacerlo, salvándole de su ya demorada respuesta. Louis soltó un suspiro, el alivio le inundó y le envió una sonrisa a Harry "¿Sabías que tienen caballos, Gems? Juegan a polo y todo"
Gemma arqueó las cejas, una suave sonrisa apareció en su rostro.
"¿Oh?" dejó su sitio junto a la puerta y se movió para sentarse en la cama con una expresión intrigada "Me encantan los caballos, siempre me han encantado, ¿de qué raza son?"
Louis hizo una pausa, mirando a Harry con una sonrisa de agradecimiento. Su excusa era inteligente, más que la excusa de Louis de caerse mientras jugaba al fútbol de todos modos, ya que usó el interés de Gemma en los caballos para distraerla de la piel rota en su mejilla.
"Tenemos unos cuantos. Algunos purasangres, frisones, también un árabe, Spirit, es un caballo encantador. Realmente gentil"
"¿Tienes purasangres?" la mandíbula de Gemma había caído ligeramente, la emoción destellaba en sus ojos mientras se concentraba en Louis "¡Pero son muy caros! ¿Compiten?"
"Sí, mi padre pensó que era una buena inversión, si quieres llamarlo así" el primer caballo que compraron fue en realidad para su madre. A ella siempre le habían encantado los animales. Perros, gatos, lo normal, pero su sueño siempre había sido tener un caballo y Mark veía a los caballos como el único animal del que podía beneficiarse. Después de unos años, poseían aún más tierras, equipadas con establos y arenas de entrenamiento, con profesionales empleados que se ocupaban de los caballos que pasarían a competir en algunos de los eventos más importantes del Reino Unido. Había gastado mucho en esa idea, pero había ganado aún más con sus ganancias "Algunos han corrido en el gran nacional"
"Estás bromeando" Louis no creía que Gemma pudiera lucir más entusiasmada, pero se demostró que estaba equivocado cuando ella abrió los ojos entre él y su hermano "¿Alguno ha ganado?"
"Algunos, sí. Pero la suerte juega un papel importante en las carreras de caballos. Algunos en los que mi padre tenía más fe terminaron en último lugar. Realmente no se sabe cómo puede ir" explicó Louis, intentando desesperadamente morder su sonrisa orgullosa. En realidad, nunca había tenido mucho interés en los caballos. Los montaba de vez en cuando, hacía viajes a los establos cuando el aburrimiento se instalaba y había asistido a más carreras de las que podía contar con las dos manos, pero el gran interés de Gemma casi le hacía querer despotricar sobre ellos durante horas.
"Espera" dijo Harry, frunciendo ligeramente las cejas "Esto no es el negocio de tu padre, ¿verdad?" preguntó, acariciando sin pensar a Lola que se había acurrucado en el espacio entre sus piernas cruzadas.
"Oh, no" Louis negó con la cabeza. No estaba seguro de cuál era el negocio, pero sabía que no tenía nada que ver con los caballos. Si ese fuera el caso, su padre estaría más involucrado en esto además de pagar a los profesionales para que hicieran el trabajo por él "Esto es más como su trabajo secundario para ganar más dinero. Supongo que a él también le gusta el respeto que viene con eso" se encogió de hombros.
"Tal vez puedas conseguirme un trabajo para él entonces" respondió Gemma con sarcasmo, aunque Louis apostaría que le encantaría la oferta "Limpiaría establos si eso significara que podría trabajar con caballos" agregó con una leve risa.
Louis sonrió cálidamente, quitando el edredón debajo de él.
"Le hablaré bien de ti" dijo en el mismo tono de broma que ella había usado, corriendo con una broma que sabía que en realidad podría ser posible. Si ella hablaba en serio y quería un trabajo en los establos, estaba seguro de que podría conseguirlo. Harry probablemente también lo apreciaría.
"Será mejor que lo hagas" Gemma le guiñó un ojo mientras se levantaba, dirigiéndose hacia la puerta "Estaré esperando mi carta de aceptación"
"La tendrás en poco tiempo" Louis sonrió, asintiendo una vez hacia la chica mientras salía de la habitación, cerrando la puerta detrás de ella.
Se giró para mirar a Harry, en silencio por un momento mientras veía al chico rascar detrás de las orejas de Lola, al mismo tiempo intentando apartar sus ansias de donde se habían pegado a sus pantalones. La vista era bastante adorable, la verdad. Estaba soleado, a pesar de que la nieve se aferraba a la hierba de fuera, luchando contra la luz que lentamente la estaba derritiendo hasta convertirla en nada, las vigas atravesaban las ventanas para bañar a Harry con un brillo dorado. Era brillante, abierto, pacífico, algo a lo que Louis no se había despertado en mucho tiempo.
"¿Lo has dicho en serio?" Harry preguntó de repente, finalmente encontrando la mirada de Louis, una leve sonrisa descansando en sus labios "¿Lo del trabajo?"
Louis frunció los labios, pensándolo bien.
"Quiero decir, si ella realmente lo quisiera, entonces sí, probablemente podría hacer algo" asintió, el pecho calentándose mientras la sonrisa de Harry crecía "Hay mucho que hacer en los establos, estoy seguro de que no les importaría un poco de ayuda extra"
Harry asintió, mordiéndose el interior de la mejilla.
"No pensaba que fuera algo tan importante, las carreras y todo eso. Pensaba que simplemente jugabais al polo como esos idiotas pijos del sur" dijo con una sonrisa, soltando un suspiro divertido.
Louis se rió en voz baja, sacudiendo la cabeza.
"No estoy tan involucrado con esto para ser honesto. Mi padre me hace estudiar tanto que apenas tengo tiempo para ver los caballos. Sin embargo, los nacionales siempre son un viaje divertido"
Harry tarareó, levantando a Lola de su regazo mientras se levantaba de la cama.
"Estoy seguro de que lo es. Tendrás que conseguirme boletos en algún momento" dijo, cruzando repentinamente los brazos para agarrar el dobladillo de su camiseta, subiéndola por la cabeza mientras caminaba a ciegas alrededor de la cama.
Los ojos de Louis cayeron del torso de Harry a su regazo, sus dedos comenzaron a trabajar en el edredón de nuevo.
"Podría conseguir entradas para ti y Gemma, si realmente queréis venir" pudo escuchar a Harry detrás de él poniéndose ropa limpia, otro leve zumbido de acuerdo escapándose de su garganta. Louis vaciló antes de mirar por encima del hombro, atrapando a Harry mientras se ataba los cordones de su chándal alrededor de sus caderas "¿Qué pasa con tu baño de todos modos?"
Harry frunció el ceño, ahora mirando a Louis.
"¿Qué quieres decir? Es normal"
"¿Normal?" Louis se quedó boquiabierto, distraído por un momento cuando sintió a Lola rozar su costado "¿Es normal ducharse cuando alguien de fuera puede verte?" preguntó con un tono incrédulo, dubitativo extendiendo una mano para acariciar la cabeza de Lola.
"Oh, la ventana" Harry sonrió, cuando finalmente se dio cuenta "Hay una cubierta deslizante que sale del costado de la pared. Sin embargo, no tengo que usarla a menudo, rara vez hay alguien fuera a menos que sea verano" explicó, tirando del dobladillo de su nueva camiseta.
"¿No te vuelves paranoico?"
"No" Harry se encogió de hombros, pasando una mano por su pelo mientras se dirigía al baño "Prefiero estar desnudo de todos modos" sonrió, sacando la lengua antes de desaparecer detrás de la puerta.
Una breve sensación de calor estalló debajo de las mejillas de Louis, liberando un largo suspiro cuando puso los ojos en blanco, el sonido del agua saliendo del baño. Volvió su atención de nuevo al gato, a quien encontró mirándole.
"Es raro, ¿a que sí?"
Lola simplemente le devolvió el parpadeo. Y vaya. Acababa de hablar con un maldito gato. Tal vez después de una semana sin socializar, había reconfigurado su cerebro para que pensara que era una especie de susurrador de animales.
Mientras Harry terminaba en el baño, Louis se había cambiado, un conjunto casual que consistía en pantalones de chándal Adidas y una suave camiseta de manga larga. En la mesita de noche de Harry encontró una botella de desodorante, decidiendo que a Harry no le importaría si lo usaba, demasiado perezoso para buscar en su mochila y encontrar el suyo. No podía recordar si había metido alguno durante su prisa por irse.
"Ven aquí un minuto, ¿quieres?" dijo Harry desde el baño, su voz resonaba en las paredes de pizarra blanca. Cuando Louis entró, encontró a Harry con una pequeña caja abierta en el mostrador, y en sus manos estaba abriendo un paquete "Tengo que limpiarte la mejilla, parece que podría estar infectada" explicó brevemente, sacando una toallita antiséptica del paquete.
Louis frunció el ceño levemente y se miró en el espejo.
"No pensaba que estuviera tan mal" murmuró, pasando sus dedos por su piel. Definitivamente no se veía bonito, la piel enrojecida por la irritación, moretones formándose debajo de su ojo, pero no había pensado que estuviera infectado.
"Es mejor prevenir que curar" Harry se encogió de hombros, girando a Louis por los hombros para mirarle. Louis se quedó quieto mientras Harry levantaba la mano, delicadamente con los dedos frotando la herida, con los ojos concentrados fijos en su mejilla. Le dolió un poco. Pinchazos de dolor agudo pero corto estallaron en su piel "¿Vas a explicarme lo que ha pasado?"
Louis tragó con dificultad, sus ojos puestos en Harry, pero detrás de ellos brilló una imagen de las llaves del coche, pintadas de rojo con su propia sangre, agarradas por la fuerte mano de su padre.
"Me han regalado un coche por mi cumpleaños"
La frente de Harry se arrugó, la nariz se frunció por un momento.
"¿Qué tiene que ver el coche con eso?" tiró la toallita sucia en un pequeño cubo detrás de Louis y cogió una nueva "¿Ya lo has estrellado o algo así?"
"No. Es posible que ni siquiera pueda conducirlo ahora" respondió Louis amargamente mientras Harry abría el paquete nuevo "Fue la llave del coche" añadió después de un momento, con la voz tranquila mientras bajaba los ojos al suelo. Pudo ver a Harry detenerse fuera de sus periféricos, las manos deteniéndose donde estaban desplegando la nueva toallita.
Las manos de Harry cayeron a sus costados, Louis solo podía asumir que su mirada concentrada ahora había sido reemplazada por ojos compasivos y, joder, no quería su lástima. Quería olvidar todo el asunto. Empujarlo al fondo de su mente donde residía el último recuerdo, escondido detrás de momentos con las chicas, los muchachos, Harry.
"¿Te ha pegado con la maldita llave del coche?" Harry prácticamente escupió las palabras, cada emoción de odio mezclada en su tono, ira, tristeza, disgusto. Todo estaba ahí "Louis, ¿qué cojones?"
Louis soltó un suspiro, arrastrando sus ojos de nuevo a Harry, encontrando la expresión exacta que había imaginado.
"No es un gran problema" se encogió de hombros, con la voz cansada, derrotada.
"Es un gran problema" parecía sorprendido ahora, un estado de incredulidad. Miraba a Louis como si se hubiera vuelto loco "Es un problema lo suficientemente grande como para que ni siquiera quiera que vuelvas allí. No es seguro, Louis. Es abuso, está mal"
"¿Puedes bajar la voz?" Louis respondió, más duro de lo que pretendía, solo sintiendo el arrepentimiento cuando Harry apartó la mirada. Sabía que solo estaba intentando ayudar, cuidarle, pero realmente no podía permitir que nadie se enterara de esto. La voz de Harry resonando en el baño envió campanas de alarma sonando en su cabeza "Tengo que volver en algún momento. No puedo evitarle para siempre, ¿verdad?" dijo con un tono más suave, persuadiendo la mirada de Harry hacia sí mismo.
"Tampoco puedes evitar el problema" afortunadamente la voz de Harry se había reducido, sus rasgos desaparecieron cuando la ira inicial disminuyó "También tienes hermanas menores en casa ¿qué pasa si un día les pega?"
"No lo hará" Louis negó con la cabeza con firmeza, solo con el pensamiento tenía una furia viciosa hirviendo en su estómago "No le voy a dejar" era la verdad. Aceptaría mil golpes más si eso significara proteger a sus hermanas. Pasaría por el infierno y volvería por ellas, soportaría el peor tipo de dolor hasta convertirse en nada más que un caparazón de sí mismo para mantenerlas fuera de peligro.
"No lo sabes, ¿cómo las vas a proteger cuando estés en el internado, cuando estás aquí? No tienes idea de lo que podría estar haciendo" argumentó Harry, la frustración le estaba carcomiendo.
"El personal les protegerá. Puede que no sea su lugar, pero todos las quieren tanto como yo y me informarán si algo pasa" Louis respondió rotundamente. Estaba bastante seguro de que su padre no golpearía a las niñas, pero, si por alguna razón sucediera, sería uno contra toda la familia.
Harry se mordió el labio de nuevo, los ojos se movieron de la cara de Louis, al suelo, a la toallita en su mano continuamente. Louis notó que a menudo hacía esto cuando no estaba seguro de qué decir, o cuando estaba reflexionando sobre sus propias palabras en su cabeza antes de permitirse pronunciarlas.
"¿Por qué no las traes aquí? A Andrew no le va a importar, y no es que la casa no sea lo suficientemente grande"
"Oh, ¿y luego Filch se entromete en nuestros asuntos? De ninguna manera. No voy a permitir que los servicios sociales husmeen" a los ojos de Louis, ni siquiera era una opción. Si vinieran aquí, Filch querría saber por qué, sospecharía y Louis terminaría teniendo que decírselo. Lo siguiente que sabía era que les iban a mandar a todos a un hogar de acogida. No podía permitir que eso pasara "No les voy a hacer eso a las chicas. Soy bastante capaz de protegerlas yo mismo"
"Louis, realmente no sé sobre esto, es jodidamente peligroso. Ninguno de vosotros deberíais estar cerca de él-
"¿Puedes dejarlo, por favor? Ya lo he explicado y realmente solo quiero olvidarlo" interrumpió Louis, cansado de la conversación. Había venido aquí para escapar, no para volver a contar la situación de mierda de la que parecía no poder salir.
"Siempre me dices que lo deje. Solo estoy intentando cuidarte" Harry estaba frunciendo el ceño ahora, se veía tan perdido como se sentía Louis, su única forma de ayudar era limpiar sus heridas y consolarle con palabras suaves. Volvió a estirar la mano con la toallita limpia y repitió el movimiento de frotar que había usado antes "No puedo evitar sentirme preocupado cada vez que vuelves allí"
"Aprecio la preocupación, lo hago, simplemente no veo el beneficio de hablar de eso cuando nada va a cambiar de todos modos" Louis se estremeció levemente ante otra presión de la toallita, y Harry murmuró una disculpa "Sabes, soy bastante capaz de hacer esto yo mismo" dijo después de otro silencio, un intento de aligerar el estado de ánimo mientras esbozaba una pequeña sonrisa.
"No, no puedes" Harry sonrió, sin dejar de limpiar la herida.
"Uh, sí, de hecho, puedo" Louis colocó una mano en su cadera, mirando a Harry expectante.
"Cállate" Harry le silenció, su sonrisa se volvió juguetona "Estás arruinando mi excusa para estar cerca de ti"
Louis parpadeó con los ojos muy abiertos, bajando ligeramente la cabeza mientras Harry le quitaba la toallita, riéndose para sí mismo ante la reacción de Louis.
"¿Así que ese ha sido tu plan desde el principio?" sacudió la cabeza, reprimiendo una sonrisa "Todas esas veces que me has ayudado. La pelea con Jake, el bálsamo de tigre, esto" hizo un gesto hacia su mejilla, Harry mirándole con ojos tranquilos y una sonrisa torcida "Aprovechándote de mis lesiones. Vaya, Styles, tal vez debería pedir una orden de alejamiento"
Harry soltó una risa aguda, dándose la vuelta para guardar su mini botiquín de primeros auxilios.
"Realmente no cuadra cuando eliges quedarte en mi casa" sonrió, cerrando la pequeña caja verde antes de volver a colocarla en el estante superior de uno de sus armarios "Tal vez deberías salir antes de que intente cualquier otra cosa" agregó sarcásticamente, recostándose contra el mostrador, con el cuerpo girado hacia Louis.
"¿Sí?" Louis asintió lentamente "¿Cómo qué?"
Harry se encogió de hombros y se rascó la cadera distraídamente.
"Probablemente algo que supongo que no te gustará"
Louis arqueó las cejas, soltando una risa entrecortada. En este punto, no podía decir si Harry estaba bromeando. Se quedó sin palabras, atascado en cómo responder. Estaba contento de que la conversación se hubiera alejado rápidamente de su familia, agradecido de haber distraído a Harry con éxito, pero tampoco estaba seguro de si eso era mucho mejor. Esto hizo que sus pensamientos se volvieran locos, le quitó las palabras de la garganta, dejó las últimas palabras de Harry en sus oídos mientras su corazón latía en su pecho. A esto, no estaba acostumbrado.
"Bueno, entonces no me voy a quedar para averiguarlo" respondió, casi con torpeza mientras se alejaba de Harry "De todos modos, me estoy muriendo de hambre. Y necesito desesperadamente una taza de té"
Harry le siguió de vuelta al dormitorio, encontrando a Lola en el mismo lugar que Louis le había dejado, acurrucada en las sábanas blancas disfrutando del poco de sol que entraba por las ventanas.
"Laura probablemente ya haya empezado a hacer el desayuno, deberíamos bajar"
"¿Laura? ¿es tu madrina?" preguntó Louis, viendo como Harry levantaba a Lola y la agarraba en el hueco de su codo contra su pecho.
"Sí" Harry asintió con la cabeza a Louis para que le siguiera mientras salía de la habitación "Es realmente agradable, estoy seguro de que te va a encantar"
"Te tomaré la palabra" Louis vio como unas patas aparecían en el hombro de Harry, luego emergiendo el rostro de Lola, mirándole mientras Harry empezaba a bajar las escaleras. Louis sonrió y le envió un rápido saludo, los dedos se curvaron hacia la palma de su mano, ella maulló a cambio "¿Estás seguro de que no les va a importar?"
"Bueno, no tienen razón para hacerlo" respondió Harry con una voz tranquila, la mano moviéndose por la barandilla mientras se acercaban a la planta baja.
Los oídos de Louis empezaron a escuchar una débil charla, voces contentas que fluían sobre una canción alegre, el olor a bacón golpeando su nariz junto con el fuerte aroma del café. Esto era diferente, esto era ¿agradable? Probablemente. Louis casi se sorprendió de que su habitual sensación de pavor aún no lo hubiera golpeado. Por una vez, su ansiedad no se debía a la paranoia que sentía alrededor de su padre, sino a los nervios de querer impresionar a gente nueva.
"Estoy seguro de que Gemma estará ahí a tu lado de todos modos, por la propuesta de trabajo" Harry le sonrió por encima del hombro, doblando una esquina mientras las voces se volvían más fuertes, los olores más fuertes, el ritmo de la canción ahora retumbaba contra el interior de su cráneo. Él creía que podía distinguir a Filch haciendo una broma, posiblemente Laura regañándole después, y la risa de Gemma se quedaba atrás. Solo podía esperar que no estuviera a punto de arruinar la atmósfera alegre.
"Buenos días" chilló Harry mientras giraba para entrar a la cocina, agachándose para colocar a Lola en el suelo. Desde detrás de él, Louis pudo ver al gato alejarse hacia alguien a quien no podía distinguir todavía. Filch o Laura, no estaba seguro "Huele bien" comentó Harry, sin dejar de caminar hacia el interior de la habitación, sin darse cuenta de que Louis estaba congelado en la puerta, como si hubiera algún tipo de barrera invisible que le impidiera pasar.
No había una barrera invisible, como tal, pensó que Louis preferiría usar esa excusa que admitir su propio pánico.
¿Entro? ¿tengo que explicarme ahora mismo? ¿Harry me va a presentar? ¿debería disculparme? ¿se van a enfadar? ¿van a estar molestos? Joder.
La risa de Gemma le sacó de sus pensamientos, y cuando sus ojos se adaptaron de nuevo a la habitación, la encontró mirándole fijamente, y una expresión divertida cruzó su rostro.
"Jesús, puedes entrar, ya sabes. No mordemos" le hizo señas para que se acercara, compartiendo otra mirada divertida con Harry.
Estaba sonrojado, de eso Louis estaba seguro. Podía sentir su piel calentarse por la vergüenza. La falta de conversación tampoco ayudaba. Sabiendo que ahora no había marcha atrás, los padrinos de Harry estaban allí esperando a ver con quién estaba hablando Gemma, y esto posiblemente podría terminar en un desastre.
"¿Alguien está aquí?" Louis escuchó la voz distintiva del profesor Filch, seguida por el ruido de una sartén al ser colocada, y antes de que se le concediera la oportunidad de entrar en la habitación y darse a conocer, Filch había doblado la esquina derecha y se detuvo frente a él. La sorpresa iluminó su expresión, las cejas se alzaron contra las líneas cansadas de su frente, los labios se abrieron ligeramente cuando perdió las palabras, los ojos parpadearon en confusión. Louis solo pudo mirar al hombre con una sonrisa vacilante tirando de sus labios "¿Cuándo has llegado?"
"Anoche" habló Harry, girándose hacia Louis. Le sonrió a Filch mientras caminaba a su alrededor, y antes de que Louis pudiera intentar exponer su caso, la cálida palma de Harry se presionó contra la suya, sus dedos envolvieron su mano mientras le empujaba hacia la cocina "No te importa, ¿verdad?" Harry parecía muy descuidado en ese momento. Burbujeaba las palabras como si dijera que no iba a aceptar su desacuerdo, si fuera el caso "Louis ha venido a hacerme una visita" soltó su mano un momento demasiado largo, subiéndose a uno de los asientos altos repartidos por la isla. Louis ignoró la pérdida de contacto y se sentó junto a Harry.
Filch todavía estaba de pie junto a la puerta, luciendo extrañamente fuera de lugar mientras sus ojos se movían rápidamente entre los dos chicos, y luego a Laura, quien parecía igual de confundida con una espátula cogida flácidamente en su mano, el bacón chisporroteando detrás de ella.
"¿No debería Louis pasar tiempo con su familia?" preguntó, afortunadamente no en un sentido amargo.
Harry solo sonrió y se giró para mirarle, enviando un ligero empujón a su costado y, oh, claro. Aquí es donde debería empezar a explicarse.
"No hacemos mucho en el segundo día de navidad de todos modos, y mis hermanas son un poco demasiado en este momento. Y había pensado en venir a visitar a Harry en su lugar, pero siento no haber preguntado primero" explicó brevemente, la mitad de las mentiras cayendo de su boca, los puños apretando los muslos debajo del mostrador "Espero no ser una molestia" añadió tímidamente, haciendo todo lo posible por mantener el contacto visual mientras en realidad su mente le gritaba que huyera. Esto era demasiado incómodo.
Filch solo le miró por un momento, inquisitivamente, evaluando, antes de compartir otra mirada con Laura, aparentemente intentando comunicarse con ella sin usar palabras. A un lado, Gemma estaba amontonando su plato con la comida ya preparada para ellos, salchichas, huevos, tostadas, haciendo una pausa para servirse una taza de té.
"¿Que le ha pasado a tu cara?" es todo lo que Filch respondió, la preocupación grabada en su voz. Louis tenía la excusa en la punta de la lengua, listo para escupir su segunda mentira en el lapso de unos minutos, sabiendo que lo iba a preguntar. Se aclaró la garganta, se secó el sudor de las manos con la suave tela de sus pantalones y abrió la boca listo para hablar cuando Gemma se le adelantó. No estaba seguro de si estaba agradecido de que le quitaran la atención o si le molestaba que la chica le hubiera interrumpido.
"Se ha caído de su caballo" resopló Gemma, inclinándose hacia delante para mirar a Louis a lo ancho del pecho de Harry "¿Sabías que tienen purasangres? Han estado en el nacional y todo" se giró hacia Filch, el mismo entusiasmo de antes volvía a su tono.
"Son muy caros, ¿no?" Laura se animó, las primeras palabras que había dicho desde que Louis había aparecido. Apagó la estufa y con cuidado llevó la sartén hacia la isla, empezando a servir el bacón. Laura era una mujer de voz suave con pelo rubio sucio, ojos azul grisáceo y mejillas rosadas. Parecía amable, a pesar de su lenguaje corporal intimidante, toda serena y precisa, desconcertantemente tranquila "Tu familia debe tener mucho dinero"
No pretendía ser tenso o arrogante con sus pensamientos, pero sus palabras no pudieron evitar confundirle ¿no sabía quién era? Sus fotos se habían publicado en todas partes. Su familia estaba en el periódico por una u otra cosa al menos una vez a la semana. No era ajeno al público en general del Reino Unido. Él habría pensado que, con su marido como director, al menos ella tendría algún tipo de idea.
"Mucho dinero es un eufemismo" bromeó Gemma, un bufido divertido salió de su nariz mientras agregaba un poco de bacón a su propio plato "Es de Mark Tomlinson de quien estamos hablando. Ese hombre podría comprar todos los caballos de carreras del país si quisiera"
Un fuerte sonido metálico resonó en la habitación cuando la sartén se deslizó de la mano de Laura, el metal se conectó con la superficie de piedra de la isla mientras ella buscaba a tientas para agarrar el mango de nuevo. Algo del aceite caliente se había derramado sobre la encimera, y poco le faltó a la otra mano que sostenía la espátula, y Louis no pudo evitar notar el leve temblor en sus brazos cuando finalmente recuperó el control de la sartén y la dejó reposar junto a la tetera.
"Mierda. Lo siento" las palabras se apresuraron cuando salieron de su boca, Louis notó que se veía considerablemente más pálida que hacía un momento, y ahora, a diferencia de antes, ni siquiera le miraba a los ojos "No sé qué me ha pasado" murmuró, aceptando unas servilletas de papel de Andrew que se había acercado a su lado, una mano desapareciendo detrás de su espalda "Puedo ser igual de torpe que Harry a veces" se rió, pero fue débil, casi forzada, mientras limpiaba el aceite derramado.
Louis frunció el ceño, buscando algún tipo de explicación de Harry, quien solo pudo encogerse de hombros, una mirada igualmente confusa se instaló en su rostro. Tal vez Laura no era tan intimidante como parecía, no ahora que sus movimientos equilibrados y calculados se habían reducido a un lío asustadizo. Quizás podría mejorar el estado de ánimo.
"¿Entonces Harry es torpe incluso en casa?" sonrió, empujando al chico en el hombro "Pensaba que simplemente estaba nervioso a mi alrededor"
Harry dejó escapar una risa baja, empujándole hacia atrás, y Gemma incluso se inclinó alrededor del respaldo de la silla de Harry para ofrecerle a Louis un choque de cinco engreído, pero la persona a la que había intentado divertir aún no esbozó una sonrisa, ni siquiera a favor de sus esfuerzos, apenas reconocieron su observación. Laura se ocupó de limpiar la encimera mientras Filch le dirigía una sonrisa tensa, casi disculpándose. Envió una gran decepción a su pecho.
"Deberás tener más cuidado con esos caballos, Louis" comentó Andrew después de un momento, finalmente dejando el lado de Laura para sentarse frente a Louis y Harry "Y no molestas. Es bueno ver a Harry con alguien que no sea Niall por una vez" añadió, sirviéndose una taza de café.
Hubiera sido reconfortante si Louis no hubiera visto la mirada indiferente que Laura le dirigió a Andrew, con los ojos aburridos y labios fruncidos. No estaba seguro de lo que había hecho. Lo que había dicho. Entendía que ella quería pasar las vacaciones con su familia a solas, pero su primera impresión no había sido tan mala, seguramente.
"Uh, sí. No monto a menudo, así que supongo que estoy un poco fuera de contacto con eso" respondió, esperando que su malestar no se notara demasiado con el tono de su voz y las respuestas tardías. Harry debió haberlo notado, por supuesto, porque había una mano apoyada en su rodilla, un pulgar trazando círculos a lo largo de la tela de sus pantalones.
El toque familiar le calmó, dejó que la tensión se filtrara de sus hombros y los nervios se asentaran en la parte inferior de su estómago. Dejó escapar un largo suspiro y le sonrió apreciativamente a Harry, ganándose uno suave a cambio.
"¿Todo está bien en casa entonces? ¿cómo está Mark?" Filch rompió su mirada, mirando el brazo extendido de Harry con una mueca en sus labios "El negocio va bien, supongo"
"Sí, la verdad es que ha estado ocupado" Louis asintió, agradeciendo a Harry mientras le pasaba un plato "Casi no tiene tiempo para hacer mucho más hoy en día"
"Me lo puedo imaginar" dijo de repente Laura, secándose las manos con un paño de cocina mientras se sentaba junto a Andrew "Hombres con tanto éxito rara vez encuentran interés en otra cosa que no sea su negocio. Espero que su familia siga siendo una prioridad"
"Laura" cortó Filch, enviando a la mujer una mirada de desaprobación. Se encogió de hombros y empezó a llenar su plato, sin prestar atención a la expresión de sorpresa de Gemma, la neutral de Harry y el ceño confuso de Louis.
"¿Que se supone que significa eso?" Louis preguntó, no con crueldad, más reservado, curioso. Sentía que su comportamiento era frío, impasible hacia él y cualquier cosa que tuviera que decir. Harry le dio otro apretón rápido en la rodilla, como si le recordara que estaba allí.
"Oh, nada en realidad" ella le despidió, todavía, sin darle una mirada "Los hombres de negocios tienden a tener un estereotipo, ¿no es así?"
Bueno, ella no estaba equivocada. Al menos no cuando se trataba de su propio padre. Pero, aun así, Louis no entendía qué había hecho para merecer su indiferencia.
"Supongo que sí"
Se quedó en silencio durante un largo momento después. Los únicos sonidos eran el tintineo de los cubiertos contra los platos y el zumbido de la radio de fondo. Harry solo quitaba su mano de la rodilla de Louis cuando necesitaba cortar su comida, y Louis se encontraba echando de menos el contacto cada vez que se perdía, levantando la cabeza hacía Harry con una pregunta silenciosa cada vez que su mano se levantaba por encima del mostrador.
"Oh, Laura. Este es el Louis que te dije que me había regalado a Lola" mencionó Harry después de un rato, mirando al gato que estaba acostado debajo de su silla.
Laura siguió comiendo, tarareando entre bocado y bocado de su comida.
"Qué agradable" sonrió levemente antes de tomar un sorbo de su café. Eso borró la mirada esperanzada directamente del rostro de Louis ¿en serio? ¿ni siquiera el gato? Llegó a la conclusión de que, por alguna razón que ignoraba, realmente no le caía bien a esta mujer.
Veinte minutos después, Louis tenía el estómago lleno y la incomodidad de toda la situación seguía siendo muy evidente. Gemma había salido de la cocina hace un tiempo, alegando que necesitaba estudiar para los exámenes que tenía por delante durante la primera semana de vuelta al internado, y Filch le había elogiado por sus esfuerzos mientras también le recordaba que disfrutase de las vacaciones y que no se esforzarse demasiado. Realmente puso en perspectiva lo estricto que era su propio padre, cuando un director estaba sentado frente a él diciéndole a su hija que se relajara más.
Laura apenas le había dicho una palabra, ni siquiera cuando él le agradeció la comida y le contó con entusiasmo lo excelente que era su comida. En lugar de la sonrisa de agradecimiento que él había estado anticipando, ella cogió su plato con una expresión poco divertida y le dio la espalda como si solo su presencia la hubiera ofendido personalmente.
"¿Quieres subir?" Harry susurró, inclinándose hacia su oído. Tuvo que abstenerse de retorcerse, ya que las palabras le hicieron cosquillas en la piel, una mano presionando firmemente su pierna. Todo lo que pudo hacer fue asentir "Gracias por el desayuno Laura" Harry se alejó, arrastrándose fuera de su asiento "Delicioso como siempre" añadió, cogiendo su segunda taza de té mientras le hacía un gesto a Louis para que le siguiera.
"De nada, amor" Laura sonrió, colocando los platos en el lavavajillas.
"No os metáis en problemas, ¿vale?" Filch dijo mientras Harry se dirigía hacia la puerta "Ya no estáis en primaria"
Harry resopló, mirando por encima del hombro.
"¿Problemas? ¿con qué?"
Filch se encogió de hombros.
"No lo sé, la verdad. Supongo que sonaba como algo que dicen los padres"
Harry puso los ojos en blanco y encontró la mano de Louis de nuevo para sacarle de la cocina.
"¡Lo que tú digas!" gritó de nuevo, sonriendo cuando Louis se puso a caminar a su lado. Soltó su mano para pasar la suya por su pelo, haciendo que sus rizos saltaran en todas direcciones "¿Estás bien?"
"Me odia" murmuró Louis, teniendo cuidado con su volumen "¿He hecho algo mal?"
Harry frunció el ceño, la sonrisa desapareció en la nada. Louis ya la echaba de menos.
"No. Has estado perfecto" dijo, provocando algo como un aleteo en su estómago. Louis ignoró el sentimiento, reprimiendo una sonrisa "No sé por qué ha actuado así, y perdón por su comportamiento. Por lo general, es encantadora a menos que le des una razón para no serlo"
Louis suspiró, le dolían las rodillas mientras subían las escaleras.
"Simplemente no lo entiendo. He intentado con todas mis fuerzas impresionarle, pero no ha funcionado nada" durante el desayuno, él había pensado en múltiples razones diferentes por las que no le caía bien a Laura. Tal vez ella simplemente no era una persona mañanera, tal vez sentía que él se estaba imponiendo, tal vez, realmente no quería una boca extra que alimentar. Pero luego, con todo lo que Harry le había dicho sobre ella en el pasado, su personalidad, simplemente no cuadraba. Los ojos de Louis cayeron por un momento, descansando en la taza de Harry "Mierda. Se me ha olvidado mi té"
"Vuelve a bajar y cógelo. Estaré en mi habitación" Harry se detuvo en el escalón superior, Louis mirándole desde el de abajo. Debió haber visto la vacilación de Louis, la leve mueca que se apoderó de su rostro "No te va a hacer nada, no te preocupes por eso. Andrew todavía está ahí"
Honestamente, no quería volver allí, no quería volver a ver a Laura incluso si Filch también estaba allí, pero todavía se sentía un poco atontado, no había bebido desde la cena de ayer, y sabía que, si planeaba quedarse con Harry unos días más, tendría que sonreír y soportarlo eventualmente. Se preguntó si podría reunir el valor suficiente para hablar con ella, tal vez averiguar lo que había hecho y compensarlo.
"Bien, voy en un minuto" estuvo de acuerdo, y con una última sonrisa alentadora de Harry, bajó las escaleras.
No pudo evitar mirar hacia las otras habitaciones mientras volvía a la cocina, intrigado por la vida hogareña de Harry y prolongando su próximo encuentro con Laura. Había pasado por un comedor, un invernadero e incluso lo que parecía un cine, una habitación grande con una pantalla plana que se extendía por toda una pared, pero lo que despertó su interés fue la sala de estar. Parecía acogedora, con una enorme chimenea y sofás mullidos, una estantería alineada en una pared y fotografías familiares colgadas en las otras. En la esquina de la habitación había un árbol de navidad, de verdad, decorado con luces de colores blancas y adornos plateados, un ángel de pie en la parte superior.
Sonrió al verlo. Podía imaginarse a Harry y Gemma la mañana de Navidad, sentados debajo del árbol abriendo sus regalos con sonrisas radiantes en sus rostros, Filch y Laura mirando desde sus lugares en el sofá. Lola estaría rasgando el papel de envolver, arrastrando trozos por la habitación mientras Harry le reñía por eso, recogiéndolos mientras la perseguía. Fue un pensamiento agradable, uno que extendió calor a través de su pecho, aunque también sintió una punzada de celos. Quizás, tal vez. Se sacudió el sentimiento y siguió adelante.
Se detuvo justo fuera de la cocina, escondido detrás de la pared, inhalando y exhalando, dentro y fuera, lentamente como Sarah le había enseñado. Ni siquiera estaba seguro de por qué estaba tan nervioso. Nunca había tenido problemas para confrontar a personas a las que no les había caído bien en el pasado, no se había preocupado por su opinión lo suficiente como para detenerse y preguntarse por qué. Solía ser muy simple. Si no le caía bien a alguien, le decía que se fuera a la mierda o que cambiara de opinión. Pero ninguna de las dos parecía opciones con Laura, no podía permitirse ser borde con ella, y no estaba dispuesto a actuar como un gilipollas como lo había hecho con todos los demás, quería caerle bien por lo que era, por cómo le veía Harry. Aunque parecía un pensamiento imposible.
"No estás siendo justo con él" suspiró Filch, con voz tranquila pero cansada, baja y tranquila. Los oídos de Louis se animaron, sacados de sus pensamientos, se acercó más, la curiosidad aumentó "No tiene ni idea, Laura"
"No merece que sea justa" respondió Laura, hablando con total acritud. Cada palabra golpeaba más fuerte que la anterior, empujada de sus labios en ritmos agudos y puntuados. Louis hizo una mueca visiblemente ante su tono "No te atrevas a mirarme como si estuviera exagerando"
Esto era privado. No debería estar escuchando. No cuando han tenido la amabilidad de dejarle quedarse aquí, no cuando podrían haberle echado. Lo mínimo que podía hacer era respetar sus límites y alejarse ahora mismo, fingir que no había escuchado nada, pero sus pies no se movían. Sintió como si sus manos estuvieran pegadas a la pared, su cuerpo rígido en su lugar. No podía alejarse.
"Es solo un niño" dijo Filch después de un momento, más tranquilo que antes. Louis no lo habría escuchado si no estuviera tan concentrado.
"Harry es solo un niño. Era solo un niño" se burló Laura, seguido por el sonido de algo que se dejaba en el mostrador con un choque discordante.
"¡Harry no ha sido tan feliz en años!" la voz de Andrew se había elevado solo un toque, no lo suficiente para que cualquiera de arriba pudiera escuchar, pero Louis ciertamente lo hizo "Sabes que es por él. No puedes negarlo"
"Tarde o temprano Harry terminará herido. Es un desastre esperando a suceder" Louis prácticamente podía escuchar el ceño fruncido a través de sus palabras, podía imaginarlo con bastante claridad: cejas fruncidas, ojos entrecerrados, labios estirados. Casi se alegró de no poder verla "No sé por qué dejas que pase esto"
"Porque Harry estaría devastado si intentara evitarlo. Ya ha perdido mucho, no le voy a hacer eso" Louis definitivamente debería moverse. Esto estaba mal, se sentía mal, porque ahora era tanto la privacidad de Harry como la de ellos. Esto no era de su incumbencia "Laura. Es bueno para él. Louis no es ese niño malvado que te habías imaginado que era"
La respiración de Louis se atascó en su garganta. Una sensación de frío recorrió su pecho cuando algo parecido a náuseas golpeó su estómago. Cualquier posibilidad de moverse ahora desapareció cuando sus manos se presionaron ansiosamente contra la pared, con el cuello rígido como si estuviera paralizado. Se estaba convirtiendo en un tema recurrente ahora que escuchar a escondidas nunca terminaba bien para él, siempre escuchaba algo que no quería, escuchaba cosas que probablemente no debería. A estas alturas debería haber sabido que hacer.
"Mira. No me siento cómoda con él en mi casa-
"Laura-
"No lo voy a echar, pero tampoco puedes esperar que actúe bien. No me voy a sentar aquí y alentar su amistad cuando sé que no va a terminar bien"
"No lo sabes. No has visto cómo es él con Harry. Se preocupa por él"
"Ah, ¿sí? Ya vas a ver cómo cambia eso cuando cumpla los dieciocho"
La opresión en su garganta se disipó lentamente, los hombros se hundieron, con la mirada hacia abajo. El impacto inicial de lo que estaban diciendo fue reemplazado lentamente por un abrumador sentimiento de decepción, la tristeza no estaba del todo allí, pero le picaba detrás de los ojos como si amenazara con consumir sus pensamientos.
La ira también estaba allí. Brotando dentro de su pecho, extendiéndose como la pólvora por todo su cuerpo, harto de suposiciones. Era todo lo que hacía la gente, echar un vistazo y emitir su juicio, aceptar la mierda que escuchaban en los medios sin pensarlo dos veces, a veces sin siquiera conocerle primero. Los colegas de su padre habían asumido que no era más que un niño tímido que asistía a las reuniones de su padre. Filch había asumido que él era el alborotador, achacando cada incidente a él sin escuchar los hechos primero. Esos lujosos miembros de la alta sociedad habían asumido que no le importaba nada más que el dinero, solo por su padre. Demonios, Harry había asumido muchas cosas antes de ver el panorama general, y ahora su propia madrina actuaba como si fuera el engendro del mismísimo satanás. Típico.
"¿Louis?" Harry le estaba llamando desde arriba. Mierda. No sabía cuánto tiempo había estado ahí, demasiado inmerso en la conversación ajena que se había olvidado por completo de la razón por la que había ido ahí en primer lugar "¿Estás bien?"
Fue como si un interruptor se hubiera accionado, finalmente recuperando el control de sus extremidades, ahora capaz de alejarse de la pared. Las voces de la cocina se habían apagado, no podía estar seguro de si se habían reducido a susurros o se habían detenido por completo, pero Louis rezó para que no hubieran escuchado a Harry gritar su nombre. Esperaba, mientras se alejaba por el pasillo, que no le hubieran pillado.
No miró hacia atrás mientras subía las escaleras de dos en dos, con el corazón acelerado en el pecho, martillando contra su caja torácica. Harry estaba saliendo de su habitación cuando Louis le encontró, probablemente de camino para asegurarse de que no se había perdido o algo así.
"Has tardado mucho"
"Sí. Lo siento. Creo que he ido por el camino equivocado" respondió Louis, plasmándose una sonrisa en su rostro. Esperaba que Harry no escuchara su voz quebrada, o viera la inquietud en sus ojos. Este chico era demasiado observador.
Afortunadamente, Harry sonrió, pasó su brazo alrededor de su hombro y empezó a llevarle de vuelta al dormitorio.
"¿No has traído tu té?"
Mierda. Es verdad.
"Oh, Laura lo había tirado. Pensaba que no lo quería y estaba casi frío de todos modos" se encogió de hombros, mentalmente deseando que su voz se mantuviera firme "Está bien, sin embargo, no me ha importado"
"Ah, bueno, podemos tomar otro más tarde" Harry le soltó y abrió la puerta, dando algunos pasos largos antes de saltar a la cama "Tendré que hacerte un recorrido por la casa en un momento, pero por ahora digo que nos relajemos, ¿te parece?"
Louis asintió, uniéndose a Harry en la cama. No estaba seguro de cuán relajado podría estar en este momento, no con todo lo que acababa de escuchar, no cuando ya no se sentía tan bienvenido. Pero Harry le quería ahí. Estaba seguro de eso cuando se veía tan cómodo, feliz, emocionado con su propia idea de darle un recorrido a Louis. Su sonrisa era más brillante que la luz del exterior mientras atraía a Louis hacia él y envolvía sus brazos alrededor de su pecho, los ojos se cerraban mientras descansaban uno al lado del otro sobre las suaves sábanas blancas del edredón.
Podía olvidarlo por ahora con los brazos de Harry rodeándole, como un refugio que le brindaba consuelo que él no sabía que Louis necesitaba, protegiéndole de Laura y sus duros comentarios. La paz se hizo cargo cuando sus propios ojos se cerraron.
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"Algunos de estos discos son muy antiguos" murmuró Louis mientras hojeaba la colección de Harry. Posiblemente había cientos de ellos, todos perfectamente colocados uno contra el otro en una estantería para vinilos blanca, ordenados alfabéticamente por el propio Harry. Los gustos del chico iban desde Elvis Presley hasta artistas más modernos como Hozier, y cada nuevo nombre traía una sensación de sorpresa "¿Cuánto tiempo llevas coleccionando?"
"Hace unos años. La mayoría de los más viejos eran de mis padres, pero quería conservarlos" respondió Harry, sacando un vinilo de vez en cuando si había uno en particular que quería enseñarle a Louis.
Actualmente tenían una montaña de vinilos detrás de ellos que querían escuchar, algunos todavía guardados en plástico ya que aún no se habían abierto, y algunos estaban destrozados en los bordes por la edad y el uso. Louis podía distinguir los favoritos de Harry solo por la forma en que hablaba de ellos, con tanta pasión e intensa intención que sus ojos se iluminaban de emoción. Listaba cada canción en orden sin tener que mirar la carcasa de los discos, podía recordar hechos como las fechas de lanzamiento y la inspiración detrás de los álbumes como si lo hubiera producido él mismo. Harry tenía un amor por la música que mantenía a Louis pendiente de cada una de sus palabras, ansioso por absorber el conocimiento y capturar ese mismo interés.
Su ceja se arqueó mientras sus ojos se posaban en un título que no había escuchado en años, una canción de la que hoy solo se habla entre padres y abuelos, pero sin duda un clásico. Era una de esas canciones que se reutilizaba en películas a lo largo de los años, mucho después de su lanzamiento, aunque rara vez se hablaba de ella a pesar de su popularidad en el momento en que se reproducía.
"¿Hit the road Jack? ¿En serio?" Louis lo sacó de la estantería con una mueca en los labios, absteniéndose de reírse de su cubierta arrugada. O a los padres de Harry les había encantado la melodía de jazz, o Harry ciertamente la había aprovechado al máximo.
"¿Qué quieres decir con en serio?" Harry le quitó el disco de las manos con el ceño fruncido y una leve mueca en los labios "¡Hit the road Jack es un éxito!" rápidamente se puso de pie, el disco apretado contra su pecho y corrió hacia su tocadiscos.
Louis puso los ojos en blanco con cariño, observando los movimientos erráticos de Harry desde su lugar en el suelo.
"Quiero decir que es buena, simplemente no esperaba que la tuvieras" volvió a mirar las filas y filas de vinilos que tenía Harry, como su propia tienda de vinilos personal, y se dio cuenta de que probablemente no debería haber sido tan sorprendente "No he escuchado esa canción en años"
"Bueno, estás a punto de hacerlo. Prepárate" Harry sonrió, presionando un botón que movió la aguja a su lugar. Se aseguró de que sus altavoces estuvieran conectados antes de alejarse, mirando a Louis mientras el tono bajo y crudo del saxofón estallaba en la habitación. Sin vecinos que intervinieran, y con los padrinos de Harry que no se molestaban por la estridente música, no había nadie que le regañara mientras sus dedos subían el dial. El agudo tono de las trompetas sonando lo suficientemente fuerte como para volar el techo.
Inclinándose hacia atrás sobre sus codos, la cabeza inclinada hacia arriba con las cejas levantadas, Louis solo pudo mirar divertido mientras Harry chasqueaba los dedos al ritmo inicial, los antebrazos ondeando en el aire mientras avanzaba lentamente hacia él.
"Ni siquiera lo intentes" advirtió con una sonrisa, negando con la cabeza mientras la figura oscilante de Harry se acercaba más y más. Ya sabía lo que iba a preguntar.
"¿Intentar que?" preguntó Harry, fingiendo un frente confuso. Se detuvo frente a Louis, con los dedos de los pies rozando sus tobillos mientras sus hombros subían y bajaban, uno a uno rodando con la música, los hoyuelos presionados en sus mejillas. Louis puso los ojos en blanco, un suspiro escapó de sus labios. Harry nunca había sido un gran mentiroso.
"Sabes el qué" Louis inclinó la cabeza hacia arriba, mordiendo el interior de sus labios por un momento mientras miraba a Harry. Harry con su pelo todavía despeinado por la siesta que habían tomado antes, la camiseta arrugada donde Louis la había agarrado, la piel brillando contra el tono naranja del sol fuera, ya descendiendo hacia la noche.
"Levántate" Harry extendió una mano hacia él, los dedos se curvaron hacia sus palmas mientras le hacía un gesto a Louis para que la agarrara. La voz acababa de sonar, una voz femenina fuerte con un acento estadounidense que transmitía la conocida letra a través de los altavoces. Sonaba como algo sacado de los rugientes años veinte.
Hit the road Jack, and don't you come back no more no more no more no more
"Baila conmigo" añadió, sin quedarse quieto mientras la música continuaba fluyendo a su alrededor, la mano todavía esperando la de Louis mientras articulaba la letra con una sonrisa en cada palabra.
Louis miró su mano con una expresión aburrida, una que enmascaraba la diversión que amenazaba con salir a la superficie.
"¿Cuántas veces tengo que decirte que no sé bailar?"
"Eso es una mentira de mierda" Louis no tuvo tiempo de reaccionar antes de que la mano de Harry agarrara la suya, tirando de él con tanta fuerza que le envió tropezando contra su pecho. Ambos se tambalearon hacia atrás por un momento, con Harry riendo y Louis agarrando sus brazos, rezando para que por una vez el chico torpe encontrara sus pies y les salvara de estrellarse contra el suelo, había pasado demasiadas veces para contarlo ahora.
De alguna manera, Harry consiguió mantenerles en posición vertical, y una vez que se estabilizaron, Louis dio un paso hacia atrás con un bufido, casi derribando la montaña de vinilos en el proceso.
"¿Estás intentando matarme?"
"No" los labios de Harry se curvaron en una media sonrisa, dando un paso adelante de nuevo, unió una mano con la de Louis, su otro brazo se deslizó alrededor de su espalda "Estoy intentando que bailes"
Louis estaba rígido contra su agarre mientras Harry los conducía a una especie de alegre baile de salón, sus manos unidas eran impulsadas arriba y abajo, dando vueltas por la habitación como un dúo mientras Harry cantaba la letra. Louis no pudo hacer nada más que seguirle, con las piernas trabajando descoordinadamente mientras le empujaban hacia un lado y luego hacia otro, la cabeza girando en un esfuerzo por mantener el equilibrio.
"¿Alguna vez has considerado el hecho de que dos personas que no saben bailar no van a ser geniales juntas?"
"Creo que soy un bailarín muy bueno, en realidad" bromeó Harry, su mano repentinamente abandonó la cintura de Louis mientras le empujaba a girar, con el brazo por encima de su cabeza mientras Louis se agachaba debajo de él. Tan pronto como sus ojos se adaptaron a la habitación, le empujaron hacia atrás nuevamente, la mano volvió a su cintura, el pecho se encontró con otro pecho "¿No crees que seríamos estrictamente buenos?"
"¿Estrictamente?" Louis se quedó boquiabierto, intentando no reírse mientras Harry agarraba ambas manos entre las suyas, aparentemente intentando replicar el Charleston mientras sus pies empezaban a golpear el suelo, todo su cuerpo se sacudía hacia arriba y hacia abajo con movimientos bruscos "Creo que Craig Revel Horwood se avergonzaría de vernos bailar"
"Craig está avergonzado de ver a la mayoría de los bailarines, no haría ninguna diferencia" Harry parecía estar en su propio pequeño mundo durante toda la conversación, más concentrado en su baile que en sus respuestas. Louis puso los ojos en blanco, con algo de cariño por su respuesta, porque incluso mientras saltaba por la habitación balanceando sus brazos entrelazados al ritmo de una canción de jazz de la década de 1960, los comentarios de Harry seguían siendo tan agudos como cuando estaban descansando en un entorno normal "Creo que nos encontraría entretenidos"
"¿Hablas enserio?" Louis respondió, luciendo muy poco impresionado, dudoso. El coro había sonado por segunda vez, no more se repetía una y otra vez, y cada vez de alguna manera hacía que Harry se sintiera más enérgico. Se preguntó por qué a Harry le gustaba tanto bailar, a menudo revoloteando por su dormitorio a través de cualquier género de canción, intentando convencer a Louis de que se uniera a él. Era a la vez divertido y un infierno, ya que Louis había descubierto que bailar era una de las actividades más humillantes.
"Sí" confirmó Harry con una sonrisa, una que se transformó en una risa un momento después "Bueno, eso es si pudieras seguirme el ritmo"
Louis arqueó las cejas tanto ofendido como sorprendido. Un minuto, Harry estaba despotricando sobre cómo cualquiera puede bailar, en un esfuerzo por persuadirle de que hiciera precisamente eso, y al siguiente se burlaba de sus capacidades. Sabía que solo lo había dicho para molestarle, probablemente alguna forma de manipulación, pero no pudo evitar tomar represalias de todos modos.
En un movimiento rápido, mientras todavía giraban por la habitación, soltó el agarre del hombro de Harry y cambió las posiciones de sus manos, las suyas ahora descansando en la cintura de Harry, y con un rápido golpe de su codo en el brazo de Harry, la mano del chico se quedó sobre su hombro. Ahora con el control, un poco guiando el baile a ciegas, empujó el cuerpo de Harry en un giro, levantando el brazo por encima de su cabeza como Harry lo había hecho con él, y vio la confusión en su expresión mientras lo empujaba hacia su pecho. Se sintió presumido mientras colocaba un brazo alrededor de su espalda con seguridad y lo sumergía hacia atrás con su propio cuerpo flotando sobre él.
"¿Quién no puede seguir el ritmo ahora?"
Harry parecía aturdido, con los ojos muy abiertos ya sea por la conmoción o por miedo a que Louis le dejara caer, no estaba seguro. Pero él también parecía sin palabras. La espalda se arqueó bajo el agarre de Louis, el pelo desparramado en el aire lejos de su frente, las manos agarrando con fuerza la camiseta de Louis. Era una posición bastante comprometedora, sus rostros tan cerca que Louis podía sentir el aliento jadeante de Harry sobre su piel, los ojos fijos en los del otro mientras la música se desvanecía en el fondo, el vinilo se detenía lentamente. Esa música fue reemplazada por el sonido de una cámara, y cuando Louis finalmente apartó los ojos de los de Harry, vio a Gemma en la puerta apuntándoles directamente con su teléfono.
"Oh, chicos, ¿estabais teniendo un momento?" sonrió, bajando su teléfono mientras Louis se enderezaba rápidamente, tirando de Harry con él. Podía sentir la vergüenza extendiéndose por sus mejillas, las manos temblando a los lados con la persistente sensación de la cintura de Harry. Se preguntó cuánto tiempo había estado allí "Eso ha sido muy adorable. Me siento mal por molestar, pero no he podido evitarlo"
"¿Necesitas algo?" Harry respondió, y Louis frunció el ceño ante la brusquedad de su tono, casi cortante, como si estuviera irritado.
Gemma arqueó las cejas y los labios se arquearon a los lados. No parecía molesta por la mirada de Harry, posiblemente incluso estaba complacida por ella.
"Iba a pediros que bajarais un poco la música porque estoy estudiando, para los exámenes y todo eso, pero supongo que no me importa tanto ahora que veo lo que está pasando"
Louis quería interrumpir, dejar claro que solo estaban pasando un rato divertido, pero Harry se le adelantó con un enfoque diferente.
"¿Sigues estudiando?" ignoró lo que fuera que estuviera insinuando Gemma y caminó hacia el tocadiscos para quitar la aguja "Llevas desde la mañana"
"He estado haciendo descansos. Tengo que revisar un tema más y termino por hoy" explicó brevemente, mirando su teléfono para ver la hora.
"Bueno. Probablemente deberías volver a eso entonces, ¿no?" Harry plasmó una sonrisa en su rostro, pasando junto a Louis hacia la puerta. Se detuvo frente a Gemma y asintió con la cabeza detrás de ella en el pasillo, como si le insinuara que se fuera "Sin embargo, no te sobre esfuerces"
Gemma puso los ojos en blanco, una leve risa escapó de sus labios mientras retrocedía hacia el pasillo.
"No lo haré" su mirada se posó en Louis por un momento por encima del hombro de Harry, y lo que parecía una sonrisa tiró de sus labios "Vosotros tampoco os divirtáis demasiado" apenas consiguió guiñar el ojo antes de que Harry cerrara la puerta, sacudiendo la cabeza para sí mismo.
El silencio se apoderó de la habitación, ya no se oían trompetas a todo volumen a través de los altavoces, ni el sonido de sus pies arrastrándose sobre la alfombra mientras bailaban. La risa anterior de Harry estaba ausente, y con ella se había ido su sonrisa. De alguna manera, algo se sentía diferente ahora, mientras Louis se quedaba quieto y miraba a Harry, quien miraba por la ventana con una mirada tranquila. Parecía apagado, casi como estático.
"¿Estás bien?"
Harry se giró hacia él con una suave sonrisa, un cielo anaranjado pintado detrás de él.
"Sí" se giró de nuevo, extendiendo la mano para girar la cerradura de la puerta de vidrio que conducía al balcón. Louis ni siquiera lo había notado hasta antes, cuando Harry le había enseñado algunas habitaciones alrededor de la casa. Casi parecía una casa de vacaciones, con habitaciones luminosas y vigas de madera, plantas decorando cada superficie y esculturas abstractas aptas para museos de arte. Cálida, acogedora, abierta, eran algunas de las palabras que Louis usaría para describirla y, extrañamente, se sentía más como en casa que cualquier otro edificio en el que Louis hubiera estado "Quiero enseñarte algo"
Louis arqueó una ceja, frunciendo los labios.
"¿Esta es la parte en la que saltas del balcón y me dices que eres un vampiro?"
Harry soltó una risa aguda, deslizando la puerta para abrirla.
"¿Has visto Crepúsculo?"
"¿No la hemos visto todos?" Louis se encogió de hombros.
"Buen punto" sonrió, agarrando una sudadera con capucha del respaldo de la silla de su escritorio "Sin embargo, no lo habría adivinado, por tu odio por las películas románticas"
"Me engañaron" respondió Louis con firmeza, terco "Me prometieron un maratón de películas de acción y vampiros, y en su lugar conseguí a una chica peculiar llamada Bella que lidera a los lobos porque su novio vampiro no quiere tener sexo con ella. Es trágico" se burló.
"Entonces has visto toda la saga" sonrió Harry, poniéndose la sudadera sobre su cabeza.
"Terminaban todas las malditas películas en suspenso, no podía dejar de verlas"
"¿Por qué no terminas con las excusas y admites que te gustan las películas románticas?" bajó el dobladillo de su sudadera y señaló la mochila de Louis "Quizás quieras ponerte algo más abrigado, hace un poco de frío ahí fuera"
"Nunca voy a admitir algo que no es verdad" bromeó Louis, agachándose para abrir la cremallera de su mochila. Era un completo desastre, la ropa estaba echa una bola, sus artículos de baño escondidos entre las suaves telas, y le tomó un momento de excavación para encontrar su sudadera con capucha verde, su favorita. Cuando la sacó, una caja cayó de la mochila fumar mata estaba impreso en el frente, junto con una foto perturbadora de algún tipo de enfermedad de la piel. Se había olvidado incluso de que lo había metido, robando los cigarros del escritorio de su padre como una decisión rencorosa de último minuto.
Lo consideró por un momento mientras se ponía su sudadera con capucha, la caja burlándose de él desde donde estaba en el suelo. Los colegas de su padre a menudo fumaban por diversión, cuando no estaban drenando el tabaco para aliviar un poco el estrés del negocio, pero eran adictos después de todo. No era raro encontrar sus paquetes vacíos.
"Date prisa o nos lo vamos a perder" dijo Harry con impaciencia desde donde estaba junto a las ventanas, sus ojos se movían rápidamente entre la espalda de Louis y el sol poniente gradualmente.
"Está bien" murmuró Louis, agarrando el paquete y metiéndolo en el bolsillo de su sudadera. Rápidamente encontró el mechero, junto con su teléfono, y se los guardó en el bolsillo mientras se levantaba y se dirigía hacia Harry "¿Por qué tanta prisa?"
"Ya lo verás" levantó las cejas una vez, sin dar más información que esa mientras salía al balcón. Louis le siguió, una ráfaga de aire frío golpeó su piel, las heladas baldosas del suelo del balcón se filtraron a través de sus delgados calcetines. La temperatura de la noche de invierno era incómoda y refrescante, en cierto modo, después de estar encerrado durante tanto tiempo en la cálida casa, recibiendo constantemente el calor de las chimeneas y las mantas, incluso de Harry. Respiró hondo, saboreando el hielo que parecía cubrir sus pulmones, y respiró un rastro de niebla.
El clima era bastante sorprendente, con las últimas semanas consumidas por la lluvia o la nieve. Ahora las nubes se habían movido, dando paso a una puesta de sol que bañaba sus alrededores en un tono anaranjado, rosa tiñendo el cielo y amarillo rozando el suelo. En la distancia, los árboles estaban quietos y los pájaros volaban alto captando los últimos momentos de la luz del sol, cantando a los cielos mientras se elevaban a través de una libertad pacífica. Había una tranquilidad en ese lugar que Louis sentía que nunca quería dejar.
"Me alegro de que hayas traído esto" Harry tiró suavemente del cuello de su sudadera, los ojos vagando sobre la tela hasta que aterrizaron en el rostro de Louis "Creo que es mi sudadera favorita"
"¿Por qué?"
Harry se encogió de hombros y se alejó.
"Te queda bien"
Louis solo se permitió sonreír una vez que Harry se había dado la vuelta, maldito por el retorcimiento que sintió en su estómago. Pasó los dedos por el cuello de su sudadera, donde los dedos de Harry habían estado unos segundos antes, y se la ajustó alrededor del cuello.
"Entonces, ¿qué vamos a hacer, simplemente quedarnos aquí?"
"Aquí no. Vamos a subir" respondió Harry, sacando un pequeño taburete de debajo de la mesa en su balcón. Louis frunció el ceño y miró hacia arriba. El techo no era demasiado alto, probablemente podría llegar con una mano si saltaba, pero no estaba tan seguro de si era seguro o no, ya que el techo estaba inclinado.
"¿Ahí arriba?" Louis preguntó, viendo como Harry se acercaba y colocaba las palmas de las manos sobre la superficie del techo "Nos vamos a caer, ¿verdad?"
"Hago esto todo el tiempo, no te preocupes" sonaba muy confiado, le miró, mientras empujaba hacia arriba y balanceaba sus piernas sobre el techo. Una vez que su rodilla estuvo levantada y firme para soportar su peso, empujó hacia abajo y subió el resto de su cuerpo, arrastrando los pies por un momento mientras se giraba para mirar a Louis desde arriba "Si no fuera seguro, no te dejaría hacerlo"
"No parece seguro" respondió Louis con escepticismo, con los ojos cayendo sobre el balcón. Ya estaban en lo alto sin la elevación adicional de la azotea, y a pesar de la convicción de Harry, la idea de caer hacía que las náuseas golpearan su estómago. "¿Cómo se supone que voy a subir?"
"Igual que lo he hecho yo" Harry extendió sus manos, asintiendo con la cabeza hacia el taburete "Te voy a ayudar a subir"
Louis se quedó callado, poco convencido. Suspiró mientras miraba las manos de Harry y luego volvía a mirar al suelo. Harry debió haber notado sus nervios, incluso cuando Louis intentó ocultarlos, porque sus ojos se suavizaron y sus manos cayeron, una mirada de simpatía cruzó su rostro.
"No te voy a obligar, pero puedes confiar en mí, ¿te acuerdas?"
Se acordaba. De vuelta en su dormitorio, lo que parecían meses atrás, Harry le había atrapado incluso cuando no estaban en los mejores términos. Cuando Louis le había tratado como a una mierda, insulto tras insulto, negando su amistad, Harry no le había dejado caer. Estaba seguro de que no lo iba a hacer ahora.
"Lo sé" miró hacia arriba y se subió al taburete.
Harry sonrió y extendió sus manos de nuevo mientras Louis colocaba las suyas en el techo, replicando cómo Harry había subido. Respiró hondo, obligando a sus ojos a permanecer sobre el suelo, y saltó para balancear sus piernas. Harry tenía un fuerte agarre en la parte superior de sus brazos, tirando de la mitad de su peso para hacer el ascenso más fácil para Louis, sin embargo, incluso con la ayuda, estaba seguro de que no se había movido con tanta gracia como Harry lo había hecho parecer.
Resopló mientras empujaba el resto de su cuerpo hacia arriba, los brazos temblaban por la fuerza, pero logró colocar su rodilla sobre las ásperas pizarras y gatear hacia la parte segura. Harry no soltó su agarre hasta que Louis se sentó a su lado, jadeando ansiosamente mientras miraba hacia el cielo.
"No ha estado tan mal, ¿no?"
"Creo que es la cosa más aterradora que he hecho en la vida" Louis negó con la cabeza, todavía negándose a mirar hacia abajo. Escuchó algunos movimientos a su lado, y giró la cabeza para ver a Harry gateando más arriba "¿Qué cojones estás haciendo?"
"No hemos terminado todavía. Hay una repisa más arriba en la que me siento" señaló más arriba, y cuando Louis finalmente se dio la vuelta para seguir su línea de dirección, vio que el tejado de hecho se nivelaba "Es más seguro estar ahí arriba, vamos"
"¿Más seguro?" Louis se burló "Harry, te has dado cuenta de que estás trepando por un maldito tejado, ¿verdad?"
"Y te has dado cuenta de que te has subido a uno, ¿verdad?" Harry bromeó, sonriéndole. No esperó a que Louis respondiera y se arrastró lentamente hacia arriba.
Bueno, había llegado muy lejos, no tenía sentido retroceder ahora. Puso los ojos en blanco y se dio la vuelta, rezando en silencio para que no hubiera pizarras sueltas, que el viento no se levantara o que su pie no resbalara. Harry pudo haber prometido atraparle, pero Louis dudaba mucho que pudiera hacerlo desde tan lejos.
Harry había llegado a la cima antes que él, como se esperaba, y cuando Louis tuvo la suerte de recuperarse sin ninguna herida, Harry le ayudó a subir el último tramo del techo, con las manos colocadas de nuevo en los bíceps de Louis.
"No me puedo imaginar por qué pensaste en hacer esto en primer lugar" murmuró Louis mientras se sentaba junto a Harry, intentando no preocuparse por cómo iban a bajar más tarde "¿Te despertaste un día y decidiste que querías trepar un tejado?"
"Algo así, sí" Harry sonrió, mirando a lo lejos. Louis pudo admirar el atractivo una vez que finalmente estaba sentado, a salvo por ahora con el mundo bajo sus pies. Se sentía aislado, tranquilo, solo con Harry a su lado y sin otra alma a la vista. Solo el sol y el cielo, el bosque que rodeaba la casa y los campos interminables. Ahí arriba estaba la serenidad "Este es mi lugar seguro, supongo. Vengo aquí cuando necesito alejarme de todo"
"¿Alejarte de qué?" Louis preguntó con curiosidad, apoyando los codos en las rodillas.
"¿La vida?" Harry se encogió de hombros, pellizcando su labio inferior entre sus dedos "Aquí no hay distracciones. No tienes que preocuparte por nada. Trabajo, dudas, miedo. Estás solo, es más fácil pensar las cosas" hizo una pausa, torciendo los labios mientras mordía el interior de su mejilla "Nunca había traído a nadie"
Louis giró la cabeza para mirarle solo para el perfil lateral del chico.
"¿Por qué a mí?"
"Porque sabía que lo ibas a entender. Y he pensado que te iba a gustar, si alguna vez quieres volver"
"Quiero" confirmó instantáneamente. Había pensado que la casa de Harry en general iba a ser un escape, el primer lugar en el que había pensado cuando necesitaba irse. Pero esto, solo una repisa en el tejado, el lugar seguro de Harry, le dio una sensación de anonimato que no había sentido antes. Estaba conmovido de que Harry quisiera compartir esto con él, este lugar donde se sentía más a gusto "Gracias"
"No tienes que darme las gracias, prefiero que estés aquí que en tu casa" lo dijo casi con una mueca, y Louis no se perdió la forma en que sus ojos se detuvieron en su mejilla.
Louis miró hacia delante de nuevo, apartando el corte de la vista de Harry.
"Mi casa no se ha sentido como un hogar en años, si te soy sincero" metió sus manos en el bolsillo de su sudadera, sus dedos trazaron el paquete de cartón "Es más como la sede de alguna empresa la mitad del tiempo, incluso está decorada como una" sacó el paquete de su bolsillo, junto con el mechero, y se negó a mirar lo que sabía que iba a ser una expresión de desaprobación "Supongo que la decoración no es lo más importante, son las personas las que hacen de una casa un hogar, no el edificio"
"Sabes que no me gusta que fumes" comentó Harry, solo para ser ignorado mientras Louis sacaba un cigarro y lo colocaba entre sus labios. Suspiró y sacudió la cabeza "Sin embargo, te entiendo. Gemma y yo tardamos un tiempo en adaptarnos a todo esto, Filch y Laura, sentí que estaba entrometiéndome durante mucho tiempo. Como una carga"
Louis encendió el mechero, ahuecó la colilla de su cigarrillo e inhaló su primera calada. Exhaló lentamente y sintió el zumbido de la nicotina bajo su piel, una sensación que se dio cuenta de que había pasado por alto.
"Sin embargo, se preocupan mucho por ti, te lo puedo asegurar" Harry no necesitaba saber por qué lo sabía, cómo había escuchado lo protectores que eran con él en su conversación privada anterior, pero al menos podía tranquilizarle "Creo que es por eso por lo que me gusta tanto estar aquí. Tu familia está muy unida, todos os lleváis bien. Aquí todo se siente más normal, supongo. Es algo que nunca voy a tener, normalidad"
Harry se acercó, ignorando el fuerte olor a tabaco.
"Pero puedes tener eso, si simplemente te defendieras más" sugirió suavemente.
"¿Oh, y recibir un golpe de nuevo?" Louis soltó una risa amarga, cambiando el cigarrillo a su otra mano en un esfuerzo por poner distancia entre el humo y Harry "Prefiero no hacerlo cuando no me va a servir de nada. Me quejo, me pega y luego nada cambia. Es inútil"
Harry permaneció en silencio por un momento, como si estuviera intentando encontrar las palabras correctas o estuviera pensando en las de Louis. Ya habían tenido esta conversación antes, con Louis reacio a hablar sobre el tema o aceptar cualquiera de los consejos de Harry. Por ahora, no había mucho más que pudiera hacer.
"Entonces intenta mantener la paz con él. Puede que sea un completo imbécil y, conociéndote, querrás tomar represalias, pero es mejor eso a que te peguen"
"¿No me acabas de decir que me defienda?" Louis arqueó una ceja, ligeramente divertido, y dio otra calada.
Harry golpeó su hombro, la sonrisa volvió lentamente.
"Sí, y todavía creo que deberías hacerlo, pero solo de una manera que no le provoque un ataque"
"Muy bien" Louis frunció los labios, sacudiendo la ceniza de su cigarrillo "Oh, por cierto ¿cómo están los chicos? ¿has tenido noticias de ellos?"
"¿Todavía no has hablado con ellos?" preguntó Harry, y Louis negó con la cabeza. No había tenido su teléfono durante semanas y apenas lo había usado desde que lo había cogido "Bueno, Niall todavía está en Irlanda, pasándolo en grande por lo que me ha estado diciendo. Ha estado cabreado con sus primos la mayoría de las veces, y tengo que lidiar con las llamadas telefónicas cuando está borracho"
"Típico de Niall" Louis sonrió. Hizo una nota mental para llamarle mañana, o al menos responder a sus mensajes. Había visto brevemente las notificaciones anoche cuando había reservado el taxi, y sabía que, si dejaba al rubio esperando por más tiempo, no le iba a dirigir la palabra cuando volvieran al internado "¿Qué hay de Liam y Zayn?"
Harry arrugó la nariz, los labios presionando en una delgada línea.
"No tan bien. Han estado discutiendo"
Louis arqueó las cejas con sorpresa, casi incrédulo.
"¿Liam y Zayn discutiendo? ¿qué es lo siguiente, que los cerdos vuelen?"
"A mi también me sorprendió" Harry se rió entre dientes, tapándose las manos con las mangas "Aparentemente, Zayn dejó plantado a Liam para ir a ver a Gigi antes de navidad. Tenían planes para que Zayn fuera a casa de Liam, pero no apareció. Luego descubrió por qué y, supongo que todo ha explotado"
"Un movimiento de mierda por parte de Zayn" Louis hizo una mueca, imaginando a Liam esperando a Zayn todo el día, probablemente emocionado de verle de nuevo "No es de extrañar que Liam esté enfadado, yo también lo estaría"
"Creo que está más decepcionado que enfadado, al menos ahora de todos modos. Es una pena, pero estoy seguro de que lo van a resolver"
"Aunque no va a ser fácil, ¿no?" Louis miró su mano para encontrar que la mayor parte de su cigarro se había consumido, y tiró otro hilo de ceniza de la punta "Mientras a Liam le guste Zayn, y Zayn no corresponda a los sentimientos, entonces será una amistad complicada, si es que dura"
"¿No crees que vaya a durar?" preguntó Harry, una arruga formándose entre sus cejas, los labios tirando hacia abajo levemente.
"¿No lo piensas tú también?" Louis solo estaba siendo realista. No pueden dejar de hablar entre ellos para siempre, estaba seguro de que Liam se cansaría de ocultar sus sentimientos en algún momento, y si Zayn todavía está concentrado en Gigi en ese momento, no podía ver cómo iba a funcionar la amistad entre ellos a menos que Liam pudiera seguir adelante.
"Quiero decir, sí, no será fácil para ellos" Harry se calló, golpeando el suelo con el pie. Sus dedos habían vuelto a sus labios, pellizcando y tirando de la suave carne en lo que Louis asumió que era un hábito nervioso "Aún así pueden ser ¿amigos? Sí, Liam estaría molesto, por supuesto, pero dudo que desperdicie su amistad con él por eso. Es miserable sin Zayn"
"Es miserable sin Zayn porque está enamorado de él. Con el tiempo encontrará a alguien más"
"Pero tal vez no lo va a hacer. Tal vez está destinado a estar con Zayn" sugirió Harry con firmeza.
"Esta no es una de tus películas románticas, Harry" Louis dejó escapar un divertido suspiro, dio una última calada, y apagó su cigarro en el suelo "Si estuvieran destinados a estar juntos, Zayn no iría detrás de Gigi como un maldito cachorro"
Harry suspiró, entrecerrando los ojos contra la luz del sol. Estaba oscureciendo, los colores del cielo se estaban desvaneciendo cuando el sol los arrebataba con él, arrastrándolos debajo de la superficie para dejar espacio a las estrellas. Se estaba escondiendo más rápido de lo que Louis había imaginado, pero, de nuevo, se habían perdido la primera mitad mientras bailaban alrededor de la habitación de Harry.
"Simplemente no me parece correcto que termine así. Puedes llamarme dramático, pero te puedo asegurar que van a terminar juntos"
"No te estoy llamando dramático, yo también creo que van a terminar juntos" Louis sonrió, pasando un brazo alrededor de los hombros de Harry "Solo tendremos que estar ahí para Liam si todo se va a la mierda, ¿no?"
Harry sonrió, relajándose en el brazo de Louis y asintió con la cabeza.
"Sí. Esperemos que no llegue a eso"
"Obviamente" Louis apretó su hombro, y la cabeza de Harry se inclinó para descansar contra su cuello. Permanecieron así por el resto de su tiempo en el tejado, hablando ociosamente sobre temas en particular. Harry le había explicado que había encontrado un nuevo hobbie escribiendo música desde que se lo habían mandado en el internado, y Louis le había exigido que le tocara algo cuando tuviera la oportunidad. En algún momento de la conversación, Louis también se dio cuenta de que aún no había abierto los regalos de navidad de Harry y estuvo de mal humor durante al menos diez minutos después de que Harry se negara a decirle qué eran.
Probablemente se hubieran quedado ahí arriba toda la noche si el viento no se hubiera levantado, sin la luz del sol para evitar que los escalofríos golpearan sus cuerpos, la piel de gallina surgiendo en su piel a pesar de la ayuda de sus sudaderas. Harry había liderado el camino de vuelta al balcón, manteniendo una estrecha mirada y un fuerte agarre sobre Louis mientras se arrastraban por el tejado, y le ayudó a bajar al taburete con un torpe salto.
A estas alturas, la familia de Harry se había ido a dormir, las luces de la casa se habían apagado y Harry se llevó un dedo a los labios con un silencioso sonido mientras volvían sigilosamente a su habitación. Encontraron a Lola acurrucada en su cama, un cambio de la cesta de ropa sucia habitual, y Harry hizo una demostración de una madre sobre protectora cuando la despertaron accidentalmente.
Se cambiaron silenciosamente, Harry le dejó a Louis un chándal después de darse cuenta de que no había llevado tanto como había pensado, y finalmente se acomodaron debajo de las sábanas con el peso del día hirviendo en sus pechos. Louis se cubrió con las mantas hasta la barbilla, viendo como Harry bostezaba detrás de su mano, cerrando los ojos.
"¿Hablabas en serio cuando has dicho que puedo volver aquí?" preguntó en voz baja, esperanzado, antes de permitir que sus propios ojos se cerraran.
Harry volvió a abrir los ojos.
"Sí, ¿por qué no lo diría en serio?"
"Para ser amable" Louis se encogió de hombros, consciente de sí mismo de repente.
"No lo estoy haciendo para ser amable. Quiero que te quedes aquí y lo he dicho antes" Harry sonrió suavemente, extendiendo una mano para tirar del edredón por encima de ellos, colocando las sábanas alrededor de los hombros de Louis "Siempre vas a ser bienvenido aquí, lo prometo"
Cualquier tensión pareció abandonar el cuerpo de Louis de inmediato, sus pensamientos se calmaron, las preocupaciones desaparecieron. Harry le había abierto esto, su casa, su cama, su lugar en el tejado, y ahora, no estaba seguro de cómo se suponía que debía irse.
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