Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

▫️Capítulo 6

Un nuevo día comenzaba, y extrañamente, Jimin se sentía bien.

Estaba acostumbrado a recibir amenazas y golpes casi a diario. Si no lo agredían físicamente, al menos le lanzaban insultos, llamándolo mimado y asqueroso.

No había visto a Jinyoung en todo el día. Sinceramente, no se fiaba, sabía que, tarde o temprano, haría algo, como siempre. Por otro lado, tampoco había visto a Jungkook.

Desde aquel día, Jungkook había estado en silencio, como si esperara que Jimin iniciara la conversación o algo similar. No hablaron en ningún momento sobre el trabajo de economía, y Jimin ni siquiera sabía si seguirían trabajando juntos.

Después de su segunda clase del día, tenía dos horas completamente libres, así que decidió ir al lugar que acostumbraba. Al llegar, pudo ver al pelinegro sentado en la mesita de madera bajo el árbol, concentrado en su teléfono.

Su corazón latió rápidamente al ver ese rostro de nuevo, pero su perspectiva hacia él había cambiado desde el día anterior. ¿Acaso Jungkook era como Jinyoung y sus amigos?

Mordiéndose levemente el labio inferior, suspiró. Igual tenía que preguntarle sobre el trabajo y si aún seguía en pie hacerlo juntos.

Se acercó con pasos cautelosos y, antes de sentarse, hizo una pequeña reverencia con la cabeza.

—Hola.

Musitó. Jungkook levantó la vista y sonrió levemente antes de responder.

—Hola, Jimin. ¿Cómo estás?

El rubio lo miró nervioso. Esa voz… no era la de ayer, joder.

Le hablaba con una dulzura inexplicable, y no podía evitar compararlo con Jinyoung en sus inicios.

—Bien.

Desvió la mirada. Aún lo ponía nervioso.

—Sobre el trabajo de economía...

Comenzó Jungkook, sin perder su leve sonrisa.

Pero Jimin lo interrumpió rápidamente.

—Entenderé si no quieres hacerlo conmigo, no te preocupes.

Jungkook frunció el ceño.

—No, Jimin. Quería saber cuándo lo haremos.

Hubo un breve silencio.

Jimin iba a responder, pero de repente vio a Jinyoung caminando cerca del lugar. Instintivamente, bajó la cabeza y se puso la capucha sin pensarlo dos veces. Su cuerpo reaccionó por sí solo. Jungkook lo observó en silencio.

En el poco tiempo que lo conocía, odiaba ver cómo alguien como Jimin estaba tan mal por culpa de alguien como Jinyoung.

Recordaba perfectamente la primera vez que lo vio enfrentarse a ese tipo, así que cuando Jinyoung lo atrajo fuera de clases y lanzó el primer golpe, él se aseguró de "defenderse", logrando que se alejara del lindo rubio que ahora tenía frente a él.

¿Pensaba que si lo golpeaban se alejaría de Jimin?

Jungkook giró la cabeza y pudo ver a Jinyoung. Sus miradas se cruzaron por un segundo, pero el otro rápidamente desvió la vista y siguió caminando sin mirar atrás.

Jungkook rió entre dientes. Al menos, por ahora, no lo molestaría.

Lentamente, colocó su mano sobre la cabeza cabizbaja de Jimin, dándole pequeñas caricias, intentando de alguna manera transmitirle seguridad.

Según la lógica de Jungkook.

—No viene aquí.

Dijo en voz baja.

Jimin levantó la mirada, confundido. Tomó la mano de Jungkook con suavidad, apartándola de su cabeza y colocándola sobre la mesa.

Jungkook ladeó la cabeza, intentando ver su rostro, y cuando sus ojos se posaron en las mejillas pálidas de Jimin, ahora sonrojadas, sintió su corazón latir con fuerza.

Jimin apartó la mirada rápidamente, sintiendo el calor subir hasta sus orejas. No entendía por qué reaccionaba así, por qué el simple toque de Jungkook lograba que su corazón se descontrolara.

—Entonces... ¿cuándo quieres hacerlo

Preguntó en un intento de cambiar el ambiente, su voz sonó más baja de lo que quería.

Jungkook, aún con la cabeza ladeada, sonrió suavemente.

—Hoy, si tienes tiempo.

Respondió con naturalidad.

Jimin asintió lentamente, jugueteando con los bordes de su sudadera mientras intentaba ignorar la mirada fija del pelinegro sobre él.

—Está bien... después de clases.

Murmuró.

Hubo un silencio breve, uno que se sentía cómodo pero extraño a la vez. Jungkook lo rompió con una pregunta inesperada.

—¿Siempre haces eso?

Jimin levantó la vista, confundido.

—¿Qué cosa?

Jungkook señaló la capucha aún puesta sobre su cabeza.

—Eso. Ocultarte.

El rubio bajó la mirada de inmediato.

—No es nada... es solo... costumbre.

Jungkook frunció ligeramente el ceño, como si estuviera procesando algo. Sin decir más, estiró la mano y con cuidado bajó la capucha de Jimin, dejando su cabello rubio al descubierto.

—No tienes por qué esconderte.

Jimin sintió su pecho apretarse ante esas palabras. Quiso responder algo, cualquier cosa, pero su mente estaba completamente en blanco.

Lo único que pudo hacer fue asentir levemente, sintiéndose vulnerable ante la intensidad de la mirada de Jungkook.

—Gracias...

Susurró.

Jungkook sonrió y se recargó en el respaldo de la silla, como si el momento incómodo nunca hubiera ocurrido.

—Entonces, después de clases, en la biblioteca. ¿Te parece?

—Sí, claro.

Respondió Jimin rápidamente, agradecido por el cambio de tema.

Antes de que Jungkook pudiera decir algo más, su teléfono vibró. El pelinegro lo revisó y suspiró con fastidio.

—Tengo que irme. Nos vemos luego, ¿si?

Se levantó sin esperar respuesta y le revolvió el cabello suavemente antes de irse.

Jimin se quedó en su asiento, mirando la pantalla de su teléfono sin verla realmente. Pasó una mano por su cabello, aún sintiendo el rastro de la caricia de Jungkook.

No podía evitar preguntarse... ¿por qué Jungkook era tan amable con él?

¿Acaso solo estaba aprovechándose de él?

No estaba acostumbrado a eso. La gente solía ignorarlo o aprovecharse de su aparente fragilidad, pero Jungkook…

No, seguramente era igual a Jinyoung.

Cuando sonó la campana anunciando el siguiente periodo de clases, Jimin suspiró y se levantó con desgano. El resto del día pasó en un susurro de palabras y apuntes que apenas registraba en su mente. Solo podía pensar en su encuentro después de clases.

[...]

La biblioteca estaba tranquila cuando llegó. El sonido de las páginas pasando y los murmullos bajos creaban un ambiente relajado, pero Jimin estaba lejos de sentirse así.

Buscó con la mirada hasta encontrar a Jungkook sentado en una de las mesas cerca de la ventana.

Estaba concentrado en su cuaderno, con el ceño ligeramente fruncido y mordiéndose el interior de la mejilla, como si intentara descifrar algo importante.

Jimin se acercó con cautela, dejando su mochila en la silla frente a él.

—Hola.

Jungkook levantó la vista y, al verlo, sonrió.

—Llegaste justo a tiempo.

Dijo mientras cerraba su cuaderno.

Jimin se sentó, tratando de ignorar la forma en que su estómago se revolvía por esa sonrisa.

—¿Ya comenzaste algo?

Preguntó, señalando el cuaderno.

—Solo hice algunos apuntes. Quería esperar a que llegues para planear bien todo.

Jungkook apoyó el mentón en su mano y lo miró con interés.

—¿Estás bien? Pareces... nervioso.

Temía que alguno de los amigos de Jinyoung lo haya intimidado o incluso golpeado mientras él estaba con él mismísimo Jinyoung con el director hablando de lo que había pasado él día anterior.

Y como hubo cámaras, el culpable fue Jinyoung. Pero como es asquerosamente rico, lo resolvió.

Al menos pudo desquitarse

—Solo… estoy un poco cansado.

Jungkook no parecía convencido, pero no insistió.

—Bueno, entonces vayamos directo al grano.

Dijo mientras sacaba algunos papeles.

—Pensé en dividir el trabajo en dos partes. Yo puedo encargarme de la recopilación de datos y tú podrías hacer el análisis. ¿Qué opinas?

Jimin asintió rápidamente.

—Sí, suena bien.

Trabajaron en silencio por un rato, con Jimin tomando notas y Jungkook revisando información en su laptop. Todo parecía tranquilo hasta que, de repente, una voz familiar rompió la paz.

—¿Qué tenemos aquí?

Jimin sintió su cuerpo tensarse de inmediato. Levantó la vista y ahí estaba Jinyoung, parado junto a la mesa con una sonrisa ladina, sus ojos oscuros llenos de esa misma malicia de siempre.

Jungkook dejó de escribir y alzó la mirada lentamente. Su expresión era tranquila, pero sus ojos reflejaban algo más...

—¿Necesitas algo?

Preguntó Jungkook con voz firme.

Jinyoung ignoró la pregunta y miró a Jimin con burla.

—No sabía que ahora hacías trabajos en pareja. ¿Te sientes solito, Jimin?

Jimin bajó la mirada, sintiendo cómo el pánico se apoderaba de él, pero antes de que pudiera decir algo, Jungkook habló de nuevo.

—Dije que si necesitas algo.

Esta vez su tono era más frío, más afilado. Jinyoung lo miró con una sonrisa torcida antes de encogerse de hombros.

—Nada. Solo pasaba por aquí. Nos vemos luego, Jimin.

Y con eso, se alejó lentamente.

Jimin dejó escapar un suspiro tembloroso, sintiendo su corazón latir a mil por hora.

—¿Estás bien?

Preguntó Jungkook en voz baja.

Jimin asintió débilmente.

—Sí... gracias.

Jungkook lo miró en silencio por un momento antes de volver a su cuaderno.

—Si vuelve a molestarte, me lo dices.

Jimin lo miró sorprendido.

—No quiero causarte problemas...

Jungkook sonrió suavemente.

—No eres un problema, Jimin.

Jimin juraba que ese latir de su corazón no era para nada normal, levantó la mirada y lo vio con una expresión que Jungkook no supo cómo manejar.

Había algo en esos ojos oscuros, llenos de gratitud y vulnerabilidad, que hizo que su pecho se sintiera extraño.

Era una sensación cálida, incómoda, pero al mismo tiempo reconfortante.

Jungkook desvió la mirada rápidamente, fingiendo revisar sus notas, pero su mente ya no estaba en el trabajo.

¿Qué demonios me pasa?

Pensó, sintiendo un leve calor subir a su rostro.

Jimin, sin darse cuenta del dilema interno del pelinegro, esbozó una pequeña sonrisa y volvió a concentrarse en sus apuntes.

—Gracias. De verdad.

Jungkook tragó saliva. No estaba acostumbrado a que alguien le agradeciera de esa manera, con tanta sinceridad.

—No tienes que agradecerme, Jimin.

Respondió, rascándose la nuca en un intento de disimular su nerviosismo.

—No dejaré que ese idiota te moleste mientras yo esté aquí.

Jimin sintió su corazón latir más rápido. ¿Por qué Jungkook era así con él? No estaba seguro de cómo reaccionar.

El silencio entre ellos se alargó, y Jungkook no pudo evitar mirarlo de reojo. Notó cómo Jimin mordía suavemente su labio inferior mientras escribía, con el ceño levemente fruncido, concentrado.

Y por primera vez, Jungkook se dio cuenta de algo: Jimin era lindo. Demasiado lindo.

Joder.

Es decir, si había notado que era alguien guapo, pero...

Sacudió la cabeza, como si eso pudiera apartar esos pensamientos.

Se suponía que solo estaban haciendo un trabajo juntos, nada más. Pero entonces, ¿por qué sentía esta necesidad de protegerlo? ¿Por qué le daban ganas de acercarse más?

—¿Te pasa algo?

Preguntó Jimin de repente, rompiendo sus pensamientos.

—¿Eh? No, nada.

Respondió Jungkook rápidamente, apartando la vista.

Jimin lo miró curioso, pero no insistió, igual, no confiaba en Jungkook. No podía.

Su instinto le decía que debía mantenerse alerta, que la amabilidad del pelinegro podía ser solo otra máscara, como tantas otras que había visto antes.

Había aprendido, a golpes y humillaciones, que nadie ayudaba sin esperar algo a cambio.














[♤♡]




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro